El progresismo que se escribe con P de Petro parecía tenerla cuesta arriba. Sin dirección nacional, sin personería para dar avales y sin una figura fuerte que armara las listas para alcaldías y concejos, pero con la intención de ser un jugador fuerte en las elecciones de octubre, el movimiento de los que se quedaron con el alcalde Gustavo Petro dependía de una alianza para consolidar una representación nacional de cara a las elecciones de octubre. Esa alianza parece que se va a concretar el próximo viernes, justo en medio del Congreso Nacional Progresista que arranca esta tarde.
El petrismo se encomienda al Mais
El progresismo que se escribe con P de Petro parecía tenerla cuesta arriba. Sin dirección nacional, sin personería para dar avales y sin una figura fuerte que armara las listas para alcaldías y concejos, pero con la intención de ser un jugador fuerte en las elecciones de octubre, el movimiento de los que se quedaron con el alcalde Gustavo Petro dependía de una alianza para consolidar una representación nacional de cara a las elecciones de octubre. Esa alianza parece que se va a concretar el próximo viernes, justo en medio del Congreso Nacional Progresista que arranca esta tarde.
“Estamos ultimando los detalles para anunciarlo. El acuerdo con Mais se va a dar. El Congreso va a servir para darle tranquilidad y certeza a los candidatos de que van a tener un aval”, le dijo a La Silla la edilesa que aspira al Concejo por ese movimiento, Gloria Oramas, que ha estado al tanto de la negociación.
Lo mismo le dijeron a La Silla dos altas fuentes del progresismo que prefirieron guardar su nombre, una que tiene peso en Bogotá y otra a nivel nacional. "El Mais está convencido", agregó uno de ellos.
Por el lado del movimiento Mais, un movimiento indígena que se creó por iniciativa de la Onic y que recibió la personería jurídica el año pasado, la decisión no está tan en firme. El presidente de ese partido, Rodolfo Vega, le dijo a La Silla que “como adelanto, sí es muy probable que se de ese acuerdo, pero hasta que no haya un pronunciamiento conjunto no se puede anunciar. No sólo será con el progresismo, estamos convocando a las mayorías para hacer acuerdos programáticos, apuntándole al poder, a crecer, pero no con cualquiera."
Aunque por ahora no son claros los criterios de ese acuerdo, con esa movida, el progresismo que quiere refundar el Alcalde Gustavo Petro tras perder la personería después de la fusión con los verdes en noviembre de 2013, vuelve a estar en la cancha. Y ahora, recibe un parte de tranquilidad para las elecciones de octubre, después de que parecía que tenía un futuro negro por delante.
Cambio de panorama
Hasta ahora, el progresismo no tenía muchas posibilidades de recuperar el poder que deja este año el Alcalde Gustavo Petro. El movimiento estaba casi desvalijado.
Como ha contado La Silla, los congresistas que hicieron parte del gobierno de Petro se ratificaron con el Verde después de resultar elegidos en las elecciones del año pasado lo que los hizo perder pesos pesados como Antonio Navarro, Carlos Vicente de Roux y Angélica Lozano.
Lo mismo ocurrió con los ocho concejales que se eligieron por ese movimiento que ya se tomaron la foto con Carlos Vicente de Roux para apoyar su candidatura a la Alcaldía de Bogotá por la Alianza Verde.
Por eso, la posibilidad de no conseguir un aval para las elecciones de octubre era un ‘coco’ entre los pocos progresistas que sí se quedaron con Petro.
La opción que se vislumbraba para Bogotá, donde al progresismo le quedan algunas estructuras en las ‘nuevas ciudadanías’ como los recicladores, los animalistas, la comunidad Lgbti y los movimientos de víctimas, era la búsqueda de firmas. Pero esa alternativa, que defiende sobre todo María Mercedes Maldonado, precandidata a la Alcaldía por el progresismo, no tiene mucha acogida por el desgaste que implica.
“La búsqueda de firmas es una babosada. Esa es la inexperiencia política hablando. No hay tiempo para buscar firmas. Si no es con Mais, nos jodimos”, le dijo a La Silla una fuente muy cercana a Petro que prefirió guardar su nombre.
Otros creen que aunque en Bogotá no es tan difícil conseguir las firmas, para el resto del país, sí implica un problema. No sólo requiere un “batallón” de personas para que salgan a las calles, sino plata para pagarles a ellos y plata para pagar una póliza más de 200 millones de pesos para respaldar el movimiento. Plata que no hay en las regiones.
Por eso, el acuerdo con Mais, que sí puede otorgar avales, es clave. Así, el progresismo podría tener un paraguas que les permita aspirar y ahorrarse la plata de las pólizas no sólo en Bogotá, donde esperan presentar una lista fuerte al Concejo sino también ediles en las 20 localidades. Y a nivel nacional, donde todavía no hay fichas fuertes que garanticen un liderazgo.
