La faltoneada azul al “Pacto de la Unidad Nacional”

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Los conservadores, en cabeza de Ómar Yepes, están incumpliendo un pacto que hicieron hace un mes los partidos de la Unidad Nacional en el que se comprometieron a que ninguno avalaría a los aspirantes rechazados por algún partido de la coalición. Pero los azules no se resisten las ganas de esos voticos...

A tres días de que se termine el período de inscripciones de las listas a las elecciones de Congreso, como casi todos los directores de partidos, hoy los jefes de la Unidad Nacional están en acuartelamiento de primer grado. Encerrados con sus equipos de trabajo, Sergio Díaz-Granados (La U), Simón Gaviria (Liberal), Carlos Fernando Galán (Cambio Radical) y Ómar Yepes (Conservador), terminan de revisar los antecedentes y el caudal electoral de los posibles candidatos y deciden si avalan o no, y en qué puesto, a sus aspirantes.

Sin embargo, hay un tema adicional que tiene a varios de ellos con los pelos de punta. Tiene que ver con el incumplimiento que los conservadores, en cabeza de Yepes, estarían dándole a un pacto que hicieron hace un mes y en el que se comprometieron a que ninguno avalaría a los aspirantes rechazados por algún partido de la Unidad Nacional.

Al acoger las candidaturas al Senado de las hijas de los parapolíticos Vicente Blel y Javier Cáceres (quien de hecho milita en Cambio Radical) quienes heredan sus estructuras políticas, los otros partidos sienten que los azules los faltonearon. Para hablar del tema se reunirán la tarde de este jueves Simón Gaviria y Sergio Díaz-Granados con Roberto Prieto, el gerente de la campaña de la reelección de Santos.

“Incumpliendo el acuerdo, los conservadores están recibiendo lo divino y lo humano en sus listas”, le dijo una fuente de uno de los partidos “afectados” a La Silla, a manera de queja.

El pacto
Sergio Díaz-Granados termina hoy de armar sus listas al Congreso. Foto: Juan Pablo Pino
Carlos Fernando Galán es el director de Cambio Radical. Foto: Juan Pablo Pino
Simón Gaviria, el jefe del liberalismo, hoy se reunirá con Sergio Díaz-Granados de La U. Foto: Juan Pablo Pino
Ómar Yepes, el presidente del Directorio Conservador que ha generado molestia en parte de la Unidad Nacional. Foto: Juan Pablo Pino

Hace más o menos mes y medio, en el Gun Club en Bogotá y a instancias de Roberto Prieto, se reunieron los cuatro jefes de la Unidad Nacional. La Silla no tiene claro por iniciativa de quién, pero ese día concretaron el pacto para no avalar candidatos cuestionados.

“Fue un pacto por razones éticas y también para evitar el chantaje de cualquier aspirante que amenazara con que si le negaban el aval, se iba con sus votos a otro partido de la Unidad Nacional”, le explicó a La Silla uno de los asistentes a la reunión.

El compromiso fue negar el aval siempre y cuando otro partido de la coalición de Gobierno lo hubiera negado formalmente.

Y ese precisamente es el argumento que ahora están esgrimiendo los conservadores para responder que no están incumpliendo el pacto.

“Hicimos una investigación juiciosa con estas mujeres (Nadia Blel y Luz Stella Cáceres) y concluimos que ellas no sólo no tienen ninguna investigación abierta, sino que no habían pedido formalmente aval en ninguna otra colectividad”, le dijo a La Silla Juan Carlos Wills, secretario del Partido Conservador.

Sin embargo, una fuente interna de Cambio Radical le había confirmado hace varias semanas a La Silla que Luz Stella Cáceres sí había manifestado interés en ser avalada por esa colectividad. De hecho, el excongresista Javier Cáceres milita en Cambio Radical y por ese partido en 2010 sacó la más alta votación a Senado de su lista.

Tanto ella como Nadia Blel son vistas en Bolívar (en donde tienen sus fortines políticos sus padres) como las herederas de los votos de las estructuras políticas de sus papás condenados. “Luz Stella fue diputada gracias a los votos del papá y Nadia no tiene mayor experiencia en política, por eso también cuenta es con los apoyos del papá. Son delfines sin votos propios”, nos dijo un periodista de Cartagena.

