La codicia de Cambio Radical amenaza sus planes en Bogotá

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Foto: vicepresidencia.gov.co

El partido del vicepresidente tiene todas las posibilidades de poner al próximo Contralor. Pero movidas internas de la bancada en la elección de Personero pueden dejarlos sin el pan y sin el queso.

Hoy, Cambio Radical, el partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras, tiene todas las posibilidades de poner al próximo Contralor de Bogotá. Sin embargo, movidas internas de la bancada vargasllerista para meterse también en la elección de Personero pueden dar al traste con esas aspiraciones y dejarlos sin el pan y sin el queso.

A pesar de que el Concejo le metió criterios meritocráticos a ambas elecciones tras una decisión del Consejo de Estado, la elección de Contralor parece cocinada alrededor del ex gobernador de Boyacá, Juan Carlos Granados, hombre de confianza de Vargas y el candidato que el Partido del Vicepresidente eligió desde que arrancó el proceso.

Pero como ésta hoy está suspendida por una tutela, el Concejo decidió arrancar primero con la elección de la Personería, que está mucho más enredada.

Una pelea a la que también se está metiendo con fuerza Cambio Radical a pesar de que la orden de Vargas Lleras fue que se quedaran quietos para no embolatar la elección de Granados en la Contraloría.

Las movidas de Cambio

Desde el comienzo del año cuando Cambio Radical empezó a mover el nombre de Granados por la Contraloría, resolvieron que para lograr dejar a su ficha en ese cargo, apoyarían como Partido al candidato a la Personería que eligieran las bancadas Liberal, Verde, La U y los conservadores, que hacen parte de la coalición de Gobierno de Peñalosa.

 

"Nosotros postulamos a Juan Carlos Granados para la Contraloría. No tendría presentación que el Partido aspire a quedarse con los dos organismos de control. Por eso, definimos que por consenso, la bancada mayoritaria postule al Personero y esperamos que Granados tenga el respaldo del resto de la coalición", le dijo a La Silla el senador Germán Varón Cotrino en enero.

La idea era opacar los rumores de que Cambio se quería quedar con los dos entes de control, lo que le daría mucho más poder al partido de Vargas que no sólo avaló la candidatura del Alcalde Enrique Peñalosa sino que tiene la bancada más grande del Concejo y la presidencia del Cabildo en cabeza de Roberto Hinestrosa.

Sin embargo, La Silla confirmó no sólo que los concejales de Cambio sí se están moviendo en la elección de Personero antes de que haya un candidato definido por la mayoría sino que la bancada está rota entre los dos candidatos que más suenan para quedarse con la Personería: Carmen Teresa Castañeda Villamizar que sacó 72 puntos en el examen y quedó en el segundo lugar, y Luis Carlos Ballén Rojas, que sacó un puntaje de 69.50 y quedó de tercero. Así se lo confirmaron a La Silla seis fuentes de distintos partidos, incluido un concejal de Cambio.

Si alguno de ellos gana con el apoyo de Cambio, el partido ganaría por punta y punta.

“Cambio, aliado con La U, quieren poner al Contralor y al Personero. Y corren el riesgo de que no cojan nada”, le dijo a La Silla un concejal de la bancada mayoritaria. “Cambio tiene que moderar su ambición de querer tenerlo todo porque porque si no, pierden a Granados”. Esa misma percepción la tienen varias fuentes con las que habló La Silla.

“Cambio Radical no se está metiendo en el tema de Personería, o por lo menos no como Partido. Otra cosa es que algunos miembros tomen decisiones”, dijo un concejal de esa colectividad a La Silla.

Hoy, según las fuentes, los bloques de Cambio están así: a Carmen Teresa Castañeda la están respaldando los concejales vargaslleristas Juan Felipe Grillo, Jorge Lozada, José David Castellanos y Jeffer Vega; y con Ballén están César García, Julio César Acosta y Rolando González.

Los otros dos, Roberto Hinestrosa y Pedro Julián López, todavía no se han resuelto.

Por ahora, el primer grupo parece ser el que más apoyos está cosechando. Con Carmen Teresa están además de ellos, la mayoría de los seis liberales, al menos tres concejales de la bancada de Centro Democrático y su nombre genera simpatías entre varios verdes, dos conservadores y algunos de los cuatro concejales de La U.

En cambio, el apoyo de Ballén lo lidera, según las fuentes, el grupo de “los cinco fantásticos”, como los llaman en el Concejo: David Ballén de La U, González y Acosta de Cambio y Daniel Palacios y Ángela Garzón del Centro Democrático. Todos ellos fueron compromisarios para elegir la mesa directiva en el Concejo y desde entonces se volvieron amigos, toman decisiones juntos y se apoyan mutuamente. En sus cuentas, según una fuente de ellos que habló con La Silla, su candidato tendrá unos 17 votos de 45 aunque reconoció que por ahora “es pura especulación”. Ellos, sin embargo, niegan que estén apoyando a algún candidato.  

