Con nuevo MinAmbiente, Duque deja contenta a su coalición pero asume un riesgo

Silla Caribe

El exalcalde de Montería Carlos Correa Escaf representa al Partido Conservador, es amigo de los Char y tiene encima la sombra de un juicio por presunta corrupción.

El nuevo Ministro de Ambiente cumple con varias de las características ya conocidas de algunos altos funcionarios del presidente Iván Duque: gente de su confianza que ha pasado por el BID (como él), con talante técnico, pero también bien recibido entre la clase política tradicional con la que el mandatario está haciendo alianzas.

Sin ser del bolsillo de ningún político en particular, el nombramiento de Carlos Correa Escaf -anunciado este domingo en reemplazo del saliente Ministro Ricardo Lozano- deja bien representado al Partido Conservador, y de ahí especialmente a su amigo el senador cordobés David Barguil, y contento al poderoso clan Char de Barranquilla que tiene una bancada en Cambio Radical.

El exalcalde de Montería, no obstante, tiene una particularidad adicional: con él, Duque hace una alta apuesta, pues se trata de un funcionario sub júdice.

 

Correa enfrenta un proceso judicial por presunta corrupción desde junio de 2017 y, de hecho, según afirmó La W, el pasado 7 de septiembre se inició la audiencia preparatoria, la última antes de su juicio.

Este proceso, incluso, ya le costó al ahora Ministro no haberse podido posesionar como director de Findeter en el Gobierno pasado de Juan Manuel Santos.

También, según lo supo La Silla Vacía con una fuente que lo sabe de primera mano, la investigación fue la razón que lo llevó a decidir no lanzarse a la Gobernación de Córdoba en las regionales del año pasado, por temor a que sus contrincantes le hicieran campaña en contra con el argumento del proceso y a un eventual fallo adverso.

Esto es importante porque los líos judiciales de un Ministro no sólo pueden golpear fuertemente al Presidente en su imagen y credibilidad, sino terminar afectando la gestión de la cartera en cuestión.

En este caso, Correa tendrá por delante retos ambientales tan clave para el país como impulsar ante el Congreso el acuerdo de Escazú (tratado internacional para establecer protocolos de protección del medioambiente) y garantizar un equilibrio entre el avance de carteras extractivas y el fortalecimiento de la normativa ambiental del país.

El riesgo de Duque

En junio de 2017, Carlos Correa Escaf protagonizó un terremoto político en Córdoba que se sintió en la Casa de Nariño en Bogotá, tras ser capturado junto al entonces alcalde de Montería, el conservador Marcos Daniel Pineda,  por presuntamente haber cometido peculado por apropiación, celebración de contratos sin el lleno de requisitos, interés indebido en la celebración de contratos, prevaricato por omisión y falsedad ideológica en documento público, dentro del caso por la construcción del coliseo Happy Lora, que costó poco más de 12 mil millones de pesos y tardó cinco años, siete prórrogas y cuatro suspensiones en hacerse.

Correa había sido el alcalde monteriano del periodo anterior y para ese momento era alto consejero presidencial para las regiones de Santos.

A fines de ese mes, y tras haber recobrado su libertad por decisión de una jueza de garantías que consideró que la Fiscalía no presentó pruebas suficientes que justificaran las detenciones, le fueron imputados los cargos y el proceso avanzó hasta la audiencia preparatoria, estado en el que se encuentra en este momento.

Carlos Correa ya estaba trabajando para el Gobierno Duque como parte del equipo de la Gerencia del covid que encabeza el exministro, y amigo de Duque, Luis Guillermo Plata. Puntualmente, el hoy nuevo Ministro era el enlace con las regiones en el manejo a la crisis desde Palacio.

Un político cercano a él nos dijo que fue desde esa silla que “se ganó la confianza del Presidente”, que el domingo en el trino en el que anunció el nombramiento destacó parte del recorrido que, pese a sus líos judiciales, ha llevado a Correa a ser considerado como un funcionario técnico.

(Una fuente dateada nos aseguró que antes el puesto se lo habían ofrecido al director del Departamento Administrativo de Presidencia, Diego Molano, quien no aceptó).

Carlos Correa y el también exalcalde en líos Marcos Daniel Pineda son los mandatarios monterianos en cuyas administraciones Montería pasó de ser una ciudad estancada del Caribe, que ni siquiera tenía alcantarillado, a ser una urbe en desarrollo alrededor de su río Sinú.

Como lo contamos en La Silla, Correa ganó el premio City Mayors Convention como mejor alcalde del mundo en 2014 y en 2016, con Pineda al mando, Montería fue elegida por la ONU como una de las 10 ciudades más sostenibles del planeta.

