La disputa entre los barones electorales del Atlántico por la Alcaldía de Soledad ya comenzó. La primera silla de ese municipio es apetecida por la casa Char y por los senadores conservadores Roberto Gerlein, Laureano Acuña y Efraín Cepeda, y el presidente del Senado y líder de La U en Atlántico José Name Cardozo.
La disputa por la caja nacional de votos
El 26 de abril pasado, durante la presentación de su carta a la Alcaldía de Soledad, el senador conservador Roberto Gerlein atacó de frente al respaldado por los Char a ese mismo cargo. Desde el barrio Pumarejo, dijo que Modesto Aguilera, exsecretario de Gobierno de la administración de Elsa Noguera y exjefe de la Oficina Jurídica durante el mandato de Alejandro Char, desconocía la realidad soledeña porque nunca había vivido allí y llegaba envuelto en “una bolsa de la droguería Olímpica”. Esto en clara referencia a los supermercados propiedad de los Char.
A los pocos minutos, el senador le levantó el brazo a la exdirectora de la entidad medioambiental de Barranquilla Jackeline Reina, esposa del concejal conservador soledeño Carlos Cabrera. Días después, Modesto Aguilera, quien también es apoyado por el senador conservador Laureano Acuña, le recordó a Gerlein que no era "una legumbre" y que respetaba, ante todo, a "la gente mayor" como él.
Este es uno de los capítulos más recientes de la disputa que desde hace semanas comenzó entre los barones electorales del Atlántico por la Alcaldía de Soledad, un pueblo que históricamente se han peleado por tener el segundo mayor censo del departamento y porque ha servido de 'caja menor' en las elecciones legislativas, como lo contó el año pasado La Silla.
En marzo de 2014, este medio estuvo allí y fue testigo de varias irregularidades que prueban los rumores y preocupaciones que manifiestan las autoridades electorales: compra de votos, publicidad ilegal cerca de los puestos de votación y trasteo de sufragantes.
La Alcaldía de Soledad, hoy en manos del liberal Franco Castellano, es apetecida por pesos pesados atlanticenses como la casa Char, los conservadores Gerlein, Acuña y Efraín Cepeda, y el presidente del Senado y líder de La U en Atlántico José Name Cardozo. Algunos de ellos, como Gerlein y los Char, van unidos por la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla, pero no por la primera silla soledeña.
Los precandidatos hasta ahora son 16 y, según las encuestas, ninguno tiene una ventaja holgada. Las apuestas en la población tampoco apuntan a que después de julio quienes sigan en la disputa lograrán sumar una favorabilidad arrasadora que les permita llegar confiados a las urnas. “Soledad está cansada de los falsos mesías. Este año el alcalde lo escogerá la clase política porque la gente ya no cree en nadie”, le dijo a La Silla el analista político David Cantillo.
Soledad, a menos de media hora de Barranquilla, es la población del Atlántico con mayor censo y recursos, después del distrito capital. Con casi 700 mil habitantes es el noveno municipio más poblado del país, por encima de capitales como Pasto, Neiva, Manizales e Ibagué. Maneja un presupuesto anual cercano a los 500 mil millones de pesos y alberga el aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz, la terminal de transportes, la central de abastos y unas 5.500 empresas. Tiene en marcha, además, 25 proyectos habitacionales que le significarán un aumento de su clase media durante los próximos cuatro años.
Sus 255 mil potenciales sufragantes no solo la hacen la segunda plaza electoral más grande del Atlántico sino que la han convertido en una jugosa despensa que quita y pone curules en el Congreso. En las legislativas pasadas, de los 888 mil sufragios de todo el departamento, Soledad aportó 134 mil siendo los conservadores la colectividad más votada en ese municipio y los senadores Acuña, Gerlein y Cepeda, en ese orden, quienes encabezaron los números azules.
Esta población sobresale en el mapa de riesgo electoral del país, con el triste remoquete de la capital mundial del fraude, al ser plaza fácil para el trasteo de votos y los preconteos y escrutinios inflados. Esas irregularidades han sido comunes, elección tras elección, porque los jurados en ocasiones son del bolsillo de las casas políticas y porque la ubicación geográfica del municipio y su infraestructura facilitan la movilización de los electores, le dijo a La Silla una investigadora de la Misión de Observación Electoral (MOE).
De hecho, en marzo de 2014, una fuente de la Registraduría le aseguró a este medio que por ser un municipio en el que cierran tarde los escrutinios se convierte en "la caja nacional del Senado", porque le permite a un candidato obtener los votos faltantes que lo saquen a flote, sin importar de qué parte del país sea.
