Días después de haber salido como el gran derrotado de las regionales en su departamento y expuesto ante la opinión pública nacional por una plata que le decomisó la Policía, el polémico Yahir Acuña advirtió que en política aún no se ha escrito la última hoja de su libro. Y así lo prueba con una, al menos controversial, convocatoria que lidera por estos días en Sincelejo.
La desmovilización de Yahir
Días después de haber salido como el gran derrotado de las regionales en su departamento y expuesto ante la opinión pública nacional por una plata que le decomisó la Policía, el polémico Yahir Acuña advirtió que en política aún no se ha escrito la última hoja de su libro. Y así lo prueba con una, al menos controversial, convocatoria que lidera por estos días en Sincelejo.
El exrepresentante sucreño, investigado en la Corte Suprema por parapolítica, está invitando a los miembros de organizaciones criminales y delincuentes comunes de la ciudad a que entreguen sus armas de fuego a cambio de incentivos o premios gestionados por él. Una suerte de desmovilización urbana, paralela al proceso de paz que se adelanta con las Farc en La Habana, con el sello político de Yahir.
A través de su página de facebook, vía cadenas de chat en whatsapp y a peso de voz a voz, con los 1.700 líderes que su grupo calcula tener en la capital de Sucre, Acuña lanzó su llamado a fines del mes pasado y hasta incluyó un logo.
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La propuesta (que La Silla Caribe transcribe luego de haber visto uno de los chats) es así: por cada revolver se dará “un empleo con prestaciones sociales previa capacitación de formación ética, valores y actitud para el trabajo”.
Y por cada pistola y otras armas, “un subsidio de alimentación por un año con capacitaciones para el trabajo, ética y valores, y un empleo con prestaciones sociales.”.
En el mensaje hay un número de celular para que los interesados se comuniquen, y la aclaración de que todo será “coordinado con las autoridades competentes y en estricto derecho”.
“Se garantiza absoluta reserva, así que si tienes un amigo o amiga que quiera de manera voluntaria entregar un arma de fuego: construyamos un mejor país. Más de 180 mil razones para seguir adelante”, concluye la comunicación del jefe nacional del partido Opción Ciudadana o viejo PIN.
Lo de las “180 mil razones para seguir adelante” es en alusión a los 180 mil votos que Yahir, en cabeza de su esposa la excandidata Milene Jarava, sacó a la Gobernación de Sucre en octubre pasado, cuando fue derrotado a ese cargo por el actual mandatario Édgar Martínez. En nombre de esos apoyos, Acuña también inició una gira por ciudades del Caribe para entregar ayudas y promover el proceso de paz. Este fin de semana, por ejemplo, estará en Barranquilla y algunas zonas de la alta Guajira.
Lo particular es que fue justo la coalición del Gobierno Santos, cuya bandera principal es ese proceso, la que se movió para que el excongresista perdiera en las elecciones locales después de haberle recibido los votos para las presidenciales.
Como lo detallamos en La Silla Caribe, a Yahir Acuña lo venció una alianza entre Cambio Radical, el Partido Liberal, parte de La U y del PIN, y ciudadanos que por opinión se levantaron a rechazar sus cuestionadas prácticas políticas (como las repartijas de billete, un asunto que en cualquier caso no es exclusivo de él y también realizan otros políticos).
La polémica
La inédita invitación de Yahir Acuña, a la que según pudimos confirmar ya han respondido tres personas que desean entregar sus armas, no dista mucho del Plan Desarme que la Policía ha liderado en muchas partes del país. Por no ir muy lejos, en el mismo Sincelejo, el año pasado se realizaron varios eventos en los que esa institución entregó mercados y otros reconocimientos como pollitos para los niños, a cambio de armas de fuego y blancas y juguetes bélicos.
La gran diferencia radica en que en esta ocasión quien convoca es un particular que no puede recibir el arma de un delincuente sin correr el riesgo de incurrir en porte ilegal. Y tampoco tiene cómo darles a los que eventualmente participen en su llamado la garantía de que no serán capturados.
Yahir en su mensaje dice que todo se hará en coordinación con las autoridades competentes y en estricto derecho. Él quiere que la Policía reciba las armas, pero aparecer en la foto entregando los donativos.
Pero el comandante de la Policía de Sucre, coronel Julio César Sánchez Molina, nos dijo que el Plan Desarme que continuará este año se está coordinando “es a través de la Alcaldía, que donó los mercados el año pasado, y de la Gobernación. Yo agradezco que un particular quiera hacer donaciones (en 2015 empresarios hicieron aportes), pero hasta ahora no tengo ninguna solicitud formal de nadie en mi despacho para ello”.
En realidad, Acuña se comunicó vía telefónica con la teniente que dirige el área de prevención y educación ciudadana de la Policía sucreña para plantearle su idea, pero claramente eso no basta para el Coronel, quien insistió varias veces en que todo lo manejarán “el señor alcalde Jacobo Quessep y el señor gobernador Édgar Martínez”.
Y es muy difícil pensar que Quessep y Martínez, contradictores de Yahir, vayan a permitirle sacar réditos políticos con su movida.
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De hecho, al ser consultado por esta historia, Quessep se declaró sorprendido y respondió: “La oficialidad de Sincelejo no tiene conocimiento de convocatoria alguna por parte de un particular”.
Por otro lado, cabe preguntarse de dónde saldrán los empleos, las capacitaciones éticas y subsidios de alimentación que promete el excongresista afro. Al respecto, La Silla Caribe averiguó y supuestamente Yahir está gestionando el tema laboral y de comida con empresarios amigos (de hecho en las comunicaciones que ha lanzado menciona a un almacén llamado ‘Beatriz’), los premios incluyen hasta motos, y los talleres se los pediría al Sena.
La mención de los empresarios no impide que se reviva el recuerdo de las movidas recientes de este político, nacionalmente famoso por haberse convertido en un súper poderoso de Sucre a punta de regalar plata y whiskey, como lo revelamos en La Silla Caribe.
De todas maneras, hay que decir que en julio de 2014, cuando aún era congresista, Yahir Acuña mandó una carta pública al presidente Juan Manuel Santos advirtiendo la creciente inseguridad en Sincelejo y Sucre, así que no es la primera vez que evidencia interés en ese tema.
Efectivamente, la seguridad en la capital sucreña no pasa por su mejor momento. Al fantasma de las bacrim azotando desde el golfo de Morrosquillo y La Mojana, se suma una delincuencia común que camina y tiene los homicidios disparados (este año van cinco más que en el mismo periodo de 2015) y las versiones encontradas sobre la consolidación de la banda de Los Úsuga en la ciudad. Mientras para la Policía no hay tal, para la Defensoría del Pueblo es un hecho.
¿Entrará la desmovilización urbana con sello político yahirista a la estrategia oficial para enfrentar este flagelo? Amanecerá y veremos si en el libro del polémico Yahir se escribe esta hoja.
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