La pereza de Cambio Radical no es con la paz

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La jugada de Cambio Radical fue mostrarle los dientes al Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo por asuntos políticos y supuestas 'presiones', que nada tenían que ver con la paz.

Ayer fue un día atípico en Cambio Radical. Pero más que una convicción profunda frente a cómo se debería dar la dejación de armas por parte de las Farc, lo que quisieron hacer los del partido del Vicepresidente era mostrarle los dientes al Ministro por asuntos políticos que nada tenían que ver con la paz. Por eso, hecho el gesto, votaron lo que quería el Presidente.

Ayer fue un día atípico en Cambio Radical. Por la mañana, tanto el presidente del partido, Rodrigo Lara, como el senador Germán Varón salieron a los medios a criticar al ministro del interior, Juan Fernando Cristo por supuestamente presionar a los congresistas con mermelada para que votaran la ley que crea las zonas de concentración de las Farc.

“Cristo no ha sido lo suficientemente pedagógico sobre esta figura (...). Le estamos diciendo públicamente que le diga a los colombianos que esto no va a ser como el Caguán, que esto no va a ser como Ralito. En lugar de estar sacando este proyecto de espaldas al país, acelerando su trámite, presionando a los congresistas, condicionando ejecución del presupuesto en las regiones a un trámite inconsulto, como si este proyecto de ley fuera una simple ley de honores”, dijo en la mañana Lara en Caracol Radio.

Cristo respondió. “Cambio Radical le tiene pereza a la paz y estas declaraciones son producto de ello. Lamento que Lara dé declaraciones de ese tipo”, dijo. Agregó que Cambio aprovecha para alejarse cuando el proceso atraviesa dificultades.

Luego, en la tarde, los cinco congresistas de Cambio que están en la comisión primera votaron con el resto de bancadas de la ‘Unidad por la paz’ los artículos del proyecto, incluyendo a Varón y a Lara.

Más que una convicción profunda frente a cómo se debería dar la dejación de armas por parte de las Farc, lo que quisieron hacer los del partido del Vicepresidente fue mostrarle los dientes al Ministro por asuntos políticos y sus 'presiones', que según confirmó La Silla, nada tenían que ver con la paz. Por eso, hecho el gesto, votaron lo que quería el Presidente.

Cambio muestra los dientes

La molestia de Cambio se hizo sentir en un día clave para el gobierno. Ayer a las 3 de la tarde estaban citados los congresistas de las comisiones primeras de Senado y Cámara para terminar de votar el proyecto de reforma a la ley de orden público. Un proyecto que es clave para el proceso de paz con las Farc porque crea las zonas donde se concentrarán las Farc para hacer la dejación de armas.

 

El proyecto ya había arrancado la votación de los puntos menos controversiales el pasado miércoles. Pero la sesión tuvo que levantarse porque luego de siete horas de debate se rompió el quórum. Además del Centro Democrático que se levantó de la sesión, tampoco estaban varios congresistas de la recién creada ‘Unidad por la paz’ que acababa de anunciar el presidente Juan Manuel Santos.

En la lista de los ausentes estaba al menos un senador de Cambio Radical: Germán Varón Cotrino.

Según dijo Lara ayer en la mañana en Blu Radio, Varón se salió porque tuvo que ir a “apagar incendios” en Bogotá.

Varón tuvo que ir a resolver el lío que se armó ese mismo día luego de que llegara un concepto del Consejo de Estado que decía que la elección del Personero debía hacerse por concurso de méritos y no por convocatoria pública como lo había definido ya el Concejo de Bogotá.

Ese concepto, que pidió el ministro Cristo al Consejo de Estado es una de las razones que tiene molestos a Cambio Radical.

No sólo porque hubiera sido él quien pidió el concepto al Consejo de Estado sino que "llamó mucho la atención que lo hayan sacado en un término tan rápido”, le dijo a La Silla un congresista de Cambio. Lo mismo agregó un concejal de la bancada.  

Para el congresista de Cambio, detrás de la solicitud del concepto hay un interés de los liberales de promover la candidatura a la Personería del actual Contralor de Bogotá, Diego Ardila, que según él, es muy cercano a la representante a la Cámara liberal, Olga Lucía Velásquez. El representante Lara también mencionó el tema del Concejo y el nombre de la representante Velásquez en Blu. Sin embargo, una alta fuente liberal le negó a La Silla que esa fuera la intención y agregó que “Ardila está inhabilitado” porque no puede pasar directamente de un ente de control a otro.

El Ministerio del Interior explicó que ellos solicitaron al Consejo de Estado que resolviera el tema porque tanto la Procuraduría como la Oficina de Función pública lo solicitaron para definir cómo se debía hacer la elección del Personero que tenía conceptos distintos. De hecho, en octubre el Ministerio ya había hecho también un concepto sobre la elección de Personero que era opuesta al que resolvió el Consejo de Estado. “El Ministerio es el que pide esos conceptos al Consejo de Estado, nadie más”. Lo mismo le dijo a La Silla una fuente de la Oficina de Función Pública.

En todo caso, el concepto fue clave para que el Concejo tomara una decisión que se llevó por la borda la intención de Cambio Radical de hacer moñona en Bogotá. Como contó La Silla, ese concepto tumbó los acuerdos entre Cambio Radical y el resto de las bancadas para definir la elección de ambos cargos y tener, además de la presidencia en el Concejo, una ficha suya en la Contraloría, (el ex gobernador Juan Carlos Granados) y un amigo en la Personería, el abogado Gustavo Moreno, cercano al senador Varón.

