"Yo respeto mis datos": César Caballero

En los últimos días, César Caballero ha sido objeto de todo tipo de críticas por parte de aquellas campañas que no registran tan bien en sus encuestas, particularmente por su militancia en el Partido Liberal y su relación con el candidato Rafael Pardo, al que le suele ir mejor en estas mediciones que en otras.  La Silla recogió esos cuestionamientos y se las preguntó al director de Cifras y Conceptos (anunciante y bloguer de este medio) el sábado porque a partir del lunes estará nuevamente en boca de los interesados en política pues publica una nueva encuesta.

La Silla Vacía: Alguna gente lo acusa a usted de ser ‘juez y parte’ en las encuestas por la relación que usted tiene con Rafael Pardo, el candidato liberal a la Alcaldía de Bogotá.

Caballero: Tengo una relación vieja con Rafael. Fui gerente de su campaña en 2010. Después de que se retiró del Ministerio de Trabajo nos íbamos a asociar en un proyecto que llamamos Hallpa, pero una vez él tomó la decisión de lanzarse a la Alcaldía se retiró y yo seguí solo.

La Silla Vacía: ¿Iban a ser socios en una empresa?

Era un proyecto de Cifras y Conceptos en el que Pardo iba a participar. Pero nunca hubo intercambio de papeles o de plata porque se retiró antes de que arrancara.

Pero en El Tiempo y en su página web salieron ustedes anunciando la noticia como si ya fuera un hecho.

Lo anunciamos pero no alcanzó a concretarse porque él decidió irse a la Alcaldía y yo seguí con mi empresa.

Tengo un contrato con Red+ noticias y con Caracol y no hago trabajo de encuestas ni soy asesor de ningún candidato en esas cinco ciudades, incluyendo Bogotá. En algunos casos, hago sesiones de grupo para algunos candidatos en estas ciudades y encuestas para políticos y empresas privadas en otras ciudades.

¿Esas sesiones de grupo se las hace a Rafael Pardo y Clara López?

A varios candidatos en todas las ciudades.

¿No hay un conflicto de interés en tener contratos con candidatos que uno luego mide?

No creo y si lo hubiera en todo caso sería el mismo conflicto de interés para todos los encuestadores. Hoy firmé con un partido político una encuesta. ¿No podría hacerlo entonces porque eso me inhabilita para preguntar por ese partido en mis encuestas? Es que a mi me contratan un servicio no un resultado. ¿Eso implica que voy a decir que ganó? No.

No hago trabajo de encuestas ni soy asesor de ningún candidato en esas cinco ciudades, incluyendo Bogotá

César Caballero

Una de las suspicacias que se ha creado alrededor de su encuesta es porque usted había dicho que solo haría una encuesta más en octubre y decidió hacer una más que sale el lunes. ¿Por qué?

Son nueve encuestas en 5 ciudades. Es un proyecto de largo plazo. Somos la única encuestadora que ha hecho de manera sistemática y permanente encuestas. Si entras a la página web de Cifras y Conceptos encuentras desde octubre hasta ahora todas las encuestas en las cinco ciudades.

Inicialmente habíamos decidido hacer ocho mediciones pero la última vez dijimos vamos a hacer una mas porque había rumores de que un candidato se retiraría en Medellín, como en efecto ocurrió, y en Cali y Bogotá está muy cerrada la carrera. Lo más apropiado era hacer una medición adicional en esas tres ciudades. La siguiente la haremos el viernes antes del días de elecciones.

Nosotros lo comunicamos. ¿Las otras firmas anuncian cuándo van a sacar encuestas? No. Pero a mi es al que me preguntan, entonces yo respondo.

¿Es una coincidencia que en sus encuestas los liberales tienen una tendencia a marcar mejor que en las otras? Pardo en Bogotá, el Chontico en Cali, en Bucaramanga…

No es cierto que siempre marquen mejor. En Medellín Juan Carlos Vélez aparecía en mis encuestas en 27 por ciento y en las demás en 20. Eduardo Verano,, que es liberal, no gana en mi encuesta a la Gobernación del Atlántico. Eugenio Prieto nunca pasó del tercer lugar, no marcaba bien y por eso se retiró.

