Este artículo es el comienzo de una serie de historias sobre la trayectoria de los candidatos en su principal bandera de campaña. En los próximos días sacaremos los de los demás.
Fajardo ya demostró que sí puede avanzar la educación, aunque con límites
La principal bandera de Sergio Fajardo en su campaña es la educación, como lo fue cuando llegó a la Alcaldía de Medellín y a la Gobernación de Antioquia. De su paso por esos dos cargos, mostró que sí le ha metido la ficha a este sector y que ha logrado avances que ha copiado incluso la Nación, por lo que su bandera sí tiene logros importantes para mostrar, aunque en algunos puntos, como la infraestructura o los resultados estandarizados, hay sombras.
Su propuesta educativa para la Presidencia tiene 25 puntos, de los que por lo menos siete son programas y estrategias que ya creó y ejecutó como alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia como el Gran Pacto por la educación, las Olimpiadas del Conocimiento, el concurso Mujeres Jóvenes Talento, la ampliación del programa Buen Comienzo, o el apoyo a la preparación de los maestros.
Por eso, ver qué hizo, qué logro y que no, ayuda a entender qué tan transformadora y viable es su propuesta.
Este artículo es el comienzo de una serie de historias sobre los logros de los candidatos en su principal bandera de campaña. En los próximos días sacaremos los de los demás.
Lo que hizo
Como alcalde de Medellín, Fajardo destinó el 40 por ciento del presupuesto de inversión de su cuatrienio (2004-2007) a proyectos de educación; alcanzó los 1,8 billones de pesos, una cifra nunca antes destinada para este sector en la capital antioqueña.
Esa gran inversión partía de un concepto de la educación amplio, que iba más allá de los colegios y en el que asumió todo el ciclo educativo.
Empezó por la primera infancia (nutrición y cuidado integral) con Buen Comienzo, un programa que brinda educación inicial y promueve el desarrollo integral de los niños y sus familias durante sus primeros cinco años de vida.
También mejoró los índices de calidad hasta en 8 puntos porcentuales en la educación básica primaria y media, gracias a programas como Nadie por fuera, Maestros al tablero, Medellín digital y las Olimpiadas del Conocimiento.
Por último, incrementó las posibilidades de acceso a la educación superior con la creación del fondo de EPM para becas de formación técnica, tecnológica y universitaria, que a la fecha ha entregado más de 40 mil becas.
Como Gobernador, una de las siete líneas estratégicas de su plan de desarrollo estaba dedicada a la educación, y para ella dispuso 4,3 billones de pesos, el 50,2 por ciento del presupuesto de inversión del cuatrienio.
En ese período, logró que la deserción escolar en los 117 municipios no certificados (en los que la educación depende del Departamento) bajará del 4,37 al 2,47 por ciento. Lo logró aumentando la cobertura, implementando transporte escolar en zonas rurales, mejorando la nutrición de los estudiantes y con más y mejor infraestructura.
Se propuso construir 40 parques educativos en igual número de municipios. Sin embargo, la convocatoria en las alcaldías tuvo tanto éxito que amplió el proyecto a 80. Al final del gobierno, entró 55 parques educativos; a la fecha faltan seis por entregar.
En los dos cargos hizo pactos por la calidad de la educación con las alcaldías y las instituciones educativas, en los que se establecían compromisos para mejorar los indicadores de calidad.
Además, le dio prioridad a los maestros y por eso creó el fondo de maestría para los docentes.
Cuando llegó a la Gobernación, solo 90 de los 19 mil profesores públicos de Antioquia tenían maestría. Fajardo priorizó los recursos de las regalías y el primer fondo de becas de maestría, que otorgó 1.024 becas.
También formó a 241 de los directivos docentes y 100 coordinadores con el programa Rectores Líderes Transformadores.
“El trabajo de Fajardo fue acertado; los maestros no podemos quejarnos en ese asunto. Más que una intención, hubo una apuesta por la educación del docente que no se puede negar", le reconoció a La Silla Paisa Harold Ibargüen, director del Centro de Estudios e Investigaciones Docentes (Ceid) de la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida).
Esta apuesta consistía en llevar el rol del rector a un plano político y de toma de decisiones para incidir en sus comunidades.
Por eso, para el exdecano de Educación de la Universidad de Antioquia (U. de A.), Queipo Timaná, con Fajardo hubo un gran progreso entre la relación maestros-gobernante.
"Él sabe que en materia educativa lo primero debe ser la educación del maestro, porque un buen docente es capaz de enseñar hasta debajo de un árbol", agrega.
Por eso —según le comentaron tres fuentes representativas del gremio a La Silla Paisa— en la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fajardo es el segundo candidato favorito del gremio, después de Gustavo Petro.
“Le decimos a nuestros maestros que escojan entre Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Humberto De la Calle. En lo particular, apoyo a Fajardo, porque su propuesta tiene como punto de partida la necesidad de tener una educación de alta calidad”, le comentó a La Silla Paisa Francisco Torres, secretario de Relaciones Internacionales de Fecode.
