El tanteo de Pinzón para 2018

Silla Pacífico

El ex ministro de Defensa y hoy embajador en Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, se ha reunido con congresistas de tres partidos políticos para revisar opciones con miras a 2018.

El Embajador de Colombia en Estados Unidos quiere buscar un chance para 2018, pero ahora en la coyuntura política no hay espacio para una alianza de centro derecha.

Durante los últimos seis meses el embajador de Colombia en Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, ha buscado, a través de contactos con congresistas, tantear su posible aterrizaje a la política electoral. Si una aspiración presidencial suya se da, sería a través de una alianza de centro-derecha, con partidos que van desde el Centro Democrático, hasta La U, incluyendo a los conservadores. Alianza que por ahora, no concreta.

 

Así se lo dijeron a La Silla seis congresistas de estos tres partidos que, por aparte, contaron que Pinzón se reunió con ellos para explorar esta posibilidad.

De la mano de Santos

Pinzón, economista de la Javeriana y magister en relaciones internacionales de Princeton, forjó su carrera en el sector público al lado del presidente Juan Manuel Santos y lo ha mantenido como uno de sus alfiles de confianza.

Primero fue su secretario privado en el Ministerio de Hacienda en el 2000. Entre 2006 y 2009 afianzó su relación con las fuerzas militares (su papá fue militar, su esposa es hija de militar y salió de un colegio militar) al ser viceministro de Defensa y después, tras la llegada de Santos a la Casa de Nariño, fue su primer Secretario General en 2010 y desde 2011 hasta 2015 fue su Ministro de Defensa.

En este último tramo en el Ministerio, Pinzón fue el 'policía malo' durante las épocas más duras de la negociación del Acuerdo de paz con las Farc, criticando los viajes de los guerrilleros a Cuba, y hasta contradiciendo posturas del Presidente en temas clave para la lucha contra la guerrilla, como la suspensión de la fumigación de cultivos ilícitos con glifosato.

Mantuvo además el apoyo de los militares al Gobierno, incluso cuando su lealtad era disputada por el expresidente Álvaro Uribe, con medidas que fueron desde revivir primas para los uniformados y hasta reformar al fuero penal militar.

Santos premió a Pinzón con la embajada de Colombia ante Estados Unidos, la más importante para la diplomacia nacional.

Y ahora que Estados Unidos se prepara para un recambio en su política internacional con la llegada de Donald Trump a la Presidencia, Pinzón ha concentrado sus esfuerzos en la Embajada para consolidar la relación entre Colombia y el nuevo Presidente y por eso, desde la elección del republicano, se ha reunido con congresistas de ese Partido para afianzar ese trabajo.

Incluso cuando el entorno de Obama no se recuperaba de la derrota de Hillary Clinton, Pinzón le organizó una reunión al ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani (quien tuvo un contrato en el Ministerio de Defensa al mando de Pinzón), uno de los aliados más visibles de Trump.

La Silla buscó al Embajador pero no estaba disponible. Dos personas cercanas a él le dijeron a La Silla, por aparte, que la posición de Pinzón por ahora es mantener su trabajo diplomático. Sin embargo, ninguno de los consultados descarta que quiera renunciar para lanzarse a la escena política para 2018.

Y para mirar esta posibilidad, Pinzón ha tanteado terreno con congresistas en Bogotá.

Las reuniones y las posibilidades

Según supo la Silla, Pinzón se reunió con congresistas de los partidos de La U, el conservatismo y el Centro Democrático.

En cada una de estas bancadas tiene admiradores, pero pocos militantes, en parte porque Pinzón no se ha medido nunca en una elección popular.

Dentro de los tres partidos lo consideran un funcionario serio, con buenas relaciones dentro del mando militar y con buen manejo en el Congreso, donde sacó adelante la reforma al fuero penal militar en dos ocasiones (porque la Corte Constitucional devolvió la reforma).

Pero aún no saben si tiene madera de presidenciable. En la contienda, si se convence de entrar a ella, tendría que enfrentarse a políticos que están más frescos en el recorrido nacional como Humberto de la Calle, Germán Vargas Lleras, Alejandro Ordóñez, Marta Lucía Ramírez, Óscar Iván Zuluaga y Sergio Fajardo.

Con el Partido que lo reconoce como suyo, La U, Pinzón se reunió la semana pasada en el apartamento del senador José David Name. A esa reunión asistieron senadores como Roosevelt Rodríguez, Mauricio Lizcano, y siete representantes a la Cámara.

En el encuentro, una fuente que asistió y otra del Partido que no fue, dijeron a La Silla que también Pinzón mencionó su posibilidad de participar en la carrera presidencial.

