Carlos Felipe Córdoba Larrarte

Córdoba nació en Pereira, Risaralda, en 1980. Estudió Relaciones Internacionales y Gobierno en la Universidad Externado de Colombia y tiene especialización en Alta Gerencia de la seccional Pereira de la Universidad Libre, y una maestría en acción política, fortalecimiento institucional y participación ciudadana de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Sus padres son bogotanos pero migraron a Risaralda porque su padre, médico, hizo el rural en Altagracia y se instaló en Pereira. Su madre es experta en temas catastrales y por muchos años fue profesora de la Universidad Tecnológica de Pereira.

En Pereira se integraron a la clase alta de la ciudad. Son socios del Club Campestre y Córdoba estudió en uno de los mejores colegios, el Liceo Inglés, que nació en la élite como segundo colegio bilingüe, después del tradicional Liceo Francés.

Córdoba fue de la primera promoción de su colegio.

Sus primeros pinitos políticos fueron en las juventudes uribistas (JuventUribe, que lideraba el después representante por Bogotá, Nicolás Uribe Rueda) que hicieron campaña en las regiones a Álvaro Uribe para que ganara la presidencia en 2002.

Cuando ganó Uribe, tuvo su primer cargo público como coordinador de proyección social del programa de la Presidencia Colombia Joven.

Solo duró un año porque Mauricio Vega, el entonces presidente de la Cámara de Comercio de Pereira ya quien había conocido haciendo campaña para el fallido referendo constitucional de Uribe en 2003, se lo llevó a la Cámara como director de programas cívicos.

Cuango Vega salió de la Cámara de Comercio, Córdoba se postuló para reemplazarlo. Según una fuente que pidió reserva de su nombre, el día que la junta directiva escogía el nuevo presidente, el entonces consejero presidencial de Uribe, Juan Lozano, llamó a uno de sus miembros a recomendar a Córdoba, algo que Lozano no negó.

Según esa fuente, la llamada cayó mal, pues Córdoba era un mando medio en esa institución. Finalmente no fue elegido pero el alcalde liberal y luego vargasllerista, Juan Manuel Arango, lo nombró Secretario de Gobierno de Pereira.

De ahí, Córdoba saltó a trabajar como secretario privado del gobernador conservador Víctor Manuel Tamayo, pero al poco tiempo se fue a hacer su maestría en España, con la suerte de que Tamayo le dijo que le guardaba el puesto.

Así fue. Córdoba regresó al mismo cargo pero renunció en 2010 para meterse en la campaña de Juan Manuel Santos a la presidencia.

Poco tiempo después de que ganó Santos y el Gobierno impulsó a Sandra Morelli a la Contraloría, ésta lo nombró delegado de participación ciudadano. En 2012 Morelli lo ascendió a vicecontralor, cargo en el que estuvo hasta 2013.

En esos años conoció a su hoy esposa Marcela Yepes, hija del exsenador y cacique conservador caldense Ómar Yepes Alzate, quien trabajaba también en  la Contraloría.

A raíz de que se iban a casar, Morelli, según le dijo a La Silla, le ayudó a Yepes a que se fuera a la Fiscalía, que dirigía Eduardo Montealegre.

Después de eso, Yepes se convirtió en una ficha clave de la pelea entre Morelli y Montealegre, especialmente en la investigación del entonces Fiscal a la Contralora por una presunta irregularidad en la venta de la sede de la Contraloría y el arrendamiento de la nueva sede.

En medio del escándalo Córdoba salió de la Contraloría, totalmente alejado de Morelli, y entró a trabajar a la Federación de Departamentos como director del programa de lucha contra el contrabando, la principal bandera de la FND.

Lo nombró su coterráneo, Germán Chica, quien había sido consejero presidencial de Santos en asuntos políticos y había manejado el computador del Palacio entre 2010 y 2012.

En ese cargo Córdoba anunció que quería ser Alcalde de Pereira mediante una alianza con su exjefe Tamayo, pero finalmente eso no ocurrió.

Terminó su contrato en la FND, pasaron las elecciones locales  de 2014, y el Consejo de Estado lo eligió para ser Auditor General.

Esa elección se cruzó con el escándalo que envolvió a Montealegre por haber contratado de forma directa y por grandes sumas a ex consejero de Estado, cuando éstos habían votado a favor de que su periodo durara cuatro años.

En la Auditoría, Córdoba mojó prensa con titulares y denuncias que dieron de qué hablar, pero que en algunos casos fueron criticados, como contó La Silla.

Cuando salió de la Auditoría, en 2017, entró a trabajar en la campaña presidencial de Germán Vargas Lleras, a quien conocía desde hacía años. Le ayudó a recoger firmas y fue, por dos meses, su secretario privado.  

Sin embargo, salió de ese cargo en diciembre de ese año y a inicios de febrero de 2018 se convirtió en el director de la FND, como reemplazo del ex congresista Plinio Olano, enredado por Obdebrecht.

Estando en ese cargo hizo lobby en el Congreso para convertirse en Contralor.  Además, tuvo un alto puntaje en el examen quedando entre los 10 favoritos y fue elegido con 203 de los 251 votos, pues tuvo el apoyo de las bancadas gobiernistas, independientes y algunos congresistas de oposición.