Así fue que el Ministro de las TIC, David Luna, que llegó a ese cargo como una supuesta cuota del Partido Liberal, terminó en las toldas de Germán Vargas Lleras.
El Cambio de Luna
Tras la petición de Germán Vargas Lleras de que el ministro de las TIC, David Luna, renuncie para reforzar su campaña en Bogotá, y las recientes declaraciones del expresidente y jefe del liberalismo, César Gaviria, de que siempre vio a Luna como una cuota de Cambio Radical en el gabinete de Santos, quedó claro que Luna está desde hace rato en las toldas del vargasllerismo a pesar de su pasado liberal. También que el Presidente lo ha sostenido en el Gobierno a pesar de la ruptura que anunció con Cambio cuando ese partido decidió cuestionar el Acuerdo de paz.
Luna, que aspiró a la Alcaldía de Bogotá en 2011 por el liberalismo, lleva más de dos años metido más en Cambio que en las toldas rojas. Y, si renuncia, Cambio tendrá con él un refuerzo grande en Bogotá, la ciudad que el Ministro quiere gobernar en el futuro.
El factor Yefer
Aunque La Silla Cachaca no logró establecer el momento exacto en que Luna partió cobijas con el liberalismo, sí hubo un punto de inflexión en la campaña de 2015, cuando decidió respaldar a Enrique Peñalosa a la Alcaldía.
En 2010, de la entonces campaña presidencial de Vargas Lleras ya le habían pedido que se les uniera, nos dijo una fuente que estuvo en esa campaña. Pero Luna se negó para apoyar a Rafael Pardo, que después lo respaldó a él en la candidatura liberal a la Alcaldía de 2011 y, tras su derrota, se lo llevó al Gobierno como viceministro de Trabajo.
En enero de 2015 volvieron los coqueteos. Carlos Fernando Galán, entonces director del partido de Vargas, puso a Luna en la baraja de posibles candidatos a la Alcaldía que Cambio buscaba apoyar, junto a Pardo y a Peñalosa.
Pardo ya tenía asegurado el aval del Partido Liberal, pero Luna no lo apoyó de entrada sino que, junto a Galán y Rodrigo Lara, congresistas de Cambio, comenzó a impulsar una convergencia amplia para arrebatarle la Alcaldía a la izquierda.
En marzo esa iniciativa se decantó como Equipo por Bogotá, el trío que conformaron Luna, Galán y Peñalosa para buscar un candidato con posibilidades de ganar, y que a la postre fue Peñalosa.
Respaldar a Peñalosa no significaba en ese momento estar con Cambio Radical, ya que ese partido sólo decidió darle el aval cuatro meses después. Sin embargo, con eso Luna comenzó a marcar distancia de Pardo y de los rojos pues, aunque había sido apadrinado por Pardo, prefirió competirle en su aspiración a la Alcaldía que apoyarlo.
La Silla Cachaca supo por dos fuentes (una liberal de alto rango y otra más cercana a Cambio Radical) que la relación entre Pardo y Luna se deterioró después de su paso por el Mintrabajo. La primera dijo no saber por qué. La segunda dice que hay dos versiones: una que dice que porque Pardo no le ayudó a Luna a ser ministro a pesar de que tenía muchas ganas de serlo; y la otra que fue, precisamente, “por el exceso de ambición de Luna”.
En lo que coinciden ambas fuentes es en que ese rompimiento “fue feo”.
El distanciamiento de Luna de los liberales fue más evidente en abril de 2015, cuando el Partido hizo una consulta para escoger los candidatos a las listas de las JAL en Bogotá. Ese proceso les interesaba a los políticos del partido porque les daba la oportunidad de meter a competir a gente de sus estructuras que, en caso de ganarse un lugar en las listas como candidatos a edil, podían impulsar las campañas al Concejo.
Pero Luna, que tenía de candidato al Concejo a Yefer Vega (un antiguo aliado suyo), no presentó gente a esa consulta, con lo que se quedó sin la posibilidad de tener ediles liberales.
“Ese fue el momento en que supimos que él se había separado del partido”, nos dijo un concejal rojo.
Luego llegó la hora de definir la lista al Concejo, y el candidato de Luna no quedó.
La versión que contó La Silla hace más de dos años fue que Simón Gaviria había vetado a Vega, y éste nos reconoció entonces que no tenían buena relación.
Pero un congresista y un concejal liberales que consultamos para esta historia nos dijeron que lo que Luna argumentó fue que el senador Horacio Serpa era el que no quería que le dieran el aval a Vega, por considerar que para ese momento Luna ya estaba más cerca de Vargas Lleras.
