Así se fue de vacaciones la vacunación en Semana Santa

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Turistas en Salento, Quindío. Foto: Confidencial Colombia

El ritmo de vacunación se vino abajo por citas canceladas, incumplimientos en los días santos, falta de vacunas en algunas regiones y vacunadores exhaustos.

La velocidad con que Colombia venía aplicando vacunas cayó en Semana Santa. Aunque, como contamos, el Gobierno Nacional dijo que durante esos días festivos la vacunación continuaría —incluso con jornadas masivas—, el ritmo se desaceleró.

Así lo muestran visualizaciones como las de Pilar Saenz o Silvana Zapata, científicas de datos que le han hecho seguimiento al proceso.

 

Imagen tomada de las visualizaciones con datos reportados por MinSalud. Autores: Pilar Sáenz e Igor Támara

Antes de los días santos el ritmo fue alto. Entre el 27 y el 31 de marzo los niveles de vacunación se mantuvieron entre las 92 mil y las 150 mil dosis diarias. Pero en los festivos, entre el 1 y 4 de abril, esos niveles cayeron en picada hasta llegar a 27 mil vacunas registradas el Domingo de Resurreción. 

A pesar de la caída, con 2,6 millones aplicadas al corte del 6 de abril, el Gobierno va camino a cumplir su meta de llegar a las tres millones de vacunas para el 17 de este mes. 

Sin embargo, el bache de Semana Santa muestra que, por urgente que sea —como la peor crisis de salud pública en un siglo—, los puentes en Colombia son capaces de retrasar cualquier iniciativa. 

 La Silla consultó a más de una docena de fuentes —entre expertas en epidemiología, gobiernos locales, el Ministerio de Salud, gremios de la salud, EPS e IPS— para conocer las razones que produjeron el bajonazo, y esto fue lo que encontró:

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La gente prefirió las vacaciones a la vacunación

Una de las razones más fuertes para explicar esta caída fue que, como las personas tenían la posibilidad de viajar o descansar, lo prefirieron a vacunarse.

Elisa Torrenegra, directora de GestarSalud, que reúne a las EPS de régimen subsidiado, le dijo a La Silla que durante el proceso de agendamiento de citas para esa semana “muchas personas pidieron que durante los días santos no se les programara vacunación”.

Lo mismo pasó con las EPS del régimen contributivo, según Gustavo Morales, presidente de Acemi, gremio que reúne a las 10 EPS más grandes del país.

Además, para expertas que han seguido la vacunación, como Zulma Cucunubá, “la gente no está acostumbrada a vacunarse los fines de semana o en sus festivos”.

No solo se frenó el agendamiento, sino que mucha gente no fue a las citas programadas. Según el Instituto departamental de salud (IDS) del Norte de Santander, el incumplimiento en esa región estuvo entre el 25 y el 30 por ciento. 

En otros lugares como Bogotá, el Valle del Cauca o Antioquia sucedió algo similar: inasistencia de pacientes, aumento en la cancelación y reagendamiento de citas. En Buenaventura incluso se cerraron algunos servicios de vacunación por el festivo.

Lyda Osorio, epidemióloga caleña, explica que la percepción del riesgo cambia cuando existe la posibilidad de viajar, descansar o estar en familia. “Hay personas que eran elegibles y cambiaron la prioridad en Semana Santa por ir a la iglesia”, explica Osorio.

Según Germán Escobar, jefe de gabinete de MinSalud, desde el Gobierno ya preveían que “el agendamiento se vería trastornado, como es natural”. 

A pesar de esta anticipación, el Gobierno agregó ambigüedad al mensaje sobre la importancia de la vacunación sobre las vacaciones. Iván Duque, por ejemplo, mantuvo abiertas las puertas del turismo en Semana Santa, incluso frente a la tercera ola, como contamos

Escobar concuerda con Osorio en que el mensaje para las personas debe ser más efectivo para modificar su conducta. No solo para que prioricen la vacunación por encima de las vacaciones, también para que no la rechacen por otras razones. 

“Hemos visto en algunos lugares tasas de rechazo o no vacunación por voluntad propia, que pueden llegar al 30 o 40 por ciento”, dice el funcionario.  

Cambiar la percepción de las personas por las vacunas es un obstáculo que será necesario superar, para no llegar a escenarios en el que haya más oferta de vacunas que demanda por ellas. Esto ya sucede en países como Bangladesh

Eso y que las capacidades en la vacunación puedan responder y estar listas para cuando lleguen más millones de dosis.

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Los vacunadores también se tomaron un descanso

Otro factor que disminuyó la vacunación fue que algunas instituciones prestadoras de salud (IPS) aprovecharon los días festivos para darle un descanso a sus equipos vacunadores. 

Gustavo Morales, de Acemi, señala que los equipos vacunadores venían trabajando “jornadas de domingo a domingo vacunando sin descanso”. Escobar, del MinSalud, reconoce que los vacunadores “estaban trabajando a un ritmo muy acelerado” y “recibieron un justo alivio a sus jornadas extenuantes”.

“El trabajo no termina cuando aplican la última dosis, sino que se quedan recogiendo y registrando la información en Paiweb”, le dijo a La Silla Carlos Hidalgo, de la EPS Emssanar, quien describe jornadas continuas de hasta 10 horas para estos equipos.

Este ritmo de trabajo de muchos equipos de vacunación habla de una falta de personal que los releve. 

Y no es por falta de vacunadores capacitados. Según MinSalud, ya se han entrenado más de 40 mil personas en el programa de certificación que lanzó el gobierno. El problema tiene que ver con la contratación restringida ante las incertidumbres de la asignación de vacunas.