Aún así, las movidas de Cambio se han vuelto tan evidentes que, según dos fuentes que hablaron con La Silla, el concejal Rolando González se reunió con la candidata Castañeda y le reclamó fuertemente por haber recibido el respaldo del liberal Durán Silva, algo que se entendió como una presión a la candidata.

El concejal lo niega y dice que no se está metiendo en la elección y que tampoco le reclamó nada a la candidata por el apoyo de Jorge Durán. “Jamás he presionado a nadie. El único día que almorcé con la doctora Carmen Teresa lo hice en presencia de dos personas y nunca existió ninguna clase de presión”, dijo.

El riesgo

Estas movidas están poniendo en peligro las aspiraciones de Cambio de lograr los compromisos para poner a Granados en la Contraloría y que se han mantenido a pesar de las innumerables vueltas que ha dado esta elección.

Por eso, aunque el nombre de Granados hoy sigue fuerte, los partidos de la coalición tienen amenazado al partido de Vargas Lleras de romper los acuerdos y dejarlos sin nada.

Una decisión que no es tan descabellada porque Granados pasó raspando las pruebas de meritocracia (quedó en el puesto 37 de los 43 que aprobaron el examen de la Nacional), no tiene experiencia específica en el control fiscal y además, tiene una investigación abierta en la Procuraduría como contó El Tiempo. Eso, de entrada, le juega en contra.

La Silla supo que si la situación se calienta aún más, Cambio Radical tiene preparado un mensaje al resto de los concejales para ratificar que su interés está centrado en la elección a Contralor y que no se van a meter en la de Personero hasta que la bancada mayoritaria decida.

Por ahora, la elección de la Personería sigue muy reñida.

La enredada elección de Personero con el fantasma del 'carrusel' a cuestas

El lunes y martes, el Concejo citó a los 23 candidatos que aprobaron el examen a Personero.

La calificación que les de el Concejo en la entrevista terminará de definir quién es el personero entre los tres candidatos que ya son los favoritos porque sacaron los puntajes más altos en las pruebas de la Universidad Nacional (y que pesa 90 puntos en la decisión final).

Cambio Radical no se está metiendo en el tema de Personería, o por lo menos no como Partido. Otra cosa es que algunos miembros tomen decisiones

Concejal de Cambio Radical

Por eso una vez se conocieron los nombres comenzó la rapiña en el Concejo: para los concejales apadrinar un candidato es clave porque después, si ganan, pueden cobrar su apoyo.  Y, como le dijo a La Silla un concejal que conoce estas movidas, el que primero se sume a una campaña tiene más ventaja para cobrar que los que se sumen el día de la votación.

Lo que está en juego no es poco: Tanto la Contraloría como la Personería tienen un presupuesto, para este año, de más de 116 mil millones de pesos. Además, la primera tiene una planta de personal de 1116 empleados y la segunda de más de 1200 empleados, entre funcionarios y contratistas.

De los tres, los candidatos más opcionados son Carmen Teresa Castañeda y Luis Carlos Ballén.

Castañeda es bumanguesa, abogada de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y tiene cinco especializaciones (en derecho penal, administrativo, constitucional, disciplinario y procesal penal).

Inició su carrera como juez penal de Bucaramanga, luego pasó a ser fiscal delegada y en el 2004 entró a la Procuraduría, primero como asesora del procurador de Santander, luego asesora del despacho del procurador Edgardo Maya y finalmente, tras ganarse un concurso de méritos, llegó al cargo de procuradora judicial en Bogotá.

Sus apoyos se han concentrado por ahora en la bancada liberal. Y resalta el del ‘cacao’ Jorge Durán Silva, involucrado en la investigación por el carrusel de contratos que se robó Bogotá y que, según tres fuentes consultadas por La Silla, está haciendo el papel de ‘gerente’ de la campaña de Castañeda.

Ella le negó a La Silla que Durán Silva fuera el gerente de su campaña pero sí reconoció que él sí está defendiendo su nombre con fuerza.

“Yo no pertenezco a ningún partido político. Yo no he hecho sino trabajar. Lo que tengo es meritocracia, todos los cargos que he tenido me los he ganado por concurso, con exámenes y muy buenas notas. Eso es algo que les nace a ellos, decir que yo soy su candidata, pero no son los únicos”, le dijo Castañeda a La Silla.

Además, es esposa del actual director nacional de seccionales de la Fiscalía, Luis González. Eso, más el apoyo de Durán, le han acarreado muchos cuestionamientos y sobre todo, rumores.

En los corrillos del Concejo que se oponen a su nombre dicen que si la nombran, su esposo podría intervenir en los procesos penales de los investigados por el ‘carrusel’ para intentar archivarlos. Otros la acusan de tener un conflicto de interés también por esa vía.

