La Gallup muestra que la opinión está sintonizada con el paro

Silla Paisa

No solo es la desaprobación del 70 por ciento del Presidente, sino el pesimismo general, la procupación por los puntos del "paquetazo de Duque" y los vientos de xenofobia.

Ayer salió la más reciente Gallup Poll, que con 1.200 encuestas mide el estado de ánimo de los colombianos en las grandes ciudades, cada dos meses, desde hace más de 20 años. La encuesta muestra que la opinión está tan sintonizada  con el paro que lleva dos semanas, que se marcan varios récords de pesimismo y pérdida de confianza en las instituciones.

Esta encuesta marca de forma precisa el momento del paro pues Gallup la hizo entre el 22 de noviembre, un día después de que el país se paralizara y de que el presidente Iván Duque hiciera un discurso en el que no anunció ninguna respuesta, y el sábado 30, después de que un agente del Esmad mató a Dilan Cruz, de la segunda y más pequeña jornada de movilizaciones y del inicio sin claridad de la ‘conversación nacional’ que promueve Duque.

(Como explicamos cuando anunciamos la decisión de no usar las encuestas para analizar las elecciones, seguimos cubriendo esta medición porque lleva más de dos décadas usando la misma metodología y no predice quién ganará elecciones, sino muestra el estado de la opinión. Acá puede ver su ficha técnica y la encuesta completa).

Estas son las principales conclusiones:

1

El pesimismo llega a su máximo desde 'el tal paro no existe'

Aunque el país lleva casi 8 años con un ambiente pesimista, la encuesta actual muestra un récord en 6 años, justamente desde otro paro de gran impacto: el agrario de 2013, del que el entonces presidente, Juan Manuel Santos, dijo que no existía para terminar con su peor caída en opinión.

Este pesimismo permea la imagen de muchas instituciones y políticas, y se nota en que más del 80 por ciento de los encuestados cree que están empeorando las cosas en asuntos tan variados como el costo de vida (a pesar de que la inflación está bajo control), el desempleo (que sí está creciendo y en el que nunca antes tanta gente sentía que iba mal) o la inseguridad (en 11 años que lleva Gallup haciendo esa pregunta, nunca había tan poca gente optimista sobre ella).

 

2

Duque está en su peor momento

Hace un año Duque parecía estar en una luna de hiel con la opinión, que no fue de corto plazo: está sustancialmente peor que entonces, y con niveles de desaprobación similares a los de Santos en el momento del “tal paro” o sus últimos dos años como presidente, o al de casi todo el gobierno de su aliado, Andrés Pastrana cuya popularidad se fue al suelo desde que el proceso del Caguán empezó a mostrar dificultades.

Encima, también empeoran su imagen los dos ministros por los que pregunta la encuesta, Carlos Holmes Trujillo (quien pasó de tener tantos admiradores como detractores siendo Canciller, a tener un saldo negativo claro, ya en Defensa) como Alberto Carrasquilla (quien si bien ha guardado silencio desde que empezó el paro, defendió la idea de una reforma pensional y tiene la peor imagen desde que inició el Gobierno, incluso frente a cuando enfrentó una moción de censura o a cuando sacó adelante la tributaria). 

Eso muestra que la reacción del Gobierno al 21N y los acontecimientos que lo sucedieron no lo ayudó ante la opinión, ni evitó el mayor pesimismo. 

Por ejemplo, la apertura a un debate sobre varios temas en la ‘conversación nacional’ que propuso como respuesta al paro cuando todavía se negaba a conversar con sus promotores, no parece haber creado esperanza.

 

3

La idea del “paquetazo de Duque” tiene eco

La encuesta también muestra que las reivindicaciones del paro han hecho mella o llegaron a terreno fértil: pregunta por el optimismo o pesimismo sobre 19 temas, y los tres en los que más crece la sensación de que están empeorando están en el corazón de sus demandas.

