Todo está listo para el Tercer Canal pero no hay banca de inversión que se le mida

#Tercercanal

Después del fracaso de la Comisión Nacional de Televisión en sacar adelante la licitación para un tercer canal privado de televisión, ahora la mayoría de los obstáculos para hacerlo se han superado. Excepto uno: los banqueros de inversión que se necesitan para saber cuánto vale el negocio, no se le están midiendo a hacerlo. 

El año pasado la Autoridad Nacional de Televisión (Antv), entidad que reemplazó a la Comisión Nacional de Televisión (Cntv) y tiene en sus manos la licitación del Tercer Canal, fracasó en dos intentos de contratar una banca de inversión para que valorara lo que el Estado puede cobrar por un Tercer Canal. Esa valoración es un paso previo necesario antes de abrir una licitación, y por eso se retrasó el cronograma.

Inicialmente la Antv esperaba entregar la licitación en el primer semestre de este año; ahora, si todo sale bien y aparece una banca de inversión interesada en hacer la valoración, la podría abrir a finales de año.

De ser así, la Antv entregaría el Tercer Canal justo antes de las elecciones presidenciales de mayo de 2014, un momento de alta tensión política en el que entregar un negocio así de grande y estratégico seguramente estará en medio de grandes discusiones.

Es probable que la Antv y el gobierno prefieran no enfrentarse a esas aguas movidas y que la licitación se demore por lo menos unos meses más. La pregunta, que hoy depende de los banqueros de inversión, es cuánto más.

El lío de las bancas de inversión

La Antv empezó a funcionar en abril del año pasado, los cuatro miembros actuales de la junta directiva asumieron sus funciones entre ese mes y mayo, y en agosto ya estaba lista la convocatoria a un concurso de méritos para elegir la banca de inversión que va a definir cuánto vale un Tercer Canal.

Inicialmente parecía haber un gran interés. O por lo menos eso se desprende de que once empresas presentaron observaciones a los prepliegos. El trabajo parecía interesante: el contrato era por más de 2.600 millones de pesos más una comisión de éxito sobre el valor final de la licitación.

A Juan Manuel Santos le conviene entregar el Tercer Canal, pero si lo hace muy cerca de las elecciones podrá levantar roncha, especialmente si se lanza a la reelección.

Foto: Juan Pablo Pino

El banquero y constructor Luis Carlos Sarmiento Angulo suena como interesado en quedarse con el Tercer Canal. Sería su siguiente paso en su decisión de incursionar en medios, después de comprar El Tiempo y, posiblemente, Caracol Radio.

Hace ya casi un año Santos encargó públicamente al ministro de TIC, Diego Molano, de acelerar la licitación.

Finalmente se presentaron tres interesados. En un rápido proceso, que se acabó el 31 de agosto, la Antv los descabezó a todos por problemas formalismos menores como errores en la fecha de la información.

A pesar de ese contratiempo, la Antv era optimista porque los errores se podían solucionar. Convocó a otro concurso de méritos en septiembre, y esta vez se presentaron dos de los competidores del concurso anterior.

La entidad revisó los documentos y rajó a uno de ellos, el Consorcio Tercer Canal de la banca de inversión Bonus y de Valores en Finanzas, por lo que conformó una lista corta con un solo proponente.

Todo indicaba que la Unión Temporal Estructuración del Servicio de Televisión se iba a quedar con el contrato. Sin enbargo, al momento de presentar una propuesta económica no lo hizo y la Antv tuvo que declarar desierto el concurso.

Se habían perdido seis meses y, sobre todo, quedó la duda de por qué la unión temporal que ya no tenía rivales (y en la que estaban el ex ministro Luis Carlos Valenzuela, el economista Julio Roberto Vaca y el ex comisionado de la CRT Lorenzo Villegas, entre otros) prefirió salirse.

La Silla Vacía intentó comunicarse con Vaca y con Miguel Montes Swanson, quien era el representante legal de la unión temporal, para preguntarles qué ocurrió. Hasta el momento de publicar esta nota no ha obtenido respuesta.

Una fuente cercana al proceso le dijo a La Silla que el retiro había tenido origen en una pelea entre Valenzuela y Vaca, información que no pudo confirmar independientemente.

Sea como fuere, esa decisión significa que la Antv, que en estos momentos está evaluando los diferentes escenarios, se va a gastar mínimo tres meses más para conseguir una banca de inversión. El problema es que en el mundo de los banqueros no hay mucho interés en participar, por lo menos por dos motivos.

Por una parte, los pliegos indican que la banca de inversión que se gane el contrato deberá mantener indemne al Estado por cualquier demanda que haya en un futuro por cuenta de su trabajo. Eso quiere decir que quien firme con la Antv asume un riesgo importante hacia el futuro.

Por otro lado, tres fuentes independientes consultadas por la Silla dijeron que al ser el Tercer Canal un asunto tan importante y delicado, los riesgos reputacionales son altos por la oposición que le hacen RCN y Caracol para evitar la competencia. “Nadie quiere terminar luego en medio de un debate de Julito en La W” dijo un banquero de inversión.

