Los ganadores y perdedores de las elecciones de 2019

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Las victorias y derrotas se miden desde lo que va más allá de la votación de Claudia López hasta la débil presencia de la Farc en lo local.

Estas elecciones no solo ganan los elegidos y pierden los quemados, sino que los votos y las movidas políticas terminan beneficiando o afectando a otros poderosos, o afectan todavía más a algunos de los candidatos.

Estos son los principales ganadores y perdedores del pasado domingo (aunque hay más):

Ganadores

1

Claudia López

Además de lo que significa su victoria en la capital, Claudia López quedó fortalecida porque el partido al que le ha metido el hombro ganó en otros lados, y personas de la línea que lidera junto con la senadora Angélica Lozano, su pareja, ganaron puestos relevantes en todo el país.

En Manizales el nuevo alcalde será Carlos Mario Marín, quien trabajó en llave con Claudia, aunque ganó también gracias al apoyo de Mauricio Lizcano.

En Valle, quedaron dos alcaldes verdes que le ganaron a la baronesa Dilian Francisca Toro, Andrés Felipe Ramírez en Jamundí y Óscar Escobar en Palmira. Sin embargo, la Alianza Verde asegura que en el escrutinio la Registraduría ya no tiene a Escobar como alcalde.

A Ramírez lo impulsó la representante valluna Catalina Ortiz, quien viene de la línea de Sergio Fajardo pero se ha convertido en aliada de López dentro del partido desde que hicieron campaña juntas con Angélica Lozano y Juanita Goebertus el año pasado.

Y Escobar viene de ser asesor económico de López cuando era senadora y también cuenta con el apoyo de la representante Ortiz.

Además, varios nuevos concejales verdes son cercanos a la nueva alcaldesa de Bogotá, como Daniel Duque en Medellín (fue fórmula a la Cámara y luego asesor de Lozano), Diego Laserna en Bogotá (de la línea de Juanita Goebertus, fórmula de Lozano en la campaña al Congreso en 2018) o Carlos Parra, el concejal más votado de Bucaramanga y uno de los cerebros detrás de la consulta anticorrupción.

2

Dilian Francisca Toro

La saliente gobernadora del Valle logró impulsar a su heredera política, Clara Luz Roldán, para reemplazarla con la mayoría de votos en los 42 municipios del Valle, con una votación sustancialmente mayor a los que sacó en la misma Dilian en 2015.

Eso ratifica una vez más el poder electoral que tiene la maquinaria de la gobernadora saliente, que además tiene un grupo propio con cinco congresistas de La U.

Sin embargo, su triunfo fue agridulce porque perdió fortines importantes frente a políticos con discurso alternativo, como Buenaventura, donde ganó el líder del paro cívico de 2017 Víctor Vidal; Palmira con el verde Óscar Escobar o Jamundí, donde la Alcaldía se la llevó el verde Andrés Felipe Ramírez.

Aunque todavía es incipiente, como lo muestra la victoria de Roldán, eso marca un giro relevante para el voto de opinión en el Valle que va en contra de lo que Dilian representa y de su poder.

3

El voto rebelde urbano

Bogotá, Medellín, Cartagena, Bucaramanga, Cúcuta, Villavicencio, Buenaventura y Palmira son algunas de las ciudades donde ganaron candidatos que no tenían la maquinaria de los partidos tradicionales y que fueron elegidos a punta de voto de opinión.

Incluso con candidatos que son nuevos en la política, como Daniel Quintero en Medellín, Jairo Yáñez en Cúcuta, William Dau en Cartagena o Víctor Vidal en Buenaventura, le ganaron a fichas de barones electorales.

También es elocuente el caso de Turbaco, Bolívar, donde la mayoría de gente se la jugó por el excombatiente Guillermo Torres en vez de apoyar a Leonardo Cabarcas, que tenía el apoyo de los mandamases del municipio, la senadora vargasllerista Daira Galvis y el representante liberal Silvio Carrasquilla.

Aunque ese voto tiene antecedentes en elecciones pasadas en varias de esas ciudades, en ninguna votación precedente había ocurrido al tiempo en tantos lados.

