El emporio empresarial de Alfonso Hilsaca Eljaude traspasó las fronteras del Caribe y se está expandiendo en Norte de Santander, donde ya acumula siete concesiones de alumbrado público y una de fotomultas.
El súper poder del ‘Turco’ Hilsaca aterriza en otra región
Alfonso Hilsaca Eljadue. Foto: Fundación Defensa de Inocentes
El emporio de Alfonso ‘El Turco’ Hilsaca, un empresario costeño que es conocido por los líos que enfrenta con la justicia y por el poder que ha amasado en el Caribe a partir de concesiones de alumbrado público, amoblamiento urbano y tránsito, inició su expansión en Norte de Santander.
Aunque los reflectores santandereanos solo se pusieron sobre él con la concesión de alumbrado público en Cúcuta, que será entregada este viernes a una de las empresas en la que cimentó su emporio, La Silla encontró que desde 2013 y bajo el mismo modelo que lo disparó como contratista en la Costa, esa misma firma se ha ganado otras siete millonarias concesiones -que durarán entre 19 y 30 años- en el mismo número de municipios en Norte de Santander.
La concesión de Cúcuta
A mediados de 2016 la Alcaldía de Cúcuta inició los trámites para entregar la concesión de alumbrado público, un negocio que es considerado la joya de la corona de las concesiones que entregan los municipios en el país.
Lo es porque se trata de un negocio que da una renta fija a bajo riesgo, con ingresos estables y crecientes y unos costos de operación relativamente fáciles de controlar. En Cúcuta recauda $34 mil millones anuales, de los que cerca de $12 mil son utilidades de la concesión; y su manejo se delega por décadas, lo que la convierte en un rentable negocio a largo plazo que se valoriza con los años y el crecimiento de las ciudades.
En Cúcuta los intereses por la entrega de esa concesión salieron a flote a finales de 2015. En ese entonces, el alcalde electo César Rojas le pidió públicamente al mandatario saliente Donamaris Ramírez que se abstuviera de prorrogar la concesión (cuestionada por incumplimientos y entregada por 20 años) bajo la amenaza de que si lo hacía acudiría a entes de control y revocaría el contrato que dejara firmado.
El llamado que le hizo en medios de comunicación, más allá de la advertencia que efectivamente terminó sacando a Ramírez del juego cuando desistió de prorrogar el contrato, sembró en círculos políticos de Cúcuta la sospecha de que Rojas ya tenía definido el nuevo dueño de esa concesión y que se trataba de Alfonso ‘El Turco’ Hilsaca, de quien además se decía, había sido financiador de su campaña. La Silla consultó a Hilsaca sobre este punto y él prefirió no pronunciarse.
Con ese telón de fondo, Rojas inició todos los trámites para escoger al nuevo concesionario desde que inicio su mandato. A mediados del año, tan pronto tuvo listo su Plan de Desarrollo, empezó a mover en el Concejo un proyecto para tener facultades para contratar una nueva concesión.
Aunque el proyecto se lo hundieron porque a juicio de los concejales no era técnicamente viable y existían reparos sobre el plazo (Rojas pedía que fuera por 30 años y algunos concejales decían que debía ser por 20), en un llamado a extras solo dos semanas después, el Concejo cambió de posición y le dio vía libre con el plazo más largo.
Eso le dio el banderazo de salida a la licitación que estructuró el negocio en Cúcuta así: el concesionario deberá invertir $91 mil millones durante 2017 para cambiar las 49 mil bombillas viejas de sodio por las más modernas y económicas LED, y de ahí en adelante garantizar la expansión y el mantenimiento de las luces y los postes. Eso, durante 30 años, y a cambio de un negocio que, a precios de hoy y sin contar la expansión de la ciudad, deja unos 12 mil millones de pesos en utilidad al año.
El proceso de selección fue cuestionado desde que inició.
Por una parte, la Procuraduría pidió explicaciones porque no encontró estudios técnicos que soportaran el valor en el que se había tasado la concesión ni la conveniencia de entregarla por 30 años; y por otra, el exconcejal Pedro Durán, en su columna de La Red Santandereana, denunció presuntos direccionamientos en la formulación de las condiciones del contrato.
