Las campañas de frente y de lado de Clara y De la Calle

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foto: archivo particular.

Tienen estrategias y precampañas similares, pero quieren que las convergencias por la paz se hagan alrededor de sí mismo.

Tanto Clara López como Humberto de la Calle anunciaron el domingo, por aparte, que se necesita una convergencia para defender la implementación de los acuerdos de paz. Si bien el fin es el mismo y sus estrategias de precampaña son similares, ambos quieren que la convergencia se haga alrededor de sí mismos y con coaliciones que por lo menos hoy parecen incompatibles entre sí.

De frente con movimientos sociales

Ambos han prendido sus motores de campaña apoyados en sectores de la sociedad civil que apoyan la paz, más que forjando alianzas con los políticos con los que han tenido relaciones toda la vida.

Clara López renunció al Ministerio de Trabajo hace tan solo 20 días y ya está haciendo recorridos por el país presentando su iniciativa ciudadana Todos somos Colombia, con su eslogan ‘Clara es Paz’.

Ya fue a Cesar, Barranquilla, Santa Marta y otras ciudades del Caribe. También se reunió con sindicatos) y en redes sociales impulsa las iniciativas que sacó en su tiempo como Ministra, como el reconocimiento de prima de servicios a las trabajadoras domésticas.

Además, el próximo martes en el Congreso se le hará otro homenaje (ya había tenido uno siendo Ministra) por parte del colectivo Un Millón de Mujeres de Paz, del que hacen parte la ex secretaria de Hábitat de Petro, María Mercedes Maldonado, su excandidata a la Vicepresidencia, Aída Avella, la ex alcaldesa de Apartadó, Gloria Cuartas, entre otras.

Por su parte, desde que terminó su contrato con el Gobierno, De la Calle ha ido cultivando el apoyo de jóvenes a partir de charlas de pedagogía por la paz en universidades.

En parte gracias a un grupo de voluntarios que participan en los foros regionales, realizó una maratón por las universidades Popular de Cesar (donde antes se reunió con gremios), en la de Antioquia de Medellín (donde también, en reunión con empresarios, dijo que había visto “desencanto” en puntos de la implementación, como el de la ley de tierras que prepara el Gobierno); en la Eafit, en la de Amazonía de Florencia, en la de los Llanos de Villavicencio y esta semana sigue en Bucaramanga.

Los políticos, de ladito

De la Calle como Clara se están esforzando por no ser vistos como candidatos de los partidos tradicionales, ni de maquinarias electorales, sino de la gente que apoyó la paz.

Pero ambos saben que necesitan esas maquinarias para llegar a la segunda vuelta presidencial, y por eso, de ladito, también están buscando apoyos dentro de los partidos.

De la Calle “eventualmente se reúne con congresistas, pero no es su fuerte”, nos dijo una de las personas que trabaja en su precampaña.

Estos congresistas, como contamos, son de la línea gavirista (aunque a principios de mes se reunió con otras líneas, como con los concejales de Bogotá, encabezados por Horacio José Serpa), y algunos, como el representante Fabio Amín, se muestran partidarios de que el jefe negociador sea el candidato del liberalismo en el Congreso de julio, por aclamación.

Clara también se ha reunido con sindicatos y, ha tanteado terreno con reuniones con la ASI (Alianza Social Independiente, que como dijimos era su plan B si dejaba el Polo), con los verdes y un sector liberal.

(Aunque Clara tiene una base fuerte en el Polo que dejó, a través de la corriente Polo Social, uno de los dos senadores cercanos a ella en ese partido, Iván Cepeda nos dijo que hasta ahora no conoce de movidas dentro de ese sector para dejar el partido y hacer campaña con ella).

Ambos son conscientes de que para salvar el Acuerdo de Paz (y para ganarle al uribista) necesitan llegar como candidatos de la coalición de la paz. Sin embargo por ahora es improbable que se puedan poner de acuerdo en un nombre.

 

Las coaliciones

Por un lado está la iniciativa del expresidente liberal Ernesto Samper para apoyar a un candidato único que apoye la implementación de los acuerdos y para la cual ambos han sido convocados.

Según uno de los miembros de esa iniciativa (que reúne desde empresarios hasta periodistas), la próxima semana estarán invitados nuevamente para que concreten una alianza para 2018.

