La infidelidad electoral calienta la campaña en Caldas

Silla Paisa

Fotos tomadas de las cuentas oficiales de los candidatos a la Gobernación de Caldas Camilo Gaviria y Luis Carlos Velásquez.

Mientras al uribista Camilo Gaviria se le fugan votos de sus aliados liberales, al candidato de Mauricio Lizcano, Luis Carlos Velásquez, se le embolatan los de Cambio Radical.

A cuatro días de las elecciones, las dos grandes fuerzas políticas que se están peleando la Gobernación de Caldas, encabezadas por el exsenador de La U Mauricio Lizcano y el barón liberal Mario Castaño, no tienen alineadas del todo a sus estructuras.

Por el lado liberal, aunque el candidato uribista Camilo Gaviria cuenta con el respaldo del senador Castaño, jefe del partido en Caldas, el único representante liberal a la Cámara, José Luis Correa, se fue con Luis Carlos Velásquez, el candidato de Lizcano.

Pero Velásquez también tiene inciertos los votos que le pueda poner una de las maquinarias medianas que lo coavaló, la de Cambio Radical, pues el único congresista del partido, Erwin Arias, no se está moviendo para ponerle votos.

La fuga liberal es ganancia para Lizcano

El senador Castaño, uno de los superpoderosos del Eje Cafetero, tiene a toda su estructura en los municipios haciéndole campaña al delfín uribista Gaviria por la alianza que pactó con la jefe del Centro Democrático en el Departamento, Adriana Gutiérrez, la mamá del candidato Gaviria.

Pero Castaño no logró sumar al representante José Luis Correa, quien llegó al Congreso el año pasado en llave con él, como candidato del alcalde de Manizales, Octavio Cardona, y con el apoyo de sus papás, los empresarios Conrado Correa y Pilar López, dueños de la empresa de transporte Autolegal.

Según supo La Silla por una fuente que lo sabe de primera mano y que no quiere ser citada para evitar sanciones por doble militancia, Correa está con Velásquez porque no hubo conexión entre su equipo y Gaviria. 

“El aliado natural del Partido debía ser el Verde y La U, con quienes compartimos temas como la paz. No con el Centro Democrático, con el que se hizo un acuerdo burocrático a puerta cerrada sin las bases del partido”, nos dijo esa fuente. 

Además, Correa es amigo de Lizcano y cercano a Velásquez desde que eran jóvenes, por lo que de entrada tenía más sintonía con ellos que con Gaviria. 

La disidencia liberal puede quitarle votos a Gaviria y a Castaño por varias razones. 

La primera es que Correa fue el más votado a la Cámara en Caldas el año pasado, con 39 mil votos, y aunque parte de esos votos llegaron por cuenta del apoyo de Castaño y Cardona, el respaldo de sus papás, quienes ahora están apoyando de frente a Velásquez, también fue clave.

Su familia tiene músculo financiero y logístico para apoyar campañas, principalmente por su empresa Autolegal que existe hace más de 60 años, tiene alrededor de 500 empleados y cobertura en Antioquia y Caldas. 

Por ejemplo, según datos de Cuentas Claras, la campaña de Correa el año pasado costó alrededor de 400 millones de pesos, que salieron de ingresos propios y de sus papás. 

Ellos fueron también los padrinos del alcalde Cardona, quien trabajó como abogado de Autolegal antes de meterse en política hace 12 años. Lo acompañaron en sus dos aspiraciones al Concejo y hace cuatro años a la Alcaldía, haciéndole reuniones y campaña en la calle. 

“Hace cuatro años se metieron de frente, hicieron reuniones en los barrios, con sus amigos en los municipios y pusieron sus recursos a disposición de la campaña”, nos contó Alejandro Noreña, una de las manos derechas del senador Castaño en Caldas que también estuvo con Cardona hace cuatro años.

Esa información no la pudimos confirmar y no hay donaciones a título de ellos ni de la empresa en los reportes de la campaña a la Alcaldía del 2015 en Cuentas Claras.