El nuevo Ministro es administrador de empresas de la Universidad Eafit y tiene un magíster en marketing en Madrid, España. En el sector privado ha trabajado temas de marketing e innovación y en el público de gerencia y planeación urbana. Sin embargo, no tiene experiencia ni estudios medioambientales.

Su nombramiento es una alta apuesta de Duque, no sólo por la gestión que pueda lograr en los retos ambientales clave que tiene por delante, sino porque un eventual fallo adverso podría generar al Gobierno un ruido adicional a los que el Presidente ya enfrenta con la crisis del covid, su manejo a los abusos de la Fuerza Pública, las masacres que azotan varias regiones, el descrédito de su detenido padrino Álvaro Uribe y los posibles otros cambios en el gabinete.

“Carlos es un excelente funcionario y será un gran Ministro, pero sí es verdad que el Presidente le está dando un voto de confianza grande”, reconoció una persona cercana a Correa que no quiso ser citada.

Además de esto, Carlos Correa viene de ser alto funcionario de Santos, el archirrival del uribismo que hoy gobierna, un asunto que, según nos dijo un congresista del Centro Democrático y dos fuentes conocedoras (un periodista político local y un congresista de Córdoba), ha generado malestar en un sector uribista con Duque.

"En el Centro Democrático hay una molestia generalizada por ese nombramiento, especialmente en Córdoba, porque la gente que madrugó y que se mató en campaña no ha recibido nada; mientras que otros congresistas que no son del partido sí", nos dijo la fuente del Centro Democrático off the record en relación al vínculo de Correa con el senador godo David Barguil.

Aunque, al ser consultado al respecto, el senador del uribista Centro Democrático José Obdulio Gaviria nos dijo: “Como partido y como bancada no hay molestias. A lo mejor habrá interpretaciones personales, pero las desconozco. Es natural, pero no como bancada, o como partido. Sabemos que (Correa) no es de nuestro partido, pero era obvio como gobierno de coalición, es obvio que haya otros partidos, como Cambio Radical en (el Ministerio de) Salud, como La U en (el Ministerio de) Trabajo”.

En contraste, donde sí parece ir a la fija el Presidente en este nombramiento es con la clase política que quedó contenta.

Las relaciones

Correa se desempeñó como alcalde de Montería entre 2008 y 2011. A ese cargo llegó respaldado del grupo conservador de Marcos Daniel Pineda, que fue su antecesor y sucesor y también está en juicio por su mismo caso, y de su madre la senadora goda Nora García Burgos.

Ese grupo se dividió en las pasadas legislativas, cuando uno de sus miembros, el hoy senador conservador David Barguil, decidió tomar vuelo propio y armar su propio movimiento. 

Carlos Correa se quedó con Barguil y, junto a él, le arrebató la Alcaldía de Montería a los García Burgos en cabeza del hoy alcalde Carlos Ordosgoitia.

Correa Escaf llegó al alto Gobierno en febrero de 2016, cuando Juan Manuel Santos lo nombró como viceministro de Agua Potable en la cartera de Vivienda, un fortín de Cambio Radical a cargo del vargasllerista Luis Felipe Henao. Unas semanas después, lo designó como su Consejero para las Regiones y lo convirtió en un alto funcionario consentido para el que no ahorraba elogios cada vez que viajaba a las regiones.

Además de esos vínculos, Correa es amigo del líder de Cambio Radical en el Caribe, el exalcalde de Barranquilla Alejandro Char. Un político charista nos contó que esa relación nació en 2012 cuando Char era consejero para las regiones y Correa Alcalde de Montería 

Char, de hecho, fue uno de los primeros que salió a celebrar públicamente el nombramiento del nuevo Ministro.

Sin ser de su bolsillo, la llegada de Correa al gabinete deja satisfechos y hasta representados a estos sectores, que están en la coalición que armó Duque para encontrar apoyo y gobernabilidad en el Congreso.

“Esto (el nombramiento) no fue consultado con el partido (conservador), pero el partido lo arropa. Carlos Correa es conservador y nos ha acompañado en varias votaciones”, nos dijo un congresista godo.

En el mismo sentido, el representante conservador de Córdiba Wadith Manzur nos dijo que con con el nombramiento de Correa gana “Córdoba y el partido Conservador, sin duda alguna”. 

Mientras un congresista de los Char comentó: “Él (Carlos Correa) es amigo de Char, aunque no lo representa directamente. Eso sí, creo que puede ayudar a sus amigos. Aunque en lo político sí es conservador”.

Intentamos hablar para esta historia con el nuevo Ministro y no nos contestó. En varias ocasiones, él ha insistido en su inocencia y en que la obra por la que lo acusan se entregó sin que hubiese que hacerle adición de recursos.

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