Sin embargo, ese voto se vio sobre todo en alcaldías y en concejos, en menor proporción, pero no logró victorias a gobernaciones, pues todos los nuevos gobernadores llegaron con una maquinaria detrás.

En muchos lugares terminó convertido en voto en blanco a concejos: en Bogotá fue del 18 por ciento, por encima de cualquier lista excepto la verde; en Medellín del 19, también por encima de cualquier lista excepto la uribista; y en Cali del 14, casi igual a la de la mayor lista, la liberal.

También se notó en gobernaciones, pues en lo nacional fue de más del 11 por ciento, y en departamentos que tenían un ganador fijo fue mucho más alto (Bolívar el 24 por ciento, Cundinamarca el 23, Norte el 17, Valle el 14).

Para asambleas fue más alto todavía, del 16 por ciento, y lo fue más en los departamentos con mayores concentraciones urbanas, pues fue del 23 por ciento en Antioquia, el 22 en Cundinamarca y el 20 en Valle.

4

Las campañas volcadas a internet

Así como internet se volvió una herramienta poderosa para desprestigiar con noticias falsas a la campaña de los contrincantes (como lo mostraron los múltiples chequeos de nuestro Detector de Mentiras), fue la plataforma de políticos que se medían por primera vez en unas elecciones y que ganaron.

William Dau, el nuevo alcalde de Cartagena, hizo casi toda su campaña a través de Facebook e Instagram.

Para el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, la forma de sacarle jugo electoral a la sanción de la Procuraduría fue continuar sus programas de Facebook Live y apoyar por redes sociales a su candidato Juan Carlos Cárdenas, que llegó a la Alcaldía también con la ayuda de las redes.

Y otros candidatos ganadores como Claudia López, Daniel Quintero o Jairo Yáñez hicieron de internet una de sus principales estrategias de campaña.

5

El Partido Liberal

Las asambleas y los concejos muestran que el Partido Liberal ganó oxígeno, pues sigue siendo el partido más votado a ambas (13 por ciento a concejo, o 2,6 millones de votos; y 12 por ciento, o 2,2 millones de votos, respectivamente). Además, mientras logró un aumento pequeño de sus votos en las dos categorías, los otros grandes partidos tradicionales (Conservador, Cambio Radical y La U) perdieron electores.

Para gobernaciones, donde es muy difícil medir por votos dadas las coaliciones multipartidistas en casi todos los departamentos y el personalismo de muchas victorias; lograron las de Córdoba y Sucre por candidatos avalados únicamente por ellos (aunque apoyados por otros), y otros gobernadores electos vienen de sus filas, como Aníbal Gaviria en Antioquia, Roberto Jairo Jaramillo en Quindío o Luis Enrique Dussán en el Huila.

Eso es parecido pero un poco mejor que los resultados de La U, de donde vienen los ganadores de Valle, Cundinamarca, Nariño, Cesar y Meta, pero todos tuvieron más avales; o los conservadores, que ganaron directamente la de Caquetá y en coaliciones con candidato azul las de Tolima, Bolívar y Norte (en Risaralda ganó Víctor Tamayo, a quien le negaron el aval).

6

Carlos Caicedo

El exalcalde de Santa Marta y ex precandidato presidencial de izquierda, Carlos Caicedo aumentó su fuerza electoral, que le alcanzó para ser gobernador del Magdalena. Él derrotó al clan de los Cotes y el impulso también fue suficiente para elegir a Virna Johnson como alcaldesa y mantener el poder en el distrito que tiene hace ocho años.

Todo eso a pesar de sus investigaciones penales y disciplinarias.

7

Rodolfo Hernández

En Bucaramanga, un candidato que llegó como independiente en las elecciones regionales de 2015 ganó el pulso. Se trata de Rodolfo Hernández, el exalcalde a quien suspendió la Procuraduría por golpear a un concejal y luego renunció para hacerle campaña a su pupilo, Juan Carlos Cárdenas.

Cárdenas fue elegido con casi la mitad de los votos y más que duplicando los que sacaron, cada uno, Jaime Beltrán, Freddy Anaya y Claudia Lucero López, que tenían apoyos de casas políticas poderosas en la región como los Aguilar y del gobernador Didier Tavera. En ninguna otra ciudad grande, aparte de la historia sin suspenso de Barranquilla, hubo una distancia tan grande entre el ganador y los que lo siguieron.

