Yahir quiere la Gobernación, pero un poder emergente se le va a atravesar

Silla Caribe

Yahir Acuña y Jacobo Quessep.

El cuestionado excongresista Acuña regresa moviendo una aspiración para 2019, pero ya le armaron coalición en contra liderada por el grupo del Alcalde de Sincelejo, que es el nuevo súper poder de Sucre.

Tras haber sido uno de los grandes derrotados de su departamento en las regionales de hace tres años, el cuestionado exrepresentante sucreño Yahir Acuña, nacionalmente famoso por repartir botellas de whisky y billetes a sus simpatizantes, quiere la revancha en 2019.

 

Al menos, eso evidencia el hecho de que esté moviendo una eventual aspiración suya a la Gobernación, en alianza con su otrora gran rival: el exsenador liberal, ahora cercano la casa Char de Barranquilla, Mario Fernández, quien aspira a la Alcaldía de Sincelejo.

El problema es que ya les armaron coalición en contra, integrada por casi toda la clase política local y liderada por el grupo de un nuevo poder emergente: el del alcalde sincelejano, Jacobo Quessep.

Desde las cenizas...

En las legislativas de hace cuatro años, Yahir Acuña (quien tiene desde 2011 una investigación abierta en la Corte Suprema por parapolítica) se coronó como el nuevo mandamás de Sucre, por encima del exsenador y parapolítico condenado por una masacre, Álvaro ‘el Gordo’ García, quien fuera el todopoderoso allí por poco más de dos décadas.

A punta de whisky y billete, Acuña logró quedarse esa vez con dos de las tres curules a la Cámara que tiene ese departamento (incluyendo una para él) y fijó alianzas con siete senadores a los que les puso votos.

El mismo año, se convirtió en el hombre fuerte de la reelección santista en Sucre, como lo detallamos en La Silla.

Pero el imperio le duró poco. Para las regionales de 2015, sus amigos santistas en el Gobierno Nacional le dieron la espalda y varios impulsaron un ‘Toconyá’ (todos contra Yahir) a nivel local para enfrentarlo por la Gobernación, pues Acuña había renunciado al Congreso para postularse a ese puesto.

Al final, no se lanzó él, sino que lanzó a su esposa (Milene Jarava), pero fue derrotado por una mezcla de voto de opinión y maquinaria, encarnada por el actual gobernador Édgar Martínez, de Cambio Radical.

En las elecciones a Congreso de este año, arañó poder con la curul a la Cámara que alcanzó su esposa Milene con el aval del viejo PIN. Aunque, para las presidenciales, ningún candidato aceptó tomarse foto con él.

Ahora, rumbo a las locales de 2019, quiere salir de entre las cenizas con una nueva aspiración a la Gobernación que ya empezó a mover por sus redes.

Está promocionando entre sus seguidores sondeos informales en los que pide votar por él y enviando mensajes en los que anuncia que está “con paso firme” para ese cargo y que su momento “ha llegado”.

Al tiempo, continúa haciendo oposición al Gobernador Martínez desde un medio virtual llamado La Voz, que dicen que es de él porque le da juego a todo lo que hace y anuncia.

De lo que saca La Voz, Yahir ha ayudado a difundir especialmente los detalles de la relación política entre el mandatario y el condenado y preso Gordo García, una liga que quedó confirmada luego de que se conociera el video de un encuentro entre Martínez y el Gordo en Bogotá.

Como la política es dinámica, para esta nueva empresa electoral Acuña ya armó alianza con el que fuera uno de sus principales rivales políticos en Sucre: el exsenador charista Mario Fernández, quien de hecho fue hace cuatro años uno de los líderes del Toconyá.

Fernández, cuya esposa Ana María Castañeda llegó este año al Senado con el aval de Cambio Radical y el apoyo de los Char, aspira a la Alcaldía y la idea que tienen él y su amigo Yahir es presentarse en fórmula, aunque no necesariamente por el mismo partido (aún no está definido, pero Fernández iría por Cambio Radical y Acuña por el PIN).

Pero al dúo Yahir-Mario promete atravesársele otra alianza, una más grande, liderada por el poderoso emergente de Sucre, que quiere ponerles competencia fuerte tanto para la Gobernación como para la Alcaldía.

