La campaña detrás de cámaras de Vargas Lleras

Imagen

Ayer Vargas Lleras mostró que quiere postergar al máximo el arranque público de su campaña. Lo que no quiere decir que no la esté haciendo a fondo desde hace meses.

Con el regaño público del exvicepresidente Germán Vargas Lleras al director de su partido, Jorge Enrique Vélez, por haber dicho que el aval de Cambio Radical “estaba listo” para que arrancara su aspiración presidencial, Vargas Lleras mostró -con la mayor vehemencia- que quiere postergar al máximo el arranque público de su campaña. Lo que no quiere decir que no la esté haciendo a fondo desde hace meses.

El ex ministro de vivienda, Luis Felipe Henao, uno de sus voceros mientras lanza la campaña, dijo ayer que su jefe “no piensa en avales y está dedicado a su fundación”.  

Dos vargaslleristas le dijeron a La Silla que la idea de Vargas es estar alejado de medios lo máximo posible (supimos que la decisión de no hablar luego de salir de la Vicepresidencia la tomó en parte para que no ser asociado como santista o anti-santista), enviar mensajes a través de sus ‘voceros oficiales’, y limitarse a transmitir en cuñas de televisión antes de los noticieros videos que lo asocian como el ejecutor y el que es “el líder que Colombia necesita”.

Al fin y al cabo, a diferencia de los otros 20 aspirantes, tiene un alto reconocimiento ante la opinión pública y al ser el primero en las últimas encuestas presidenciales no necesita más visibilidad.

Tras bambalinas

 

Sin embargo, que no tenga campaña abierta y que la niegue a través de sus voceros y asesores, no significa que no la haga.

Su campaña tras bambalinas es la que hace en las regiones en un espacio que domina: reuniones con dirigentes políticos para hacer pactos con barones electorales de diferentes partidos (y a veces de dudosa procedencia) para tener listos los aliados electorales cuando lance la campaña públicamente.

“Se está llenando de feeling. Atendiendo gente, dirigentes, gremios, sindicatos”, nos dijo uno de sus asesores.

Y como dijo el director Vélez, “cuando uno tiene al ‘Nairo’ (de la política) todos se le quieren arrimar”.

En La Silla hemos contado los que se la han 'arrimado' con su beneplácito.

En el Huila ya tiene directora de campaña, la ex gobernadora Cielo González (destituida e inhabilitada por 11 años en la Procuraduría); en Arauca tiene ya gerente con el ex gobernador Facundo Castillo (que tiene más de 18 investigaciones en la Fiscalía).

“Que la campaña sea antes de final de año no significa que el partido no esté en un proceso en el que tiene que duplicar sus redes en el Congreso y eso va ligado a la figura de Vargas Lleras”, nos dijo un miembro de la Fundación.

Y por eso mismo es que la figura de Vargas sirve para comprometer ya puestos en la lista de Cambio para 2018 en Senado y en Cámara.

En Cesar, confirmó la candidatura del ex alcalde de la Jagua de Ibirico, Didier Lobo Chica para el Senado, con la cual quedó sellada la fórmula Gnecco-vargasllerista al Congreso.

(Sobre él contamos que dentro del vargasllerismo habría dudas con respecto a su aval porque la Contraloría, desde 2016, remitió a la Fiscalía y a la Procuraduría unas investigaciones sobre posibles sobrecostos en los que habría incurrido en un contrato de alimentación por más de 3 mil millones de pesos, cuando fue mandatario del municipio cesarence).

En el Atlántico, donde el clan Char manda la parada, ya hay siete aspirantes al Senado con sus fórmulas a la Cámara por el vargasllerismo.

En los Santanderes, Vargas confirmó a una de sus manos derechas en Bogotá, Hernando Angarita, como el candidato de Cambio a la Cámara. Iría en fórmula en el Senado con el ex gobernador de Norte, Édgar Díaz.

 

Como contamos, Angarita fue apadrinado para las elecciones regionales de 2007 a la Alcaldía de Cúcuta del condenado ex alcalde de esa capital, Ramiro Suárez. Y ahora volvería a tener su apoyo a través del actual alcalde de la ciudad, César Rojas, con lo cual Suárez y Vargas podrían tener un puente.

Aunque Vélez dijo ayer que Cambio dará avales centralizados a sus candidatos al Congreso (para evitar, en parte, que ocurran hechos como los de Oneida Pinto y Kiko Gómez que reventaron al partido), parece llegar un poco tarde.  

Vélez explicó que darán los avales desde Bogotá, tras publicar las hojas de vida de los candidatos para tener la veeduría ciudadana, y que una empresa privada de abogados revisará los antecedentes judiciales de los mismos, además de que los candidatos nuevos (no los actuales congresistas), presenten unas firmas que respalden su candidatura.

Pero no todos pasarán por el mismo sistema.

“Los que ya están contados (en las urnas) no tiene sentido que pasen por ese sistema de avales, sobre todo el de pedirles las firmas. Si vienen de ser concejales, diputados, senadores, alcaldes, las exigencias no tienen sentido”, nos dijo Vélez hoy.

Vélez dijo que ese sistema aplicaría para personas nuevas y líderes sociales que quieran unirse a Cambio, “también para protegerlos a ellos y que demuestren que sí tienen apoyo ciudadano”, dijo.

Es decir, que varios de los apoyos que Vargas Lleras ya ha confirmado en las listas no tendrían que pasar por el sistema, ya que en su mayoría ya se contaron en las urnas.

A diferencia de los demás candidatos, Vargas mantendrá el bajo perfil, confirmando alianzas en el terreno en el que se sabe mover, y cuando crea que tiene con qué pelear el paso a segunda vuelta, saldrá a hacer la campaña ‘oficial’.

Compartir
0