Castañeda lo niega y argumenta que el cargo de su esposo es meramente administrativo y no incide en los procesos.

González es uno de los funcionarios estrella de la Fiscalía. Como Director nacional de seccionales tiene poder sobre decisiones que indirectamente podrían afectar el ritmo de una investigación. Por ejemplo, puede quitar o poner a un director seccional o puede definir cómo manejan su carga de trabajo los fiscales asignándoles más casos o liberandolos para que se concentren en unos. Pero, como dice su esposa, no tiene la capacidad de afectar directamente los procesos. Además, quienes han conocido su trayectoria durante los muchos años que lleva en la Fiscalía dicen que se distingue por su compromiso ético con su trabajo.

Por el otro lado está Ballén Rojas, abogado con una especialización en instituciones jurídico procesales de la Universidad Nacional y una maestría en derecho de Los Andes, y un perfil mucho más político que Castañeda.

Inició como miembro de una junta de acción comunal, después aspiró a edil pero se quemó. Luego, tras un paso por el sector privado, entró a trabajar en la Unidad de Apoyo Normativo (UAN) del exconcejal de Bogotá Juan José Rodríguez, investigado por el ‘carrusel de la contratación’ y que, aunque quedó en libertad el año pasado por vencimiento de términos, sigue vinculado a la investigación.

Rodríguez ha sido llamado por la Fiscalía “el amo y señor del Idu” y el “brazo político del ‘carrusel’, según el condenado Inocencio Melendez.

Allí Ballén estuvo hasta el  2008. Luego pasó a la Contraloría Distrital durante el período que comenzó Miguel Ángel Moralesrussi, también destituído e investigado por el carrusel. Ballén fue asesor de la dirección de Salud y contralor local de Antonio Nariño.

En 2012, pasó a la Personería donde estuvo trabajando un año como personero delegado para la acción social, y regresó a la Contraloría, durante el período del ex contralor, Diego Ardila, como director del sector de desarrollo económico. Estuvo un año y salió, porque tuvo diferencias de criterios con Ardila.

Este año, se lanzó para ser alcalde local de Santa Fe pero no quedó ternado.

Aunque su puntaje le da para estar en la contienda, está a más de dos puntos de diferencia de los otros dos.  Por eso, apeló los resultados de su examen, argumentando que la Universidad no le contó su experiencia como docente ni unos títulos académicos para que le suban tres puntos con los que quedaría en segundo lugar.

De todas formas, su nombre está opacado por el fantasma del ‘carrusel’. Él se defiende. Dice que lo están “satanizando” pero que él no tiene nada que ver con las actuaciones que cometió su ex jefe, José Juan Rodríguez, con quien insiste que tuvo una relación laboral.

Aún así, los cargos de la UAN son nombrados a discreción de los concejales, y suelen ser personas a las que le tienen confianza. Además, La Silla tuvo acceso a una foto en la que aparecen ambos montando en moto, lo que muestra que la relación trascendía las fronteras de la oficina.

Además, es muy cercano al actual concejal de La U, David Ballén (mismo apellido pero no son familiares), a quién Ballén Rojas le hizo campaña al Concejo y que es visto como la ficha de José Juan en el cabildo, como contó La Silla.

Para cinco concejales de distintas bancadas y otras dos fuentes que trabajan con concejales, Ballén es el padrino de Ballén Rojas. Algo que tanto el candidato como el concejal de La U niegan.  

“Yo me he mantenido al margen”, le dijo el concejal Ballén a La Silla. “Yo no desconozco que trabajé con él pero es un profesional juicioso. No tiene ninguna investigación y no puede ser que no pueda aspirar a un cargo por lo que supuestamente hizo alguien con el que trabajó".

El último candidato es José Ariel Sepúlveda, cuya campaña no termina de despegar a pesar de que es el candidato que sacó el puntaje más alto no sólo en Bogotá (72.75) sino en Chía, Zipaquirá y Cali donde también ha aspirado a este cargo.

De hecho, en febrero de este año fue nombrado como Personero de Chía, cargo al que tendría que renunciar si es elegido en Bogotá.

Sepúlveda es abogado de la Universidad Nacional con especializaciones en derecho penal, procesal, administrativo, comercial y de negocios. Ha trabajado en la defensoría regional de Meta y Bolívar, como juez administrativo de descongestión y hasta el año pasado trabajó en la Procuraduría como abogado y asesor del despacho del procurador. Allí además hizo parte del sindicato de la entidad como directivo de Bogotá, cargo que ya no ocupa.

Aunque hoy no suene con fuerza, Sepúlveda podría terminar siendo el comodín si las fuerzas que están apoyando a los otros dos candidatos no logran ponerse de acuerdo alrededor de un nombre.

Faltará ver entonces cómo avanza esta elección que cada día recibe más amenazas por cuenta de las tutelas que están presentado los candidatos que no pasaron a entrevista tanto para Contralor y Personero.

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