La fuerza política que tomó Rodolfo se tradujo también en el Concejo, donde su movimiento la Liga de Gobernante Anticorrupción fue el más votado.

Su impulso electoral le puede servir para sus aspiraciones presidenciales, que son tan serias que ya ha pensado en quién podría ser su fórmula vicepresidencial.

Perdedores

1

Las encuestadoras

Como contamos en detalle, la mayoría de las encuestadora no pronosticaron las victorias de Claudia López en Bogotá y Daniel Quintero en Medellín, y menos las de Juan Carlos Cárdenas en Bucaramanga, Jairo Yáñez en Cúcuta o William Dau en Cartagena.

Al revisar las tres grandes ciudades, se salvan el Centro Nacional de Consultoría (CNC) e Invamer que acertaron al porcentaje de votos de los segundos más votados o a la diferencia que hubo entre candidatos; mientras Yanhaas, Guarumo y Los Mosqueteros (a través de sus miembros Mediciones y servicios de marketing y JPG) se descacharon.

Esos grandes errores fueron por ejemplo el que cometió Guarumo, que puso a ganar al uribista Alfredo Ramos con casi la mitad de todos los votos y casi doblando a quien realmente fue elegido como el nuevo alcalde, Daniel Quintero. O los de JPG y Yanhaas, que le pusieron muchos menos votos a Alejandro Éder en Cali de los que realmente sacó.

Además, Invamer puso a ganar en Bucaramanga a Ariel García, quien sacó menos de 4 por ciento y ocupó un muy lejano quinto puesto.

2

Federico Gutiérrez

Otro de los perdedores de la jornada de ayer (aunque no del todo) fue Federico Gutiérrez, el alcalde de Medellín.

A pesar de que en los últimos cuatro años, la mayoría de las encuestas lo posicionaron como el alcalde con mayor favorabilidad junto al barranquillero Álex Char, no pudo transmitir la buena imagen a su candidato Santiago Gómez.

Ni siquiera la maquinaria que movió la Alcaldía fue suficiente para que el candidato de ‘Fico’ quedara más allá de un tercer lugar en la votación.

Pero su estilo de recoger firmas sin tener un recorrido político de larga trayectoria se repitió en esta campaña en Medellín con cuatro candidatos haciendo lo mismo, incluyendo su pupilo y el actual alcalde Daniel Quintero.

3

La U

Ya queda poco de los tiempos gloriosos de La U, que fue el partido de Gobierno por ocho años consecutivos.

Por ejemplo, en alcaldías tampoco redujeron a la mitad los votos que sacaron en 2015, de casi empatar con el Liberal siendo el más votado con poco más de dos millones; de votos a apenas un millón largo, con lo que son el sexto partido más votado; a concejo cayeron de 2,4 a poco menos de 2 millones de votos, y del segundo al cuarto lugar; y asambleas pasaron de 12,2 a 1,8 y del primer al tercer puesto.

Eso se debe a que han perdido poder desde que no son el partido de Gobierno, al debilitamiento por la pérdida de electores fuertes como los Ñoños en Córdoba y a las fracturas internas, como contamos.

4

Yahir Acuña y Ramiro Suárez

Estos dos cuestionados superpoderosos locales perdieron fuertemente.

Ni las alianzas con el exsenador Álvaro ‘el Gordo’ García, condenado por la masacre de Macayepo); ni el apoyo de alcalde de Sincelejo, Jacobo Quessep, fueron suficientes para que el otrora poderoso Yahir Acuña se quedara con la Gobernación de Sucre. Esta elección la perdió con Héctor Olimpo Espinosa, candidato del Gobernador.

Una derrota similar de un político cuestionado pasó en Cúcuta. El exalcalde condenado Ramiro Suárez, que mandó desde La Picota en Bogotá, ni su maquinaria lograron posicionar al candidato Jorge Acevedo.

El grupo de Suárez perdió contra Jairo Yañez, un empresario nuevo en la política y de la corriente del exalcalde suspendido Rodolfo Hernández.