Por eso ahora, sin la restricción que tienen los liberales por doble militancia, Conrado Correa y Pilar López están coordinando un grupo de líderes que se mueven por Velásquez en los barrios de Manizales y en La Dorada, Salamina y Chinchiná. 

La segunda razón es que, al igual que Correa, otros dirigentes liberales no están apoyando a Gaviria y se han mostrado en desacuerdo con Castaño, como el diputado Óscar Alonso Vargas, el segundo más votado del Departamento después del lizcanista Henry Gutiérrez, con más de 10 mil votos; y dos de los cuatro concejales de Manizales, Víctor Cortés y Rafael Torregroza.  

Aparte, Correa tiene alrededor de 60 candidatos en todo el departamento que también estarían haciéndole campaña bajo cuerda al candidato de Lizcano, como anticipamos que podía pasar

Con todo eso, la campaña de Velásquez espera que ese sector liberal les aporte por lo menos 20 mil votos, que representa el 10 por ciento de la votación que obtuvo el actual gobernador Guido Echeverri. “Es ganancia doble: 20 mil votos que les quitan a ellos y 20 mil que nos suman a nosotros”, nos dijo un dirigente de La U del primer círculo de Velásquez. 

Pero el juego de sumas y restas electoral no solo muestra cambios a favor de Velásquez, y en el lado rival mandan mensajes de tranquilidad.

El vargasllerismo se fuga al uribismo

Del lado de Gaviria dos grandes movidas mantienen la mística.

Por un lado, según el concejal del Centro Democrático Jorge Alberto Betancur, el diputado del mismo partido Antonio Corrales y su colega liberal Jorge Hernán Aguirre, que están metidos de cabeza en la campaña de Gaviria, en esa campaña la disidencia de Correa no ha generado pánico.

Además, Castaño ha tomado medidas para asegurarse de alinear lo más que pueda a sus bases. 

Lo más visible fue que organizó un evento en Manizales a inicios de septiembre con más de 10 mil liberales en el que, según nos detalló Aguirre, “mandamos el mensaje institucional de que estamos con Camilo”. En la campaña de Gaviria, los liberales aseguran que esa estrategia ha funcionado para evitar perder más militantes de los que ya se llevó el representante Correa. 

Además, el Senador empezó a visitar más los municipios y a regañar a los militantes por no estar esforzándose lo suficiente en la campaña de Gaviria, como se evidenció en el video que publicó Noticias Uno esta semana. 

Por otro lado, como nos contó el liberal Alejandro Noreña que hace parte del comité político de Gaviria, han recibido en las últimas semanas el apoyo extraoficial de políticos de Cambio Radical, aunque sea Velásquez quien tenga el logo en su propaganda. 

Según dos fuentes de la campaña uribista-liberal y tres de la campaña lizcanista, el grueso de Cambio está con Gaviria, pues el único representante y jefe del partido, Erwin Arias, y su diputado Héctor Giraldo están con él haciéndole el lazo con sus líderes y candidatos.

El gancho entre ambos ha sido evidente en La Dorada, el segundo municipio de Caldas y fortín de Arias (fue alcalde entre 2012 y 2015), donde Cambio y el liberalismo que maneja Castaño se juntaron para montar en la alcaldía a William Oliveros. 

El excongresista liberal Luis Guillermo Giraldo, que declinó de su candidatura para unirse a Velásquez, nos contó que con ellos hay otros sectores de Cambio como el del equipo de la excongresista liberal y hoy funcionaria de la Contraloría, Adriana Franco. 

Franco sacó el año pasado 11 mil votos a la Cámara por Cambio, pisándole los talones al representante Arias que obtuvo cerca de 14 mil, por lo que Gaviria se estaría llevando un buen pedazo de ese partido.   

Le preguntamos a Arias y al diputado Giraldo por su respaldo a Gaviria, pero ambos respondieron que no se iban a pronunciar frente al tema de la Gobernación. 

Ese panorama aprieta más la puja entre el lizcanismo y el liberalismo-uribismo para la Gobernación. Solo hasta el domingo se sabrá qué maquinaria logró arañar más votos.

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