“Tenemos dificultades a nivel nacional porque el envío de vacunas es muy gota a gota. Entonces es entendible, pero no es aceptable, que las EPS e IPS no contraten personal adicional, porque existe la incertidumbre de si van a llegar o no vacunas, y cuántas van a llegar”, le dijo a La Silla Germán Reyes, presidente de la Asociación Médica Sindical, Asmedas, en Antioquia. 

Morales concuerda: “Hoy no se sabe cuántas vacunas recibirá una IPS más allá de una semana, así es difícil disponer de más talento humano”.

Escobar reconoce que, aunque hay en el país personas que pueden ser contratadas para reposar los equipos de vacunación, esto depende de cada centro vacunador. “Sabemos que eso representa claramente un costo adicional para estos centros, costo que es reconocido a través del pago directo que estamos haciendo de la vacunación”, le dijo Escobar a La Silla. 

Sin embargo, este pago está embolatado. 

En más de un mes que lleva el país vacunando no se ha realizado ningún pago para la vacunación a las EPS e IPS, como le confirmó a La Silla el mismo Escobar. Explica que, aunque los recursos están listos, se tuvo que hacer un ajuste en la norma, y ahora están a la espera de tener un reporte completo en el Paiweb, el sistema con el que el Gobierno recoge información por parte de las IPS. Se debe estar al día con ese proceso para tener el soporte completo de lo que se debe pagar. 

Cumplir las metas de vacunación que se impuso el Gobierno implica triplicar la capacidad de vacunación que tenía el país previamente, tanto en planta física como en talento humano, según explica Lina Triana, presidenta de la Asociación de Sociedades Científicas.

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Algunos municipios se quedaron sin vacunas

En cuatro regiones (Bogotá, Antioquia, Huila y Cauca) La Silla encontró que hubo una disminución en las dosis disponibles en Semana Santa. Esto a pesar de que el Ministerio de Salud nos dijo que en el país todo el tiempo ha habido vacunas disponibles. 

Castellanos, del Hospital San Ignacio, afirmó que en Bogotá quedaron muy pocas vacunas, por lo que esa IPS solo vacunó hasta el miércoles, y muchos centros tampoco pudieron vacunar todos los días de la semana.

En Antioquia, Germán Reyes, de Asmedas, afirma que, aunque sí hubo vacunación esa semana, fue con muy pocas vacunas. Comfama, IPS vacunadora de este departamento, nos informó que algunas de sus sedes se cerraron unos días debido a la baja disponibilidad de dosis. 

La Secretaría de Salud del Huila afirmó que el fin de semana previo a Semana Santa se agotaron las vacunas. Y en Popayán también escasearon porque al Cauca lo castigaron en la distribución, debido a una baja eficiencia en la aplicación de las dosis. 

Escobar, el jefe de gabinete de MinSalud, señaló que sí han tenido dificultades en las últimas semanas para llevar vacunas a zonas apartadas, debido a que el invierno ha afectado el transporte terrestre y fluvial. “Esto afecta el ritmo de vacunación en algunos departamentos que tienen mucha ruralidad”, dijo. 

A esto se suma que en algunos lugares hay vacunas disponibles, pero las están guardando para asegurar las segundas dosis de los que ya recibieron la primera. 

MinSalud le dijo a La Silla que la instrucción para los territorios es aplicar todas las dosis, mientras que la reserva estratégica para garantizar la segunda dosis está en la bodega central del Ministerio. 

Sin embargo, en Bogotá, Cali y Buenaventura nos confirmaron que tienen dosis guardadas para este propósito.

“Creo que las explicaciones de demoras entre llegada y aplicación efectiva siguen siendo vigentes”, le dijo a La Silla Juan Carlos Giraldo, de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas. “Hay reporte de lo que llegó al país, pero otra cosa es lo que sale de las cavas del Ministerio, y eso no va con la misma velocidad”, agrega.

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La ñapa: el acceso a datos libres dificulta saber cómo va la vacunación

Hace unas semanas La Silla contó en esta historia que el Ministerio estaba quedado con la creación de un tablero de datos de acceso público al proceso de vacunación en el país.

Según nos dijeron tres fuentes expertas en epidemiología, ese tablero todavía no es una realidad. Y preocupa porque esa ausencia de información, que ya existe y no es pública, impide análisis expertos para entender fenómenos como el de Semana Santa.

“El PNV está en mora para que se pueda tener esa información”, opina Laura Rodríguez,  epidemióloga y profesora del Departamento de salud pública de la Universidad Industrial de Santander. Ella cree que esta dificultad para acceder a los datos impide saber con mayor certeza cuánta fue la gente que no asistió, cuánto vacunó cada lugar o cuál fue la diferencia entre las regiones. 

Un obstáculo adicional está en la demora de los ajustes del Paiweb.  A casi dos meses desde que comenzó la vacunación siguen calibrando y actualizando esta plataforma.

Un retraso que reconoce MinSalud: “Estamos trabajando en el fortalecimiento del sistema de información nominal, persona a persona, para robustecerlo y actualizarlo”, nos dijo Escobar. Agregó que esperan que sea este mes en el que puedan tener lista esta actualización.

A esto hay que sumarle que, según MinSalud, las IPS también se han demorado en subir la información de vacunación al Paiweb. Por eso, piden que el reporte de las dosis que aplican más rápido se suba más y sea más detallado. 

Esta opacidad en los datos hace más difícil ver otros problemas del Plan Nacional de Vacunación.

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