Con Rey Borbón, Andrade corona el Incoder

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Después de dos meses, el presidente Juan Manuel Santos y su Ministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde terminaron su larga búsqueda de un gerente para el Incoder, el encargado de ordenar las tierras en Colombia y una de las piezas angulares de la transformación del campo acordada en La Habana. Y escogieron finalmente al ingeniero agrícola Rey Ariel Borbón Ardila, muy cercano al senador conservador Hernán Andrade.

Después de dos meses, el presidente Juan Manuel Santos y su Ministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde terminaron su larga búsqueda de un gerente para el Incoder, el encargado de ordenar las tierras en Colombia y una de las piezas angulares de la transformación del campo acordada en La Habana. Y escogieron finalmente al ingeniero agrícola Rey Ariel Borbón Ardila, muy cercano al senador conservador Hernán Andrade.

Con la llegada de Borbón al Incoder y la de dos apadrinados de los senadores azules Roberto Gerlein y Efraín Cepeda al Banco Agrario y el ICA -otras dos instituciones claves del campo- Santos le apostó a evitar una ruptura con sus aliados políticos más descontentos en vísperas de la temporada electoral. Y justo en momentos en que los conservadores decidirán si convocan una convención que podría romper el frágil balance de poderes que los santistas mantienen al interior del partido y marcar su salida de la Unidad Nacional, para posiblemente acercarse al uribismo.

El gran interrogante es si Lizarralde podrá, con los caciques azules contentos pero con tantas caras nuevas en el Ministerio y siendo él también un ministro nuevo, poner en marcha la transformación del campo que venía planeando el ex ministro Juan Camilo Restrepo, que se negoció en La Habana y que se busca comenzar a aterrizar con el nuevo viceministerio de desarrollo rural.

El rumbo del Incoder

Una de las primeras decisiones que tomó Lizarralde al llegar al ministerio fue -como contó La Silla- sacar del Incoder a Miriam Villegas, una experta en temas rurales y quien se la jugó a favor de recuperar las tierras para los campesinos. Con ella salieron su número dos Jhenifer Mojica, quien era la subgerenta de tierras y estaba al frente de muchas de las investigaciones claves en tierras, y el secretario general.

El senador conservador Hernán Andrade logró que Santos escogiera a su recomendado para el Incoder. 
El Ministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde intentó, sin éxito, impulsar un candidato de perfil técnico para liderar el Incoder. 
Miriam Villegas salió del Incoder porque las investigaciones que lideró sobre tierras se volvieron incómodas para el Gobierno. 

Sin Villegas ni Mojica, más la etapa de transición que vive el propio Ministerio, el Incoder quedó en interinidad. Tres expertos en tierras le confirmaron a La Silla que muchos procesos están paralizados porque nadie quería tomar decisiones hasta que no llegara un nuevo jefe. Y también porque hasta que Lizarralde no presente el proyecto de ley de baldíos tampoco habrá claridad sobre si se mantendrán muchos aspectos de la política de tierras que trazó el ex ministro Juan Camilo Restrepo.

Eso podría cambiar cuando el Gobierno posesione a Borbón, un ingeniero agrícola de la Universidad Surcolombiana que ha hecho casi toda su carrera en la corporación autónoma del Huila. Llegó a la Corporación Autónoma del Alto Magdalena (CAM) en 1996 como contratista y luego fue su director zonal en el norte del Huila, tras un paso como subdirector de Cormagdalena, la CAR del Magdalena Medio. En 2002 se convirtió en el director general de la CAM y ya va por su tercer período ahí. Aunque Borbón no tiene mayor experiencia en temas de tierras, tres personas le señalaron a La Silla que su gestión al frente de la CAM ha sido bien reconocida en el sector ambiental.

Sin embargo, cinco personas le confirmaron a La Silla que llega al Incoder por recomendación de su coterráneo Hernán Andrade, a quien el Gobierno ya le había garantizado que le respetaría el derecho a designar al nuevo gerente. Al fin y al cabo, Santos ya le había cumplido promesas similares a Roberto Gerlein, echando para atrás el nombramiento de Alonso Castellanos en el Banco Agrario y llevando a Álvaro Navas Patrón, y a Efraín Cepeda, cuyo recomendado Luis Humberto Martínez lidera el ICA.

Borbón es de extracción conservadora y, como contó La Silla, fue reelegido en la CAM en 2012 con el apoyo de Andrade. El senador huilense fue uno de sus primeros padrinos políticos y la relación se mantuvo a pesar de que en 2011 Borbón lanzó su precandidatura a la gobernación por los azules, enfrentado a la hermana del congresista. Además ha mantenido buenas relaciones con otros grupos políticos, como el de los ex gobernadores Luis Jorge Pajarito Sánchez y Cielo González, ambos destituidos por irregularidades en contratos.

Con Borbón, Santos logra dos carambolas. Por un lado, premia a uno de los congresistas que más ha defendido al Gobierno, que se mantiene alineado con la reelección y, sobre todo, que jugó un papel crucial como ponente del “referendo para la paz” que pasó en el Congreso.

Pero también va amarrando los votos de la reelección en el Huila y evitando una fuga hacia el uribismo. De hecho, al senador Carlos Ramiro Chávarro -el rival azul opita de Andrade y heredero del grupo político del ex senador José Antonio Gómez Hermida- lo alineó nombrándolo uno de los cinco coordinadores regionales de la Fundación Buen Gobierno, con juego en todo el suroccidente. Como dice una persona del sector, “el computador de Palacio pesa mucho”.

