El Presidente de nuevo necesitará los votos de los caciques, esta vez, para el plebiscito.
Vuelve la ñoñomanía de Santos
Después de que los tuvo de tinieblos durante buena parte de su campaña presidencial, e incluso no los quiso montar en tarima, el presidente Juan Manuel Santos volvió a acercarse en plaza pública a los dos senadores más votados de su coalición: los cordobeses Bernardo ‘el Ñoño’ Elías y Musa Besaile, conocidos como “los ñoños”.
Sucedió el pasado viernes, cuando en medio de tambores, vítores y aplausos, Santos llegó al pueblo de Sahagún -del que son oriundos los ñoños- para inaugurar varias de las millonarias obras que gestionó allí el Senador Elías con recursos de la llamada mermelada (cupos indicativos para invertir en región, cuyo destino es decidido por los congresistas).
Fue una visita sin afanes, de 10 de la mañana a 2 de la tarde, en la que el Presidente parecía en campaña: saludó señoras, abrazó niños, jugó fútbol y no ahorró elogios para sus anfitriones (“¡aquí están las obras que gestionaron sus senadores!”, dijo por micrófono, en clara referencia a la polémica por la mermelada, cuyo conocido modus operandi -el Gobierno la negocia para asegurar apoyos en el Congreso y, a la vez, algunos congresistas la usan para beneficiar a contratistas amigos- muchas veces pone en duda la finalización de los trabajos).
A la hora de dar su discurso ante cientos de personas en el nuevo estadio de Sahagún, el mandatario reveló su movida política: empezó a hablar de la paz con las Farc y pidió a todos los presentes apoyar el Sí en el plebiscito que se hará para refrendar los acuerdos de La Habana. Asunto que evidencia que efectivamente sí llegó en modo campaña.
Parecido hizo en un evento público reciente en Buenaventura al que viajó para acompañar a la gobernadora y baronesa del Valle, Dilian Francisca Toro, de La U, justo cuando acababa de darle a ella la dirección de Coldeportes. Allí Santos se despachó contra el Procurador (uno de los mayores críticos de los acuerdos) y dijo que había que hacer campaña por la paz.
Y eso mismo le pidió explícitamente hace unos días a la bancada de congresistas del viejo PIN -el polémico partido que lidera el parapolítico Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil y que el Primer Mandatario también tuvo de tinieblo en las presidenciales-, en un inusual encuentro al que los invitó en Palacio.
Con todo ello, Santos empieza a mostrar que volverá a servirse de los caciques regionales, esta vez, para asegurar el respaldo popular que requiere el proceso de paz con la guerrilla. Mucho más teniendo en cuenta que, sin que aún esté 100 por ciento definido el mecanismo de refrendación, el uribismo, los mayores opositores al proceso, ya arrancaron su campaña para decirle no a los acuerdos.
Fueron dueños de las máquinas de los votos en las regiones, como los ñoños, Dilian y parte del PIN, los que determinaron el triunfo de Santos en la segunda vuelta presidencial, luego de que el uribista Óscar Iván Zuluaga ganara sin mucha maquinaria en la primera.
“(Santos) nos está sobando, que es como se hace la política. Mucha gente puede querer votar la paz, pero hay regiones en las que, si no les pones un transporte en la puerta, simplemente no salen. Esto se aprieta y por eso nos necesitan”, nos dijo un político.
“Santos ya no necesita preservar su favorabilidad porque la perdió toda. Entonces, se refugiará en lo que tanto critican y odian las Farc: en los caciques”, agregó por aparte el analista Carlos Suárez.
La visita a Sahagún
Santos, que no visitó Sahagún durante la campaña presidencial, fue recibido a eso de las 10 de la mañana en el aeropuerto de Montería por los ñoños: Musa y Bernardo, por el gobernador de Córdoba (Edwin Besaile, hermano de Musa) y por el representante Joche Tous (fórmula del Ñoño).
De las primeras cosas que preguntó, según una persona que alcanzó a oírlo, fue cómo iba la Liga Ñ, que es el campeonato de fútbol que se ideó el Ñoño Elías para inaugurar el estadio que gestionó.
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Salió con ellos rumbo a Sahagún (que queda más o menos a una hora) en un helicóptero que aterrizó en un potrero y enseguida se dirigió a la primera de las cinco obras gestionadas por Elías que visitó: el nuevo mercado.
Allí saludó a varios de los vendedores, a los que les preguntó cómo les ha cambiado la vida con la obra. “Este mercado parece de una ciudad más grande”, le escuchó alguien decir.
Después se fue a pie a la recién inaugurada terminal de transportes, que queda al lado del mercado, cortó una cita y, al salir de allí, pidió manejar el mismo una camioneta para recorrer unas vías y la ciclorruta. Lo acompañaron en el vehículo el Gobernador y los tres congresistas.
Al rato, llegó al coliseo de boxeo en donde lo esperaba el exboxeador y campeón mundial cordobés Miguel ‘Happy’ Lora, con quien el Presidente aprovechó para tomarse fotos simulando unos ganchos. Buena parte de ese recorrido iba siendo transmitido en las pantallas gigantes del estadio, en el que esperaban sobre todo simpatizantes de los grupos del Ñoño y Musa.
Ya en el estadio -bautizado Armando Tuirán, en honor a un querido exarquero de Sahagún-, Santos y sus acompañantes recorrieron los camerinos con aire acondicionado, destaparon una placa y, finalmente, salieron a la cancha en la que el mandatario hizo un saque de honor.
El Presidente, además, cobró dos penales que Armando Tuirán muy generoso le dejó entrar para que la gente lo aplaudiera.
En un discurso de más o menos 20 minutos, Santos dijo que Sahagún es el municipio del país que más inversión ha recibido. “Yo soy agradecido, en Sahagún obtuve el 77 por ciento de la votación, y en el amor y la política el agradecimiento se expresan con presupuesto”, afirmó bajo una lluvia de aplausos.
Al rato, llamó por micrófonos al representante Joche Tous para agradecerle su autoría de la recién aprobada ley de infancia ‘De Cero a Siempre’, que desde Presidencia ha sido presentada más como un logro de la Primera Dama (ella se movió mucho para que la aprobaran, pero efectivamente el autor es Tous).
Aquí obtuve el 77 por ciento de la votación para Presidente… ¡todos a poner el 80 o 90 por ciento en ese plebiscito!
Todo fueron elogios para los ñoños. “¡Qué bueno haber podido constatar las obras que aquí se han hecho! Obras que gestionaron para ustedes sus senadores, el senador Ñoño Elías, el senador Musa Besaile”, dijo el Presidente.
Y al final prometió: “Aquí vendremos antes de que termine mi periodo a inaugurar más obras, a hacer más inversiones, porque Sahagún y Córdoba se lo merecen”.
Antes, había pedido: “Aquí obtuve el 77 por ciento de la votación para Presidente… ¡todos a poner el 80 o 90 por ciento en ese plebiscito!”.
Y así se despidió por el momento del departamento, cuyo apoyo se empeñó en quitarle a Álvaro Uribe.