Llegaron las primeras vacunas... ¿y ahora qué?

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A la una de la tarde aterrizaron las primeras 50.000 dosis. Aunque empezar a vacunar está cerca, todavía quedan grandes obstáculos para poderlo hacer en la cantidad y velocidad necesarias.

Hoy, dos meses después de que el Ministro de Salud, Fernando Ruiz, anunciara que este mes comenzaría la vacunación masiva, llegaron las primeras 50 mil dosis, suficientes para inmunizar a 25 mil personas que trabajan en la salud y están en la primera línea de atención a quienes tienen covid.

Además de que se espera que sigan llegando dosis, empezando por otras 50 mil de Pfizer, para vacunar a 35 millones de colombianos se debe superar por lo menos estos cuatro retos:

1. Que las dosis se multipliquen

Como en otros países de América Latina que arrancaron con vacunas de la farmacéutica gringa Pfizer, el primer envío es casi que solo para la foto: las que llegan hoy dan para vacunar al 14,2 por ciento de las 350 mil personas de la primera línea, según dijo Ruiz. 

Esos 25 mil vacunados sería algo menos del 0,05 por ciento de todos los colombianos, pero son porcentajes mucho más altos que las de la primera foto en Chile (recibió el 24 de diciembre 10.000 dosis para 5 mil personas, el mismo 0,05 por ciento de Colombia hoy), México (obtuvo 3 mil dosis, para el 0.002, el 23 de diciembre) o Ecuador (8 mil dosis, para el 0,04 de su población, el 20 de enero). 

Pero más que la cantidad de dosis del primer día, lo que importa es el ritmo de llegada y de vacunación de ahí en adelante.

Por eso, la meta es tener un avance más parecido al de Chile, que ya va por el 10 por ciento de la población con por lo menos una dosis, y no el de Ecuador, que se estancó en ese 0,04.

De hecho, el Gobierno espera que la próxima semana lleguen otras 50.000 dosis de Pfizer, y que “a partir de dos semanas, lleguen 100.000 dosis semanalmente”, según explicó el Ministro. De cumplirse ese ritmo, para fines de marzo tendríamos vacunas suficientes para haber vacunado al 0,5 por ciento, algo parecido a lo que lleva México hoy.

Sin mencionar que las dosis de SinoVac (un millón) y Astrazeneca, contó el Ministro, llegarán entre la primera y la segunda semana de marzo y así tener 1.600.000 vacunas en total.  Eso sería el 3.2 por ciento de colombianos.

2. Que EPS e IPS logren superar su mala fama

El Plan nacional de vacunación le dio a las EPS e IPS (clínicas y hospitales) la responsabilidad de buscar a la gente, y a las IPS además la de poner las dosis.

Para empezar todo ese proceso, el Ministerio de Salud debe mantener actualizada una base de datos maestra que está en el portal MiVacuna, y que se alimenta de datos de muchas fuentes, como la Registraduría, el Ministerio de Educación o Migración Colombia y por bases de datos del  Sistema Integrado de Información (Sispro).

Con ellas las EPS deben revisar la información de los pacientes y determinar a qué IPS le encargan la vacunación.

Elisa Torrenegra, directora del gremio GestarSalud, le confirmó a La Silla Vacía que las EPS de régimen subsidiado (sus agremiadas) ya asignaron una IPS al 99 por ciento de las 335 mil personas de más de 80 años que cubren. 

En el mismo sentido Gustavo Morales, presidente de Acemi (gremio que reúne a las 10 EPS más grandes), cuenta que ya cruzaron la información de la base de datos maestra y ya les llegan postulaciones de personas que sienten que deberían estar en una etapa determinada pero no están.  

Además, hace un llamado de confianza: acepta que tuvieron problemas para hacer pruebas de covid por su poca experiencia en eso, pero que “en vacunas tenemos una experiencia de décadas, aunque es un desafío enorme”.

3. Que las regiones muestren que su optimismo actual se concreta

Aunque las secretarías de salud no son las encargadas de vacunar sino a una parte menor de la población, las personas que podrían estar en el sistema pero no lo están y que son más o menos un millón de personas, son fundamentales para apoyar a las EPS e IPS y lograr que se vacune a la gente.