Aún así el proceso continuó y se presentaron tres propuestas: Electroingeniería SAS, empresa que maneja varias concesiones de alumbrado público en el sur del país; y En el América S.A., la firma de capital italiano que es socia de la Empresa de Energía de Bogotá y maneja Codensa. Es decir, la que opera el alumbrado público de la capital.
El tercer proponente fue el consorcio Alumbrado Público SJC, integrado por AGM Desarrollos - que inicialmente se llamaba Construcciones Hilsaca y hasta septiembre de este año tenía por represente legal al hijo de 'El Turco', Gabriel Hilsaca - y por American Lighting, empresa que comparte con AGM junta directiva, sede, teléfonos y hasta revisor fiscal. Esa misma dupla ganó la concesión por 20 años del alumbrado en Riohacha, en una licitación de único oferente.
Como anticipó Durán en La Red de La Silla Santandereana, En el América quedó descalificada porque la Alcaldía pidió como condición que el proponente tuviera experiencia en concesiones. Y como esa firma se especializa en la distribución y comercialización de energía y no tiene concesionado el alumbrado público en ninguna parte del país sino que lo presta directamente como empresa de servicios públicos, no cumplió. Se trataba de una condición extraña teniendo en cuenta que lo importante suele ser la experiencia en la prestación del servicio y no la modalidad de la contratación.
En cambio, como algunos también pronosticaron, las empresas relacionadas con el ‘Turco’ Hilsaca se quedaron con el contrato.
En la evaluación final, el consorcio Alumbrado Público SJC obtuvo 940 de los 1000 puntos posibles y quedó en el primer lugar de elegibles, 290 puntos por encima de Electroingeniería.
Esta última perdió puntos porque demoraría 12 meses en instalar todas las luminarias cuando AGM lo haría en 10; porque su personal tuvo menos calificación que el de AGM y porque el presupuesto, aunque era más bajo que el de AGM, se alejó de la media con el que se calculó.
Lo particular de esa calificación es que AGM y Electroingeniería compitieron por el alumbrado en Palmira, Valle del Cauca, la región donde la segunda firma tiene la mayoría de concesiones. Y allí AGM perdió puntos por ítems muy similares a los que dejaron a Electroingeniería de segunda en Cúcuta.
Así las cosas, el viernes le será adjudicada formalmente la concesión para administrar el alumbrado público de capital de Norte de Santander, la séptima concesión de alumbrado en el departamento y la octava de su emporio en la región.
Y aún sin haber sido adjudicada, ya tiene una demanda en su contra. Fue interpuesta por el ex concejal Pedro Durán en la que pide que se suspenda la licitación hasta tanto no se esclarezca la manera en la que se estructuró.
El ‘Turco’
Alfonso del Cristo ‘El Turco’ Hilsaca Elajdue, oriundo de Mompox, es un empresario polémico.
Ha estado privado de la libertad en dos ocasiones. La primera fue en 2009, señalado por los jefes paramilitares alias ‘Convivir’ y alias ‘Juancho Dique’, desmovilizados del bloque Héroes de los Montes de María que operaba en el sur y el centro de Bolívar, de estar detrás del asesinato de cuatro prostitutas en la Torre del Reloj en Cartagena, un proceso que está en la etapa de juicio.
En esa declaración, los paramilitares también dijeron que Hilsaca los financiaba, pero en 2010 le archivaron al empresario el proceso por concierto para delinquir y lo dejaron en libertad.
La segunda fue en 2014 cuando volvió a ser señalado de financiar grupos ilegales, esta vez a la banda criminal 'Los rastrojos costeños’ y del asesinato en el 2009 de un desmovilizado paramilitar.
En esa ocasión, solo estuvo privado de la libertad un mes y salió libre cuando un juez determinó que no tenía pruebas para tenerlo preso, luego de que quienes declararon en su contra cambiaran de versión y se argumentara que Hilsaca era víctima de un carrusel de falsos testigos (lo defendió la Fundación Defensa de los Inocentes de Sigifredo López).
Ese último proceso, que se está adelantando con Hilsaca libre y que está en Bogotá (la Corte Suprema de Justicia pidió que se trasladara el expediente que estaba en la Costa), ha dado mucho de qué hablar porque el juez que le otorgó la libertad, Edwin Volpe, fue capturado por presunta corrupción, luego de la orden que dio el entonces Vicefiscal Fernando Perdomo de que lo investigaran por la manera en que dejó libre al empresario. Volpe sigue preso y ha dicho que es víctima de falsos testigos.
