Uribismo se aliará en el Caribe con caciques que antes criticaba

Silla Caribe

El Centro Democrático realizó una convención para definir su estrategia costeña en las elecciones de este año. Se cocinan alianzas con políticos exsantistas.

Hace unos días en Montería, en cabeza del senador Álvaro Uribe, el uribismo realizó una convención para definir la estrategia que tendrán en el Caribe y el Bajo Cauca en las regionales de este año. Aunque no concretaron nombres de candidatos, una cosa quedó clara: el Centro Democrático va a terminar aliado con varios de los políticos tradicionales que conformaron la coalición santista que tanto criticó el partido del Expresidente.

La estrategia es un gana-gana: le sirve al uribismo, que no tiene actualmente en la región fuerza electoral local (no cuenta, por ejemplo, con gobernadores o alcaldes capitales), y también a varios de esos caciques -cuyas maquinarias quedaron en duda el año pasado cuando no fueron capaces de trasladar sus votos a Germán Vargas para la Presidencia- y a quienes ahora les conviene hacer liga con el partido del Presidente.

Ya hay varios ejemplos.

La convención

El encuentro se llevó a cabo el pasado fin de semana en el hotel GHL de Montería y a él asistieron los congresistas, dirigentes caribe y de la subregión del Bajo Cauca del Centro Democrático y parte de la dirigencia nacional de la colectividad.

Todo el tiempo lo lideró Uribe y, básicamente, se dividió en dos sesiones en las que congresistas y aspirantes de las regionales contaron sus proyectos electorales.

El domingo 27 de enero asistieron las delegaciones del Bajo Cauca, Córdoba, Sucre y Cesar y, al día siguiente lunes, las de Bolívar, Atlántico, Magdalena y La Guajira.

Pero no sólo se presentaron los aspirantes uribistas. También pasaron muchos interesados en conseguir aval o respaldo del Centro Democrático para las elecciones de octubre, algunos de los cuales incluso militan en otros partidos.

El primer ejemplo de ello fue la presencia del exministro Jaime Pumarejo, la carta de la poderosa casa Char, que milita en Cambio Radical, a la Alcaldía de Barranquilla. Y también del exdirector de Cormagdalena Alfredo Varela, quien aspira a la Gobernación del Atlántico y posiblemente vaya en fórmula con Pumarejo con el apoyo de los Char.

Ellos fueron recibidos por Uribe y, micrófono en mano, presentaron sus respectivas aspiraciones, comentaron sus propuestas y pidieron el apoyo del uribismo.

Aunque no se hizo oficial enseguida, una fuente que lo sabe de primera mano nos contó que ya está definido que el Centro Democrático coavalará ambas candidaturas.

Meterse bajo la misma sombrilla con los Char en el Atlántico evidencia que allí el uribismo no cuenta con figuras de más peso que sean capaces de competirles a las cartas de ese clan.

“Uribe sabe que no tiene la fuerza para ganar en el Atlántico. ¿Para qué va a pelear con los Char? Más bien apoya a Pumarejo y a Varela, y sabe que, como Varela no es del todo de los Char, allí puede ser escuchado y dar sugerencias”, nos dijo un político importante que asistió al evento.

Aunque los Char tienen un pasado uribista y, de hecho, respaldaron al presidente Iván Duque en segunda vuelta (tras el descalabro de Germán Vargas en la primera), ese grupo viene de ser uno de los estandartes de la coalición santista en el Caribe.

Fueron, por ejemplo, determinantes para el triunfo de la reelección de Juan Manuel Santos en 2014 (Santos sacó sólo en Atlántico medio millón de votos, gracias en buena parte a la maquinaria charista), quien los hizo privilegiados al premiarlos con el Ministerio de Vivienda, que entonces manejaba Vargas Lleras.

Pero esa es apenas la primera muestra de que, en este año electoral, el uribismo terminará en brazos de muchos caciques y viceversa.