Como en el proceso de la Cntv RCN y Caracol se opusieron con todas las armas a que entrara un competidor y son parte de grandes grupos económicos, los banqueros la piensan dos veces antes de terminar de rivales de esos titanes. El recuerdo de las audiencias de la Cntv con abogados como Néstor Humberto Martínez o Jaime Lombana, de las denuncias de todas las partes y de la presión mediática desincentivnan a muchos.

El horizonte está despejado

Las buenas noticias es que el resto del panorama, que estaba muy enredado hace un par de años, se ha venido aclarando.

Por una parte el mayor interesado ya no es el mismo. Para muchos el Tercer Canal estaba escriturado a una empresa que tenía grandes dificultades, el Grupo Planeta, que además venía a competir con los grandes grupos colombianos en su terreno.

Por ahora suenan Time Warner (la dueña de canales como CNN, HBO o Cartoon Network) y el grupo Salinas (que está en pleno desembarco en Colombia). Pero los rumores más fuertes indican que el interesado principal sería Luis Carlos Sarmiento Angulo. Sarmiento se está metiendo en los medios, primero con la compra de El Tiempo y luego con la posible compra de Caracol Radio.

De hecho, como en televisión hay un límite al capital extranjero, si Salinas o Time Warner quieren entrar, necesitan un socio nacional. Y Sarmiento tiene la plata, las ganas, el poder y los contactos. Precisamente lo que más le falta es la experiencia en televisión que sí tendrían esas compañías.

Si efectivamente es Sarmiento el interesado, es claro que el gobierno verá con buenos ojos que el magnate le juegue al canal: es cercano a Juan Manuel Santos, quien lo ha elogiado públicamente, y ya ha conseguido buenos negocios en este gobierno, como administrar la plata de la Ley de Vivienda y quiere otros, como ampliar la concesión Bogotá-Villavicencio.

De entrada, para Santos entregar el canal es una ganancia porque mostraría capacidad de ejecución e independencia de los canales privados (hace ya un año le pidió al Ministro de TICs, Diego Molano, que acelerara la licitación), pero sería una victoria por partida doble si queda en manos de alguien cercano, como Sarmiento, sin contar que en este proceso ya no tendría el lío de haber sido accionista del interesado. Como contó La Silla, el Presidente Santos, ya electo, seguía siendo accionista de la Casa Editorial El Tiempo TV cuando licitó para el Tercer Canal a pesar de que públicamente en campaña había dicho que ya había vendido sus acciones.

La resistencia de los canales privados al nuevo Canal también ha bajado y se espera que esta vez no boicoteen la licitación.

Primero, porque si como se prevé Sarmiento es el más opcionado, ya no se trata de un jugador externo sino de otro de los grandes grupos del país, que, además, le maneja la plata a Caracol y a RCN. Y segundo, porque una hija de Sarmiento, Luz Ángela, está casada con un hijo de Ardila Lülle, Antonio José. Por eso, la oposición de RCN y Caracol seguramente será de menor intensidad. De hecho su principal abogado para oponerse al proceso de la Cntv, Néstor Humberto Martínez, es un hombre de confianza de Sarmiento, su mano derecha jurídica y uno de sus designados en la junta directiva de la Casa Editorial El Tiempo.

Además, oponerse al proceso ya no les sale gratis a RCN y Caracol. Un laudo arbitral los condenó a pagarle 32 mil millones de pesos, cada uno, al Estado por la falta de un Tercer Canal entre junio de 2011 y el 31 de diciembre de 2012. Aunque esa cifra es menor que la que ganan por publicidad, por lo menos los obliga a revisar si es menos que lo que dejarían de recibir si hubiera competencia más lo que les cuesta oponerse (incluyendo los honorarios de abogados como Martínez o Jaime Lombana). Y el taxímetro sigue corriendo, porque siguen gozando del duopolio.

Por último, en la Antv también hay ganas de sacar adelante la licitación: es la mejor carta de presentación de la nueva entidad, que quiere sacudirse el desprestigio que heredó de la Cntv, y entregar el Tercer Canal sería también un éxito profesional para los miembros de su junta, que son técnicos y, excepto el Ministro de TIC, Diego Molano, llegaron tras superar un concurso que hizo la Universidad de La Sabana.

Alexandra Falla, elegida para llenar el cupo de los gobernadores, es la que más conoce el Estado por dentro de todos los miembros Alfredo Sabbagh, elegido por las universidades, es productor de televisión y docente desde hace más de 20 años en la Universidad del Norte; y Beatriz Quiñónez, elegida por la sociedad civil, es una académica de la Universidad Nacional. El único miembro que venía de la Cntv, Jaime Andrés Estrada, renunció el año pasado y el Gobierno no lo ha reemplazado.

Todo eso, más lo interesante que resulta el Mundial de Fútbol de 2014 para posicionar un nuevo canal, indicaría que el Tercer Canal seguirá avanzando este año y que el debate se irá calentando a medida que se acerque la licitación, los interesados destapen las cartas y se aproximen las elecciones. Eso, claro, si algún banquero de inversión se le mide al negocio.

Compartir
0