Los Ni-ni no lograron ser coalición en Cartagena

Silla Caribe

Una candidatura única en las atípicas de La Heroica el próximo 6 de mayo le hubiese dado arrastre a Sergio Fajardo, 20 días antes de las presidenciales. Pero sus grupos están divididos localmente.

Tras el triunfo que lograron en la Alcaldía de Yopal frente al uribismo, la primera gran prueba de fuego de los llamados Ni-Ni (Ni con Uribe Ni con Santos) antes de las presidenciales eran las atípicas de Cartagena-que serán el próximo 6 de mayo-, pero esa coalición no fue tal en La Heróica. Allá no lograron poner un candidato único porque las tres fuerzas que conforman la alianza -el Polo, los verdes y Compromiso Ciudadano- están divididos a nivel local.

Un triunfo o, al menos, una carta de peso en Cartagena les hubiera servido para darle arrastre a su candidato presidencial Sergio Fajardo y mostrar fortaleza y cohesión. Mucho más teniendo en cuenta que a ninguna de las tres colectividades le fue bien en las legislativas del pasado 11 de marzo en Bolívar: la lista conjunta que lanzaron sacó tan solo 31.565 votos, frente a los 179 mil que sacó el Partido Conservador y los 166 mil que sacó Cambio Radical, y quedó sin curules.

Como lo habíamos contado en La Silla Caribe, la idea era que la coalición, que lideran Fajardo, su fórmula vicepresidencial Claudia López y el senador Jorge Robledo, intentaría llevar un aspirante único a las elecciones cartageneras: primero, esperarían a que cada movimiento postulara un precandidato y luego acordarían una fórmula para ungir a uno de ellos.

Esa fórmula estaba entre una encuesta y que los líderes en Bogotá se pusieran de acuerdo.

Al final, eso no se pudo porque los verdes se reventaron localmente (tanto así que terminaron avalando al candidato de Gustavo Petro, lo que hizo que un sector de los verdes se uniera a la campaña del candidato polista) y los fajardistas decidieron concentrarse únicamente en la campaña de Fajardo.

La historia de la coalición que no fue

 

Desde el momento en que se supo que habría elecciones atípicas, el Polo definió que su candidato sería el exconcejal David Múnera: un respetado abogado, docente universitario y militante polista -del ala del Moir que dirige el senador Robledo- que llegó al cabildo en 2011, pero que, cuatro años más tarde, al buscar la reelección, se quemó con 3.400 votos.

Del lado del fajardismo, las aspirantes más opcionadas eran, en su momento, Claudia Fadul (una reconocida líder del fajardismo en Cartagena que ha ocupado importantes cargos como alcaldesa encargada, presidenta de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, gerente de la empresa promotora de turismo de la ciudad, entre otros) y Viviana Miranda (cofundadora de Compromiso Ciudadano en Bolívar y codirectora del Partido Verde en Cartagena en el 2011), quien finalmente terminó aspirando a la Cámara de Bolívar por la lista conjunta que lanzó la Coalición Colombia y se quemó con 5.181 votos.

Y por la orilla verde, la cosa desde el principio lució enredada debido a la crisis que ha vivido esa colectividad a nivel local, tras la detención de una de sus concejales (Angélica Hodge) dentro del caso de presunta corrupción por el que cayó el exalcalde Manolo Duque, y principalmente a que allí no cuentan con ninguna figura fuerte.

Con Múnera ungido por el partido amarillo y esperando a los otros precandidatos para discutir el mecanismo de elección, en Compromiso Ciudadano tomaron una decisión que selló la imposibilidad de alianza.

Según nos contó Claudia Fadul, quien es considerada una de las manos derechas de Sergio Fajardo en Bolívar, desde Bogotá se dio la directriz de que los miembros de Compromiso debían concentrarse en la campaña de Fajardo y no en otras contiendas.

“Bogotá consideró que lo correcto era no distraer el trabajo político de Fajardo en Cartagena, que debíamos concentrarnos por completo en la campaña presidencial y no en la de la Alcaldía”, aunque sí respaldarían al candidato únicoque fuese elegido, nos dijo.

De esta forma, el peso de conformar una coalición recayó en los verdes que debían definir un candidato; algo que no sucedió, sino hasta pocos días antes del cierre del plazo para la inscripción de candidatos.

Esto terminó de matar el intento de conformar una coalición, pues, así se hubiese querido, no tuvieron el tiempo necesario para determinar un aspirante conjunto.

“Siempre estuvo la intención de encontrar un mecanismo para un candidato único, pero esta intención nunca se materializó. Los de Compromiso estaban metidos de lleno en la campaña de Fajardo y los verdes no se pusieron las pilas con la candidatura”, le dijo a La Silla Caribe el polista David Múnera.

El candidato que eligieron las directivas bogotanas de Alianza Verde fue un viejo, aunque desconocido en el mundo político de Bolívar, militante del partido llamado Armando Córdoba; una elección sorpresiva, pues le ganó al excandidato a la Alcaldía Fabio Castellanos, quien también quería ser candidato y sí es conocido localmente.

Córdoba es un líder del barrio Olaya, es profesional en lingüística y literatura y lleva diez años militando en el Partido Verde.

“El Partido estuvo en crisis el año pasado tras la captura de Angélica Hodge (una de las concejales detenidas por el escándalo de corrupción que tiene a Cartagena con sólo ocho concejales), se dieron cuenta que hubo un problema en la forma como estaban dando avales y decidieron jugársela esta vez por las bases”, nos dijo Córdoba.

La decisión de las directivas bogotanas de ungir a Córdoba como candidato de los verdes terminó dividiendo más al partido en la región, pues ese candidato es aliado del petrismo de la ciudad  y, de hecho, Gustavo Petro anunció, públicamente, que es su candidato.

Así, un amplio sector del Partido que no viene del progresismo, encabezado por el excandidato al Senado Horacio Correa, anunció a comienzos de la semana pasada que apoyarán la candidatura de David Múnera y no la del aspirante de su propio partido.

A la candidatura de Múnera también se adhirió la fajardista Claudia Fadul.

Así, mientras el candidato conservador Quinto Guerra ha logrado juntar el apoyo de casi toda la clase política del Bolívar (incluyendo el de varios políticos condenados), los sectores minotarios de Cartagena van divididos y con la frustrada esperanza de formar una coalición.

Los chances de que el efecto Yopal se replique, en unas atípicas que serán la antesala de la primera vuelta presidencial, son prácticamente nulos.

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