En Barranquilla, la bici rueda a medias

Silla Caribe

Aunque Alcaldía asegura que cada vez le abren más espacio, ni la infraestructura ni las campañas han logrado que el uso vaya más allá del recreacional.

Barranquilla fue la primera ciudad del Caribe en ingresar (en 2012) al programa del BID de ciudades sostenibles que, entre otras cosas, promueve integrar la bicicleta como medio de transporte urbano. El año entrante se realizará en la ciudad el Foro Nacional de la Bicicleta, que reúne a colectivos de todo el país. Y, en sus comunicados, la Alcaldía asegura que cada vez promueve más el uso de este vehículo.

Pero la realidad es que en La Arenosa la bici rueda a medias porque aún no hay condiciones.

Dados todos esos anuncios, y también teniendo en cuenta la ley “pro bici” del 2016 que busca que la bicicleta sea promocionada como el medio de transporte principal en Colombia, averiguamos y encontramos que la Administración va al día con varias de las las metas de su Plan de Desarrollo, pero ha desmontado algunos programas que ya estaban como el sistema de bicicletas públicas y las ciclovías todos los domingos.

La infraestructura de bicicarriles que ha establecido, además, no parece ser suficiente frente a lo que hay en ciudades como Bogotá, Cali, o Montería, aquí mismo en el Caribe. 

Lo cumplido y lo que se desmontó

En el Plan de Desarrollo del alcalde Álex Char ‘Barranquilla: Capital de Vida’, se establece el programa ‘Montemos Bicicleta’ que tiene dos ejes temáticos principales: infraestructura y campañas de promoción.

Para el primero, se comprometieron a aumentar las líneas demarcadas de bicicarril en la ciudad de 12,5 a 20 kilómetros.

Y, en cuanto al segundo, entre las metas está mantener el Sistema de Bicicletas Públicas Sibaq (para que la gente las use gratis) y las ciclovías que venían del mandato de Elsa Noguera; poner 30 cicloparqueaderos en instituciones públicas y privadas, hacer una “escuela de la bici” para niños de preescolar y organizar unos ciclopaseos.

A menos de un año de que salga la actual Administración, se cumple sobrado lo de los bicicarriles: de los 7,5 que tenían que demarcar han hecho 13,24 kilómetros.

También los ciclopaseos: se realizan en la noche del último martes de cada mes y van 31 de los 36 proyectados, con una asistencia promedio de 560 ciclistas por jornada, según nos informó la Alcaldía.

Y la “escuela de la bici”, para promover en los niños el uso de la bici y el cumplimiento de las normas viales, que se desarrolló en 2017 en 18 instituciones educativas y al año siguiente en 75 más, aunque no incluyó exactamente a los de preescolar, sino a estudiantes a partir de 5° de primaria.

Sin embargo y en contraste, la Alcaldía desmontó las ciclovías, famosas en Bogotá y uno de los espacios centrales para el uso de la bicicleta. Durante la Administración de Elsa se hacían todos los domingos, pero pasaron de eso a realizarse siete el año pasado y ninguna en lo que va corrido de 2019.

De igual forma pasa con el sistema de bicicletas gratuitas, que en 2017 se acabó porque la gente no las usaba y le salía “muy costoso” al Distrito los 20 millones de pesos mensuales que estaban invirtiendo en el mismo, como en su momento lo anunció el entonces gerente de desarrollo de la ciudad Jaime Pumarejo (hoy candidato de Char a sucederlo).

En cuanto a los cicloparqueaderos, han instalado 29 de 30. Pero biciusuarios como Lorena Tesillo, del colectivo Club FBA, aseguran que algunos de los lugares en los que están ubicados no cuentan con vigilancia o techo que proteja las bicicletas del sol o la lluvia, y tampoco sirven para bicis muy grandes.

Aunque no está mencionado explícitamente en el Plan de Desarrollo, en 2017 la Alcaldía sacó un decreto (el 0493) para incentivar que sus funcionarios de planta llegaran en bicicleta a trabajar.

La norma establece que aquellos que certifiquen haber llegado a sus trabajos en bici en 30 ocasiones, tienen derecho a medio día laboral libre remunerado.

Sin embargo, hasta el momento nadie ha reclamado aún ese incentivo.

El concejal liberal Ramón ‘Chacho’ Carbó, una de las pocas voces críticas de la Administración desde el Concejo, dice que lo que sucede es que no son muchos los funcionarios enterados de la existencia del decreto, debido a la poca promoción que se le ha hecho al mismo. 

Lo que falta

Ernesto Aguilar, también liberal, es el único concejal de la ciudad que promueve sistemáticamente el uso de la bicicleta en Barranquilla. Él opina que en últimas no hay un esfuerzo real para promover esta cultura y que, aun cuando hay biciusuarios que se animan y hasta colectivos armados, la infraestructura vial aún no está pensada para ellos.

En eso coinciden miembros de algunos de esos colectivos, como el Club FBA y Mujeres Bici-bles, en donde varios de sus integrantes nos comentaron que transportarse en bici les significa un riesgo porque ni los peatones ni los conductores de los motorizados los respetan siempre. Estas son algunas de las fotos que nos compartieron:

Además, los bicicarriles establecidos hasta ahora (25,74 kilómetros para 1.232.462 habitantes) parecen insuficientes si se compara con los kilómetros que hay en Bogotá (503 kilómetros entre bicicarriles y ciclorrutas, para 8.181.047 habitantes ), Cali (61,39 kilómetros para 4.756.113 habitantes ) y Montería (35,5 kilómetros para una población por encima de los 400.000 habitantes).

A eso hay que incluirle, asimismo, que en Barranquilla no todos tienen interconexión.

Consultamos a la Alcaldía y allí, una vocera de la Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial, nos respondió a nombre del secretario Fernando Isaza que aunque se ha avanzado, tienen claro que aún falta para ser una ciudad que promueva la bicicleta: “Lo que sucede es que se han ido priorizando otros temas en la ciudad, salud, educación, parques, vías. Y por ello, tal vez próximamente, se le pueda dar mayor prioridad a la bicicleta”.

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