5

Los caudillos nacionales

A pesar de que Álvaro Uribe, Gustavo Petro, Germán Vargas y Sergio Fajardo son los líderes políticos de sus respectivas colectividades, sus imágenes y sus fuerzas fueron insuficientes para impulsar a sus candidatos, aunque sus derrotas tengan matices.

Aunque el Centro Democrático creció en concejos y asambleas, sus principales apuestas no cuajaron y por eso el propio Uribe aceptó la derrota. Y eso porque la desilusión de perder la Alcaldía de Medellín, que parecía asegurada con Alfredo Ramos, no solo parece repetir el fantasma del 2015 sino que esta vez fue en manos de un declarado antiuribista, Daniel Quintero, y no de alguien igual cercano al expresidente, como es el saliente alcalde Federico Gutiérrez.

Además, no le salió su apuesta de aliarse con partidos tradicionales para tener mayor poder local, pues perdió en alcaldías de capitales como Bogotá, Manizales o Florencia, y las gobernaciones de Huila o Caldas, por mencionar algunos ejemplos.

En cuanto a Gustavo Petro, ninguno de sus ocho candidatos fue elegido, y especialmente su pupilo Hollman Morris en Bogotá. Como explicó La Silla Cachaca, si Claudia López hubiera perdido esa derrota cantada podría haberse interpretado como prueba de que el petrismo es indispensable en la ciudad más poblada del país, pero al no serlo, terminó mostrándolo como una fuerza reducida.

Pero no todo es malo. No solo pasó de no tener ninguna respresentación local aparte de un concejal en Bogotá a sumar tres concejales en la capital, y varios alcaldes ganaron con su aval.

En cuando a su propio hijo Nicolás, candidato a la Gobernación del Atlántico, la derrota es más agridulce, pues era una batalla quijotesca contra la unión de todas las maquinarias en el Atlántico y la imagen del alcalde saliente de Barranquilla, Álex Char, y logró sacar el 18 por ciento de los votos (todavía no ha dicho si va a aceptar la curul en la Asamblea a la que tiene derecho por ser el segundo).

Pero, más allá de eso, con López ganadora y los verdes creciendo, su liderazgo en la izquierda puede estar en entredicho, y además su argumento de los ocho millones de votos quedó golpeado.

Para Fajardo la pérdida tampoco es total por la victoria de Claudia López, quien aunque no viene de su línea, sí es su aliada y puede impulsar su imagen. Pero los candidatos que sí venían de la cuerda del exgobernador de Antioquia obtuvieron pocos votos, como ocurrió con Beatriz Rave en Medellín e Iván Mauricio Pérez en Antioquia, y en menor medida con Alejandro Éder en Cali.

El que parece más derrotado es Germán Vargas, quien no tuvo mayor relevancia en la campaña de Cambio Radical, como contamos, y en cualquier caso el partido cayó en votos en concejos y asambleas frente a 2015; solo ganó las gobernaciones de Atlántico, Arauca y Putumayo (en coaliciones) y las alcaldías de Pasto, Sincelejo y Neiva (también en coaliciones).

6

La Farc

Aunque dos nuevos alcaldes son cercanos a la extinta guerrilla, Guillermo Torres de Turbaco y Edgardo Figueroa de Puerto Caicedo (Putumayo), llegaron con otros avales: el de la Colombia Humana - UP y la ASI, para evitar la estigmatización. Por eso, aunque son muestras de los logros de la implementación del Acuerdo con las Farc, es debatible hasta dónde le pertenecen al partido Farc.

Más allá de eso, la apuesta de las Farc era ir consolidando el poder desde lo local, pero el partido arrancó débil al presentar relativamente pocos candidatos (308), la mayoría a concejos.

Sin embargo, en casi todas las elecciones quedaron de últimos con 200, 400 o 500 votos cuando los ganadores se contaban de a miles, como pasó en las votaciones del Concejo de Villavicencio o en las Asamblea de Guaviare.

De hecho, no ganó en ninguno de los lugares donde tenían su mayor presencia en los tiempos de conflicto: ni en Montañita, ni en La Uribe, ni en San Vicente del Caguán (donde históricamente han perdido los partidos de izquierda).

Claro que en esto pudo incidir que desde la firma del Acuerdo en noviembre de 2016 hasta junio habían asesinado a 139 exguerrilleros.

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