La U, como lo hemos contado, quiere unirse con el liberalismo para escoger candidato propio. Los congresistas de La U consultados cuentan entre sus precandidatos a Pinzón, al ex ministro de Comercio, Sergio Díaz Granados y al ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri.

Para Pinzón, La U es atractiva porque además de ser su Partido, tiene a su favor una maquinaria de congresistas de la Costa que tienen poder regional, pero no tienen un candidato fuerte en las elecciones.

Sin embargo, unificar a los congresistas costeños dentro de la candidatura de Pinzón es improbable por ahora. Una de las razones, además de que otros candidatos se perciben como más viables, es que otros dentro de esa bancada no lo sienten comprometido con el Acuerdo de paz.

Uno de esos congresistas de la Costa le dijo a La Silla, como ejemplo, un video en que Pinzón invitaba a los colombianos en Estados Unidos para participar en el plebiscito, pero no jugandosela del todo por el Sí.

En el video, en el que inicia diciendo que va a votar por el Sí, decía que “compartía algunas preocupaciones” de los que iban a votar por el No y dice: “si hubiéramos estado todos unidos, hubiéramos tenido una mejor negociación, pero eso es cosa del pasado, debemos unirnos y romper la polarización”.

La Silla supo por parte de un alto funcionario de la Casa de Nariño y una persona cercana a Pinzón, que el video tuvo reacciones contrarias dentro de Palacio. Sin embargo, Martín Santos, el hijo del Presidente, lo posteó en sus redes sociales a dos semanas del plebiscito.

La misma fuente cercana a Pinzón nos dijo que la idea del mensaje era mostrar cómo, a pesar de las preocupaciones que tenía el texto firmado en Cartagena, “la mejor opción para el país era votar Sí”.

En la reunión con congresistas conservadores, en los cuales también tiene afectos, y que fue en el hotel Tequendama de Bogotá, Pinzón le dijo a los asistentes que pensaba volver pronto al país para mirar “una agenda política”, según dijo una fuente a La Silla.

Esa misma fuente nos dijo que el escenario que Pinzón busca, a través de la centro derecha, no es posible por ahora.

Entre otras cosas, porque el conservatismo está en su propia disyuntiva sobre si mantenerse al lado de Santos (con lo cual Pinzón ganaría porque estaría al lado de su jefe), o buscar, con aspirantes como Ramírez y Ordóñez, una alianza con el uribismo. Sin contar con la posibilidad de una alianza entre conservadores y Vargas Lleras.

Con el Centro Democrático también Pinzón ha sostenido conversaciones en las que ha compartido su intención de regresar al país y de buscar una posibilidad de unidad entre el uribismo y el santismo, según dos fuentes uribistas.

“Tenemos ideas muy similares en el tema político”, nos dijo un congresista uribista. Otro, que no se ha reunido con Pinzón, pero conoce de sus intenciones de acercamiento, nos dijo que dentro del Partido es muy respetado.

Lo es, en parte, por su lenguaje duro contra las Farc cuando la guerrilla iniciaba el proceso de negociación. Además, porque durante su labor como viceministro de Defensa de Santos en la era Uribe, fue uno de los que estuvo a cargo de ejecutar la política de consolidación de la Seguridad Democrática, y al inicio de Santos I, Pinzón le ofreció un cargo al hoy senador y precandidato uribista Iván Duque, quien al final lo rechazó.

El último gesto de Pinzón hacia el Partido de Uribe fue un trino en el que celebraba que el ex ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, saliera de la prisión en donde estaba en Florida mientras la justicia de ese país decidía su asilo político o extradición a Colombia por la sentencia de 17 años en su contra por el caso de Agro Ingreso Seguro.

Teniendo en cuenta que Pinzón representa al Gobierno de Santos ante Estados Unidos, el gesto causó extrañeza entre los aliados del Presidente.

Pinzón, dijo a Blu Radio que su opinión era personal y no tenía que ver con su cargo diplomático.

“Yo le pregunté que si se iba a lanzar y me contestó que necesitaba de nosotros”, dijo a La Silla otra fuente uribista que habló con Pinzón.      

Las fuentes uribistas consultadas, sin embargo, dicen que no ven posible su llegada a la política de la mano del uribismo porque implicaría una “traición al Presidente” de parte suya, como dijo una de ellas.

Por lo pronto al Embajador le quedan cuatro meses para barajar opciones y oportunidades. Una coalición de centro derecha que contenga a la unidad nacional y al uribismo es una tarea que ni su mismo jefe ha podido lograr y que, en tan poco tiempo para decidir si se lanza o no, es difícil que consolide.  

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