La Autoridad Nacional de Televisión se volvió a quedar sin cabeza: su directora encargada, Juanita Farfán, renunció a ese encargo, algo que muestra hasta dónde la televisión pública está a la deriva
¿Y dónde está el control de la TV pública?
La Autoridad Nacional de Televisión se volvió a quedar sin cabeza: su directora encargada, Juanita Farfán, renunció a ese encargo, algo que muestra hasta dónde la televisión pública está a la deriva.
Como ha contado La Silla, la terna para elegir director de la Antv (el anterior, Ramón Angarita, estuvo en ese cargo hasta el 31 de diciembre) vivió una telenovela que terminó sin decisión: la junta directiva desechó la terna por falta de méritos y con eso se hundió la posibilidad de que quedara Isabel Cristina de Ávila, la ficha del director de Planeación Simón Gaviria y del ministro Diego Molano.
El enredo va en que la junta directiva no ha empezado formalmente el nuevo proceso para elegir director, a tres semanas de que quede vacante uno de sus cinco puestos (Alexandra Falla, representante de los canales regionales, termina su período y los gobernadores no han definido su reemplazo).
Eso es solo una muestra del desorden. En Rtvc (la empresa pública que maneja Señal Colombia Radio y Televisión) tampoco hay luz blanca para definir el reemplazo de la ex directora Lucy Osorno, quien renunció en marzo tras un paso de apenas dos meses en ese cargo en protesta porque el Mintic le quería imponer un abogado para que manejara la multimillonaria contratación más importante de televisión, el llamado DTH Social, sobre la que hay mucho ruido. La directora anterior, Diana Celis, se fue en noviembre, y por ahora no hay reemplazo.
El desorden ocurre justo cuando vienen las definiciones del Canal Uno (incluyendo la posibilidad de que se convierta en un tercer canal privado) y del negocio para que llegue televisión digital a 300 municipios del país (el DTH social), y cuando se rumora la renuncia del ministro Molano.