Discutiendo con amigos, nos dimos cuenta que el tema de los cupos está lejos de ser transparente. Nos asaltan las siguientes dudas, ojalá podamos encontrar respuestas. La palabra "cupo" siempre viene acompañada de la palabra "derecho". Ese "derecho" es algo con lo que se negocia (empresas o propietarios los venden a los nuevos que quieran entrar) y, al estar congelado el número de cupos, su precio aumenta.
La primera pregunta es: ¿las empresas o dueños de cupos tributan sobre ese valor? ¿El cupo constituye patrimonio? ¿Qué piensa la DIAN? Si no tributa, ¿por qué el estado debe esforzarse para proteger el supuesto derecho?
Lo otro, es que claramente el negocio no es transportar personas. Es dominar los cupos y explotar a los chóferes. ¿Es posible tener un enfoque diferente?
Anonimo
El mal llamado 'cupo' es un negocio ilícito de las empresas transportadoras, pues corresponde a la capacidad transportadora que resulta de un estudio de mercado y que el Estado asigna. El Ministerio ha emitido múltiples conceptos de que el cupo no corresponde al propietario del vehículo sino que es inherente al automotor que es el vinculado a la empresa, pero con cinismo y sin hacer valer su autoridad (parece que teme ejercerla) acepta que tal cupo se negocia en el mercado. Como ha sido analizado, esta decisión es ilegal y una forma de corrupción (no solo es pedir dinero, es proteger intereses de unos para afectar los de otros.)
Es inaudita y corrupta la forma como las leyes protegen a los magnates del Monopolio del transporte en Colombia. El transporte es un negocio de los mas rentables del mundo y su poder economico aliado a un sistema politico corrupto influye definitivamente en la infraestructura legal del sistema produciendo efectos contrarios a lo que significa un servicio publico. Sumando cifras y resultados es tan buen negocio que invertir en un taxi es mas rentable que invertir en una vivienda. Salario fijo, impuestos para quien explote mas de un taxi, libre competencia, prueba antidroga y antecedentes seria un buen comienzo.
La inoperancia de la justicia y de los poderes del Estado, sumados a la embriaguez de poder y dinero de los politicos, obligan a los pueblos a buscar salidas poco democraticas pero que les estimula su ignorancia y estado permanente de violencia como sucede en Venezuela. Copiemos lo bueno de los sistemas que si funcionan en el mundo como en la ciudad de Nueva York donde existe cualquier cantidad de servicios excelentes propios de la sana y libre competencia. Dificil pensar en una solucion mientras la mafia del transporte publico este al servicio de los politicos con quienes coordinan la paralizacion de las ciudades convocando a un paro que les garantiza resultados politicos y economicos positivos a costa de victimizar al pueblo que es quien sostiene el servicio por necesidad. Colombia es un desierto arido de lideres politicos y en sesenta anos tan solo pueden considerarse como tal a Jorge Eliecer Gaitan y Luis Carlos Galan dos convencidos de la libertad y el equilibrio social.
La inoperancia de la justicia y de los poderes del Estado, sumados a la embriaguez de poder y dinero de los politicos, obligan a los pueblos a buscar salidas poco democraticas pero que les estimula su ignorancia y estado permanente de violencia como sucede en Venezuela. Copiemos lo bueno de los sistemas que si funcionan en el mundo como en la ciudad de Nueva York donde existe cualquier cantidad de servicios excelentes propios de la sana y libre competencia. Dificil pensar en una solucion mientras la mafia del transporte publico este al servicio de los politicos con quienes coordinan la paralizacion de las ciudades convocando a un paro que les garantiza resultados politicos y economicos positivos a costa de victimizar al pueblo que es quien sostiene el servicio por necesidad. Colombia es un desierto arido de lideres politicos y en sesenta anos tan solo pueden considerarse como tal a Jorge Eliecer Gaitan y Luis Carlos Galan dos convencidos de la libertad y el equilibrio social.
El problema como tal va a seguir pues no es sobre quién controle cuál parte del negocio, sino que evidentemente el gobierno no ha podido regular "la actitud" de los taxistas. Ellos como grupo, como pandilla, como crimen organizado, como matones, son los que generan la necesidad de alternativas de decencia comprobable como Uber, y si van a ser quienes prestan un supuesto servicio mejor, no va a ser mejor, seguirán incumpliendo todas las normas de tránsito y de urbanidad que Uber no incumple. Pierden los ciudadanos. Esos dos ministros (de trabajo y transporte) deben renunciar por su obvia venalidad.
Más preguntas:
1. ¿El cupo se entrega a perpetuidad?
2. Si es así, ¿existe algún otro tipo de concesión que el estado colombiano otorgue a perpetuidad?
3. ¿Los concesionarios de autopistas, por ejemplo, podrían oponerse al desarrollo del transporte fluvial, férreo o aéreo que les compita? ¿Lo hacen?
El negocio de Google tampoco es el de los motores de búsqueda, pero desarrollan esta actividad de manera tan admirable que su negocio, la publicidad y el mercadeo, florece y prospera. Y tienen mucha competencia, pero sin tanto éxito como ellos.
Por este lado, el valor de los cupos se eleva mientras la calidad del servicio disminuye (o no importa), y no aceptan competencia. ¿Cuál es la lógica detrás de este modelo de servicio?
Bessudo estará esperando para ver si llega la flota de helicópteros de Uldarico y le para el negocito de transporte aeropirata... que susto entre estos pesos PESADOS...
Lo chistoso es que hablan de transporte público y solo se trata de un monopolio del transporte que acaba con la competencia con ministro a bordo, igual que el monopolio de transmilenio, el monopolio del SITP, el monopolio del futuro Metro y así por el estilo, donde convierten un servicio en un negocio y los paganos son los ciudadanos...
Mas adelante saldrá el decreto con los cobros para que los particulares paguen para sustentar el transporte "público" que no se sostiene solo, porque el dinero no es para el servicio sino para sus dueños.. eso ya lo anuncio Petro para el metro sin plata...
Se entiende que se hace necesaria una organización, llámese cooperativa o de otra forma, para atender el servicio. Este ejercicio es lícito y legal y protegido por las instituciones del estado. Pero las obligaciones de estas organizaciones dónde están? Cómo es su tributación? Por qué no cancelan las multas? Por qué no cumplen las normas? Por qué no tienen un control sobre los afiliados? Por qué tratan mal al usuario y no son sancionados? Por qué, en ocasiones, actuan más como matones que como conductores?, etc, etc. Si las condiciones del servicio son tan regulares, por qué el las autoridades deben apoyarlos y concederles todo lo que piden? No sería más justo exigirles buen servicio y luego si concederles algunas ventajas, menos la de que se constituyan en monopolio.
andres felipe rodriguez
Cortar la iniciativa, el emprendimiento y la libre competencia en un país en supuesto "desarrollo" es una PUÑALADA TRAPERA a su mismo corazón desangrado. Ciudadanos, que buscan poder "vivir" honestamente a través de un trabajo honesto, serio, mejorado y comprometido, deberían no solo ser apoyados por el gobierno, cuyo estado estos mismos ciudadanos conforman, sino defendidos por él. Poner la ley al servicio de gamonales como en regímenes FEUDALES que creíamos superados, es UN CRIMEN. Los ciudadanos, usuarios del transporte público, que sostenemos este país, tenemos derecho a la libertad de escoger y rechazamos las medidas feudales, con gamonal propio, tomadas por la empleada de Ultrarrico en el Ministerio de Transporte.
Anonimo
En este país mandan los gremios. Los gremios votan en bloque o financian campañas. Y esos votos y aportes, generan privilegios.