“Esto va a servir para que los que no han llegado lleguen y los que se han ido vuelvan”, le dijo Oramas a La Silla. “El progresismo no puede sentarse a hablar en serio si no tienen definido un aval. Si ya tienes eso listo, ya puedes empezar a armar las listas. Eso es lo más complicado”, le dijo a La Silla otra fuente off the record.
Por ahora, los nombres que suenan en el movimiento para la lista al Concejo de Bogotá son los de algunos exfuncionarios de la Administración de Gustavo Petro como Donka Atanossova (ex Directora de Seguridad de la Secretaría de Gobierno), David Racero, que salió de la Secretaría de Integración Social y Andrés Charry, del movimiento de campesinos en Bogotá, entre otros, según tres fuentes de ese partido. Además, la ex edilesa Gloria Oramas.
A nivel nacional, el vocero del progresismo y quien está organizando el Congreso, Gricerio Perdomo, espera que lleguen más de 700 personas de todo el país que aspiran en 350 municipios pero que por ahora no tenían ninguna garantía de obtener el aval.
Las dudas
Sin embargo, todavía hace falta definir aspectos claves de la mecánica del acuerdo como, por ejemplo, si la alianza con Mais que los Progresistas anuncian con bombos incluye que el nombre de ellos quede en el tarjetón. Ese es un tema importante si el progresismo quiere posicionarse para eventualmente obtener una personería jurídica en las elecciones al Congreso del 2018.
Aunque Vega, el presidente del Mais, le dijo a La Silla que la decisión del partido es que no van a modificar sus estatutos, lo que implica que no puedan cambiar su nombre, una alta fuente del progresismo que ha estado en la negociación pide paciencia hasta que se haga el anuncio el próximo viernes.
“Esperemos al viernes. Hay un documento que vamos a oficializar y nosotros no estamos angustiados. Regionalmente esto va a pesar bastante”, dijo la fuente a La Silla.
Lo otro que falta definir es en qué regiones se va a concretar esa alianza. "El progresismo no existe en todo el país ni en todas las regiones. La alianza será sólo en aquellos municipios donde podamos hacer acuerdos", dice Vega. "En el caso de Bogotá, la alianza va a definir un mecanismo para revisar las listas a ediles y al concejo, eso está en discusión".
Mientras tanto, algunos sectores del progresismo en Bogotá ya han empezado a mostrar el desespero por la falta de decisiones en la campaña. Y ya se han dado bajas importantes como la del ex senador y ex Secretario de Gobierno de Gustavo Petro, Guillermo Alfonso Jaramillo que ya confirmó, como contó La Silla, que se se retira de la contienda electoral en la capital y ahora aspira a la Alcaldía de Ibagué. Como él, tres personas distintas le dijeron a La Silla que algunos líderes de las localidades en Bogotá también están buscando avales en otros partidos o por otros movimientos porque no hay claridad en lo que va a pasar con el progresismo.
Aunque los precandidatos Hollman Morris y María Mercedes Maldonado ya tomaron la decisión de que van a hacer una encuesta para elegir al candidato oficial del progresismo, todavía no se ha concretado cuándo se hará ni cómo. Tampoco se ha definido si van a irse con el aval de Mais, si el acuerdo se concreta, o si se van a lanzar por firmas. Eso tiene a algunos nerviosos porque ha impedido que la campaña arranque oficialmente y que haya un liderazgo para obtener visibilidad y marcar en las encuestas.
“Los tres precandidatos tenían que reagrupar el progresismo en Bogotá, estar cimentados. Tenían que tener una sede juntos, una agenda juntos, promocionarse juntos. Pero nunca lo entendieron y cada uno está jalando por su lado. No lo hicieron por falta de experiencia política, no tienen ni idea”, le dijo a La Silla una persona muy cercana a la campaña progresista. “Si en abril no hay uno solo nos fregamos. Ya todo el mundo habrá migrado para otros partidos y no sale ni uno para el concejo”.
Sin embargo, Petro, el líder natural del progresismo, está tranquiilo, según le dijeron a La Silla dos fuentes cercanas al Alcalde.
“Tengo la certeza que él está liderando los diálogos con Mais, (aunque) no sé si en cuerpo presente. Él tiene tranquilidad en un momento de presión, tiene sus tiempos medidos y está esperando a que se auto-depure el progresismo y queden los que tengan que quedar”, le dijo a La Silla una de las fuentes.
Faltará ver entonces si el acuerdo con Mais se concreta para que el progresismo pase de ser aspiraciones a un movimiento con candidaturas concretas.
Actualización:
Después de publicada esta historia, los progresistas anunciaron publicamente que se concretó la alianza con el Mais. La rueda de prensa para el anuncio se programó para la mañana del viernes 13 de marzo, como ya había contado La Silla.