La decisión del Consejo de Estado que revive una millonaria multa contra el exalcalde puede sacarlo del Congreso temporalmente. Él ya está usando eso para que las marchas contra Duque también sean para defenderlo.
Con un pie fuera del Senado, Petro apuesta por personalizar "la resistencia"
Anoche se conoció que el exalcalde de Bogotá y senador Gustavo Petro puede quedarse, por ahora, sin el único seguro que tiene para mantenerse en su curul.
Esto porque el magistrado del Consejo de Estado Oswaldo Giraldo tumbó la decisión de un magistrado del Tribunal de Cundinamarca del año pasado, que suspendió el cobro de una multa contra Petro por 217 mil millones de pesos, que le impuso la Contraloría de Bogotá por bajar el pasaje de Transmilenio cuando era alcalde.
Eso, en principio, revivirá la multa y sus efectos, entre los que estaría que Petro no pueda ocupar cargos públicos porque es un deudor moroso del Estado.
Una mala noticia que, a su vez, le puede servir a él para seguir personalizando, como ya había comenzado a hacerlo, la movilización social del próximo 28 de noviembre, que se prevé sea la más grande que enfrente Iván Duque en los tres meses largos que lleva de Presidente.
La multa (y su resurrección)
En noviembre de 2016 el Contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados, ratificó en segunda instancia que Petro debía pagar de su bolsillo 217 mil millones de pesos. Eso porque, a juicio de la Contraloría, la ciudad suficó un detrimento patrimonial por ese monto cuando Petro, como Alcalde, decidió bajar las tarifas de Transmilenio y del Sitp en las horas valle (en las que menos gente usa el sistema).
El argumento del Contralor es que, en la práctica, Petro creó un subsidio que la ley le impide crear, y por eso le terminó generando millonarias pérdidas a la ciudad.
El exalcalde demandó esa decisión ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que en noviembre de 2017 suspendió la multa como medida cautelar mientras estudia el tema de fondo y decide si la decisión de Granados se acoge a la ley.
Esa suspensión le dio un seguro a Petro en la campaña presidencial, en medio de las dudas porque posiblemente no pudiera posesionarse en caso de que ganara.
(A cuestas Petro tenía otras dos multas, pero no estaban en firme porque el Contralor sólo las había decidido en primera instancia).
Como perdió las presidenciales, el seguro de la suspensión de la multa le sirvió para posesionarse como senador, una posición que para él es clave como plataforma para lanzarse a la Presidencia en 2022.
Por eso, que el Consejo de Estado haya tumbado ese seguro hace que Petro tenga un pie por fuera del Congreso.
Lo que dijo en su decisión el magistrado Oswaldo Giraldo, según informó anoche Caracol Radio, fue que la orden de suspender de la multa tiene un error de procedimiento porque la tomó un magistrado del Tribunal, y la debían definir todos los que integran la sala encargada de tomar la decisión de fondo.
Así que en el Tribunal deberán estudiar de nuevo la solicitud de suspensión de la multa, y mientras tanto ésta queda en firme y abre la puerta a que Petro se quede sin curul.
Ese golpe duro para él a la vez es un papayazo porque llega una semana antes de la masiva marcha que están preparando diversos movimientos sociales y de trabajadores contra Duque.
Aunque probablemente no todos se vuelquen a las calles a defender a Petro, él ha comenzado a personalizar esa movilización y volver su situación una causa más para salir a las calles.
Con eso queda claro que a pesar de que el movimiento por “la resistencia” que comenzó a forjarse cuando Duque ganó las elecciones no surgió como iniciativa de Petro, él lo quiere capitalizar.
La personalización
La movilización del 28 de noviembre nació como un acuerdo entre muchos movimientos sociales para darle una muestra de fuerza al Gobierno y reclamarle por motivos diversos: más plata para educación, la reforma tributaria (así ya no le vayan a poner IVA a toda la canasta familiar), que cumpla con compromisos que había adquirido Juan Manuel Santos y que respete el Acuerdo con las Farc, entre otros.
