‘La credibilidad le permite a Noticias Uno experimentar para salir de la crisis’

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Joaquín Gómez. Foto: Jauder Cardona

Su salida del aire se da en un momento de crisis de los medios y de escándalos de censura. Entrevistamos a Joaquín Gómez Meneses, profesor de la Bolivariana, sobre el futuro del periodismo en el país.

 

El pasado fin de semana Noticias Uno anunció su salida del aire y las razones se debaten entre la crisis de los medios y una posible censura o autocensura por razones económicas por ser un medio incómodo para el uribismo. Una noticia que se suma a la de despidos masivos en El Tiempo, Semana y RCN.

Para analizar qué está pasando con los medios en el país, la Silla Académica entrevistó a Joaquín Gómez Meneses, profesor de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana, director del periódico universitario Contexto y de la Red Colombiana de Periodismo Universitario, quien realizó una investigación que está próxima a publicarse sobre la caracterización de los medios que existen en Medellín y otra, que está próxima a publicarse, sobre las condiciones laborales de sus periodistas y que arroja luces sobre la situación en todo el país.

La Silla Académica: Usted hizo un mapeo de 226 medios en Medellín, que básicamente cubre todo el escenario de medios y de sus periodistas. ¿cuáles son las tres conclusiones más interesantes de ese estudio?

Joaquín Gómez Meneses: Una de las principales conclusiones es que la mayoría de medios son privados (53 por ciento), dentro de los cuales hay un porcentaje grande de emprendimientos, es decir, de medios jóvenes (19 por ciento), que superan a los medios públicos (17 por ciento) y comunitarios (11 por ciento).

En cuanto a los periodistas, de 131 que participaron en la encuesta hay un predominio de profesionales jóvenes, menores de 30 años (40 por ciento), solteros (61 por ciento) y sin personas a cargo (73 por ciento).

Todo esto nos muestra una renovación en los medios.

LSA: ¿No le sorprendió encontrar tantos medios en un momento de crisis como el que lleva a Noticias Uno a salir del aire?

J.G.M.: Por una limitación de recursos no pudimos extender el mapeo a los nueve municipios que conforman el Área Metropolitana del Valle de Aburrá pero sólo tomando Medellín no nos esperábamos la cifra de 226 medios.

De esos la mayoría siguen siendo escritos con un 33 por ciento, seguidos por los televisivos con un 22 por ciento y, casi alcanzando a estos, en un tercer lugar, los digitales con un 21 por ciento. Por último están los radiales con 14 por ciento.

Los digitales son en buena medida la causa del crecimiento como lo demuestran los estudios sobre medios digitales realizados por Consejo de Redacción. En 2010 rastrearon 391 medios digitales, en 2012, 745 y en 2018, 914.

De esos, Antioquia tiene el 13 por ciento de los medios digitales del país después de Bogotá que tiene el 33 por ciento.

Lo digital es una oportunidad para el crecimiento de nuevos medios periodísticos.

LSA: ¿Cuántos de esos nuevos medios digitales cree que existan en 5 años?

J.G.M.: La cifra de mortalidad de Pymes de Confecámaras es de 5 años, 7 de cada 10 desaparecen en ese período.

Sin embargo, las cifras de Consejo de Redacción muestran una realidad diferente. 7 de cada 10 medios mapeados en 2012, continuaban funcionando en 2018, es decir, pasaron la prueba de los 6 años. La cifra es menor para los mapeados en 2010, 4 de cada 10 se mantuvieron 8 años seguidos.

LSA: ¿Cuáles son los más sólidos?

J.G.M.: Entre los diferentes tipos de medios los que muestran mayor solidez son los radiales. En Medellín por lo menos hay 54 emisoras, y en el caso de muchas de ellas, como la Radio Bolivariana, su nacimiento está ligado a la historia de la radio en Medellín y se remonta a 1948 que fue el hito del surgimiento de las grandes cadenas.

En todo caso, los emprendimientos periodísticos más jóvenes viven de manera más acelerada lo que hoy están viviendo medios fuertes como El Tiempo. Los problemas son similares sólo que, mientras las estructuras de estos se contraen, las de los que apenas están arrancando desaparecen.

