La representante conservadora quiere mantenerse vigente políticamente y está moviendo fichas para hacerlo.
Con Duque, Lina Barrera quiere pavimentar el camino para 2019
Marta Lucía Ramírez junto a Iván Duque y Lina Barrera, anunciando la adhesión de la representante conservadora a su campaña presidencial.
Ayer el candidato presidencial uribista Iván Duque, sumó a una porción de la bancada conservadora a su campaña presidencial y dentro de esos contó a la representante conservadora de Santander, Lina Barrera, quien aunque no aspiró a reelegirse este año, está moviéndose para mantenerse vigente políticamente.
La llegada de Barrera a las toldas duquistas se da luego de que durante todo el año hubiera estado con la campaña del candidato de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, a quien se acercó por intermedio de su aliado político y amigo personal, el senador electo David Barguil.
Dos fuentes que lo supieron de primera mano, le confirmaron a La Silla que la voltereta de Lina Barrera obedeció a que en Santander la campaña de Vargas no la tuvo en cuenta.
"Todo está centralizado en el Gobernador Tavera y los Aguilar", dijo a La Silla un político que ha hecho campaña con ella.
De hecho, una de esas fuentes nos dijo que sus expectativas estaban dadas en que la nombraran vocera de los conservadores en esa campaña pero que hasta el lunes de esta semana eso no sucedió.
En contrapartida, La Silla supo que aunque Duque no está haciendo alianzas individuales con los congresistas, con Barrera sí existieron conversaciones que apuntan a las elecciones locales de 2019 en Santander.
"Lo que viene para el próximo año fue parte de la discusión. Lina quiere seguir en política y está haciendo sus propias movidas", dijo a La Silla una fuente de adentro de su grupo.
Barrera nos confirmó que en efecto su intención es buscar algún cargo de elección popular el próximo año, y que está decidiendo si competir por la Gobernación o una Alcaldía del área metropolitana de Bucaramanga.
Que logre el aval del uribismo a cualquiera de esos cargos, será ciertamente complicado debido a que, como ha contado La Silla, el Centro Democrático está partido en varias vertientes que para 2019 buscarán figuración.
Además, tiene en contra que fue uno de los alfiles del santismo el cuatrienio pasado, por lo que el salto deja en entredicho su coherencia ideológica.
Sin embargo, con la decisión empieza a moverse estratégicamente porque la gran mayoría de las bases conservadoras quieren respaldar al uribismo y alinearse con ellas le abona terreno preelectoral.
Sobre todo, debido a que con la decisión de respaldar al candidato uribista, Lina Barrera también oficializa la ruptura política con su exesposo y mentor político, el exsenador condenado por la 'yidispolítica', Iván Díaz Mateus, quien en esta campaña se montó al bus de Vargas Lleras.
En las elecciones del 27 de mayo Lina tendrá que hacerse contar en las urnas para volverse visible con miras a 2019.
Con el video que publicó junto a Iván Duque y Marta Lucía Ramírez, en el que el primero la reconoce como la que va a "fortalecer el trabajo de unificación del Partido Conservador", arranca en esa nueva empresa electoral.