Una fuente que dice saberlo de primera mano nos contó que Miguel Uribe, entonces concejal y presidente del Directorio distrital liberal, y la representante Olga Lucía Velásquez, que hacía parte del Directorio, abogaron para que Vega sí pudiera inscribirse porque consideraban que Luna seguía representando el Partido.
Pero el conflicto no se resolvió y Vega terminó inscrito por Cambio y sacó 24 mil votos, la mayor votación de ese partido; además, eligió seis ediles entre los que hay algunos que han trabajado tradicionalmente con Luna. “Para nadie es un secreto que la estructura de David hoy está en Cambio Radical y la lidera Yefer Vega”, nos dijo uno de esos ediles.
La ambigüedad de lo que hoy ocurre con Luna es que cuando Santos lo nombró Ministro de las TIC, en medio de la campaña de 2015, la movida de él hacia Cambio Radical no era tan pública y entró al gabinete todavía reconocido más como liberal que como vargasllerista.
Un representante a la Cámara rojo nos dijo que Luna “siempre fue muy cercano y diligente con la bancada”, mientras que un senador del mismo partido nos dijo que esa buena relación fue más con los representantes, porque entre los senadores “había quejas de que ni siquiera les pasaba al teléfono”, agregó.
Para estas elecciones, La Cachaca supo por una fuente cercana a Cambio Radical que en ese partido incluso pensaron en él como cabeza de lista para Senado, aunque no logramos confirmarlo con otra fuente.
Que ya es cercano a Vargas Lleras, en todo caso, quedó confirmado hace casi dos semanas, cuando el exvicepresidente pidió ante casi 7 mil personas que Luna renunciara para que se uniera a su campaña. "Lo necesitamos. Lo estamos esperando", dijo Vargas.
El espacio era muy simbólico: el lanzamiento de la campaña de José Daniel López a la Cámara, el candidato al que apoya Vega y que viene trabajando con Luna desde que éste era representante por Bogotá, tanto en labores políticas como en el Mintrabajo.
La pregunta ahora es si finalmente renunciará, porque de hacerlo no sólo puede impulsar la campaña de Vargas en Bogotá sino que comenzaría a pavimentar su posible camino a la Alcaldía el año entrante.
El juego ahora y para 2019
Al liderar la campaña de Vargas en Bogotá David Luna puede darle un empujón al exvicepresidente en un momento en que no lidera las encuestas ni siquiera aquí, la ciudad donde se hizo políticamente.
“Él tiene dos componentes importantes: uno de opinión, porque el Ministerio le ha dado visibilidad y en distintos sondeos ha sido declarado mejor ministro; y otro político porque tiene estructura y sabe conseguir votos en Bogotá”, nos dijo Santiago Morales, candidato a la Cámara de Cambio y exasesor de Vargas en la Vicepresidencia. En esa línea se pronunciaron otras tres fuentes que consultamos, dos de Cambio y una liberal.
Pero hay matices. Por ejemplo, un concejal vargasllerista nos dijo que no es lo mismo si llega antes o después de las legislativas del 11 de marzo: “como él tiene su candidato (José Daniel López), si llega antes es difícil que los demás integrantes de la lista a Cámara le caminen. Después le podría ir mejor”.
Otro concejal de ese partido agregó que a Luna podría jugarle en contra que, por más que ya sea cercano a Vargas, provenga del gobierno de Santos, al que Vargas está criticando.
El hecho de asumir ese liderazgo, de todas formas, lo convertiría en uno de los hombres fuertes de Vargas en Bogotá, una credencial que podría explotar el año entrante para disputar la Alcaldía.
Más por la distancia que Carlos Fernando Galán, otro interesado en llegar al Palacio Liévano, ha tomado de las directivas de Cambio por los avales que le dio el partido a candidatos cuestionados en el resto del país, algo que quedó en evidencia con su decisión de no ir en la lista a Senado y por lo tanto no aspirar a la reelección
Por eso es que, de la mano de Vargas, Luna puede pegar primero que Galán, a lo que se suma que el candidato a la Cámara de la cuerda del Ministro, José Daniel López, tiene como fórmula al Senado a Rodrigo Lara, otra ficha clave de Vargas en Bogotá con quien Galán no tiene buena relación.
Lo que se prevé es que haya una competencia amistosa, como nos dijo una fuente que los conoce a ambos, ya que si optan por aspirar a la Alcaldía no sería estratégico que llegaran juntos hasta el final debido a que son políticos con perfiles y recorridos similares que en campaña difícilmente marcarían diferencias entre sí, como ocurrió cuando se enfrentaron en 2011 y terminó ganando Gustavo Petro.