 

LSA: ¿Qué cree que es lo que le está pasando a medios como El Tiempo, RCN y ahora Noticias Uno?

J.G.M.: Es sobre todo una crisis de credibilidad que podría compararse con el servicio “posventa” de otro tipo de servicios.

Hay que preguntarse cuál es el valor que percibe quien consume la información más allá del momento en que la recibe y que tiene que ver con el uso que hace de ella. Por eso hoy hablamos de usuarios, de personas que comparten la información, que hacen uso de ella para tomar decisiones relacionadas con la elección de sus gobernantes, el trabajo, hasta la cocina y la moda.

La credibilidad es un activo que no han sabido ponderar bien los periodistas, pero sobre todo los directivos de los medios

Joaquín Gómez Meneses

La credibilidad es un activo que no han sabido ponderar bien los periodistas pero sobre todos los directivos de los medios. Los equipos de trabajo periodísticos no pueden tener la misma lógica de los que producen en serie herramientas, alimentos...

LSA: Según usted la mayoría de periodistas entrevistados en su investigación, dijo que el mayor obstáculo para ejercer libremente el periodismo son los intereses de las empresas para las que trabajan ¿Qué tipo de intereses?

J.G.M.: Jorge Orlando Melo en su obra “La Libertad de Prensa en Colombia: pasado y perspectivas actuales”, ilustra la relación histórica de la prensa con la política. Mi interpretación es que, hasta la primera mitad del siglo XX los intereses que incidían en el ejercicio periodístico eran, en su orden, de tipo político y económico, dada la importancia que tenían los partidos políticos. Ahora el orden se invirtió a lo económico y político.

LSA: Ese es el argumento oficial para sacar del aire a Noticias Uno. ¿Cree en ese argumento?

J.G.M.: Hay un hecho que es que Noticias Uno afronta problemas económicos y, por ejemplo, le retiraron una pauta significativa en sus ingresos que era la del Grupo Aval. Es inevitable que un privado tome la decisión de no seguir invirtiendo sus recursos en un determinado medio de comunicación.

Pero lo que necesitamos determinar es si las consideraciones son puramente financieras o si se cruzan con intereses políticos porque según la Flip el Grupo Aval tomó la decisión después de que Noticias Uno revelara los detalles de la muerte de Jorge Enrique Pizano.

Algo que iría en contravía del principio fundamental del libre ejercicio de la prensa y del derecho de la gente a informarse. La decisión es evidente, los motivos no son tan claros.

LSA: ¿La censura puede venir más desde los propietarios de los medios y decisiones internas que desde los gobiernos?

J.G.M.: El tema es tan difuso que puede venir de ambos. Falta franqueza en si la decisión de dejar de pautar en un medio obedece a que no le da los retornos que el inversionista esperaba o a que la independencia del medio juega en contra de su rentabilidad o seguridad.

Eso es parte de lo que hay que discutir para ver si los medios de comunicación deben empezar a financiarse de otro modo.

LSA: ¿Qué porcentaje de ingresos de los medios proviene de pauta oficial?

J.G.M.: Es difícil saberlo porque las cuentas no son claras. Lo que es claro es que los presupuestos han aumentado. La Flip, por ejemplo, publicó un informe inicial en diciembre de 2018 según el cual la Alcaldía de Federico Gutiérrez había invertido 130 mil millones. Esa cifra fue rebatida por esa Alcaldía porque incluía inversión en eventos y campañas y no sólo pauta en medios, y dijo que las cifras estaban entre 15 mil y 36 mil millones. Si esa fuera en todo caso la cantidad, es considerable.

Y es una tendencia que se repite en otras ciudades. Desde Bogotá, Barranquilla hasta Manizales donde la pauta del alcalde Octavio Cardona se incrementó en un 122 por ciento respecto a la alcaldía anterior, según La Liga contra el Silencio.

LSA: ¿Qué tanto esa pauta oficial abre la puerta para que los gobiernos manipulen la información de los medios?

J.G.M.: Uno todavía escucha opiniones que sugieren que la compra de un servicio en un medio de comunicación da derecho a una parcela en la línea editorial del mismo.