En asistencia a la vejez, que se refleja en la discusión por una posible reforma pensional, el pesimismo se disparó de 55 a 69 por ciento en apenas cuatro meses, y llega a su récord desde que Gallup empezó a preguntar por ella en 2008.

Son cifras parecidas a las del apoyo al campo y al agro, que en el mismo tiempo pasaron ser vistas con buenos ojos por el 32 a apenas el 22 por ciento, mientras quienes creen que empeoran pasaron del 48 al 64, la segunda peor cifra en los 11 años.

Acá, aunque el “paquetazo” no hablaba directamente de asuntos agrarios, sí se refería a cumplir acuerdos con campesinos e indígenas, y entre las 13 exigencias que el comité le presentó a Duque para negociar, están las reivindicaciones campesinas.

El tercer caso es el de la educación, pues quienes creen que está empeorando pasaron de 45 a 62 por ciento entre agosto y diciembre, justo cuando uno de los reclamos del comité del paro es la financiación a las universidades públicas. 

De hecho, los estudiantes ya habían logrado afectar esa percepción en 2011, cuando por primera vez hubo más pesimismo que optimismo justo durante las movilizaciones  contra la fallida reforma universitaria del Gobierno Santos, y el año pasado, arrancando el Gobierno Duque; y los maestros lograron lo propio con su paro de 2017.

Por último, la idea de que la implementación del Acuerdo con las Farc va mal está en su punto más alto (el 75 por ciento lo cree, y solo el 18 opina que va por buen camino), y el dedo de la opinión señala por igual al Gobierno (solo el 37 cree que cumplirá) y a las Farc (el 38 cree que cumplirá).

 

4

Ganan fuerza puntos de vista como los del paro

La visión de la realidad que tienen los marchantes, y que se enmarca en una visión de defensa de los Acuerdos de La Habana, en un malestar con la economía y en una defensa de las libertades y los derechos sociales por encima del orden y la seguridad , está reflejada en la encuesta.

Eso va desde que nunca había habido tantas personas insatisfechas con su estándar de vida hasta que hace siete años no tenía tanto apoyo la idea de sacrificar algo de justicia por negociar la paz, o en que nunca antes había habido tantas personas en desacuerdo con sacrificar libertades para lograr seguridad.

Además, el 80 por ciento cree que los manifestantes son personas comunes y corrientes, lo que le da legitimidad al paro.

A pesar de eso, la encuesta muestra que la forma de movilizarse puede desgastar el apoyo: aunque siguen siendo una mayoría amplia, hay menos personas de acuerdo con las protestas públicas (cae de 22 a 74 mientras los que se oponen crecen de 21 a 25), el apoyo a las intervenciones del Esmad ante protestas que afecten a terceros es cómodamente mayoritario (lo apoya el 58 por ciento), solo el 31 por ciento apoya el cierre de vías, la mitad de los encuestados creen que hay grupos armados entre quienes organizan las protestas, y el 36 creen que el vandalismo viene, totalmente o en parte, de los manifestantes y no solo de infiltrados.

 

5

Duque arrastra a Uribe

La caída de la favorabilidad del expresidente y mentor de Duque se consolidó y llegó a récords históricos, y su favorabilidad es menor a la que tenía hace 20 o más años, cuando era un poco conocido gobernador de Antioquia y muchos de los estudiantes que llenan las movilizaciones del paro eran unos niños.

Que eso pase justo cuando su pupilo está en la mala, cuando su partido presenta fisuras, y cuando aceptó haber salido derrotado de las elecciones locales de hace poco más de un mes plantea un interrogante sobre el futuro de su fuerza política.

 

6

Petro no capitaliza la situación

A pesar de que el Gobierno y sus aliados políticos estén en la mala, el senador Gustavo Petro, una de las cabezas de la oposición y rival de Duque en las presidenciales, también empeora su imagen a pesar de que a través de Twitter se ha mostrado como un gran defensor e impulsor del paro.