Sin embargo, desde antes de anoche Petro (que tiene una capacidad de convocatoria demostrada desde que era Alcalde y más ahora como líder nacional que quedó segundo en las elecciones) comenzó a personalizar esa marcha, argumentando las multas en su contra.
Eso ocurrió después de que Granados ratificó otras dos sanciones que le había impuesto por los que considera detrimentos patrimoniales derivados de la implementación de un nuevo esquema de aseo, y que suman 130 mil millones de pesos.
Ahí el exalcalde comenzó a ponerse a si mismo como una causa por la cual marchar.
Recordó que las sanciones se las impuso Granados, procesado penalmente por el escándalo de Odebrecht y cercano a Germán Vargas Lleras, lo que a su juicio hacía ver todo como una persecusión del establecimiento corrupto contra alguien que se le ha enfrentado:
La multa impagable puesta hoy por el Contralor busca quitarme los derechos políticos, de acuerdo al cambio de doctrina que hicieron 5 magistrados de la corte constitucional.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) 20 de noviembre de 2018
Solicito a todos los nodos de la ColombiaHumana organizar la movilizacion para el 28 de noviembre
La decisión conocida anoche tiene un cariz diferente porque la tomó un magistrado del Consejo de Estado y no el Contralor de Bogotá.
Sin embargo, como en todo caso tiene el efecto de sacarlo del Congreso, Petro mantiene el discurso de la persecusión y por lo tanto sigue invitando a movilizarse en su nombre y del movimiento que él lidera:
Cuando un movimiento como la Colombia Humana retó el poder y obtuvó 8 millones de votos, no podía dedicarse a esperar en casa las elecciones próximas
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 23, 2018
Todos los poderes van a intentar destruirnos y es nuestro deber luchar e impedirlo.
Toda Colombia Humana debe salir a las calles
Y recibió respaldos bajo esa misma lógica:
Están urdiendo una sórdida estrategia administrativa para excluir de la política a @petrogustavo: se busca sacarlo del Senado, impedir su candidatura presidencial en 2022, e inhabilitarlo en forma definitiva. Invito a que expresemos nuestra solidaridad irrestricta con Petro.
— Iván Cepeda Castro (@IvanCepedaCast) November 23, 2018
En vivo por facebook live. Vamos a defender la Democracia en las calles.
— Hollman Morris (@HOLLMANMORRIS) November 23, 2018
Véalo acá:https://t.co/8tWs9S6P21 https://t.co/FgoTRREisF
Eso plantea un reto para las movilizaciones, pues sectores afectos al Gobierno o cualquier otro observador pueden plantear reservas sobre las motivaciones de los que salgan a las calles.
En todo caso, no es claro que Petro logre que éstas giren a su alrededor porque, a pesar de que su discurso tiende a calar en el movimiento social, no todas las organizaciones le copian.
De hecho, hay sectores que ya han cuestionado al exalcalde por aprovechar escenarios de ese tipo para visibilizarse.
Ejemplo de eso fue la división que generó su aparición en la Plaza de Bolívar en la primera marcha de universitarios, el 10 de octubre, después de lo cual, sobre todo de la organización de representantes estudiantiles Acrees, pidieron que los políticos no usaran el movimiento estudiantil como plataforma, aunque agradecían que los acompañaran.
Por otra parte, la reciente decisión de Petro de votar a favor del ingreso de Colombia a la Ocde también le generó críticas dentro de la izquierda (con la que el movimiento social tiende a identificarse), pues algunos consideran que esa organización profundiza el modelo neoliberal que tanto cuestiona el mismo Petro y por el que muchos vienen movilizándose por décadas.
Así es que la decisión del Consejo de Estado le da una oportunidad a Petro de resaltar que es una víctima del establecimiento en un momento en el que el movimiento social está agitado contra ese establecimiento. En una semana se sabrá si él se vuelve una causa visible de las movilizaciones.