En el nombre del padre

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El pasado 15 de agosto la Gobernación del Cesar inauguró con bombos y platillos un coliseo de ferias al estilo Corferias en Bogotá, una mega obra que muchos cesarenses celebraron por necesaria y que fue entregada sin retrasos por un valor de 6 mil millones de pesos, todos recursos puestos por el departamento. Pero en la región hay armada una polémica porque al proyecto público decidieron ponerle el nombre del papá del Gobernador a pesar de que las normas lo impiden.

El pasado 15 de agosto la Gobernación del Cesar inauguró con bombos y platillos un coliseo de ferias al estilo Corferias en Bogotá, una mega obra que muchos cesarenses celebraron por necesaria y que fue entregada sin retrasos por un valor de 6 mil millones de pesos, todos recursos puestos por el departamento. Pero en la región hay armada una polémica porque al proyecto público decidieron ponerle el nombre del papá del Gobernador a pesar de que las normas lo impiden.

Luis Alberto Monsalvo Ramírez, así fue bautizado el súper coliseo, a pesar de que hay una norma (decreto 2759 del 97, como lo detalló el medio local Radio Guatapurí) que prohibe que edificios públicos lleven el nombre de personas vivas. La única excepción que contempla esa regla es que lo pida la comunidad o que la persona en cuestión haya prestado servicios a la Nación que así lo ameriten, y ninguna de las anteriores es el caso de Monsalvo Ramírez.

El homenajeado con tal dignidad es uno de los ganaderos más ricos de la región y, según fuentes de la zona, su hato ganadero supera las 30 mil cabezas de ganado. Además es el gran proovedor de leche de una multinacional. Pero nadie lo reconoce por ningún servicio distinguido a la Nación.
Su esposa es Cielo Gnecco, la cabeza del clan Gnecco y pariente del exgobernador guajiro Kiko Gómez, quien como mamá del Gobernador funge como primera dama del departamento.

Como lo ha contado La Silla, ese polémico clan se ha adueñado del Cesar no sólo por tener la Gobernación sino por contar con un senador (José Alfredo Gnecco, primo del gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco) y por haberse quedado en alianza con tres de sus cuatro cupos en la Cámara.

Consultado por La Silla, el Gobernador aseguró que no tuvo nada que ver con la escogencia del nombre del coliseo que su Administración gestionó, planeó y construyó, y que fueron los miembros del comité que tiene en comodato la obra (una corporación llamada Corfedupar) los que decidieron ese bautizo.

Cuando le recordamos la norma, Monsalvo Gnecco dijo: "Si me quieres meter en un tema de ilegalidad, te digo que yo no puse ni propuse ese nombre, los miembros de ese comité tienen libertad de actuar. Pero además, ¿cuál es el problema si yo veo en todas partes instituciones con nombres de personas? ¿Es que eso es algo que sólo pueden hacer los Araújo y no alguien del pueblo, como mi papá?"

La referencia del mandatario es a los Araújo, una de las familias históricamente más ricas y poderosas del Cesar, la principal casa rival de los Gnecco en el departamento. 
 

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