Con la seguridad, Dilian vuelve a metérsele al rancho a Armitage

Silla Pacífico

La Gobernadora, el Fiscal y el Alcalde en la reunión en Cali ayer. Foto: Twitter.

El debate sobre los homicidios en Cali revivió la puja que desde hace dos años tienen la Gobernadora y el Alcalde. El acuerdo que firmaron ayer para mejorar la situación podría incidir en la campaña electoral que viene.

Al finalizar la tarde de ayer la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, el alcalde de Cali, Maurice Armitage, y la bancada valluna en el Congreso acordaron con el Fiscal General, Néstor Humberto Martínez, medidas para mejorar la seguridad en Cali. Eso, en el marco de una nueva puja por la seguridad en la capital entre la Gobernadora y el Alcalde, que tienen una relación tirante desde el primer año de sus gobiernos, y ad portas de la campaña para elegir sus reemplazos, en las que hay candidatos de continuidad en los dos cargos.

El tema es importante porque Cali es la capital con más homicidios del país pues el año pasado sumó cerca de 1.200, y salió con la buena noticia de que van a planear una agenda que permita tener más funcionarios judiciales que investiguen los asesinatos que este año, hasta el domingo, suman 955, un 3,7 por ciento menos que el mismo periodo en 2017.

Una puja reencauchada

Dos semanas después de que fuera asesinado su jefe de seguridad, el teniente de la Policía Duver Orlando Daza, en un intento de robo en Cali a principios de octubre, la gobernadora Toro pidió incorporar un grupo de fuerzas especiales para Cali que ya patrulla en otras regiones de Valle como Jamundí y Palmira (y que dijo que Cali no ha pedido esa medida), y propuso que el Ejército patrulle la ciudad.

 

La respuesta de la Alcaldía vino a través del secretario de Seguridad, Andrés Villamizar, quien además de invitar a la Gobernadora a “trabajar juntos”, dijo que la Policía Militar que tiene Cali (una de las pocas ciudades que cuenta con este grupo) ha hecho más de 150 patrullajes y que ya el Gobierno Nacional quedó comprometido con traer cerca de 1.500 uniformados a la ciudad, a través del Ministro de Defensa.

No es la primera vez que la mandataria se ‘mete en el rancho’ de la Alcaldía de Cali.

Ya lo había hecho al inicio de su mandato cuando comenzó a recorrer comunas de la ciudad para escuchar a la comunidad y al aprobar, vía la Asamblea (cuya coalición controla), una sobretasa a través del recibo de energía (que está demandada) para invertir en la seguridad del departamento, lo que generó críticas del mismo Armitage y de opositores uribistas de la mandataria.

A eso se suma que la relación entre ambos mandatarios arrancó mal porque Armitage no le dio representación a Toro en la Alcaldía con puestos, pese a que ella lo apoyó con votos en las regionales.

Y por este historial es que las peticiones que hizo la Gobernadora sobre la seguridad en Cali revivieron las molestias dentro de la Alcaldía, como corroboró La Silla Pacífico con dos altas fuentes de la administración.

“Claro que hay una intención política y el Alcalde cree lo mismo”, nos dijo una de las fuentes y la otra nos habló de forma muy similar.

Como prueba, una de las fuentes nos contó que sintieron que la Gobernadora en medios llamó más la atención con las peticiones en seguridad que ya habían hecho el Alcalde y el Secretario de Seguridad.

Algo parecido, dice la fuente, ocurrió con la cuadrada de la reunión de ayer con el Fiscal.

Si bien en algunos medios, como Caracol Noticias, se ambientó que la reunión fue pedida por Toro, lo cierto es que lo hizo el representante uribista Christian Garcés (exrival de Dilian en la carrera a la Gobernación) tras un encuentro con el Fiscal hace 15 días.

La sensación viene desde hace un buen tiempo.

Como contamos en su momento, en la Alcaldía existía la sensación de que Toro quería meterse políticamente en Cali, donde históricamente no ha sido muy fuerte con respecto a otras ciudades del Valle, como Palmira.

La Gobernadora nos negó que hubiera interés político detrás de sus actuaciones.

“Me da pena de las personas que solo piensan en que todas las actuaciones de un gobernante sean sólo para temas políticos electorales. Seguiré opinando y seguiré actuando como gobernante, para eso me eligieron y lo seguiré haciendo independientemente de lo que piensan los contradictores”, nos dijo.

Más allá de la movida detrás, lo que tienen en común Armitage y Toro es en la necesidad de llamar la atención sobre Cali, que se ha convertido en epicentro de la recepción de todos los problemas del Pacífico, incluido el tráfico de armas y drogas y la minería ilegal.

”Claro que hay intenciones políticas (de la Gobernadora)”

Fuente de la Alcaldía

Incluso, supimos que en las dos administraciones y entre políticos caleños hay cierto descontento con el presidente Iván Duque porque creen que pese a los índices de inseguridad y de las peticiones de los mandatarios, en Bogotá no hay una dimensión del problema de la región.

“Es que uno ve que (Duque) se la pasa por Bogotá, por Catatumbo, por Antioquia y ¿por acá qué? Lo necesitamos también”, nos dijo un congresista aliado del Gobierno que habló fuera de micrófonos para no tener problemas con el Presidente.

