El 4-4 que tiene esperando a la lista uribista en Bogotá

Silla Cachaca

Un empate en la votación sobre si la lista a la Cámara debe ser abierta o cerrada, detrás del que hay un pulso entre congresistas y concejales, hará que esa decisión se tome a pocas horas de cerrar inscripciones.

A cinco días de que se cierren las inscripciones de listas al Congreso, el Centro Democrático no ha definido si la lista a la Cámara por Bogotá será abierta o cerrada, una decisión que determinará la estrategia para mantener a ese partido como el más votado en Bogotá y no ceda terreno ante Cambio Radical, el que más podría quitarle votos.

Aunque la última palabra la tiene el expresidente Álvaro Uribe, la idea es que esa decisión se base en lo que defina el directorio del uribismo en Bogotá por medio de una votación, y la única oficial que se hizo para eso, hace ya varias semanas, quedó empatada 4-4.

A favor de la lista abierta votaron los concejales Daniel Palacios, Andrés Forero, Diego Molano y Javier Santiesteban. Y de la cerrada, los concejales Ángela Garzón y Diego Devia, la representante a la Cámara Esperanza Pinzón y el representante de las juventudes en Bogotá Joseph Fuentes (estos dos últimos de la Misión Carismática, iglesia cristiana que recientemente se retiró del CD).

Eso fue lo que le enviaron a la Dirección Nacional, y por eso aún no se ha definido nada.

Detrás hay un pulso que viene desde hace meses entre los dos representantes a la Cámara que quieren repetir y la mayoría de concejales, que tienen sus propios candidatos y abogan por abrir la lista para promoverlos por aparte y así tengan chance.

El pulso

Para el caso de Senado, el CD viene dando la misma discusión sobre abrir o mantener cerrada su lista, como hace cuatro años. La Silla supo que es probable que Uribe defina eso hoy y así saldrá del dilema en el que entró cuando mucha gente con votos propios, que incluso quiere dar el salto desde la Cámara, le pidió que la abriera.

 

En las regiones, por estatutos quedó definido que en principio las listas serán cerradas a no ser que la dirección distrital acuerde lo contrario.

En Bogotá, de los cinco representantes a la Cámara que tiene el uribismo, los dos que buscarán la reelección (Edward Rodríguez y Samuel Hoyos) son los que más impulsan la idea de mantener la lista cerrada en la ciudad.

Para Rodríguez, es una muestra de coherencia porque el Centro Democrático la ha defendido como un mecanismo que garantiza disciplina y cohesión ideológica, ya que no se forman candidaturas personalistas; y además sale más barato.

Pero en la práctica, a ellos les conviene porque no tienen que buscar sus propios votos. De ahí que su colega María Fernanda Cabal, que encabezó la lista cerrada en Bogotá hace cuatro años y ahora que saltará al Senado aboga por abrirla, nos dijera que la indefinición del CD es porque “los vagos la quieren cerrada”.

La mayoría de concejales (Diego Molano, Daniel Palacios, Javier Santiesteban y Andrés Forero) considera a su vez que el partido ya comienza a tener una trayectoria en la que se han formado nuevos líderes que se quieren hacer contar y les conviene que la lista sea abierta. De lo contrario, se desanimarían con una lista cerrada en la que no garantizarían los primeros lugares y por lo tanto tampoco tendrían oportunidad de pelear una curul.

Eso debido a que hay 18 cupos y el uribismo aspira a mantener sus cinco curules y aumentar una o dos más. Es decir, en una lista cerrada el que quede del puesto cinco hacia atrás no tendrá segura su elección.

En medio de la indefinición que generó el empate, Uribe sugirió que el directorio se reuniera de nuevo, nos dijo el concejal Daniel Palacios. Así fue y llegaron más participantes que en la anterior (como la representante María Fernanda Cabal, la senadora Thania Vega y Miguel Uribe Londoño) y realizaron una votación informal en la que también participaron los dos representantes que buscan la reelección y por lo tanto tienen conflictos de intereses y su voto no cuenta en estos casos. Pacho Santos, director del Partido en Bogotá, instaló la reunión por teléfono, pero aunque prefiere lista abierta, no votó porque su hijo va en la lista.

De todas formas, eso sirvió para medir fuerzas y ganó, por 7 a 5, la idea de abrir la lista. Y le comunicaron el resultado a la dirección nacional.

Eso puede ambientar el tema a favor de esa opción, a lo que se suma que cerrar la lista a estas alturas y ponerse a definir el orden de los candidatos de aquí al lunes “sería una matazón, un desgaste innecesario”, nos dijo el candidato a la Cámara Orlando Güete, debido a los choques por ocupar los primeros lugares.

Para Edward Rodríguez eso puede arreglarse fácil porque, nos dijo, él y Samuel Hoyos consideran que por la experiencia que tienen se merecen el primero y el segundo lugar, respectivamente, y que llegaron a un acuerdo para que los siguientes puestos sean para Gabriel Santos (el hijo de Pacho), Enrique Cabrales (excandidato a la Asamblea de Bolívar y hermano de Isabel Sofía, nuera de Álvaro Uribe) y Juan Manuel Daza (exsecretario privado de Uribe).

Pero no es tan fácil para los que defienden la otra opción, que dicen que el orden, en caso de cerrar la lista, debió definirse mucho antes por medio de una consulta o una convención, una opción que sonó hace meses pero nunca se concretó.

Será Uribe el que, al final de cuentas, salde la discusión.

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