Pero a otros liberales sí les va mejor que en otras encuestas….

Hay tres razones que lo podrían explicar. Somos la única firma que hace todas las entrevistas cara a cara y la metodología puede tener un efecto. Las otras encuestadoras hacen todas o una parte de las encuestas vía telefónica. Nuestro tamaño de la muestra es más grande. Hacemos 1200 encuestas. Los competidores salen con 400 encuestas. Y usamos la metodología del votante activo.

LSV: ¿En qué consiste esa metodología?

Para medir hay que distinguir entre aquellos que están habilitados para votar y los que realmente votan. Porque la abstención en Colombia es del 50 por ciento. Nosotros sólo encuestamos a personas que votan y así lo decimos en la ficha técnica.

LSV: ¿Qué tan diferente ese este universo?

En Colombia hay 34 millones de personas habilitadas para votar. En promedio solo votan 17 millones. Nuestra muestra solo representa esos 17 millones

”Me he tomado el trabajo de entender cómo votan los colombianos para hacer un buen marco muestral

César Caballero

LSV:¿Cómo saben quién votó para elegir la muestra?

Como lo hacemos cara a cara, lo primero que le preguntamos es si ha votado en los últimos cinco años. Si dicen que no, paramos ahí de hacer la encuesta. Si dice que sí, le preguntamos dónde tiene inscrita la cédula. Si dice que en una ciudad diferente, paramos ahí la encuesta. Y si la tiene inscrita, le preguntamos dónde. Solo si contesta esas tres preguntas hacemos la encuesta.

Su debilidad, entonces, es si hay un fenómeno electoral y muchos primivotantes salen a votar.

Sí, no cojo a los que cumplieron 18 años en los últimos dos años, pero son menos del 1 por ciento de la votación total. He estado pensando cómo resolver esa debilidad y no he encontrado la solución.

Volviendo a los liberales, no entiendo por qué esos tres factores harían que ellos registren mejor en sus encuestas que en otras.

Es una coincidencia pero la razón es que los llamados candidatos de clases altas no les va tan bien en mi encuesta.

Rafael Pardo no es precisamente clase media

Dígamos más bien los candidatos de las élites. El candidato de la élite del Valle no es el que va ganando en mi encuesta. El candidato del estrato seis en Bogotá no le va tan bien en mi encuesta porque distribuyo mucha encuesta en el estrato tres porque hay más votantes.

¿Pero eso de distribuir por estratos es algo que depende de la voluntad del encuestador y no el reflejo del universo que deben representar?

Las otras encuestas reflejan en su ficha que están tratando de representar a los mayores de 18 años. Yo estoy reflejando otro universo. Son dos universos distintos

No entiendo

Le doy tres ejemplos. En el censo electoral, las mujeres son el 52 por ciento y los hombres el 48 por ciento. A la hora de votar, los hombres componen el 52 por ciento de los votos efectivos y las mujeres el 48 por ciento. En mi encuesta le damos más peso a los hombres que a las mujeres.

En el censo electoral los jóvenes de 18 a 25 años son un poco más del 22 por ciento. Pero históricamente han puesto alrededor del 8 por ciento no más de los votos.

¿Cómo se sabe eso si a uno no le piden la edad para votar?

La Registraduría lo saca. Esto es público. Me he tomado el trabajo de entender cómo votan los colombianos para hacer un buen marco muestral.

Los mayores de 65 años son el 6 por ciento del censo electoral pero pueden poner entre el 10 y el 11 por ciento de los votos.

Es una obviedad, los jóvenes son abstencionistas y los mayores votan más. Mis encuestas son diferentes a las otras porque me he tomado el trabajo de tomar esa información.

Sabemos por puesto de votación cuántos están habilitados para votar y cuántos votan. Cuántos son hombres y cuántas mujeres, y rangos de edad.

Otra duda que existe tiene que ver con el hecho de que usted, a diferencia de otros encuestadores, financia parte de sus encuestas. ¿Por qué?

Invamer Gallup también las financia. Yo tengo cuatro fuentes de financiación: Red + Noticias, Caracol Radio, suscripciones y recursos propios.