Después del concepto, el Concejo resolvió que los acuerdos quedaban sin piso. Y que la elección para Personero se hará a través de un concurso de méritos donde un examen definirá al candidato ganador mientras que para Contralor, habrá examen para filtrar los candidatos y después el Concejo decidirá entre ellos quién es el ganador, según le explicó a La Silla un miembro de la Mesa Directiva del Concejo.  

Eso quiere decir que la única elección que podrá tener más política que meritocracia es la de Contralor y que el resto de partidos no van a dejar esa elección en manos de Cambio como estaba previsto en los acuerdos.

La otra molestia de Cambio Radical y que, según supo La Silla, es la que más pesa contra el ministro Cristo tiene que ver con "las presiones" que según una fuente de Cambio, han generado los encuentros de las últimas semanas entre el Partido Liberal y La U para estudiar una propuesta de estos últimos para la campaña presidencial del 2018 en contra de la del vicepresidente Germán Vargas Lleras.

La última de estas reuniones fue hace unos 20 días en la casa del ex presidente César Gaviria donde estuvieron Roy Barreras de La U, Horacio Serpa del Partido Liberal y David Barguil de los conservadores.

Como contó La Silla, Barreras les presentó a los demás la propuesta de La U para crear una ‘alianza por la paz’ para elegir un candidato fuerte entre varios partidos que los represente en esa contienda alrededor del tema de la paz. Y que compense la fuerza regional que ganó Vargas en las elecciones de octubre de 2015 y los réditos de inaugurar casas, acueductos y carreteras.

“Lo de Bogotá es accidental. Es [más importante] lo nacional. Se viene una crisis ministerial y nos quieren dejar por fuera y dárselos a personas cercanas a los liberales. Él [Cristo] está ayudando [a que se den esos encuentros]. No es un interlocutor válido para nosotros. Él funge para su partido”, dijo el congresista de Cambio. “Nosotros tenemos inquietudes válidas y él no las puede desconocer diciendo que nosotros somos los que estamos en contra de la paz”, agregó.

Algo similar había dicho el representante Lara hace una semana, cuando se conocieron los encuentros entre Roy, Serpa y Barguil en la casa del ex presidente César Gaviria.

“No consideramos que la paz deba ser utilizada como bandera política por ningún motivo. Por eso, vemos que la reunión de Gaviria con los presidentes de partidos disimula un deleznable propósito burocrático excusado en la paz”, dijo. Según Lara, esta coalición de La U, los liberales y los conservadores buscaba presionar al presidente Santos para obtener mayor representación en el gobierno.

Las declaraciones de Cambio en medios generaron revuelo y aumentaron el rumor de que el partido del vicepresidente está en contra de la paz y que la Unidad Nacional está a punto de reventarse.

Sin embargo, horas después, la bancada asistió juiciosamente al debate, se quedaron a pesar de que el Centro Democrático decidió salirse y además, votaron el proyecto tal y como lo pidió el Gobierno.

El cambio de opinión de Cambio

La condición de hacer parte de la Unidad Nacional no nos impide hacer observaciones

Germán Varón

Uno de los puntos que quedó para discusión ayer en el Congreso era la aprobación del parágrafo que crea las zonas de concentración como sitios específicos donde las Farc estarán temporalmente mientras dejan las armas y donde quedarán suspendidas las órdenes de captura.

Este fue el punto que motivó las críticas de Cambio Radical el fin de semana y que hicieron públicas con 12 preguntas sobre cómo, cuándo y dónde se crearán estas zonas. En el debate de ayer retomaron varias.

“La condición de hacer parte de la Unidad Nacional no nos impide hacer observaciones”, dijo el senador Varón en la discusión del proyecto en el Congreso. Agregó que “sería incoherente” que Cambio Radical “lo aprobara todo” después de que Vargas Lleras, cuando era Ministro del Interior, pidió al Congreso cerrar la posibilidad de crear zonas como las Ralito y el Caguán.

Sin embargo, a la hora de votar, los congresistas de Cambio se alinearon con el Gobierno.

Cristo avaló una propuesta que presentó la senadora verde Claudia López y que apoyaron todas las bancadas -incluyendo a Cambio- y que le pone unos criterios al Gobierno para definir cómo funcionarán en esas zonas las instituciones públicas que garanticen los derechos de la población.

Según esos criterios, y de acuerdo a lo que defina la mesa de La Habana, el Gobierno deberá precisar la delimitación geográfica de las zonas, establecer el rol de las instancias nacionales e internacionales (como la ONU) que participen en la dejación de armas de las Farc, y establecer condiciones sobre la temporalidad y el funcionamiento de estas zonas. Es decir, que éstas tengan un principio en el tiempo y un final.

Lo que sí logró Cambio Radical a través del senador Varón fue dejar una constancia sobre este mismo texto que aunque no fue debatida ayer, puede ser revivida en el próximo debate en las plenarias de Cámara y Senado antes de ser aprobadas en el Congreso.

La propuesta de Varón es que el funcionamiento de las instituciones públicas en esas zonas de concentración no sea concertado con las Farc sino que sea potestad del Gobierno Nacional.

Además, incluye dentro de los criterios para la creación de estas zonas que se definan los términos de su vigencia y los requisitos para prorrogarlas, la prohibición expresa de que se tengan armas dentro de ellas (lo cual es raro porque el objetivo de estas zonas es precisamente estar mientras dejan las armas) y que se describa qué autoridad tendrá el control y la vigilancia de cada zona de concentración.

Esto deja abierta la puerta para que Cambio Radical le siga poniendo peros al proyecto del Gobierno, a pesar de que durante el debate, Cristo le pidió a los congresistas que no le impusieran límites a la mesa de negociación de La Habana. Pero el verdadero debate entre Cambio y Cristo seguramente ocurrirá por fuera del Capitolio.

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