El uribismo en busca de los caciques

“Si nosotros tenemos un candidato magnífico pidamos que lo coavalen. Si no lo tenemos y otros lo tienen hablemos con ellos, hagamos el acuerdo programático y démosle el coaval”, dijo Uribe en la convención caribe de su partido.

La frase marca el derrotero de lo que será su estrategia, al menos en esta región (en otras como Antioquia cuenta con más fuerza electoral local), y se entiende no sólo frente al hecho de que el Centro Democrático no cuente con alcaldías capitales o gobernaciones del Caribe, sino también a los resultados de las legislativas del año pasado.

En esos comicios, el Centro Democrático no consiguió escaños en la Cámara de Representantes y ninguno de sus senadores alcanzó, en su lugar de origen, la mitad de la votación del senador más votado del departamento.

Además, aunque en la segunda vuelta de las presidenciales el ganador en la región fue Iván Duque, la diferencia con Gustavo Petro fue de 9.405 votos, una cantidad que en una elección presidencial significa casi un empate.

Frente a esa realidad, además de la del Atlántico, se cocinan alianzas en departamentos clave como Córdoba, que en un tiempo fue bastión uribista.

Allí el uribismo ha dicho que quiere llevar candidato propio a la Gobernación, pero no descarta coaliciones y uno de los aspirantes que podría llegar a armar una coalición, y que de hecho habló en la convención, también viene de un grupo político que hizo parte del santismo.

Se trata del excandidato a la Gobernación de Córdoba y al Senado Carlos Gómez, quien en sus pasadas aspiraciones fue apoyado por los cuestionados grupos del confeso corrupto Alejandro Lyons y del prófugo parapolítico Pedro Pestana, cuyo respaldo a la campaña Santos en 2014 fue clave para que el Expresidente le ganara Córdoba al uribismo.

El grupo de Pestana, de hecho, tuvo representante en la convención: la exsenadora goda Yamina Pestana, hermana del parapolítico Pedro Pestana.

En Sucre, como contamos en La Silla Caribe, también se está cocinando una coalición entre varios sectores para buscar candidatos a la Gobernación y a la Alcaldía de Sincelejo.

Entre esos sectores está el uribismo que allí lidera el excongresista (condenado por el proceso 8.000) Joselito Guerra de la Espriella y los grupos políticos del exrepresentante de La U Nicolás Guerrero, del alcalde por firmas Jacobo Quessep y del gobernador de Cambio Radical Édgar Martínez.

En el Cesar, el uribismo también hará parte de una coalición cuyo objetivo es ganarle al candidato a la Gobernación que ponga el cuestionado clan Gnecco (que milita en La U y en Cambio Radical).

Esta coalición la conforman el Centro Democrático, el Partido Liberal, el exgobernador Rafael Bolaños -quien está en proceso de recoger firmas-, sectores cristianos y el representante de La U Cristian Moreno, quien respaldó a Santos en el 2014, pero en estas presidenciales estuvo desde primera vuelta con Iván Duque.

En La Guajira y el Magdalena, de acuerdo a lo que nos aseguró el senador uribista Honorio Henríquez, pondrán candidatos propios.

En La Guajira, quien más suena como posible candidato es el exconcejal de Barranquilla Miller Soto.

Aunque allí no es difícil anticipar que pudieran terminar en coalición, dado a que los grupos políticos con fuerza electoral son otros (los Cotes y Carlos Caicedo en el Magdalena y Alfredo De Luque en La Guajira).

En Bolívar, para la Alcaldía de Cartagena, el uribismo respaldará la aspiración por firmas del excanciller conservador Fernando Araújo Perdomo, padre del senador uribista Fernando Araújo Rumié.

Alrededor de esa aspiración, los uribistas se unirán seguramente con el Partido Conservador, que es al que pertenece Araújo Perdomo. Y habrá que ver si entran otros grupos del departamento.

A ellos les convendría.

“No es lo mismo llegar tú como alcalde o gobernador a gerenciar un proyecto con el aval del partido del Presidente, con esa carta de presentación, diciendo: ‘ustedes me coavalaron’, que no tenerla”, nos dijo un político local también estuvo en la convención.

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