La Polimétrica la vengo haciendo desde 2011 permanentemente y hay organizaciones que me pagan módulos específicos de preguntas. Invamer también vende suscripcioens y Datexco vendía el opinómetro.

¿Qué son las suscripciones?

Es venderle módulos a alguien. Por ejemplo, una ONG me pidió hacer preguntas sobre paz para un premio. Yo meto esas preguntas y se las entregó a ellos.

¿Por qué la necesidad de meterle financiación propia a las encuestas?

Hacer encuestas cara a cara es más costoso y hacer muestras más grandes es más costoso. Yo lo hago como mecanismo de inversión para abrir nuevos mercados.

Por ejemplo, soy el único encuestador que viene preguntando de manera consistente sobre afinidad religiosa. Entre el 15 y 16 por ciento de los que responden son cristianos. Tengo ahora tres clientes que me han pedido cosas solo para cristianos.

He metido el tema de mascotas y ahora tengo clientes que requieren esa información. Cifras y Conceptos es una empresa innovadora y me está dando resultado.

La mayoría de encuestas salen al tiempo mientras que las suyas salen solas. ¿Por qué?

Tú ya sabes cuándo voy a salir a campo, en cambio, ¿sabes cuando sale Gallup? No. Porque hace dos meses Gallup no ha hecho encuestas. El que dice públicamente cuándo vamos a salir a campo soy yo.

Mi compromiso no es con una campaña o un partido político. Es con una organización que se está jugando su prestigio con cada dato que publica

César Caballero

¿Cuál es la ventaja de hacer encuestas cara a cara y no telefónicas como las hacen otras encuestadoras?

Hay una firma encuestadora que dice que las encuestas telefónicas están bien porque Bogotá tiene una cobertura telefónica del 85 por ciento. Eso no es cierto. Bogotá tenía una cobertura del 82 por ciento según el censo del 2005. Pero según la Encuesta Multipropósito del DANE del 2014, la cobertura telefónica de Bogotá es del 52 por ciento.

¿Hay menos penetración telefónica ahora?

Sí, la gente tiene menos líneas telefónicas por el celular. El principio básico de la probabilidad es que a cada individuo le asignas una probabilidad de ser escogido para la encuesta. Cuando decides hacerlo telefónicamente, el 48 por ciento de los hogares de Bogotá tienen una probabilidad cero. No tienen línea telefónica. No hay que ser un genio para saber eso.

¿Y si una parte de las llamadas son por celular?

Eso es absurdo. No hay forma de saber si un celular está en una ciudad o en otra.

Si hay tantas diferencias metodológicas con otras encuestas, por qué, entonces, a veces da el mismo resultado?

Porque la ciencia de la probabilidad asume que eso puede suceder.

En retrospectiva, ¿siente que la metología del votante activo acierta más?

En las pasadas elecciones presidenciales en segunda vuelta fui el único que dije con claridad que Santos ganaba. Otras firmas dijeron que Óscar Iván ganaba con ocho por ciento (Ipsos) y otra por tres (Gallup). Datexto dijo que ganaba pero con margen de error.

¿O sea que usted cree que su militancia en el Partido Liberal no ‘contamina’ la encuesta?

Lo que afecta es que la gente sí conoce mi militancia porque he sido transparente. Los otros encuestadores no lo dicen pero todos tienen una afinidad política. Yo respeto mis datos. Mi compromiso no es con una campaña o un partido político. Es con una organización que se está jugando su prestigio con cada dato que publica.

A la hora de esta entrevista hay gente en redes que dice que ya voy a publicar los datos favoreciendo a uno u otro candidato. Y a esta hora ni siquiera he terminado de recoger los datos. Los comenzaré a ver mañana después de las 6 de la tarde.

¿Por qué cree que hay esa campaña en su contra en las redes?

Es parte del nerviosismo natural de las campañas. No es un juego de ángeles. Son personas con intereses que se están jugando mucho en esta contienda. Cuando decidí hacer encuestas públicas acepté someterme al escrutinio de la opinión pública. Por eso te estoy contestando esta entrevista.