Como en el fuerte paro de 2013, al de hoy se sumaron varios sectores con una agenda de sumar fuerzas a mediano plazo, y en el corto plazo, buscan incidir en el Plan Nacional de Desarrollo de Duque.
Detrás del paro de hoy hay un Plan
Hoy saldrán a marchar en las principales ciudades del país las centrales obreras, los sindicatos y organizaciones campesinas e indígenas que, como lo anticipamos desde hace casi un mes, vienen calentando motores. Con el impulso de la Minga en el Cauca y Putumayo, más el de los cafeteros ayer pero en un tamaño mediano, el paro de hoy es una alerta para el Gobierno.
Eso puede pasar porque, como en el fuerte paro de 2013, al de hoy se sumaron varios sectores con una agenda de sumar fuerzas a mediano plazo y que, en el corto plazo, buscan incidir en el Plan Nacional de Desarrollo de Duque.
El paro
Tres fuerzas sembraron la semilla de este paro.
La Central Unitaria de Trabajadores, CUT, que tiene más de 500 mil miembros (incluyendo los 270 mil maestros de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode); la Coordinadora de Organizaciones Sociales, COS, que agrupa a organizaciones como la Mesa Nacional de Víctimas o la Confederación de Pensionados; y la Cumbre Agraria, que suma a grupos políticos como la Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos, étnicas como la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic, y campesinas como las zonas de reserva campesina reunidas en Anzorc o el sindicato agrario Fensuagro.
Las tres sacaron a finales de enero un comunicado, en el que dicen que por la vía de la protesta social iban a construir una agenda común de movilización contra el gobierno de Iván Duque.
Esa agenda se fue concretando en otra reunión que tuvieron en febrero, de la que salieron con la idea de que este semestre era el mejor para salir a la calle.
“Este semestre es clave en la educación, por un lado los estudiantes universitarios estarán en estado de alerta para exigir el cumplimiento de los acuerdos a los que llegaron (....) por otro lado, el magisterio colombiano dirigido por Fecode, presentará el pliego nacional que contiene como puntos centrales el aumento de la financiación de la educación pública básica y media (....) igual exigencia harán los sectores de salud, saneamiento básico y agua potable, se prevé un fuerte pulso entre estos sectores y el gobierno”, dice ese comunicado.
Agrega que hay muchos otros pliegos sectoriales que el Estado deberá negociar y que eso “plantea un escenario de lucha y movilización que hay que atender con efectividad.”
Con esa lectura sobre el momento y dado que el principal blanco de las críticas de todos estos sectores es el Plan Nacional de Desarrollo de Duque, salir hoy es hacerlo en la recta final del Plan: esta semana se debe presentar la ponencia para su último debate en las plenarias de Cámara y Senado, que si no se termina máximo el 7 de mayo, ya no podrá salir con cambios legales sino por decreto y solo con el plan de inversiones.
Por eso, mostrar los dientes justo ahora es meter presión para lograr cambios en el articulado.
El Plan maestro
Eso pasa, por ejemplo, con Fecode, que hoy tiene un gran peso en la CUT pues 11 de los 21 miembros del comité ejecutivo de la central sindical son de la federación (antes de las elecciones del año pasado, eran 4). De hecho, son el corazón del paro de hoy y de la gran mayoría de grandes movilizaciones sindicales.
Los maestros están negociando con el Gobierno un pliego de peticiones de 35 puntos. Aunque ya lograron ponerse de acuerdo en uno, buscan que quede en el Plan.
Se trata de lograr más plata para la educación y tener participación en eso.
Los maestros pedían una reforma constitucional y el Gobierno propuso crear una Comisión de alto nivel que metió en el Plan, y que dice que en los seis meses siguientes a su aprobación presentará una propuesta para reformar todo el Sistema General de Participaciones, la caja de donde la nación le gira plata a los municipios y departamentos para salud, educación y saneamiento básico.
El Gobierno quería que esa comisión la integraran solo ministerios (Hacienda, Interior, Educación, Salud y Vivienda) y la Dirección Nacional de Planeación, y Fecode pedía estar en la comisión.
Al final lo lograron, como mencionan en los volantes en los que convocan a la movilización de hoy.
Sin embargo, hasta ahora eso no está explícito en el Plan.
“Toca ver cómo queda incluido el acuerdo en la ponencia, porque hasta ahora no la hemos visto”, dijo a La Silla Miguel Ángel Pardo, secretario de asuntos educativos de Fecode.
Como ese es apenas uno de los 35 puntos, están en la movilización y de hecho son su corazón. Dependiendo de cómo avancen sus negociaciones con el Gobierno, que terminan el 15 de mayo, están pensando seriamente en un paro nacional indefinido.
“Si de aquí al 15 de mayo no hay un acuerdo con el Gobierno, podemos estar pensando en orientar otro tipo de medidas que incluyen un paro nacional del magisterio”, dijo a La Silla Luis Edgardo Salazar, secretario general de Fecode.
Prueba de eso es que su junta nacional (en la que se reúnen todos los meses los 34 sindicatos afiliados) ya le dio facultades al comité ejecutivo (que integran 15 personas) de declarar hora cero para convocar un paro cuando lo vean necesario.