Es recurrente, también, los colegas que pasan de las oficinas de redacción a las áreas de comunicación de las empresas o de las entidades públicas.

Es una cuestión incluso de forma: la inversión en cada rubro debe ser más clara, no solo desde quien audita sino desde quien ordena el gasto. Muchas veces se equipara el servicio que presta un medio de comunicación cuando vende una pauta con el de un influenciador que contratan para que posicione un tema, como lo hizo recientemente el Gobierno nacional, por ejemplo, con Faryd Mondragón a través de Coldeportes. Eso conlleva a esperar de los dos tipos de servicios lo mismo y el criterio de independencia con la que debe actuar un medio es muy superior al de un influenciador.

LSA: El 58 por ciento de los periodistas entrevistados creen que lo que más les valoran de su trabajo es la ética. ¿Es contradictorio el valor que le atribuyen a la ética con la baja credibilidad que tienen algunos medios?

J.G.M.: Las audiencias les han pasado factura a los medios por su incoherencia entre el actuar y el pensar.

Las audiencias les han pasado factura a los medios por su incoherencia entre el actuar y el pensar

Joaquín Gómez Meneses

En Medellín ha pasado que sectores representativos de la opinión les han cobrado a los medios de la ciudad que en ciertos momentos, para ellos claves, se hayan silenciado respecto a los homicidios o a la calidad de aire, por ejemplo. Es una inconsistencia de los directores de los medios que les exigen a sus equipos que trabajen con rigor y después les dicen que le mermen a un tema tras una llamada o un encuentro.

LSA: ¿Cree que este gobierno ha tratado de frenar historias en los medios como se dijo en su momento con la investigación de Semana sobre el retorno de las ejecuciones extrajudiciales y ahora con la salida de los audio columnistas de Caracol?

J.G.M.: Yo creo que es posible pero también creo que no pasa a todos los niveles ni en todas las situaciones. Por ejemplo, la decisión de Juan Pablo Bieri, el exdirector de Rtvc, de censurar y sacar los Puros Criollos del aire me parece que es más un caso de un funcionario de rango medio que actuó como creía o interpretaba que su jefe lo haría, por sobresalir o conservar su puesto, y se equivocó en el cálculo.

LSA: ¿Qué temas ve todavía ausentes de la agenda pública que ponen los medios y que deberían ser más visibles?

J.G.M.: Se ha hablado mucho de la muerte de los líderes sociales pero no se ha hecho un énfasis suficiente en la correlación entre los conflictos ambientales y el asesinato de quienes se han opuesto a proyectos de infraestructura o extractivos.

Se necesita todavía hacer más seguimiento al problema de la corrupción no sólo en el sector público sino en el corporativo como lo advirtió ayer el Procurador.

Y aunque La Silla Vacía hizo recientemente un esfuerzo, la industria del fútbol nos debe todavía muchas explicaciones sobre la financiación de los equipos, la destinanción de los recursos, los derechos laborales de los jugadores, entre otros.

LSA: ¿Por qué cree que un medio como Noticias Uno que goza de credibilidad es tan poco visto?

J.G.M: Me parece que el rechazo que ha habido en redes sociales a la salida del aire de Noticias Uno da cuenta del valor de su credibilidad.

La credibilidad tiene un papel fundamental en la salida a la crisis de los medios en la actualidad

Joaquín Gómez Meneses

Es esto lo que le permite hacer experimentos que podrían ayudarlo a salir de la crisis como el que propuso para el próximo fin de semana para que se siga su emisión por internet.

Es la forma de ir allanando el camino para convertirse en un producto digital. Lo mismo pasó con Newsweek, por ejemplo, que transitó a lo digital y después volvió a lo impreso pero con un tiraje más pequeño y, ha pasado también con The Guardian y el el NYT que han invertido en la diversificación de sus contenidos digitales. Esto solo lo han podido hacer porque, con la reputación y la credibilidad que tienen, sus usuarios los siguen a dónde vayan.

