Solarte, sin Solarte

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La cabeza del grupo Solarte saldrá de sus acciones en la principal empresa del grupo. Detrás está la imputación penal en su contra.

Carlos Alberto Solarte, el superpoderoso de la ingeniería al que la Fiscalía anunció que le imputará cargos por el contrato del túnel Tunjuelo-Canoas en Bogotá, está a punto de hacer una movida estratégica: salir de sus acciones en la principal empresa concesionaria de su grupo. Con eso puede evitar que la empresa termine afectada por su enredo legal,

Solarte pidió una asamblea extraordinaria de accionistas de CSS, la empresa familiar en la que él tiene el 52 por ciento y que es socia de Odebrecht en Ruta del Sol 2, con Solarte mismo los principales socios de Ruta del Sol 1 (cada uno tiene el 25 por ciento) y toda la doble calzada entre Pamplona y Bucaramanga. Además la familia tiene la doble calzada Briceño - Sogamoso (Carlos tiene poco menos del 50 por ciento).

Lo llamativo es que también le pidió a sus socios (los herederos de su hermano Luis Héctor) que renuncien a su derecho de preferencia, el privilegio que tienen los socios de una empresa para tener la primera opción de comprarle la participación al socio que se quiere ir. Y eso significa que Solarte tiene en mente algún comprador diferente a ellos.

Lo mismo va a ocurrir con su hija Paola, también imputada por Tunjuelo - Canoas y quien tiene el 3 por ciento.

Aunque todavía no es claro quién sería, ni quién le metería plata a una empresa que tiene varios cierres financieros pendientes y el lío penal de su cabeza visible, esa venta podría evitar que CSS termine inhabilitada para contratar con el Estado y tenga que salir de los que hoy tiene, como efecto de una posible condena a Solarte.

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