Por ahora, sin embargo, la pelea se centra en cómo quede el Plan.
Así ocurre también con otros sectores como los indígenas que terminaron en Minga porque el capítulo indígena que concertaron con el Gobierno había quedado como un anexo del Plan, y porque pedían para ellos 4 billones de pesos adicionales a los 10 que ya estaban en el Plan.
O con la Cumbre Agraria, que dice que el Plan se queda corto en implementar el Acuerdo de Paz.
“Queríamos salir antes del 7 de mayo, que es cuando se aprueba el Plan, y para sumar fuerzas acordamos que lo mejor era salir el mismo día que todos”, le explicó a La Silla Miguel Morantes, presidente de la CTC.
Eso explica por qué el paro se da hoy, a 12 días de que se cierre la oportunidad para lograr que sus reivindicaciones queden en el Plan. Y por qué el plan es salir en todas las grandes ciudades.
La marcha en regiones muestra la suma de fuerzas
En todas las regiones se verá la suma de grupos: no solo saldrán los maestros y otros sindicalizados de la CUT sino que este paro, al igual que el de 2013, sumó a las tres centrales obreras más grandes.
Aunque inicialmente la CUT era el único sindicato de trabajadores que aparecía en la convocatoria, días antes de Semana Santa se sumó la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC, que agrupa a 200 mil trabajadores, y la Confederación General del Trabajo, CGT.
También se sumó ayer, a última hora, el partido de la Farc. El consejo político sacó un comunicado invitando a la gente a salir.
Pero, sobre todo, se sumarán indígenas, afros o campesinos.
En el Pacífico van a volver a salir esos tres sectores que hicieron la Minga. Eso muestra lo amplia que es la movilización y que el paro es una forma de continuación de la Minga, pues a pesar del desgaste de mantenerla por 26 días, siguen en tono de movilización.
A la marcha de Cali, donde el presidente local de la CUT, Wilson Sáenz, nos dijo que esperan la asistencia de 20 mil personas de por lo menos 90 sindicatos, se sumarán cerca de tres mil afros agrupados en la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca, Aconc, e indígenas de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Acin, que hicieron parte de la Minga.
Marcharán para insistir en las reivindicaciones políticas que no pudieron resolver con el presidente Duque en la fallida reunión de Caldono, Cauca, como la protección a sus líderes y territorios, las políticas ambientales, el proceso de paz o los derechos de los campesinos, y para insistir en un encuentro con el Presidente.
La Minga también caminará por la Panamericana desde la vereda Río Blanco, a seis kilómetros de Popayán, hasta la ciudad. El consejero del Cric, Neis Lame, le dijo a La Silla que no habrá bloqueos.
Allí llegarán los indígenas del Cauca agrupados en el Cric, del Huila en Crihu, de Caldas en Cridec y campesinos de las demás zonas del Cauca reunidos en Pupsoc, Marcha Patriótica, Cima y Fensuagro.
El ambiente es parecido en Antioquia.
En Medellín esperan reunir unas seis mil personas, según nos dijo Jaime Montoya, presidente de la CUT en Antioquia y precandidato a la Gobernación por el Polo Democrático. Y a los sindicatos se van a sumar indígenas que viven en Medellín y pertenecen a cuatro cabildos: el Inga, el Chicariwá, los Pastos y los Nutabe.
Los indígenas se están reuniendo en sus sedes desde el martes y están pensando bloquear por la tarde una vía en el centro de Medellín, cerca al hospital San Vicente de Paúl. Esperan marchar entre 1.000 y 1.200 indígenas, nos contó Dilson Borja, uno de los organizadores del paro en Medellín y Urabá.
En Bogotá aspiran sacar entre 3 mil y 5 mil indígenas, le dijo a La Silla Juvenal Arrieta de la Onic.
“Mantenemos la palabra sobre lo acordado con el gobierno, pero igual salimos para manifestarle los temas en los que no estamos de acuerdo. En especial, queremos que nuestra fuerza se vea en los reclamos por el asesinato de los líderes sociales”, nos dijo.
Además de los indígenas, también se sumarán sectores campesinos.
Por ejemplo, en Norte de Santander, la asociación campesina Cisca, que pertenece a Congreso de los Pueblos y el Movimiento Comunal del Catatumbo que está integrado por líderes comunales de la región, salió desde ayer con una comitiva de campesinos del Catatumbo hacia Cúcuta para participar en el paro.
Sin embargo, la asociación campesina Ascamcat, que pertenece a Marcha Patriótica, sacó un comunicado en el que se abstienen de participar en el paro por falta de garantías de seguridad, e igualmente voceros de la asociación de juntas de acción comunal Asojuntas La Gabarra anunció que ninguna junta de acción comunal iba a participar oficialmente.
Esa amalgama de movimientos sociales deja la semilla de un paro amplio, como el de 2013. De ahí que, dependiendo de qué tan fuerte sean las marchas de hoy, se sabrá si la alerta de hoy para una temporada de movilizaciones es verde, amarilla, naranja o roja.