El poder emergente de Sucre

El poder emergente actualmente en Sucre se llama Jacobo Quessep Espinosa, un abogado de 38 años que, con una corta carrera en lo público y tras haber sido Personero, en 2015 le ganó la Alcaldía al candidato de Yahir Acuña (llamado Carlos Vergara).

Lo hizo con el aval de la ASI y del Partido Liberal, que en ese momento dirigía en Sucre Mario Fernández, quien lo respaldó como su padrino político.

Mario y Jacobo, no obstante, comenzaron a distanciarse cuando el grupo de Fernández comenzó a hacerle al Alcalde exigencias burocráticas mayores a las que tenían pactadas; y rompieron relaciones del todo cuando el mandatario decidió independizarse y montar su movimiento político propio.

La independencia de Quessep se materializó en las de Congreso de este año, cuando su grupo decidió lanzar a la Cámara a Samil Villamil (primo del Alcalde) por Cambio Radical y no respaldar a la esposa de Fernández al Senado por el mismo partido.

Con ello, el Alcalde de Sincelejo pasó de ser un alfil de Mario Fernández a un dirigente con estructura propia y la curul a la Cámara más votada de Sucre con 70 mil apoyos.

Su ascenso se ha dado en medio de los tropiezos de Yahir y el ocaso de casas políticas tradicionales sucreñas, como los Guerra, que perdieron este año la curul de Senador de Antonio ‘Toño’ Guerra; y el Gordo García, que se ahogó tratando de llevar a su sobrina también al Senado y se quedó sin silla en el Legislativo por primera vez en décadas.

En el camino hacia arriba, el movimiento de Jacobo ahora quiere poner heredero a la Alcaldía y candidato fuerte a la Gobernación para competirle a la alianza Yahir-Mario.

La vía para hacerlo es una gran coalición que ya se está concretando entre Quessep y la mayoría de fuerzas políticas locales: el uribismo que lidera el exsenador Joselito Guerra (condenado por el proceso 8.000 y hermano de la senadora uribista María del Rosario ‘Charo’ Guerra y del exsenador Toño Guerra), el exrepresentante Nicolás Guerrero, los Pérez Santos y el grupo del Gobernador en cabeza de su sobrino Carlos Espinosa.

La Silla Caribe confirmó con cuatro fuentes que lo saben de primera mano que todas esas fuerzas ya se han comunicado y están de acuerdo con ir juntas en 2019.

Y aunque aún no ha habido una gran reunión de todos, la coalición ya se materializó con acuerdos burocráticos.

Por ejemplo, los uribistas acaban de entrar a la Alcaldía con representación en la Secretaría del Interior y a la Gobernación, en donde les dieron la Secretaría de Salud departamental este fin de semana.

Nicolás Guerrero tiene la Secretaría de Educación municipal y los Pérez Santos puestos en Metro Sabanas, la empresa que implementa el sistema estratégico de transporte de Sincelejo.

Según dos de las cinco fuentes dateadas con las que hablamos para esta historia, a la alianza Toncoyáma (Todos contra Yahir y Mario) también entraría el grupo del Gordo García.

El vocero de los intereses del Alcalde Quessep es el papá de éste: Ómar Quessep, excandidato al Concejo y quien le habla al oído al mandatario.

Los Quessep son los líderes de la coalición porque son los que tienen allí más poder, incluso más que el Gobernador, cuyo sobrino se ahogó este año intentando llegar al Senado; y que los Guerra, que aunque tienen Presidente uribista no cuentan con estructura fuerte a nivel local.

Los candidatos con los que competirán aún no están cantados, pero ya hay nombres de aspirantes: el excongresista Eduardo Pérez Santos, el empresario Julio Espinosa y el exsecretario del Partido Liberal, Héctor Olimpo Espinosa; quieren ir por la Gobernación. De ellos tres saldría un nombre.

Para la Alcaldía están las aspiraciones del expersonero José Alejandro Revollo, del exasesor de la Alcaldía Samuel Álvarez y del exconcejal Juan ‘Juancho’ Torres Rico.

Las aguas de las regionales 2019 se agitan así en Sucre, cuando apenas estamos en época de precampaña.

En enero, cuando arranque la campaña, la marea seguirá subiendo con seguridad.

Nota de la editora: después de publicada esta historia, el exrepresentante Yahir Acuña nos envió una solicitud de rectificación que no concedimos. Enlazamos aquí tanto la solicitud de él como nuestra respuesta, para que los lectores tengan toda la información.

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