A la cena, anoche, no asistieron siete senadores en rechazo al jefe liberal.
Imagen de la reunión de anoche en casa de César Gaviria.
A la cena, anoche, no asistieron siete senadores en rechazo al jefe liberal.
Como lo anticipamos en La Silla Vacía, anoche se realizó la primera reunión de la bancada liberal entrante con el presidente electo Iván Duque, en un primer paso clave para la conformación de la nueva coalición del Gobierno. Fue una cena en casa del jefe rojo César Gaviria, pero a la que al final no asistió la mitad de los 14 senadores, justamente en rechazo a ese Exmandatario.
Se trata de los congresistas Lidio García (el más votado del partido en el país), Horacio José Serpa, Jaime Durán, Guillermo García Realpe, Luis Fernando Velasco, Julián Bedoya y Andrés Cristo, reconocidos por ser más de la cuerda del exministro Juan Fernando Cristo, otro dirigente liberal que está enfrentado con Gaviria.
Tras conversar de manera separada y fuera de micrófonos con seis de ellos, La Silla confirmó que, aunque oficialmente todos dieron diferentes excusas, como que varios están fuera del país (cosa que es cierta) y otros no alcanzaron a tomar vuelos desde sus regiones, se pusieron de acuerdo para que los que sí estaban en Colombia no asistieran como una forma de protesta contra Gaviria.
“Si hubiésemos estado todos hubiéramos ido, pero no queríamos ir incompletos para mostrarnos como grupo sólido”, nos detalló uno de los congresistas.
Esa mitad de la nueva bancada liberal de Senado quiere que el jefe del liberalismo se vaya de ese cargo por las que consideran fueron sus “desacertadas decisiones” en este año electoral, tanto en las legislativas como en las presidenciales.
Entre los argumentos que nos explicaron para ello están, primero, la conformación de las listas a Congreso, pues algunos aseguran que Gaviria los desconoció como jefes en sus respectivas regiones para apoyar a los amigos de su hijo, el exdirector de Planeación Simón Gaviria, con los mejores números en el tarjetón, como pasó cuando escogió como 1 en la lista a Senado al desconocido representante del Atlántico y hoy senador electo Mauricio Gómez.
También está la pelea de Gaviria con Cristo, quien a fines del año pasado compitió en la consulta del partido por la candidatura presidencial. En medio de ese proceso el Exminsitro acusó al Expresidente de no ser imparcial por jugar a favor de Humberto De la Calle, quien a la postre ganó esa elección.
Por último, uno de los senadores nos mencionó como otro motivo de rechazo a Gaviria la adhesión al uribismo que lideró el Expresidente con miras a la segunda vuelta presidencial, pues siente que con ello se “perdió el norte del ideario liberal”.
De hecho, algunos de estos siete congresistas no acompañaron a Gaviria el día que anuncio ese respaldo y tampoco informaron ellos mismos apoyo a Duque después.
Pese a esto, esta disidencia roja dice que sí respaldará el nuevo Presidente desde el Congreso integrando la coalición duquista.
“Los siete decidimos trabajar como equipo e independientes de Gaviria, a él le pedimos ahora que no se meta en las decisiones sobre la integración de las comisiones”, recalcó uno de los senadores con los que hablamos.
Los siete del no a Gaviria se perdieron anoche de una reunión con Duque en la que el nuevo Primer Mandatario le agradeció al Partido Liberal el apoyo a su candidatura, hablaron de varios temas del país, quedaron en los mejores términos para la nueva coalición y tomaron vino y whiskey.
Duque estuvo acompañado de una de sus manos derechas: su jefa de debate y uribista pura sangre Alicia Arango.
Aunque de todas maneras, a pesar de haber sido un encuentro más social y protocolario que cualquier cosa (no se habló de burocracia o de quién será el candidato de los liberales a la Presidencia de la Cámara, por ejemplo), al tratarse de una de las primeras citas de Duque con los partidos sí quedó un mensaje claro: los rojos entran pisando como importantes a la nueva unidad nacional.
Claramente divididos, pero importantes.