Estas son las conclusiones que sacamos después de analizar los perfiles de las 162 personas que integran las Unidades de Trabajo Legislativo de los representantes a la Cámara por Bogotá.
Asesores de la bancada cachaca: entre expertos, quemados y cristianos
Bancada de representantes a la Cámara por Bogotá.
La bancada de Bogotá es la más grande de la Cámara, con 19 representantes de nueve partidos. Continuando la serie sobre los asesores de los congresistas, La Silla Cachaca analizó los perfiles de las 162 personas que integran sus Unidades de Trabajo Legislativo (UTL) y encontró que, aunque todo indica que tienden a ser más preparados que el promedio de los asesores, también pasa, como con congresistas de otras regiones, que muchos son más políticos que técnicos o que están ahí por una filiación personal o política y no porque tengan la capacidad de respaldar el trabajo de sus jefes.
El análisis lo hicimos con 20 representantes, pues decidimos incluir a Ángela Robledo, que obtuvo su curul como un derecho por haber sido la candidata vicepresidencial de Gustavo Petro, el candidato que quedó de segundo en las elecciones de este año. Aunque ella no llegó representando a una región en particular, la incluimos porque su trayectoria previa fue como representante por Bogotá y de hecho podría ser candidata a la Alcaldía.
A todos les pedimos, directamente o por intermedio de algún asesor, colaboración para llenar la base de datos a partir de la cual sacamos las conclusiones. Todos lo hicieron excepto Juan Carlos Lozada (Liberal), Enrique Cabrales (Centro Democrático) y Carlos Carreño (conocido como ‘Sergio Marín', de la Farc). Aunque sus colaboradores nos dijeron que enviarían la información, al cierre de esta edición no lo habían hecho, por lo que hicimos la búsqueda por nuestra cuenta.
Vea aquí la base de datos que construimos.
Estas son las conclusiones:
Tienden a ser más preparados
De los 162 asesores y asistentes de los representantes a la Cámara por Bogotá, al menos 119 son profesionales (de 10 personas no obtuvimos información).
Eso equivale al 73 por ciento, lo que muestra una tendencia a contar con gente más preparada que el promedio de los asesores de los senadores (la otra investigación que hizo La Silla Vacía; no tenemos un consolidado de los asesores de la Cámara). Como contamos, en el Senado cerca del 60 por ciento de los asesores tiene título universitario.
Además, mientras en el Senado menos del 50 por ciento de los profesionales tienen posgrado, en la bancada cachaca es el 56 por ciento.
Los únicos equipos en los que todos tienen título universitario son los de Juanita Goebertus y Mauricio Toro, de la Alianza Verde; Irma Luz Herrera, del Mira; y José Jaime Uscátegui, del Centro Democrático.
Hay otros representantes que sólo tienen una persona sin título y por lo tanto también cuentan con equipos en su gran mayoría profesionales: Inti Asprilla, de Alianza Verde; David Racero, de ‘Los decentes’; Ángela Robledo, de Colombia Humana; y Edward Rodríguez y Gabriel Santos, del Centro Democrático.
El lado opuesto lo conforman los representantes que tienen UTL en su mayoría sin título universitario. Resaltan tres casos:
Juan Carlos Wills (Conservador): 7 de 10 no son profesionales (el 70 por ciento). Wills tiene la UTL más grande de la bancada cachaca.
Samuel Hoyos (Centro Democrático): 5 de 9 (el 55 por ciento de la UTL). Le apostó a un equipo joven, en su mayoría de estudiantes universitarios, y están el conductor y la asistente de Hoyos, que no cumplen labores como asesores.
Germán Navas Talero (Polo Democrático): 4 de 8 (el 50 por ciento de la UTL). A diferencia de Hoyos, el equipo de Navas no es tan joven . Aunque la mitad no tiene título, tienen mucha experiencia en el Congreso, pues vienen trabajando con Navas desde que llegó a la Cámara hace más de de 20 años..
Hay UTL que evidencian la agenda de los representantes
Inti Asprilla (Alianza Verde), María José Pizarro (‘Los decentes’) y Ángela Robledo (Colombia Humana): Buena parte de los asesores de los tres tienen trayectoria en defensa de derechos humanos, trabajo con comunidades vulnerables y activismo social. Esa es una agenda que él y ellas defienden desde sus movimientos.
Juanita Goebertus (Alianza Verde): Sus asesores María Carolina Varela y Paola Molano vienen de trabajar en temas de conflicto y justicia transicional en entidades como el Ministerio de Defensa y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Ese es un sector del que viene ella, que fue parte de la mesa de negociación de La Habana como abogada de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y coordinadora allí de justicia transicional.
Juan Carlos Lozada (Liberal): Dos asesores suyos vienen de trabajar en temas ambientales desde el Ministerio de Ambiente (Estella Bastidas) y desde el liderazgo local (José Alejandro Torres). Ese tema hace parte de la agenda de Lozada, que además de animalista tiene como bandera la defensa del medioambiente.
Mauricio Toro (Alianza Verde): Llegó a la Cámara con la bandera del emprendimiento y el impulso de la innovación, pues su trayectoria laboral había estado vinculada a esos sectores. Su equipo refleja esa agenda: sus integrantes tienen más experiencia en el sector privado que en el público, sobre todo con multinacionales y bancos, y varios han trabajado en temas de innovación y emprendimiento.
