Cambio Radical está en la otra cara de la moneda de la luna de hiel que por esas horas vive el Partido de La U, en donde se quejan de haber quedado sin representación fuerte en el gabinete de Santos II.
Vargas Lleras siembra lo que su partido quiere recoger
Cambio Radical está en la otra cara de la moneda de la luna de hiel que por esas horas vive el Partido de La U, en donde se quejan de haber quedado sin representación fuerte en el gabinete de Santos II.
En la colectividad menos votada de la Unidad Nacional (no alcanzó a sacar la mitad de los votos de La U en las legislativas), cuentan entre sus representantes en el alto Gobierno a nada menos que dos ministros, un súper ministro y al vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien a cargo de la coordinación de los proyectos de vivienda, agua e infraestructura del país es la verdadera locomotora del segundo tiempo de Santos II. Y contrario a lo que pasa en La U, aquí no hay duda de que todos ellos son de Cambio y sobre todo de Vargas.
Precisamente, por esa poderosa locomotora que es Vargas esperan ser arrastrados congresistas de ese partido que aspiran a que todas las obras de su jefe natural se traduzcan en fortaleza electoral también para ellos en las regionales de 2015.
"Ahora ellos tienen gobierno"
Hace poco más de un año, con Vargas dedicado a la reelección, Cambio Radical estaba en un mal momento: sin director y con su líder natural como jefe de campaña del Presidente, había dudas incluso de que sus listas al Congreso pudieran pasar el umbral.
Desde que el hoy vicepresidente había renunciado al Ministerio de Vivienda para montarse al barco reeleccionista, les había notificado a sus congresistas que esa iba a ser su empresa y que no iba a ayudarlos ni a armar las listas a las legislativas ni a hacer campaña en las regiones.
Dos meses después, en septiembre de 2013 y por petición de Vargas, Carlos Fernando Galán volvió a aterrizar en el puesto de director del partido con el proyecto de depurar y organizar las listas al Congreso en las que él se ubicó como cabeza al Senado y que al final obtuvieron nueve senadores. Dos más que hace cuatro años.
Hoy Cambio Radical pasó de ser la cenicienta de la coalición santista a convertirse en un partido de peso, bien representado además porque -como lo contó La Silla- Vargas Lleras tiene ascendencia en funcionarios clave como el director de la Unidad de Protección Andrés Villamizar, los superintendentes Pablo Felipe Robledo y Jorge Enrique Vélez, el nuevo coordinador de vivienda en Presidencia Álvaro Villota y la directora del ICBF Cristina Plazas.
De hecho, ahí en el ICBF, el mes pasado el vargasllerismo sumó otro alto funcionario cercano con el nombramiento de la nueva directora nacional para la primera infancia.
Se trata de la abogada Karen Abudinén, quien venía de ser la secretaria de gestión social de la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, una administración de la cuerda de Vargas Lleras y Cambio Radical. Y sobre todo de la cuerda de los Char, sus grandes aliados y financiadores.
Y aunque es claro que el súper poder por todas estas cuotas y cercanías es del vicepresidente y no necesariamente de su partido, en la Unidad Nacional hay quienes creen que el engorde burocrático de Vargas Lleras significa inevitablemente el engorde de su colectividad. Un fortalecimiento que se va a reflejar en votos más adelante porque todas las obras de los funcionarios allegados a Vargas y las que él mismo gestione si se hacen bien darán réditos.
“Hoy son dueños de todo, con muchos menos votos que La U tienen una cantidad de cosas, mientras que nosotros no tenemos nada: puros (altos funcionarios) adoptados que no nos son funcionales y eso es importante más cuando ahora se vienen las elecciones regionales”, se queja por ejemplo un congresista de La U en referencia a Cambio Radical.
Otro legislador, también de La U, agregó por aparte: “Tienen los ministerios y cargos con más plata, exceptuando el Ministerio de Defensa. Luis Felipe (Henao, ministro de Vivienda) da casas, tuberías, vías”.
Aunque de todas maneras sobre el apetito por los puestos de La U hay que decir que ese partido se quedó entre otros con los ministerios de Comercio, Agricultura y Educación y con el DPS y el Fondo Nacional del Ahorro, que también manejan gruesos presupuestos.
Pero además de la llamada “representación” en términos de burocracia, Cambio Radical tiene las giras de Vargas Lleras.
Son los viajes que el vicepresidente está haciendo dos veces por semana a distintos departamentos en su labor de coordinador de los proyectos de vivienda, agua e infraestructura.
En un estilo que guarda similitudes con los consejos comunitarios del expresidente Álvaro Uribe aunque a puerta cerrada, en ellos Vargas se dedica a visitar pueblos para mirar avances de obras, hablar con los mandatarios locales, con los contratistas y con la comunidad, y escuchar sus inquietudes, quejas y peticiones. Al final de la visita, el vicepresidente -siempre acompañado de los ministros de Transporte y Vivienda y de otros altos funcionarios del gobierno central- sostiene una reunión en privado para hacer balance y fijarle fecha a las metas.
A esas reuniones están invitados, entre otros, los congresistas de la respectiva región. Y aunque la convocatoria incluye a todos los partidos, son los legisladores de Cambio Radical los únicos que pueden decir en sus regiones que su jefe natural es el que está desempantanando proyectos y siendo la cara de Santos II en lo local, mientras el Primer Mandatario está concentrado en los temas internacionales y en la paz.
“El congresista de Cambio Radical es el que puede sacar más pecho por las gestiones de Vargas y eso más adelante puede significar votos”, le dijo a La Silla una persona cercana a esa colectividad.
“Es que ahora ellos tienen gobierno”, afirmó por su parte un senador santista que no es de Cambio.
“El trabajo de las viviendas en el Gobierno de Santos pasado se hizo con la impronta de Cambio Radical y la idea es que ahora pase lo mismo con la gestión del vicepresidente, que eso ayude a apalancar al partido y le de fuerza electoral”, señaló un senador que sí es de la colectividad de Vargas.
Y como si eso fuera poco, gracias al súper ministro Néstor Humberto Martínez, algunos congresistas en Cambio sienten que ahora tienen más acceso al Presidente Santos.
“Antes (en Santos I) no era tan fácil para un congresista de Cambio Radical acceder al Presidente. Hoy hay un canal de comunicación fluido: hablar con Néstor Humberto se traduce en hablar con el Presidente”, dijo otro senador de Cambio consultado.
“El Presidente entendió que somos sus amigos. De él y del vicepresidente Vargas, que es un estadista y nos llena de mucho orgullo y honor”, concluyó la senadora vargasllerista Rosemary Martínez.