El impacto nacional
Varias de esas estrategias y programas se convirtieron en políticas nacionales.
Buen Comienzo fue la génesis del programa Cero a Siempre, que es el programa de acompañamiento integral (nutrición y preescolar) a niños de cero a cinco años; el fondo de becas de maestría fue copiado por el Ministerio de Educación para todo el país, y los pactos por la calidad sirvieron como modelo para la estrategia Día E, que fija metas para alcanzar la excelencia educativa a nivel nacional.
En agosto de 2014, después de que Medellín y Antioquia fueran "la más educada" —así se llamaron ambos planes de desarrollo de Fajardo— , el presidente Juan Manuel Santos, en su discurso de posesión para su segundo mandato, lo copió y dijo que Colombia iba a ser la más educada.
"Que un gobernante haya puesto la educación como eje central de su plan de gobierno, deja una grata impresión porque se volvió importante en la agenda de la política; además, que la entienda y aspire a implementarla, es un gran cambio para la sociedad", dice el exdecano Timaná.
Alberto Uribe Correa, rector de la Universidad de Antioquia, durante gran parte de la gobernación de Fajardo, reconoció las virtudes del candidato presidencial en el tema educativo.
"Él sabe lo que hace en esta materia y dejó planteamientos importantes para que los gobernantes entrantes continuarán con esa labor", le enfatizó a La Silla Paisa el exrector.
Las sombras
A pesar de lo anterior, en 2015 —último año de Fajardo en la Gobernación— Antioquia bajó un punto con relación al resultado que obtuvo en 2014 y se ubicó por debajo del promedio nacional en los resultados de las Pruebas Saber 11.
“A pesar de los esfuerzos de Fajardo, Antioquia sigue quedando rezagada en los resultados de las pruebas estatales. La capital antioqueña y el departamento todavía no responden en esos exámenes”, sostiene María Helena Vivas, magister en Filosofía.
A Fajardo no le ha favorecido para mostrar resultados que, en los últimos 18 años, no ha habido una continuidad en las pruebas —que pasaron a ser por competencias y no por conocimientos— y en la clasificación de los resultados —que pasó de denominaciones a categorías—; este último cambio se hizo a mediados de 2014, cuando su gobierno en la administración departamental iba por la mitad.
La Silla Paisa Paisa consultó a dos exsecretarios de Educación de Medellín y uno de Antioquia y, por los cambios que han presentado las pruebas, ninguno pudo explicar por qué los resultados de los exámenes estandarizadase no son coherentes con todo el trabajo realizado por las administraciones de Fajardo.
Aunque sus políticas públicas educativas tuvieron continuación en la alcaldía de Alonso Salazar (2008-2011), las de la gobernación no contaron con la misma suerte a partir de 2016, ya que Luis Pérez —su principal rival político en Antioquia— se encargó de minimizar cualquier logro en educación del plan de desarrollo "Antioquia la más educada", como el financiamiento para la operación de los parques educativos y las Olimpiadas del Conocimiento.
Justamente la infraestructura educativa es uno de los puntos más debatidos pues mientras rivales políticos, como el concejal de Medellín Bernardo Alejandro Guerra, dicen que Fajardo usó la educación como excusa para construir edificios y beneficiar a sus supuestos amigos en el sector, sus aliados sostienen que Fajardo busca construir nuevas sedes para mejorar la calidad de la educación.
“No solo hicimos parques bibliotecas (en Medellín) y parques educativos (en Antioquia), sino que se montaron planes de infraestructura en todo sentido: mantenimiento, ampliaciones y construcción de nuevas instituciones. Solo en Antioquia, en cuatro años, se reformaron 950 instituciones educativas”, le dijo a La Silla Paisa Felipe Gil, secretario de Educación de Antioquia durante la gobernación de Fajardo.
De hecho, una de las acciones que más le valora el ex rector Uribe Correa a Fajardo fue el haber destinado más de 62 mil millones de pesos para ampliar y crear otra sede de la Universidad de Antioquia en Urabá, y la ampliación de las sedes de Oriente, Suroeste y Bajo Cauca.
Como lo hemos mencionado en La Silla Paisa, la infraestructura educativa es una de las razones por las cuales Fajardo no es uno de los candidatos favoritos en Antioquia, debido a que edificios emblemáticos de sus administraciones han tenido problemas de diseño, de ejecución y estructurales.
El último punto que le han criticado es el gasto.
Uno de los grandes motivos por los que el departamento le fue mal en la calificación del desempeño fiscal a su salida y aumentó su deuda pública, es que Fajardo calculó casi a ras los gastos para financiar la educación.
Por eso, a la hora de ejecutar, tuvo que endeudar más al departamento, como con el crédito que recibió de la Agencia Francesa de Desarrollo, por 70 millones de dólares y los que solicitó a la banca nacional para apalancar la construcción de los parques educativos.