Los medios no van a recuperar el esplendor de principios del siglo XX

Joaquín Gómez Meneses

La credibilidad tiene un papel fundamental en la salida a la crisis de los medios para que tengan continuidad pero no van a recuperar el esplendor de principios del siglo XX. Debido a la cantidad de medios que hay hoy, al protagonismo de las redes sociales y a que no todas las personas tienen acceso a internet, las cifras van a ser diferentes.

LSA: ¿Cree que son viables las nuevas formas de financiación de los medios como los muros de pago, el crowdfunding, etc.?

J.G.M.: Cada forma de financiación tiene unas limitaciones. Minuto 30 compite en tráfico con El Tiempo, por ejemplo, y se financia con pauta digital a partir del tráfico que genera, la contracara es la crítica a la calidad informativa y visual de sus contenidos.

Con la Oreja Roja y al Poniente funcionan con un esquema de colaboradores que escriben porque tienen una vitrina y no cobran por ello, el problema que tienen es la sobre oferta de contenidos de opinión y una reducida de investigación.

Los medios que establecen un muro de pago generan en su audiencia la sensación de engaño cuando de repente les exigen pagar por los mismos contenidos a los que accedían gratuitamente.

El crowdfunding tiene la limitante de que es difícil que vaya a conducir a los medios a ser tan masivos como lo eran otros antes del surgimiento de internet. La cara positiva es que para promover sus campañas, medios como La Silla han sabido administrar bien su credibilidad y la masa crítica que ha surgido de la decepción de los medios tradicionales.

No son las mismas proporciones de lectores de antes. Aun siendo internet un medio tan masivo.

Muchos proyectos digitales con alcance regional o local han encontrado más que una posibilidad de masificarse, una alternativa financieramente viable para tener una audiencia.

LSA: Usted encontró en su estudio que la mayoría de periodistas de Medellín son menores de 30 años, de clase media y solteros ¿Cómo se refleja esto en el periodismo que hacen?

J.G.M.: Se refleja en que los periodistas actualmente tienen carreras muy cortas y no alcanzan a hacer la curva de aprendizaje completa. Algo que les cuesta mucho a los medios pues pierden lo invertido en que alguien aprenda y se acople a las dinámicas de trabajo de la empresa.

Sus carreras cortas no sólo obedecen a problemas de las empresas para las que trabajan sino a que a esa edad muchos de ellos se ganan una beca y se van a estudiar. O incluso son millennials a quienes les puede interesar más juntar ahorros e irse a conocer el mundo.

Por otro lado, tienen una deficiencia en el conocimiento sobre la gestión pública, como lo plantearon Mabel Lara y Claudia Palacios hace unos meses.

En otras palabras, además de inexpertos, no tienen herramientas básicas. Moisés Wasserman planteó al sector educativo que no porque el medio laboral esté cambiando tenemos que abandonar los viejos retos que implican las debilidades de la educación básica y media.

Los estudiantes de periodismo pretenden cubrir temas de gobierno pero no comprenden cómo funcionan las ramas del poder público, el Estado. No saben para qué sirve el Concejo.

Esos mismos son los rasgos de la cultura política a la que nos enfrentamos. La gente no sabe qué hace un concejal o un diputado.

En las salas de redacción se enfrentan con mentores y periodistas veteranos que los acompañan en su proceso de aprendizaje pero también con otros que están cansados “de moler” y no tienen la paciencia.

LSA: En Estados Unidos y Europa los periodistas de los principales medios suelen ser mayores y con mayor formación. ¿Por qué aquí es diferente?

J.G.M.: Tiene que ver con la crisis de credibilidad que mencionaba antes. Necesitamos una visión gerencial distinta que pondere tener en los equipos de trabajo mano de obra menos calificada y más barata versus tener una redacción más armónica con nueva sangre, pero sin perder la trayectoria.

Son efectos de un choque generacional: con el cambio que hubo en el rediseño de El Colombiano, por ejemplo, algunos suscriptores han resentido un mayor componente gráfico en detrimento de la profundidad de los contenidos. En El Mundo se contrajo la redacción. El Espectador es ejemplo de un equilibrio más interesante.

Si la idea de contratar gente joven es formar, eso es una visión de más largo alcance.