La seguridad no es un reto menor

Paralelo a la intención política que puedan tener los actuales jefes de los secretarios de Seguridad, la idea a partir de la reunión de ayer es “limar asperezas y arrancar a trabajar”, como nos dijeron por aparte el secretario Jesús García del Valle y Villamizar de Cali, quienes hoy tendrán una reunión para planear una estrategia conjunta.

“Es el peor momento para estar nosotros distraídos en una polémica que no se vuelve conveniente y no contribuye a la solución del problema. Hay un mejor clima tras la reunión (con el fiscal Martínez), creo que es mejor no darle largas a la situación”, nos dijo García, al reconocer la tirante relación entre Alcaldía y Gobernación.

“Vamos a tomar acciones conjuntas para Cali”, apuntó Villamizar.

Por ahora, lo claro de la reunión entre Fiscalía, Gobernación y Alcaldía es tener una nueva reunión el 19 de noviembre y el compromiso de lograr tener al menos 650 funcionarios del CTI para ser más ágiles en las capturas y resolución de delitos.

Y es que Cali es, como nos dijo Villamizar, “receptor de todo lo bueno y lo malo del Pacífico”.

La capital está ubicada en la mitad de la ruta del narcotráfico que viene desde el norte del Cauca, pasa por Jamundí en el sur del Valle y desemboca por la región del Naya hasta Buenaventura.

”Seguiré opinando y actuando como gobernante”

Dilian Francisca Toro

Esa situación, según han dicho varias autoridades, incluyendo Armitage y el ministro de Defensa Guillermo Botero, está relacionada con la alta tasa de homicidios.

“La idea es cerrar esos corredores donde se trafica lo que se produce en esos territorios.

El litoral pacífico impacta mucho a Cali, por el mismo corredor donde se usan rutas para traficar droga, armas y productos de la minería ilegal”, nos dijo a su turno el secretario de Seguridad del Valle, Jesús Antonio García.

Y es que como reportamos, en Jamundí, a solo 15 minutos de Cali, hay más de 400 hectáreas de cultivos ilícitos de las que dependen económicamente cerca de 1.400 personas que no firmaron acuerdos con el Gobierno para la sustitución.

Allí, la Policía reportó la presencia de Los Pelusos -autodenominados EPL- provenientes del Catatumbo. Por esa situación fue implementado el llamado Plan Militar Atalanta.

”Vamos a tomar acciones conjuntas para Cali”

Andrés Villamizar, secretario Seguridad Cali

Además, como nos dijo una alta fuente de la Alcaldía, las autoridades en la capital tienen conocimiento de la presencia de comercializadores de carteles extranjeros que desde la capital planean la salida de la coca desde los puertos de Tumaco y Buenaventura.

De lo que pase de acá en adelante en esta materia también depende qué tanto impactará el legado de las medidas de Armitage y Dilian de cara a la precampaña para 2019.

Seguridad en campaña

Una vez la Gobernadora comenzó a trinar sus peros sobre la seguridad en Cali, al menos dos de los aspirantes a la Alcaldía, Jorge Iván Ospina y Roberto Ortíz, aprovecharon para lanzar puyas y críticas a la administración caleña.

Esto muestra que la seguridad será uno de los ejes del debate de la campaña que arrancará en menos de tres meses, en la que tanto Dilian como Armitage tienen intenciones de crecer y mantenerse en Cali.

Por el lado del grupo de Dilian, que controla La U acá, si bien no hay claridad de si tendrán a un aspirante a la Alcaldía, ya tienen aspirante a la Gobernación con Clara Luz Roldán, exdirectora de Coldeportes y una de las personas más cercanas a la Gobernadora, quien arrancó campaña precisamente por Cali, como revelamos en agosto.

Y es que paulatinamente, el grupo de la mandataria ha ganado terreno en la capital.

En las legislativas de marzo, las manos derechas de la Gobernadora, el senador Roosevelt Rodríguez y la representante Norma Hurtado, fueron los más votados de La U con 31 mil y 22 mil votos, respectivamente.

En ambas cámaras, La U fue el segundo Partido más votado de la capital mientras que en 2015 fue el tercero.

A eso se suma su bancada propia de cuatro concejales de La U, similar a su bancada propia en el Congreso, que también tiene planes de crecer en 2019.

Por el lado de Armitage, como contamos, si bien le habría dado el guiño a su exsecretario de Salud, Alex Durán, quien la semana pasada arrancó campaña a la Alcaldía, a diferencia de Dilian no tiene votos propios, por lo que su apoyo sería vía empresarios, que no han definido a quién apoyarán.

De todos modos, el resultado de las estrategias de seguridad que planeen de acá en adelante la Gobernación y la Alcaldía podrá ser usado como caballo de batalla en la próxima campaña.

Muy posiblemente si la estrategia funciona y hay buenos resultados en el corto y mediano plazo, quienes estén más cercanos a los dos mandatarios usarán la estrategia como una bandera.

Un escenario contrario ocurriría si la estrategia falla o no da resultados contundentes.

Con el fantasma de la campaña ya rondando y con una puja en ciernes, la seguridad en Cali posiblemente seguirá en el debate político y electoral.

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