Al panorama de los avales y las fuerzas en Soledad todavía le falta un largo trecho para verse despejado. Por los lados de Cambio Radical las encuestas no le dan más del 2,5% de probabilidades al exsecretario de Gobierno Modesto Aguilera. La medición más reciente, elaborada por la firma Datanálisis, corrobora que sigue sin despegar. En el municipio se da por descontado que la casa Char ya comenzó a buscar otro precandidato.
Aguilera se lanzó en las legislativas pasadas a la Cámara de Representantes con el aval de Cambio Radical, pero ese apoyo ni el del vicepresidente Germán Vargas Lleras le alcanzaron para obtener la curul.
Quien sí lidera la intención de voto en esa medición, con el 16%, es el notario Joao Herrera, reconocido por su trabajo desde la Notaría Primera de Soledad durante las últimas tres décadas. A Herrera se le ve en ese municipio como un nombre con el que los Char calibran el termómetro soledeño ya que a esa encuestadora suelen encargarles las mediciones de intención de voto y favorabilidad.
Pese al apoyo popular, el notario no tiene muchas probabilidades de convertirse en el hombre de los Char por la Alcadía de Soledad porque tiene 66 años y está próximo a jubilarse, le dijo a La Silla una persona que trabaja con ese grupo político.
La misma fuente aseguró que el diputado Sergio Barraza y el exsecretario de Salud Cristian Sanjuán (ambos obtienen 5%) también caen bien en las filas de Cambio Radical. Barraza, diputado por ese partido, aún no anuncia su aspiración a la Alcaldía, mientras que Sanjuán al ver el espaldazaro de los Char a Modesto Aguilera, más cercano y de la confianza de esa casa, comenzó desde hace semanas la recolección de firmas.
Sanjuán fue secretario de Salud de la administración de Antonio Fernando Castillo (Partido de La U). Aunque hace cuatro años logró 42 mil votos con el aval de Cambio Radical y el apoyo del exalcalde Castillo, no pudo vencer al hoy mandatario Franco Castellano. El aspirante cree que en las próximas dos semanas "las cosas estarán mucho más claras”.
Por los lados de La U están inscritos el abogado Ruber Cartagena, hermano del diputado Sócrates Cartagena, y el exsecretario de Hacienda de Soledad Iván Gómez, cuñado del actual mandatario Franco Castellanos. El senador José David Name le dijo a La Silla que el partido está a la espera de concretar alianzas con un sector liberal y con el senador Roberto Gerlein, aunque este tenga a su precandidata Jackeline Reina desde hace semanas en campaña. Ella, quien anunciará en los próximos días el partido que la avalará, promociona su nombre desde abril pasado en los diferentes barrios soledeños. Sin embargo, el respaldo del cacique azul todavía no la hace levantar vuelo en los sondeos.
Con Gerlein apoyando a Reina y en conversaciones para una alianza con Name, y con Laureano Acuña respaldando a la carta charista, los conservadores llegan divididos a esta contienda. Una tercera fuerza en esa colectividad es la del senador Efraín Cepeda, quien apuesta por el concejal Rodolfo Ucrós cuya precandidatura lanzará el lunes. A Ucrós una de las encuestas más recientes, realizada por el Centro Nacional de Consultoría y a la que La Silla tuvo acceso, le da el 13% de intención de voto.
Por el lado rojo la disputa por Soledad está cuesta arriba porque la actual administración tiene 83% de desaprobación, según la firma Mediciones y Servicios de Marketing. A la impopularidad del mandatario Franco Castellano, se suma que en las toldas rojas las energías están centradas en el aval a la Gobernación del Atlántico. “No estamos discutiendo avales de municipios en este momento”, respondió el representante rojo Mauricio Gómez Amín.
Además del descontento soledeño con la actual administración y de la desconfianza en la clase política, reina el miedo entre los pobladores. Así lo denunció, en abril pasado, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Javier Bermúdez. El sindicalista dijo que el paramilitarismo sigue presente en estas elecciones y prueba de ello, aseguró, son las financiaciones de algunas precandidaturas con “dineros calientes y manchados de sangre”. Consultado por La Silla, Bermúdez se abstuvo de dar nombres propios y dijo que ya elevó su denuncia a la Fiscalía.
Con esa lluvia de aspirantes y de fuerzas en constante movimiento, en Soledad nadie se atreve a aventurar qué pasará los próximos días. Lo que sí está claro es que el municipio anhela un cambio político real que lo saque de la sombra de corrupción en la que ha estado sumido en las últimas dos décadas.