Así lo muestran la trayectoria y las relaciones de los 862 asesores que tienen las 14 bancadas.
Los senadores suelen elegir asesores que les sirven más a ellos que al país
Los 106 senadores actuales tienen 862 asesores contratados oficialmente por el Congreso, con recursos públicos.
A pesar de que la idea de esos cargos es que les ayuden a hacer una labor más sólida, tanto legislativa como de control político, en la práctica no necesariamente les dan ese uso.
Así lo muestran la trayectoria y las relaciones políticas de todos esos asesores, que cuestan más de $4 mil millones mensuales.
Tras pedir vía derecho de petición los nombres de todos los asesores, porque no están consolidados en bases de datos públicas pese a que deberían estarlo, construímos los perfiles con fuentes en las regiones, información que nos entregaron los mismos asesores y lo que nos contaron algunos senadores.
Algunos congresistas como Rodrigo Lara y Carlos Abraham Jiménez, de Cambio Radical, Andrés Cristo del Partido Liberal, o todos los de las Farc, se negaron a darnos información. Además, hubo algunos como Jorge Robledo del Polo y Antonio Zabaraín de Cambio, Andrés García Zucardi y Armando Benedetti de La U, y Samy Merheg del conservador, que aunque nos prometieron información, no nos la entregaron. Eso pudo afectar los resultados porque el Senado no tiene publicados los contratos de los asesores.
Como datos curiosos encontramos que aunque cada congresista puede tener hasta 10 personas en su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL), en el Senado en promedio tienen 8. También, hay ligeramente más mujeres que hombres, pues son el 52 por ciento.
Y como dato central, que los perfiles de los asesores muestran, con excepciones notorias, que la mayoría de quienes le hablan al oído a las 14 bancadas del Senado son mucho más políticos que técnicos.
En la segunda entrega de esta investigación, que saldrá esta semana, daremos más detalles de los miembros de las UTL por senador. Por ahora esto es lo que encontraron en detalle La Silla Caribe, La Silla Pacífico, La Silla Sur, La Silla Paisa, La Silla Cachaca y La Silla Santandereana.
Muchos asesores no tienen ni pregrado
Alrededor del 40 por ciento de las UTL no son profesionales. De las 14 bancadas del Senado, la que tiene más asesores con título es la del movimiento cristiano Mira y la que menos es la del Partido de La U.
El 39 por ciento sin pregrado no han culminado sus estudios, son bachilleres, o incluso y según la información reportada en el Sistema de Información y Gestión de Empleo Público, solo cursaron la primaria.
Aunque eso se debe en parte a que algunos congresistas incluyen en su UTL conductores o asistentes de tareas varias como mensajería o cafetería, también tiene que ver con que otros lo usan para pagar favores políticos.
La oposición concentra a los más preparados
Aunque en esencia las UTL sirven para asesorar al congresista y elevar el nivel de sus debates, y, por eso, lo ideal es que vinculen tantos expertos como sea posible, de los 525 que son profesionales, menos de la mitad tienen posgrado o maestría.
De los que hay, la mayoría están concentrados en las bancadas que se declararon en oposición al gobierno de Iván Duque, con al menos a una tercera parte de sus asesores.
Casi 5 de cada 10 han sido funcionarios públicos
El 47 por ciento de las UTL han trabajado con el Estado antes de asesorar al congresista que los contrató. De hecho, en 7 de las 14 bancadas la mitad o más tienen esa característica.
Además, en promedio 2 de cada 10 UTL han prestado servicios para una entidad pública en el país.
Eso puede tener dos lecturas.
Una es que son personas con experiencia en lo público, lo que ayuda a la labor legislativa. Otra, que han sido cuotas políticas como funcionarios y ahora lo son como asesores legislativos.
Como fuere, su cargo actual muestra que están cerca del engranaje de poder que son los senadores y, sumado a las otra conclusiones, muestra que es probable que muchos sean cuotas políticas.
Las UTL se usan para pagar favores políticos
El Partido Liberal es en el que más repite una práctica que refuerza más el clientelismo que el nivel del debate público, pues dos de cada 10 de los asesores de sus senadores son familiares de algún político local.
El Partido Conservador sigue de cerca al liberal en familiares de políticos locales y, con tres casos, es la bancada que tiene entre sus asesores a más familiares de congresistas actuales.
La nariñense Myriam Paredes tiene de asesores al sobrino del representante, Felipe Muñoz, y a la pareja de la representante, Liliana Benavides, ambos sus ahijados políticos y elegidos con el aval azul. Además, el antioqueño Carlos Trujillo contrató al esposo de la representante Nidia Marcela Osorio, quien fue su fórmula en marzo.
Una tercera forma de este uso de las UTL, poner de asesores a los familiares de excongresistas, aparece no solo en el liberalismo y el conservatismo, sino en seis partidos más, incluidos los dos cristianos: Mira y Colombia Justa Libres.
Además hay favores interegionales, como el del senador liberal Miguel Ángel Pinto, quien tiene de asesora a la esposa del parapolítico del Magdalena, Luis Eduardo 'Lucho' Vives, el de empresas del sur del país que pusieron plata en campaña y ahora tienen cuotas asesorando a los congresistas, los que se trajeron a sus exfórmulas a trabajar con ellos, o los que heredaron las UTL de sus copartidarios.
Todas las bancadas tienen excandidatos dentro de sus asesores
En las 14 bancadas con representación en el Senado hay al menos un excandidato a un cargo de elección popular como asesor. En los partidos tradicionales es en los que más cupos les abren.
Esos mismos partidos también son los que más tienen dentro de su nómina a políticos que ya han ocupado algún cargo de elección popular. En Cambio Radical y el Partido Conservador al menos 1 de cada 10 ya ha sido concejal, diputado, alcalde o gobernador.
Acá puede ver la base de datos por bancada.
Nota del editor: cambiamos el título de la historia el lunes 29 en horas de la tarde, para que reflejara mejor el contenido.