El sonajero sin fin

Llegar al nombre de Rey Borbón no fue nada fácil. A lo largo de estos dos meses han desfilado por el Ministerio de Agricultura -y por el Congreso, ya que el aval azul se convirtió en un requisito- al menos siete candidatos serios.

Algunos de ellos con experiencia en el campo y un perfil más bien técnico, otros con una mezcla de trayectoria política y rural, otros más con poco dominio del campo. Pero uno tras otro se fueron cayendo, vetados por los conservadores, descartados por Presidencia o desanimados por la politización del sector.

Rey Ariel Borbón, el elegido para dirigir el Incoder, ha hecho casi toda su carrera en el sector ambiental, como director de la CAR huilense. 
El huilense Hernando Ruiz, el ex SuperSociedades de Uribe y cercano a Andrade, era el más firme candidato hasta que su manejo de las pirámides lo tumbó.
El senador azul Roberto Gerlein ya había logrado que su recomendado llegara al Banco Agrario, al igual que Efraín Cepeda con el ICA.
César Pardo Villalba, el ex congresista que dirigió el Banco Agrario y Finagro, era uno de los candidatos mejor vistos por el sector pero fue vetado por ser liberal.

“Es un puesto muy difícil de llenar porque el que lo quiera hacer bien, tiene que pisar demasiados callos. Se necesita una persona que sepa de tierras y que tenga al mismo tiempo la visión de los campesinos, de los territorios y de los empresarios, aunque al menos eso lo tienen ahora ya con el ministro”, le dijo a La Silla una persona del sector agropecuario. “Además, ¿quién lo va a querer recibir con Ley de Garantías encima y teniendo que rendirle cuentas a la bancada conservadora?”.

Uno de los primeros en sonar fue Hernando Londoño, el actual subgerente de adecuación de tierras del Incoder que aseguró el apoyo de algunos congresistas azules, pero su nombre no cuajó. Luego sonó con fuerza César Pardo Villalba, un ingeniero agrónomo cuyo nombre era muy bien visto en el sector porque fue presidente tanto de Finagro como del Banco Agrario y hoy es la cabeza del gremio algodonero. Sin embargo, es liberal galanista, fue representante rojo por Cundinamarca y embajador de César Gaviria en Rumania, por lo que terminó vetado.

Después estuvo a punto de llegar Aníbal Fernández de Soto, el ex viceministro de Interior que jugó un papel clave en desactivar el paro agrario y que es conservador. Finalmente Lizarralde le ofreció ser el nuevo vice de desarrollo rural y terminó, temporalmente, como gerente encargado del Incoder.

Entonces sonó el economista nariñense Hernán Román, cuyo nombre fue bien recibido en el sector porque lideró el comité de cafeteros en Nariño, estuvo en el sonajero para ser gerente de la Federación de Cafeteros cuando quedó Luis Genaro Muñoz en 2009 y fue consultor de temas agrarios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). A pesar de su origen azul, ya que fue precandidato a la Gobernación de Nariño en 2011 y presidente de Telecom de Andrés Pastrana, terminó vetado también y acabó reemplazando a Andrés Felipe García como vice agropecuario.

En ese momento, Andrade logró -como contó La Silla- que le aprobaran a Hernando Ruiz López, un economista huilense que fue Superintendente de Sociedades durante el segundo gobierno de Álvaro Uribe y que no tiene mayor experiencia en temas del campo. Cuando su hoja de vida ya había aparecido publicada y parecía un hecho su nombramiento, en Presidencia lo vetaron por dudas sobre su manejo del escándalo de las pirámides en la Supersociedades.

Una nueva búsqueda arrancó y, aunque Rey Borbón terminó elegido, La Silla supo que varios nombres de un perfil más técnico fueron considerados. Uno de ellos fue el de Diego Bautista, otro candidato bien visto en el sector que trabajó en Planeación Nacional durante diez años, coordinó el informe “Visión Colombia 2019” y lleva cinco años trabajando temas de víctimas y tierras en Usaid, desde su contratista Aecom.

El hecho de que Román, Pardo Villalba y Bautista hayan sonado muestra que hubo un pulso por el reemplazo de Miriam Villegas. Según tres personas del sector, la directiva parecía ser que Lizarralde podía escoger a sus vices pero no los directores de las entidades del sector, que debían contar con el aval azul y de Presidencia. La Silla supo que el nuevo Ministro intentó impulsar a alguien de un perfil más técnico, pero terminó perdiendo con Andrade.

La llegada de Borbón será el fin de una larga interinidad para una entidad que, como dice un antiguo alto funcionario del sector, es “demasiado importante para La Habana y tiene misiones tan delicadas como sacar adelante el Fondo de tierras para la paz, como para dejarse al vaivén político”.

Sin embargo, por ahora los ojos de Santos parecen estar más puestos sobre la reelección, que anunciará este viernes. Al darle juego a los barones azules, seguramente está minimizando el riesgo de una fuga hacia las toldas del uribismo. Queda el interrogante de si realmente eso le ayudará a concretar lo acordado en La Habana, cumplir las promesas del Pacto Nacional Agrario y cambiarle la cara al campo.

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