Los quemados
Como en los equipos de muchos otros congresistas, las UTL en Bogotá también son pista de aterrizaje de políticos que se quemaron en las anteriores elecciones. Estos son los casos de quienes fueron candidatos y no lo lograron en las legislativas de este año y las locales más recientes, de 2015:
Carlos Acosta (Colombia Justa Libres): Cuatro de sus nueve asesores se quemaron en las elecciones legislativas de este año. Tres integraron su misma lista a la Cámara por Bogotá de Colombia Justa Libres (Janneth Bolívar, Angélica Narváez y Ricardo Arias Macías, hijo del exsenador y líder político cristiano Ricardo Arias Mora), y otra la del movimiento cristiano Somos (Karla Vanessa Enríquez, esposa del director de derechos humanos dle Ministerio de Interior, Nayid Abú Fager).
Carlos Carreño (‘Sergio Marín’, de La Farc): Tiene en su UTL a William Rodríguez, un administrador de negocios que este año hizo parte de la lista cerrada de la Farc a la Cámara por Bogotá.
Ángela María Robledo (Colombia Humana): Su jefa de prensa, Margarita Velásquez, fue candidata a la Cámara liberal por Boyacá. Se quemó con 1.500 votos.
Juan Carlos Wills (Conservador): Dos quemados de las elecciones locales de 2015 están en su equipo.
Uno es Yimy Antonio Mejía Báez, que fue candidato conservador al Concejo y se quemó con 4 mil votos. Es hermano del exconcejal de Bogotá Ómar Mejía, procesado por el Carrusel de la contratación que en 2015 quedó libre por vencimiento de términos. Los Mejía respaldaron a Wills en campaña este año. Ymy Antonio también tiene experiencia en el Congreso porque tuvo una palomita como representante a la Cámara entre 2001 y 2002 por el movimiento conservador pastranista Nueva Fuerza Democrática, cargo al que llegó como reemplazo.
El otro quemado del equipo de Wills es Ciro Fidel Vega, que se quemó como candidato a edil en San Cristóbal.
Juan Carlos Lozada (Liberal): Tiene como conductor a Guillermo Aguirre Panche, un quemado a edil por Opción Ciudadana en Ciudad Bolívar en 2015 (también fue candidato a esa JAL en 2011 por el Partido Liberal). Otro asesor suyo, J Nicholas Vergara, fue candidato a la JAL de Chapinero en 2015 por Cambio Radical.
Edward Rodríguez (Centro Democrático): Su asesora Angie Paola Tafur fue candidata a la JAL de Usaquén en 2015, como parte de una lista cerrada, apadrinada por Edward Rodríguez.
Los que vienen de trabajar con familiares o aliados políticos del congresista
Juan Carlos Lozada (Liberal): Su asesor de más alto rango es Gabriel Riveros, un abogado que viene de ser asesor de la tía y madrina política de Lozada, la concejal liberal María Victoria Vargas.
Katherine Miranda (Alianza Verde): Tiene en su equipo a Catalina Cubaque, que viene de ser asesora en temas de gestión urbana del concejal verde Jorge Torres, esposo de la representante. Cubaque es una polítóloga que ha trabajado en Colciencias, el Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional y la Misión de Observación Electoral. Ha sido docente en Sistemas de Información Geográfica y realizó con Claudia López investigaciones sobre parapolítica, violencia política, análisis electoral y el libro ¡Adiós a las Farc!
José Daniel López (Cambio Radical): Su asesor Luis Fernando López Kerguelén fue asesor entre 2015 y 2016 del entonces Ministro de las TIC David Luna, padrino político del representante.
Enrique Cabrales (Centro Democrático): El hermano de Isabel Sofía Cabrales, esposa de Tomás Uribe (hijo de Álvaro Uribe), tiene entre sus asesores a Jesús Salim Lorduy, hijo del coronel retirado de la Ejército Jesús Lorduy Dales, que fue candidato al Senado por el Centro Democrático en 2014. Los Lorduy son una familia de Córdoba. Salim Lorduy en 2015 fue contratista del Senado, y luego ingresó al equipo de trabajo del entonces representante uribista por Santander Marcos Díaz Barrera, de cuya esposa es familiar Lorduy, como contó La Silla Santander en su momento.
Los cristianos trabajan con cristianos
La bancada cachaca tiene tres representantes cristianos: Ángela Sánchez, de Cambio Radical, que hace parte de la Misión Carismática Internacional; Irma Luz Herrera, del Mira (un partido con origen en la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional), y Carlos Acosta, de Colombia Justa Libres (un movimiento que aglutinó diversas iglesias del país. Él es de una que se llama El camino).
La particularidad de sus equipos de trabajo en la Cámara, que suman 24 personas (casi el 15 por ciento del total), es que también los integran cristianos.
Por ejemplo, toda la UTL de Sánchez es feligrés de la MCI; toda la de Herrera tiene trayectoria laboral con el Mira (comenzando por la exsenadora Gloria Stella Díaz) o es militante de ese partido; y la mayoría de la de Acosta ha trabajado con iglesias o es feligrés de alguna.
Los financiadores
La representante de la lista de ‘Los decentes’ María José Pizarro incluyó en su equipo a varios financiadores o familiares de sus financiadores de campaña.
Guido Alberto Bonilla, un sociólogo con una larga trayectoria en el sector público y asesor en temas de derechos humanos, le donó 800 mil pesos y le hizo un crédito a la campaña por 32 millones. Su hermano Óscar Bonilla también donó 500 mil, de acuerdo con el reporte de Cuentas Claras del Consejo Nacional Electoral.
Nancy Stella Ramírez, encargada del trabajo en territorio, tiene a su familiar Carlos Vladimir Ramírez en la lista de donantes, con un aporte de 2 millones.
Su community manager, Andrés Alberto Gómez, aparece como aportante de un crédito a la campaña por 18 millones.