No solo afecta al aspirante cercano a la administración, sino también a la campaña en general por revivir las sombras de corrupción en esa Alcaldía, cuyos últimos mandatarios han terminado con líos judiciales.
La captura del alcalde Chalá golpea la campaña de Quibdó
El alcalde de Quibdó, Isaías Chalá, horas antes de que fuera capturado. Foto: twitter Alcaldía Quibdó.
Anoche llegó a Bogotá detenido el alcalde de Quibdó, Isaías Chalá, luego de que la Fiscalía ordenara su captura por presunta corrupción en un millonario contrato para la construcción de un hospital. Que haya ocurrido en plena recta final de la campaña electoral golpea la campaña del candidato que apoyaba y revive las sombras de corrupción en esta y anteriores administraciones, cuyos mandatarios han terminado presos, lo que impacta también a la campaña en general.
De sacar pecho a estar preso
Hace solo cinco días Chalá -conocido como en Quibdó como ‘alcalde palmaditas’- estaba sacando pecho en televisión nacional por haber saneado las finanzas públicas del municipio, uno de los que tiene las tasas de desempleo y pobreza más altas del país.
#InformeEspecial Las dos caras de Quibdó: una de las ciudades más pobres del país, pero un ejemplo en el manejo de sus finanzas - https://t.co/6i7ID6SOYA pic.twitter.com/ouxwJzAh3c
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) August 19, 2019
Pero ayer en la tarde, mientras abordaba un vuelo hacia Cali, el Alcalde y dos contratistas fueron capturados. La Fiscalía les imputará los delitos de contrato sin requisitos, interés indebido celebración de contratos, peculado por apropiación y falsedad en documento público, por un contrato para construir la unidad médica El Caraño.
La construcción, según corroboró La Silla Pacífico con un docente universitario y dos periodistas en Quibdó por aparte, está abandonada. Desde hace un mes hay una iniciativa en redes para que la Contraloría investigue si hubo detrimento patrimonial; y un abogado de la ciudad denunció los retrasos a la Secretaría de Transparencia de la Presidencia en julio.
El contrato de la obra data de 2017 y tiene un valor de más de 4 mil millones de pesos. Se lo ganó, vía licitación, un consorcio cuyo representante legal es Emir Borja, uno de los detenidos ayer.
Borja, quien también es contratista para la construcción de viviendas para indígenas en el norte de la capital chocoana, ya tenía historial de líos en contratos en el departamento.
En 2013 concejales de Riosucio, al norte del departamento, denunciaron que no construyó el acueducto local que, como nos confirmó una alta fuente de esa Alcaldía, todavía no existe. Lo mismo habría ocurrido con la morgue del municipio, que según medios locales, tampoco construyó.
Tampoco es el único proceso a Chalá. Pese a su exitosa gestión financiera tras recibir una Alcaldía quebrada, desde marzo la Procuraduría lo investiga por presuntas irregularidades en el contrato de los programas de alimentación escolar (PAE).
Así, es el segundo mandatario consecutivo en Quibdó que termina preso por líos judiciales: el año pasado fue capturada la exalcaldesa Zulia Mena, su exaliada, por un caso de contratación para la construcción de escenarios deportivos cuando terminaba su mandato en 2015 (que detallamos acá).
Que el caso estalle en plena campaña electoral tendría, al menos por ahora, dos efectos: en las aspiraciones de Chalá de dejar heredero, y en toda la campaña en general de acá a octubre.
Efectos adentro y afuera
Chalá, quien logró vencer maquinarias políticas en 2015 y llegar a la Alcaldía representando el continuismo de Mena (con quien rompió poco después de llegar al poder), comenzó desde el año pasado a buscar heredero.
Como contamos en ese momento, su grupo político se movió con el médico Martín Sánchez dentro del conservatismo y la alianza que comenzó a impulsar Mena para mantener su proyecto político, Ruta Q.
“Por imponer a Martín fue que Isaías volvió a alejarse de la mesa de la unidad y de Zulia”, nos dijo un político que supo de la jugada.
Hoy Sánchez es candidato por el Partido Conservador, el Liberal y la Alianza Verde.
La cercanía entre el mandatario y el aspirante es de vieja data y se consolidó a inicios de la década, cuando ambos estuvieron en la junta directiva de la Cámara de Comercio que, en su momento, ambos presidieron.
“Chalá le deja la presidencia de la Cámara a Martín y ahora quería dejarle la Alcaldía”, nos dijo un político otrora cercano a Sánchez y Chalá.
Desde el semestre pasado, como reportamos, crecieron los rumores en torno a supuestas presiones de la Alcaldía para apoyar a Sánchez, especialmente vía contratos del PAE; a hoy las presiones continuarían, según cinco de las ocho fuentes consultadas para la historia, incluidos dos periodistas y tres políticos quibdoseños por aparte.
Incluso, una de las fuentes nos confirmó que ha visto a contratistas de la Alcaldía en eventos de la campaña de Sánchez.
Por lo que, ahora con Chalá preso, habría un impacto directo Sánchez.
“Ya no habría la presión en contratos. Todo el mundo sabe que eso estaba pasando, siempre pasa en campañas”, nos dijo el político que conoció al Alcalde y al candidato. De forma similar nos habló un periodista local.
Sin embargo, en la campaña del candidato niegan tanto presiones, como cercanías y los impactos en la campaña.
“Una cosa no tiene nada que ver con la otra, son amigos, pero es una amistad de hace mucho rato, (Sánchez) no tiene que ver nada en la administración”, nos dijo un miembro de su campaña; “no creemos que tenga ningún impacto”, nos dijo el diputado azul Daniel Trujillo, que hace campaña con Sánchez.
De todos modos, la captura afecta en general a toda la campaña porque revive las sombras de corrupción que han afectado la administración chocoana históricamente, y que han devenido en alcaldes y gobernadores detenidos, y en denuncias de corrupción de la clase política.
Esa fue una de las razones para el paro cívico del 2017 Chocó, junto al abandono estatal.
“Esto impacta en la gente que está indignada y apática porque al Chocó se lo roban y nadie hace nada y los mecanismos de control son lentos”, nos dijo, a su turno, el veedor distrital Higinio Mosquera.
A eso se suma que estas elecciones son particularmente atractivas en Chocó, ya que desde el próximo año llegarán al departamento 40 billones de pesos por regalías, lo que podría volverse un botín político y económico, como nos han referenciado para distintas historias, varias fuentes en la región.
El diputado Trujillo nos reconoció que el caso podría “bajarle los ánimos a la militancia”, lo cual podría influir en la abstención en octubre en una ciudad en donde ese porcentaje ya es alto (casi 40 por ciento en elecciones locales); y cuyas percepciones sobre el futuro de la ciudad son negativas, según la última medición de Quibdó Cómo Vamos de este año.
Solo en las próximas semanas se sabrá si Chalá, quien ya superó una revocatoria de mandato que nunca despegó, logra seguir vivo políticamente con este nuevo proceso judicial y si, pese a eso, impulsa heredero en el cargo.