Hoy se muestran optimistas y dicen estar preparadas. Por ejemplo:

Bogotá: tiene listos ultracongeladores para recibir 186 mil dosis de la vacuna de Pfizer, los vacunadores y una alianza con la Policía para que 40 partrullas escolten las dosis. Por eso, en la Secretaría de Salud calculan que en dos días pueden aplicar las 12.562 dosis que le toca de las 50 mil que llegan hoy, y saben que las aplicarán en siete instituciones (los hospitales públicos Simón Bolívar, Santa Clara y de Kennedy, la clínica Juan Ciudad - Mederi, la Fundación Santafé, el Instituto Nacional de Cancerología y la Dirección de Sanidad de la Policía).

Barranquilla: tiene capacitados a sus vacunadores, listo un ultracongelador que alcanza para 60 mil dosis y ya coordinó con las EPS la actualización de datos de las personas de 80 años o más con la estrategia ‘BAQuna tu vida’.

Medellín: tiene un ultracongelador preparado con capacidad para 80 mil vacunas y empezará a vacunar en las clínicas Las Américas y Bolivariana, y los hospitales Pablo Tobón Uribe, San Vicente de Paúl y General, que tienen listos los vacunadores para poner las 4.599 dosis que les lleguen. “Esperamos que nos demoremos 4 o 5 días máximo en terminar este proceso de vacunación, para conseguir las otras de la siguiente semana” dice Esteban Restrepo, secretario de Gobierno y Gerente de la Vacuna en Medellín.

Valle del Cauca: tiene tres ultracongeladores que la Universidad del Valle le dio en comodato, uno de Cenicaña que puede almacenar 20 mil vacunas y el Ciat acaba de anunciar que pondrá dos más, para almacenar otras 249 mil dosis. Con eso tiene de sobra para las 5.184 vacunas que le llegarán de la primera dosis.

Además, como contó El País de Cali, la Secretaría dividió al departamento en cinco regiones, cada una con su cuarto frío. “La distribución tarda dos o tres días para que llegue aquí y para que tengamos la posibilidad de organizar nuestra cadena de entrega y la jornada de vacunación del 20 de febrero”, dijo hoy la Secretaria de Salud, Maria Cristina Lesmes.

Esos planes muestran un claro optimismo sobre la capacidad de vacunar que será fundamental a la hora de pasar de tener vacunas a tener dosis puestas.

Pero sigue habiendo retos, como dice Jorge Alberto Toro, director del gremio de más de 200 de ellas llamada Unión de IPS (Unips). Cuenta que ya hay IPS listas para vacunar, pero hay otras que siguen esperando que las secretarías de salud terminen de evaluarlas para poder habilitarlas, algo que hoy puede ser menos urgente pero que será fundamental cuando la vacunación realmente sea masiva.

4. Que haya cómo llegar a la gente que la tiene más difícil

Además de alcanzar lugares remotos, el plan necesita llegarles a personas que no tienen fácil ir a vacunarse, desde aquellos que dudan de la vacuna hasta personas para quienes es difícil desplazarse a los lugares de vacunación o comunicarse con su EPS o IPS.

Para eso, hay un reto presente, según Morales de Acemi, Elisa Torrenegra de GestarSalud y Carlos Dáguer, director del comité de aseguramiento en salud de la Andi: actualizar los datos de los pacientes es difícil porque hay muchos que no responden, cambiaron de información de contacto o sencillamente no se puede ubicar a la gente. 

Eso los deja de entrada por fuera del gran dispositivo que es vacunar a las personas, y es particularmente grave entre la gente que vive en zonas rurales poco pobladas, uno de los retos que plantea el experto Roberto Angulo en esta entrevista.

Además, los consultados ya ven venir otro reto, que empezará a vivirse entre marzo y abril, cuando llegue un mayor número de vacunas, y es enfrentar los miedos de quienes no quieran vacunarse.  

Otros retos están del lado de las clínicas y hospitales, como apunta Jorge Alberto Toro, a quien le preocupan tres puntos que siguen sin definirse:

* Han recibido llamadas de personas mayores de 80 años que no tienen confirmado su punto de vacunación. Toro espera que las EPS lo definan por georreferenciación, para que les quede cerca y sea más probable que asistan.

* Hay personal de salud que no aparece en Mi Vacuna, aunque ya se hayan registrado en la base de datos a la que tenían que acudir. 

* No saben cuánto le pagará el Gobierno a las IPS por vacunar, y no saben si van a recuperar sus costos con ese valor sin definir.

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