LSA: Usted encontró que un 62% de los encuestados son profesionales y de esos 96 % estudió periodismo. ¿Los periodistas que se están formando actualmente con qué chip vienen?

J.G.M.: Vienen con el chip de formarse mejor y las universidades han respondido a eso con las dobles titulaciones, por ejemplo. Están estudiando comunicación y derecho, publicidad o historia, algo que les permite ver la coyuntura desde diferentes ópticas y les amplía las opciones de trabajo también.

En todo caso, a la mayoría ya no le interesa quedarse más de cinco años en un puesto ni se ven jubilados en una empresa.

Aquí hay una interacción entre un panorama de incertidumbre también en las empresas en general y no solo en los medios. Corporaciones grandes como Ecopetrol, Argos o Bancolombia también están haciendo reajustes constantemente y suprimiendo, fusionando y creando puestos de acuerdo a sus necesidades que son cambiantes.

LSA: ¿Cuál es el promedio de salario que ganan los periodistas?

J.G.M.: La mayoría ganan en promedio tres salarios mínimos. Es la ley de la demanda y la oferta. Frente a esta realidad, los periodistas entrevistados hablan de que podrían sentirse compensados si los medios los mandaran a campo, les dieran la posibilidad de hacer un cubrimiento especial, la coordinación de una sección, o les dieran la oportunidad de capacitarse.

Para los periodistas hoy es una prioridad entrenarse en manejo de software, de equipos o de metodologías de big data.

LSA: ¿Qué ejemplos de buen periodismo ve en Antioquia?

J.G.M.: Universo Centro es un proyecto muy interesante porque mezcla periodismo y literatura y su modelo de sostenibilidad se basa en aprovechar una masa crítica a través de suscripciones, pauta y servicios editoriales para darle un valor agregado a publicaciones institucionales. Su nómina mezcla periodistas y escritores, muchos de los cuales venían de La Hoja de Medellín como: Alfonso Buitrago, Pascual Gaviria, David Eufrasio Guzmán.

También hay portales interesantes como De la Urbe, el medio de la Universidad de Antioquia. Esfuerzo que existe hace 20 años y ha dado golpes de opinión a nivel nacional como el de la bodega de Fico.

En la mayoría de medios de la región, sin embargo, cunden muy malas prácticas.

LSA: Usted dirige Contexto, el medio de comunicación de la Universidad Bolivariana. ¿Qué tanto logran los medios universitarios estar alejados de los conflictos de intereses que también pueden tener las universidades?

J.G.M.: Los medios universitarios son la vitrina de la propuesta educativa de cada universidad que los respalda. Si enseñamos que el periodismo debe ser independiente no podemos hacer lo contrario. En Contexto jamás hemos recibido una presión sobre nuestro trabajo asociada a algún conflicto de interés por los convenios que pueda tener la universidad o con sus propios intereses.

El año pasado hubo un escándalo por una directiva, que el rector desautorizó, y que invitaba a las estudiantes a no ponerse ropa ajustada para no distraer a sus profesores.

Nosotros cubrimos la noticia a través de Contexto, recurriendo a fuentes de la universidad y en ningún momento se nos pidió que no lo hiciéramos.

De hecho, invitamos por diferentes medios a los estudiantes a escribir sobre lo sucedido y para sorpresa nuestra sólo llegaron tres columnas. Lo que también nos cuestiona sobre la efervescencia de algunas discusiones importantes.

LSA: ¿Tienen un futuro más promisorio que el resto de medios de comunicación?

J.G.M.: Los medios universitarios son laboratorios de experimentación y formación y en eso coincidimos los 20 medios que hacemos parte de la Red Colombiana de Periodismo Universitario. Tienen futuro en la medida que puedan ser espacios para poner a prueba las nuevas formas de hacer periodismo y nuevas formas de gestión de los medios que contribuyan a salir de la crisis.

Para citar:

Gómez M., J. Medios ciudadanos y conflictos urbanos. Expresiones de periodismo y participación en Colombia. Ediciones Uniminuto

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*Este es un espacio de opinión y debate. Los contenidos reflejan únicamente la opinión personal de sus autores y no compromete el de La Silla Vacía ni a sus patrocinadores.

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