Este año Hilsaca también fue señalado por José Ignacio Mira, exasesor jurídico de la banda criminal Los Comba, por presuntamente estar detrás del robo del computador del exvicefiscal Perdomo y de la instalación de micrófonos en su despacho. Eso último está en investigación en la Fiscalía.
En todos los episodios en los que ha sido nombrado, Hilsaca ha dicho que es víctima. De hecho le dijo a La Silla Santandereana: “he tenido conocimiento de una serie de personajes de la vida política y judicial que han organizado una bien estructurada persecución que no solo ha sido denunciada ante la Fiscalía hasta obtener sentencias condenatorias en contra de un fiscal delegado... sino ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pues son fiscales delegados los que me han extorsionado y aprovechado el inmenso poder de la Fiscalía para dedicarse a convocar testigos falsos para que declaren las mentiras más aterradoras en mi contra”.
Efectivamente Hilsaca denunció a dos fiscales que llevaban el proceso por el que lo privaron de la libertad en 2009, a quienes grabó mientras le pedían $500 millones a cambio de que ‘Dique’ no siguiera testificando en su contra. Hoy uno está preso y el otro investigado.
De Hilsaca es más lo que se desconoce que lo que se conoce sobre cómo llegó a las grandes ligas de la contratación, y la versión más frecuente es que lo hizo financiando campañas políticas en su región.
Si bien ha desmentido que su crecimiento empresarial obedezca a las relaciones políticas que ha tejido, él mismo le reconoció a Semana en 2005, que sí ha patrocinado aspiraciones políticas y que para esa fecha no recordaba cuántas. Y hay por lo menos una evidencia concreta en que un alcalde al que el ‘Turco’ le financió parte de la campaña le entregó una concesión.
Es el caso del entonces alcalde de Cartagena Alberto Barboza, a quien el Turco le aportó a su campaña, y quien en 2005 le entregó a Caribe Verde, otra de las empresas del empresario, la concesión del relleno sanitario en esa ciudad. Además, La Silla Santanderana encontró que Sandra Eugenia Covo, quien hoy aparece como miembro de la junta directiva de AGM, fue tesorera en esa misma administración.
Sus cuestionamientos también pasan por quienes se ha rodeado. Hilsaca ha reconocido que es amigo de Enilse ‘La Gata’ López, la controvertida empresaria del chance en Sucre, quien a su vez, se ha dicho en medios, estuvo relacionada con su crecimiento empresarial. Esa versión ‘El Turco’ la ha desmentido y le dijo a Semana que era una amistad como cualquier otra.
A pesar de los escándalos que ha enfrentado, ha construido una red empresarial que pasa por negocios de aseo, rellenos sanitarios y tránsito. Dinero lo bautizó el ‘Amo del alumbrado público’ en el país.
A esa misma revista, Hilsaca le reconoció en 2014 que la empresa que se acabó de ganar la licitación en Norte de Santander era suya, pero que se había retirado y se la había delegado a su hijo Gabriel.
A La Silla, en cambio, le dijo que “es una empresa familiar absolutamente independiente de Alfonso del Cristo Hilsaca Elajdue, como persona natural” y que por lo tanto debíamos remitir las preguntas a sus órganos de dirección. Luego agregó: “algo bien debe estar haciendo esa empresa si usted dice que ha quedado en el primer lugar de elegibilidad (para el alumbrado público de Cúcuta)”.
Sin embargo, La Silla Santandereana rastreó los nombres de quienes aparecen en los registros de Cámara de Comercio, y encontró que varios de ellos están en otras empresas relacionadas con sus negocios.
Aneth Barrios Bustamente, quien aparece en la junta directiva de AGM, también está en la de Caribe Verde; y Carlos Alberto Noguera, gerente suplente de AGM, es gerente de Bioger, otra empresa relacionada con Hilsaca, que tiene la concesión de basuras en algunos municipios de Bolívar y que ha sido cuestionada por incumplimientos.
Roger Emigdio Turizo Turizo, quien aparece como gerente suplente de American Lighting, fue gerente de Caribe Verde y con Construcciones Hilsaca estuvo al frente de las concesiones amoblamiento urbano y el Parque Lineal de Valledupar. Además, es hermano de Manuel Turizo, quien está preso por irregularidades en la concesión de tránsito en Valledupar (fue tumbada porque era desfavorable para el municipio), concesión que medios locales también relacionaron con Hilsaca.