De hecho, casi empata con su récord de febrero de este año, cuando Duque y la derecha tomaron oxígeno tras el carrobomba del ELN en la Escuela General Santander y el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente de Venezuela de parte del Gobierno Duque. 

En esa medida, que Duque lo haya puesto en el centro del paro es la única de sus reacciones que parece haber logrado un resultado favorable, pero también muestra una señal más de crisis de liderazgo en el país..

 

7

Los políticos no levantan cabeza

El optimismo está en uno de sus niveles más bajos de los últimos 15 años, el más bajo con Duque y parecido a los peores momentos con Santos. Esa sensación permea la percepción de casi todos los asuntos, y abre la puerta a cambios políticos fuertes, como sería un populismo.

Por ejemplo, es la peor percepción de la economía en un año largo (77 por ciento la ve empeorando y solo 13 la siente mejorando), la sensación sobre el desempleo es muy negativa (solo el 9 por ciento cree que mejora, el segundo punto de menor optimismo en 11 años que lleva la Gallup preguntando por el tema) y la sensación de que el costo de vida está empeorando es la peor en casi 3 años.

Algo similar pasa con temas tan diversos como la asistencia a la niñez, la educación o la lucha contra la pobreza. Además, el cierre de la carretera entre Bogotá y Villavicencio tiene al pesimismo sobre el transporte y las carreteras empatando el récord de noviembre de 2011.

 

8

La desconfianza con las instituciones está en su máximo

La crisis afecta a muchos más.

Los medios, que hasta hace 3 o 4 años siempre tenían buena imagen, tienen por primera vez mucha más negativa que positiva, lo que habla de una crisis de confianza. Además la otra gran fuente de información, las redes sociales pierden favorabilidad y llegan a un bajo histórico de solo 43 puntos, casi igual al de los medios

También es la primera encuesta Gallup en la que la clase empresarial tiene más desfavorabilidad que favorabilidad.

El sistema judicial tiene la peor imagen en los casi 15 años que la Gallup pregunta por él, la Corte Suprema cae a apenas 25 por ciento de favorabilidad y la Constitucional pasa de 42 a 33 puntos, uno de sus peores resultados en los 19 años de los que Gallup tiene registro.

También empeoran la Procuraduría y la Contraloría o la junta directiva del Banco de la República. De 21 instituciones por las que pregunta la Gallup, solo tienen imagen positiva la Iglesia, las Fuerzas Militares y la Policía.

 

9

Venezuela no ayuda (tampoco Pacho)

Si la situación de Venezuela fue el gran respiro para Duque a inicios de año, y ayudó a bajar el pesimismo, el estancamiento en su situación política se devolvió como un bumerán al Gobierno y a la opinión.

De hecho, la imagen del presidente de Venezuela reconocido por Colombia, Juan Guaidó, ha ido cayendo de forma sostenida y si bien sus 57 puntos de favorabilidad son mejores que los de muchas instituciones y cualquier político local, marcan una gran caída del 80 por ciento frente a la que tuvo en febrero.

Encima, dos días antes de que empezara Gallup las llamadas para esta encuesta Publimetro reveló la conversación entre el embajador en Washington, Pacho Santos, y el nueva Canciller, Claudia Blum, en la que el primero criticaba la estrategia frente a Venezuela del antecesor de ella.

Eso pudo incidir en otra cifra que marca el problema de Venezuela: el 49 por ciento cree que están empeorando las relaciones internacionales de Colombia, la peor cifra en más de cuatro años y una caída muy fuerte desde octubre.

 

10

Cada vez hay más sentimiento anti-migrantes

Como contamos, el 21N y las noches de pánico de Cali y Bogotá, le quitaron el velo a la xenofobia que parecía contenida, o por lo menos oculta tras un tabú, pero de la que ahora se habla abiertamente. 

La Gallup refrenda esa situación, que en el marco de la crisis de liderazgo y confianza, y el pesimismo generalizado, es una alerta.

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