“Haremos el lanzamiento de la iniciativa: Unión por la Paz en Medellín y están confirmados Clara, Petro, Fajardo. De la Calle no lo ha hecho. Esperamos mirar las reglas de juego para decidir al candidato”, nos dijo Ramón Jimeno.

De la campaña de Sergio Fajardo nos dijeron que el precandidato no está seguro de poder asistir por tener otras reuniones.

Aunque Samper dijo que hicieron las paces con De La Calle, dentro de la iniciativa samperista, ven a De la Calle “frío” con la misma.

El jefe negociador sí quisiera una alianza pero se identifica más con el frente anticorrupción de Claudia López, Sergio Fajardo y Jorge Enrique Robledo, donde Clara por múltiples razones que van desde su rivalidad con Robledo hasta su pasado como mano derecha del condenado Samuel Moreno no es bienvenida.

Según supo La Silla, De la Calle y Fajardo se reunieron en las últimas semanas.

Santiago Londoño, segundo en la organización de Compromiso Ciudadano, el movimiento de Fajardo, nos dijo que ambos precandidatos tienen coincidencias como el desarrollo de los acuerdos de paz, la lucha contra la corrupción, la construcción de paz en los territorios, y la educación como factor central de desarrollo.

Aunque Fajardo espera lanzar formalmente su candidatura en las próximas semanas, las conversaciones con el liberal continúan.

El tanteo de Clara

Clara también tuvo un encuentro con el presidente de la Alianza Verde, el concejal Antonio Sanguino y el senador Antonio Navarro, “para conocer sus perspectivas a 2018”, nos dijo el concejal, y otro con el ex ministro de justicia verde, Jorge Londoño.

Pero para Sanguino la base de la convergencia que los verdes proponen, basada en la lucha anticorrupción, sigue siendo con el Polo. Es decir, con Robledo.

Eso también lo dejó claro la precandidata Verde, Claudia López, quien dijo que la consulta abierta sería con Fajardo y Robledo.

 

Así que por ahora, que Clara esté en la misma tarima con Robledo y Claudia López no aparece en el panorama.

Eso le deja a Clara la opción de aliarse con los liberales, los mismos que De la Calle también eventualmente necesitará para acariciar la Presidencia.

Clara habló con el senador liberal Juan Manuel Galán para explorar una alianza de precandidatos, que incluya a De la Calle y al candidato de La U, bajo el entendido de que apoyen la implementación de los acuerdos con las Farc.  

“Le dije que hiciéramos una consulta popular entre todos. Si el candidato (que apoye la paz) sale designado a dedo, la gente dirá que es el enmermalado”, nos dijo Galán.

Aunque Clara le respondió que estaba de acuerdo con esa idea, De la Calle no estaba tan definido en esa línea, según Galán, en parte porque el jefe negociador cree que la consulta debería ser antes de finalizar este año y no en marzo de 2018 (dos meses antes de las elecciones), porque los votos se atomizarían entre todos los aspirantes, mientras que otros partidos ya tendrían candidatos fijos y maquinaria aceitada.

A las combinaciones anteriores se suman las Farc, que quieren apoyar en el 2018 a un candidato de ‘transición’ que se comprometa a implementar el Acuerdo de Paz.

En algunas ocasiones, ellos han dicho que les gustaría que fuera De la Calle, pero en la única coalición a la que han sido invitados a participar es a la promovida por Samper, según supo La Silla por un guerrillero de las Farc.

Las Farc también han explorado posibilidades con la Alianza Verde e incluso con los del Moir, pero es más improbable que Claudia López, Robledo o Fajardo acepten subirse a la tarima con ellos a hacer campaña y, según le dijeron a La Silla dos miembros de las Farc, ellos no están dispuestos a ser tratados como tinieblos.

De la Calle, que le dedicó cuatro años de su vida entera a crear las condiciones para que las Farc participen en la política legal, tendrá que resolver también qué tan cerca o tan lejos de ellos quiere estar en la arena electoral.

Es decir que, por ahora, la idea de un candidato de convergencia alrededor de la defensa del Acuerdo de Paz parece más un discurso para posicionarse que una intención alrededor de la cual estén trabajando.

 

 

 

 

 

 

 

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