Una bancada propia, relaciones de vieja data con Álvaro Uribe y poder regional la diferencian de otros quemados de la primera vuelta.
Dilian cae parada tras la derrota de las maquinarias
La derrota de Germán Vargas Lleras hace una semana, tras acumular a toda la clase política nacional tiene, sin embargo, algunos barones que caen parados pese al resultado electoral, y uno de ellos es la gobernadora del Valle Dilian Francisca Toro (el otro es el alcalde de Barranquilla, Alex Char).
Aunque su maquinaria no sumó en el Valle al resultado de Vargas Lleras (quedó de cuarto con 136 mil votos, solo 7 mil más que hace 8 años cuando solo lo apoyó su Partido), la mandataria tiene tres diferenciadores con otros electores de la región que ahora le hacen campaña a Iván Duque, luego de las adhesiones liberales, conservadores y de Cambio Radical: bancada propia, cercanía con Uribe y maquinaria para 2019.
La Gobernadora tiene cinco congresistas (2 senadores), que sacaron la mayor votación del Valle en marzo al Senado (poco más de 200 mil votos), confirmando así que la región es el nuevo feudo electoral de La U que ahora se reinventa en el uribismo.
Tener cinco congresistas (más uno de los dos representantes afro), le permite tener autonomía de su Partido, como comenzó a evidenciarse la semana pasada cuando La U definía su futuro.
Luego de la reunión en Bogotá de La U donde quedaron en libertad para apoyar a cualquier candidato, el movimiento Nueva Generación fue uno de los primeros a nivel regional en confirmar entre sus bases que buscarían al uribista, mientras otros grandes electores regionales, como Roy Barreras (110 mil votos) dijo que no votaría en blanco y que esta semana definirá con quién irse.
“Trataremos de lograr un acuerdo con Iván Duque, con la seguridad que él interpreta de mejor manera nuestros propósitos. En el transcurso de la semana informaremos a nuestros amigos el avance de las conversaciones”, dice un mensaje del senador Roosvelt Rodríguez a sus bases en Cali el miércoles -luego de la reunión- y que conoció La Pacífico.
Este Senador, conocido por ser el escudero de la Gobernadora, confirmó que no pueden llegar como Partido a ninguna de las dos campañas. “Perder como perdimos nos pone en desventaja”, dice.
Esa desventaja, como contamos, recae en que el Partido no puede llegar en manada donde Duque por dos razones: una de imagen porque Duque ha construido su campaña sin hacer acuerdos burocráticos y también porque, además de garantizarle mayorías en Senado en un eventual Gobierno suyo, La U no tiene nada más que ofrecer.
En general, más allá de los votos propios del uribismo en la región que ya fueron medidos con la estrecha victoria de Duque sobre Fajardo (523 mil votos frente a 499 mil votos), los que lleguen de más en dos semanas, los podrá capitalizar cualquiera que ya haya adherido a esa campaña.
“Es mucho más fácil salir a vender a Duque que vender a Vargas Lleras, ahí ya tenemos una ventaja”, nos dijo una persona cercana a la Gobernadora.
“Al final ella (Dilian) no va a perder, pero llegan a donde nosotros como uno más”, nos dijo, a su turno, el representante electo Christian Garcés, de la campaña de Duque.
Puede que el grupo de Dilian sea “uno más” pero con una relación de años con el jefe del uribismo, el expresidente Álvaro Uribe. Este es el segundo factor de poder de la mandataria.
Como hemos contado, cuando fue Senadora, Dilian fue una de las principales impulsoras de la reelección de Uribe en 2006. Su cercanía con el mandatario ayudó para que varias fichas suyas fueran nombradas en el sector salud y en el Valle creciera el rumor de que Uribe le ayudaba.
Un caso diferente tendrían los congresistas de Cambio Radical, que responden directamente a Germán Vargas Lleras, quien después de años de no hablar con Uribe volvió a hacerlo en plena campaña cuando coqueteaba con los votos de la derecha, pero eventualmente falló en conseguirlos.
El tercer factor tiene que ver con su propio movimiento, Nueva Generación, que se medirá de cara a 2019 con el reto de mantener la Gobernación y las casi 40 alcaldías, frente a la crecida de nuevas fuerzas como la uribista y los enemigos políticos de la mandataria que querrán derrotarla.
El reto no es fácil porque varios de los que la apoyaron en 2015 ahora son sus enemigos políticos -como el caso del exgobernador Ubeimar Delgado a quien Dilian apoyó en 2012- y con miras a 2019 habrán candidaturas que peleen la intención de Dilian de mantenerse en cuerpo ajeno a través de la directora de coldeportes, Clara Luz Roldán, quien hasta ahora es la más firme aspirante.
“Los que hemos sido más independientes de la búsqueda de ese voto de maquinaria, vamos a buscar un contrapeso en 2019. Yo estoy en eso, de pronto otros políticos como Juan Fernando Reyes (liberal), o Roy Barreras”, nos dijo el senador vargasllerista Carlos Motoa.
El Senador y otros dos consultados dijeron por aparte que ya hay grietas en el poder de Dilian, como la pérdida de la Alcaldía de Jamundí en abril, además del caso por corrupción contra su ficha en Buenaventura, el alcalde Eliécer Arboleda, quien estuvo preso por el caso del hospital Luis Ablanque de la Plata, pero que seguirá vinculado al proceso, lo que puede hacer mella de cara a la búsqueda de apoyos para mantener la Alcaldía en el principal puerto de la región.
No obstante, el poder regional que ha acumulado al mandataria no es despreciable. Con las alcaldías, tiene además una bancada afín de seis diputados y solo en Cali tiene a tres concejales. Además de tener feudos propios, como Palmira, donde el grupo responde al notario Jorge Caicedo.
“Nosotros tenemos una estructura muy funcional y en 2019 es a otro precio. Tenemos gente que nos vota a nosotros y que te acompañan en lo territorial. En lo nacional fue otra cosa, pero ya en seis meses todo vuelve y arranca”, nos dijo el concejal de este grupo, Carlos Andrés Arias.
“Es más fácil hacer campaña teniendo una credencial”, nos dijo otra fuente en relación a que tener hacer campaña en lo regional con puestos les resulta más sencillo.
Si bien la gobernadora Toro y su grupo no ganaron el domingo, estos tres factores hacen que caiga parada, y con la adhesión a Duque, al menos, ya empató.