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En el último mes, el Ministro del Interior ha sumado varios golpes que tienen su poder de capa caída

Aunque el Ministro del Interior Juan Fernando Cristo no cambió de silla ni salió del Gobierno con el remezón del gabinete de finales de abril como se alcanzó a especular, en el último mes ha sumado varios golpes que tienen su poder de capa caída. El último fue la decisión de la Corte Constitucional de tumbar la Comisión de Aforados que creaba el Equilibrio de Poderes, la principal reforma que Cristo apadrinó desde el gobierno.

 

Cristo fue quien presentó esa reforma en el Congreso, mostrándola como la reforma política y a la justicia que necesitaba el país. Aunque en el Congreso sufrió golpes fuertes en la parte que reformaba la política (finalmente no cambió la forma de elegir los senadores ni eliminó el voto preferente), esta semana la Corte terminó con casi todo el componente de reforma a la Justicia: ya había eliminado el Consejo de Gobierno Judicial y ahora lo hizo con la Comisión de Aforados.

Y eso es una dura derrota para Cristo, que ve cómo la mitad de su gran reforma se cae en la Corte.

Además de esa derrota, Cristo fue uno de los perdedores de la elección de Néstor Humberto Martínez como Fiscal General, pues fue uno de los que impulsó una terna solo liberal en la que no estuviera Martínez. Cristo perdió en Presidencia cuando Santos incluyó al hoy Fiscal electo en la terna y luego en la Corte Suprema cuando salió elegido. Y ahora es uno de los presidenciables que quedan enfrentados a un Germán Vargas Lleras fortalecido por tener un amigo como Fiscal.

Hace tres semanas, Cristo también perdió a su ficha en la Superintendencia de Servicios, Patricia Duque Cruz. Como contó La Silla, Cristo la defendió desde que era senador y la apoyó como ministro para ocupar el cargo a pesar de que ella no tenía experiencia en el control de los servicios públicos.

Y, aunque es el Ministro que maneja las relaciones políticas en el Gobierno, no ha podido ganar la pelea dentro de su propio partido para definir quién será el presidente de la Cámara.

Como ha contado La Silla Santandereana, ese cargo se va a definir a voto limpio el 20 de julio entre los representantes Miguel Ángel Pinto (apoyado por Cristo y por el senador Horacio Serpa), y Alejandro Carlos Chacón. Aunque Pinto logró que una mayoría liberal le diera el respaldo oficial en junio, la disidencia de Chacón es cada vez más fuerte. Y si Pinto pierde, esta derrota de Cristo sería aún mayor porque se le agrandaría un enano que le puede competir directamente en su departamento natal y fortín, Norte de Santander.


 

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