Pero si afuera llueve por estos avales, dentro de las toldas azules la cosa no es muy diferente. En el Directorio Conservador la votación para acoger a Blel y Cáceres no fue fácil. La precandidata presidencial Marta Lucía Ramírez, el exministro Carlos Holguín, la candidata al Senado Ángela Ospina y Beatriz Jaramillo y David Valencia, de las juventudes conservadoras, salvaron el voto. Incluso preguntaron por qué se merecían el aval y cuáles son los méritos de sus hojas de vida, porque a su juicio la única carta de presentación eran los votos que podían llevar al partido.

El senador Roberto Gerlein, quien defendió el aval, dijo que los votos son los que jalan, según le contó a La Silla uno de los asistentes a esa votación.

Otra solicitud de aval debatida fue la de María del Socorro Bustamante para la Cámara. Esta recibió un rechazo unánime de todo el directorio, pues Bustamante ha militado es en Cambio Radical: fue concejal de Cartagena por Cambio Radical y candidata a la Alcaldía con el apoyo de la senadora de Cambio Daira Galvis. Eso además de que las candidaturas de Bustamante han sido relacionadas con la condenada (por homicidio) empresaria Enilce López ‘La Gata’.

El no a la candidatura de María del Socorro Bustamante también se debió a la postura que asumió el representante conservador por Bolívar Pedrito Pereira, quien fue muy enérgico en señalar que no le interesaba el apoyo de ellas y que no es bueno para el país.

Además de Blel y Cáceres, a quien sí avalaron en la Costa los azules a pesar de ser también heredera de un parapolítico es a la candidata al Senado Yamina Pestana, hermana del médico Pedro Pestana.

Como lo contó La Silla, Pestana es un ex aspirante al Congreso y cacique político de Sucre y Córdoba que está condenado por alianzas con los paramilitares y paga condena en un resguardo indígena. Su grupo político, que maneja desde una "cárcel" de los indígenas zenúes, ya cuenta con tres alcaldes (el de Tuchín, quien es su hermano, el de San Andrés de Sotavento y el de Chimá) y una diputada en Sucre (su hermana Sandra Pestana, de La U).

Pestana, sin embargo, no ha sido rechazada por ninguna colectividad de la Unidad Nacional, lo que en teoría no le impide a los conservadores darle aval a pesar de que se trate de la candidatura de un grupo manejado por un parapolítico.

En Santander, los conservadores tendrían intenciones de avalar al excandidato a la Alcaldía de Bucaramanga Fredy Anaya, a quien el jefe ‘para’ Ernesto Báez señaló de ser cercano a las AUC y que se ha beneficiado económicamente de las decisiones de aliados políticos.

Anaya no tiene ninguna investigación abierta por este caso, pero sí tiene otros líos, como lo contó La Silla.

Pero además, Anaya sí había pedido formalmente el aval a Cambio Radical y, al parecer, cuando se enteró que Carlos Fernando Galán se lo iba a negar, retiró la solicitud y la metió en el Partido Conservador.

Frente a esa aspiración, entre los conservadores tampoco hay unanimidad. La representante a la Cámara por Santander Lina Barrera ha dicho que él tiene perfil para Senado y no para Cámara - pero detrás de eso puede estar la preocupación de tener un rival que le puede quitar la curul a ella y al grupo de Iván Díaz Mateus, su marido, condenado por la Yidispolítica.

Juan Carlos Wills, el secretario del Partido Conservador, le dijo a La Silla que aunque no se ha tomado ninguna decisión oficial “probablemente” le negarían el aval a Anaya.

Todo por los votos
Nadia Blel es además hermana del presidente del Concejo de Cartagena.
Luz Stella Cáceres, exdiputada e hija del excongresista Javier Cáceres.

Detrás de la molestia de algunos de los jefes de la Unidad Nacional por la faltoneada azul está por supuesto el tema de los votos, más allá del asunto ético.

No son pocos los votos que podrían sumar a sus listas las estructuras de caciques como Javier Cáceres o Vicente Blel. “Todos queremos ganar y molesta que mientras nosotros negamos unos avales, los conservadores los estén dando y se queden con esos votos”, le explicó a La Silla un miembro de la Unidad Nacional.

Aunque otra fuente agregó por aparte que sería injusto tratar de bloquear en todos los partidos las aspiraciones de personas que, aunque estén relacionadas con personajes cuestionados, no tienen ninguna investigación.

Al respecto, el secretario del Partido Conservador le dijo a La Silla: “Nadie en Colombia hereda los delitos ni los problemas de los papás ni de los familiares. Eso sería injusto”.

Ante ese argumento, el gran pacto de la Unidad Nacional queda en nada.

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