El voto Caribe: entre lluvia y maquinaria a medias

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La lluvia que cayó el domingo sobre cinco de los ocho departamentos coste?os fue determinante en los resultados del plebiscito. (Foto: Antonio Canchila García)

Los factores de la votación del domingo en los ocho departamentos de la región que estaba llamada a darle el triunfo al Sí.

Por haber determinado el triunfo de la reelección santista en la segunda vuelta presidencial, el Caribe estaba llamado a contrarrestar los votos uribistas por el No en Antioquia el domingo pasado de plebiscito.

Aunque en la región ganó el Sí a los acuerdos con las Farc (sumados los ocho departamentos fueron 1.152.530 respaldos al Sí y 785.532 al No), el número de apoyos por esa opción se quedó corto y la foto de la votación terminó más parecida a la de la primera vuelta, cuando el santismo perdió en parte porque los caciques costeños se movieron a medias para cotizarse y vender su apoyo más caro al Gobierno en la segunda.

En un balance que incluye las lluvias por el huracán Matthew que limitaron a espontáneos, pocas organizaciones sociales, congresistas y mandatarios del Gobierno comprometidos a medias y otros que definitivamente no se movieron, la ayuda para el No de líderes religiosos como el cartagenero Miguel Arrázola y, por supuesto, a la reina: la abstención; esto fue lo que pasó en cada uno de los ocho departamentos:

 

Atlántico: El factor determinante que no lo fue esta vez

Con más de medio millón de votos (exactamente 542.942), Atlántico fue quizás el departamento del Caribe más determinante en la reelección santista porque, con una diferencia de 401 mil respaldos en segunda vuelta, el Presidente pudo equiparar allí los 433 mil apoyos que le sacó el uribista Óscar Iván Zuluaga en Antioquia.

El factor Atlántico que le dio la victoria a Santos, esta vez puso 258.121 votos al Sí (contra 168.300 del No). Si bien fue la votación por esa opción más alta de todos los departamentos de la región, si al principal proyecto del santismo le hubiese ido igual acá que en la segunda vuelta los acuerdos con las Farc hubieran sido refrendados de manera sobrada.

Sin embargo, en esa segunda vuelta de 2014 la participación fue del 41 por ciento, mientras ahora votó poco más de la mitad: el 24 por ciento. En esa falta de votantes tuvo que ver la lluvia por el huracán Matthew, la maquinaria política que se movió a medias y la falta de grupos u organizaciones ciudadanas activas por los acuerdos. Además, la izquierda, que ha sido tradicionalmente fuerte acá, tampoco sumó mucho, como lo evidencian los resultados.

Sobre la maquinaria, lo que vimos en el recorrido de La Silla Caribe el domingo por varios puntos de Barranquilla fue que el vargasllerismo de Cambio Radical liderado por la familia Char y los caciques santistas como los Name y los Gerlein sí se movieron, pero a medias.

En la casa Char la estrategia fue así: se entregaban a los líderes de barrios cajas de jugos y sánduches y se les garantizaba el transporte.

Dos líderes de barrios populares de Barranquilla que siempre le mueven votos a los Name y a Char, principales barones electorales del departamento, coincidieron por separado en que esos caciques no contaban con que además la lluvia sería tan copiosa (amaneció lloviendo en todo el departamento y paró pasada la 1 de la tarde).

“Creo que, para haberse movido sin nada de aquello (recursos), les fue bien. Yo les ponía menos de los 200 mil votos”, precisó uno de los líderes.

Una persona que lo vio nos contó que la poca participación que se veía en las urnas por el agua que cayó sobre todo el departamento tenía “muy preocupado” al alcalde barranquillero Álex Char. Tanto que fue uno de los mandatarios costeños que pidió públicamente a la Registraduría extender dos horas más las votaciones, un asunto que el Consejo Nacional Electoral negó de inmediato.

A esto se sumó que en el movimiento que lidera el gobernador liberal Eduardo Verano de la Rosa, el político atlanticense que más sudó la camiseta por el Sí haciendo pedagogía y campaña en terreno, hubo gente que en voz baja prefería la opción del No, como nos lo aseguró una persona que conoce ese grupo por dentro.

Mientras, el No fue más disciplinado, aunque estuvo apalancado más por iglesias cristianas como Centro Bíblico Internacional, que por el Centro Democrático.

Según nos contó el pastor de una iglesia, varios líderes religiosos evangélicos se unieron y a través de un grupo de Whatsapp se informaban de lugares donde había gente dispuesta a votar por el No, pero que no tenía transporte, y los iban a buscar en sus vehículos propios.

En Soledad, la segunda ciudad del Atlántico, se vio más movida de trasteo de votantes que en el resto del departamento. Allí, donde el alcalde es el vargasllerista Joao Herrera, del grupo de los Char, el Sí ganó 33.765 contra 23.487.

Nosotros confirmamos en nuestro recorrido que desde la Alcaldía de Herrera pidieron por empleado planillas de 20 votantes, sin importar si sufragaban ahí o en cualquier otro municipio del departamento.

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