La incursión de AGM Desarrollos fuera del país ha sido desafortunada. Este año, la empresa mojó prensa porque en El Salvador se hizo a tres concesiones que hoy están siendo investigadas porque presuntamente se confeccionaron para favorecerlo.
El representante legal de parte de los negocios de AGM en El Salvador es Carlos Alfonso Franco Delgado, quien fue uno de los gerentes de distribución de la controvertida y recién intervenida Electricaribe, es considerado la mano derecha de los Hilsaca y es el representante del consorcio para la concesión del alumbrado público en Cúcuta.
La expansión en Norte
Aunque es muy conocido en la Costa, el nombre de Alfonso ‘El Turco’ Hilsaca es casi desconocido en Norte de Santander.
La Silla Santandereana les preguntó a 17 políticos locales (10 concejales, 3 diputados y cuatro congresistas) y a cuatro personas que conocen por dentro la movida política del departamento y ninguna sabía con certeza cómo aterrizó en la región. La única hipótesis era la supuesta financiación de la campaña de César Rojas.
Aunque intentamos corroborar esa versión, ni el alcalde Rojas, ni Hilsaca Eljaude le dieron una versión a La Silla.
Rojas leyó los mensajes dejados en su celular pero no los contestó y tampoco contestó las llamadas que le hicimos; Hilsaca le dijo a La Silla que no se pronunciaría sobre sus relaciones con políticos locales y la supuesta financiación de campañas en Norte de Santander.
“A sus preguntas personales sobre si soy o no amigo de determinadas personas o tengo relación con actividades específicas en el Departamento de Norte de Santander, considero que esos interrogantes tienen que ver con mi derecho fundamental a la intimidad y por lo tanto no deseo revelarle quién o quiénes son mis amigos”, dijo en la respuesta que envió al cuestionario que le hicimos llegar a través de su abogada.
Considero que esos interrogantes tienen que ver con mi derecho fundamental a la intimidad y por lo tanto no deseo revelarle quién o quiénes son mis amigos
Hilsaca tampoco quiso pronunciarse sobre la expansión en Norte de Santander de AGM Desarrollos, que ya está en siete municipios del departamento y que incluye seis concesiones de alumbrado público (en Ocaña, Pamplona, Puerto Santander, Ábrego, Convención y Tibú) y una de fotomultas (en Villa del Rosario).
El crecimiento del emporio Hilsaca en Norte de Santander ha sido tal que ya está en dos municipios del área metropolitana (Villa del Rosario y Puerto Santander) y en las otras dos ciudades más grandes del departamento (Pamplona y Ocaña).
Estas concesiones que se ha ganado tienen varios puntos en común: seis de las cinco se entregaron a 25 años y contaron con un solo oferente, AGM Desarrollos, que para la época en la que se suscribieron los contratos era representada por Gabriel Hilsaca, hijo del ‘Turco’.
En Ocaña la historia fue muy similar a la actual de la concesión de Cúcuta: antes de que iniciara el proceso para entregar la administración del alumbrado público algunos concejales advirtieron que el contrato sería para una de las empresas del ‘Turco’, como efectivamente pasó.
“El tiempo nos dio la razón, fuimos denunciados por injuria y calumnia cuando advertimos que las empresas de Hilsaca llegarían a Ocaña. Supimos que habían existido reuniones con él y por eso anunciamos cómo iba a terminar la licitación”, le dijo a La Silla Santanderaena Fernando Gaona, quien para la época era concejal de Ocaña.
La de fotomultas en Villa del Rosario es la otra gran concesión que le entregaron, y está a punto de ser demandada porque, según veedores, tiene condiciones desfavorables para las finanzas del municipio. Además, el Alcalde actual anunció que está a la espera de un concepto de la Contraloría para determinar si inicia el proceso de liquidación.
La de alumbrado público no es la única concesión que entregará César Rojas en su administración. Tiene en cola la de las fotomultas y la de amoblamiento urbano, dos negocios que Hilsaca maneja en otras regiones y por eso se rumora que también le serán concesionadas.
El tiempo dirá si las premoniciones vuelven a acertar y si el controvertido empresario se sigue ganando los negocios públicos más rentables de Norte de Santander.