Las cinco chivas de la convención uribista

Silla Pacífico

Ma?ana el senador Álvaro Uribe presidirá la primera convención del partido con miras a 2018.

Llegar a 30 senadores en 2018 y finiquitar las alianzas presidenciales con el conservatismo y los cristianos son algunos de los puntos que arrancará a tocar el partido a partir de mañana. 

Mañana el partido del expresidente Álvaro Uribe arranca a definir su futuro de cara a las presidenciales y las parlamentarias de 2018, en las que creen que después de la victoria del No en el plebiscito pueden llegar a segunda vuelta y ser la mayoría en el Congreso (hoy son la cuarta fuerza con 40 congresistas, después de La U, los liberales y los conservadores).

Aunque esta será la primera de varias reuniones que tendrán, con la de mañana, Uribe con la nueva dirección (un grupo de al menos 30 personas) medirá el pulso de su bancada, de sus militantes y del camino que arrancan a recorrer para retomar el poder en 2018. Estas serán las cinco Chivas del evento:

1

La lista cerrada o abierta queda en manos de Uribe

En la reunión, el Partido aprobará los nuevos estatutos que, según siete de los consultados uribistas (entre miembros de la dirección, senadores y precandidatos presidenciales), mantendrán la lista cerrada como regla general para las próximas elecciones “excepcionalmente abierta si la dirección nacional y el presidente fundador (Uribe) lo deciden”, nos dijo el senador Jaime Amín. Y Uribe está inclinándose por dejarla abierta.

Como contamos, desde inicio de año hay dos bloques que defienden cada idea: los 20 senadores insisten en que sea cerrada y un grupo de representantes, liderados por María Fernanda Cabal y Santiago Valencia, con nexos en la dirección (el esposo de la primera, José Felix Lafaurie y el papá del segundo, Fabio Valencia Cossio), quieren que sea abierta para que ellos puedan hacer el salto al Senado.

Pero la palabra final la tiene Uribe (y en la redacción del estatuto quedará así).

Según le dijeron a La Silla cinco uribistas, el expresidente le dijo a los congresistas y directivos en una reunión la semana pasada, que él no quería que le impusieran la lista cerrada, que además de los senadores que quieren la reelección, tiene a al menos cuatro representantes que podrían dar el salto a Senado (Cabal, Valencia, Pierre García y Regina Zuluaga), además de ex gobernadores y ex alcaldes que también le han dicho que quieren lanzar su nombre y que a todos no los podría meter en una lista cerrada.

“Nos dijo que no se comprometía a cerrar las listas”, según una de las fuentes. Otra, de la Cámara nos dijo que el expresidente “ha dicho en todos los tonos que quiere la lista abierta”.

En el partido a cada opción le ven los pros y contras.

Con la lista cerrada y bajo el paraguas del nombre de Uribe (que bajo ese sistema volvería a ocupar el primer lugar de la lista) y del logo del partido, las curules se entregarían dependiendo el lugar que ocupe cada nombre en la lista y los primeros tendrían curul fija.

Es el único partido que tiene este sistema (Además del Mira que hoy tiene 2 representantes) y ahora el Gobierno también lo impulsará porque mantiene la disciplina de los partidos y la organización de los mismos. La Misión Electoral la propuso para la reforma política que será radicada en dos semanas.

Con la lista abierta, cada aspirante pelearía por sus votos y el partido haría un control ideológico para los que buscan aval (que apoyen las tesis uribistas). “Apoyo la lista abierta porque hay muchos que quieren ir en coche”, nos dijo el nuevo jefe de debate del partido, Francisco Santos. “Si la reforma electoral no cierra las listas, no hay que cerrarlas”, nos dijo a su turno, el directivo del partido José Felix Lafaurie (esposo de Cabal).

Ellos y los congresistas que apoyan esta idea creen que el partido puede sacar al menos 3 millones de votos con la lista abierta. Si bien a ciencia cierta no se sabe cuántos votos dio el uribismo a la victoria del No, Pacho Santos cree que Uribe puede poner 2 millones solo y el otro millón los demás aspirantes.

Independientemente de la forma que elijan de acá en adelante, el uribismo tiene claro que buscarán doblar su presencia en Cámara (de 19 representantes pasar a 40) y tener 30 senadores (ahora tienen 21).

 
2

Pacho Santos regresa por la puerta grande

Luego de perder la alcaldía de Bogotá en 2015 como candidado del uribismo y (después de que lo despacharan de la convención donde Óscar Iván Zuluaga fue elegido como el aspirante uribista en 2014), Pacho Santos vuelve de lleno a la colectividad, ahora como jefe de debate para 2018.

Fue tras una conversación con Uribe que Pacho asumió desde la semana pasada esta labor, que tendrá que ver con organizar las direcciones regionales, definir la agenda programática del partido y “tener discursos más propositivos de la seguridad democrática en las ciudades, contra la corrupción, austeridad en el gasto público”.

Pacho hace parte de una línea más progresista de la derecha dentro del uribismo, que también comparten José Obdulio Gaviria, Alicia Arango (que está lejos del partido, pero sigue siendo muy cercana a Uribe) y los precandidatos Iván Duque y Carlos Holmes Trujillo.

De todos modos, Pacho dice que no está allí para cazar peleas, ni por intereses personales. “Volví porque estoy pensando en el país, porque no estoy pensando en mí (...) si dejamos los egos personales de lado podemos ser la nueva fuerza política del país”, dijo.

Para eso, otro de sus roles estará en ayudar a cumplir con la meta de aumentar las curules en el Congreso, ya que dice que el principal objetivo del uribismo en 2018 es derrotar las propuestas del partido político de las Farc (que tendrán por ley 10 curules) y sus afines.

“Con las Farc en la política todo cambió y hay que atacar ese populismo”, nos dijo.

 
3

Angelino entra en escena

Un invitado especial de esta convención será el exvicepresidente santista, Angelino Garzón.

Su renovada cercanía con Uribe se conoció el fin de semana.

Angelino nos dijo que la reunión con Uribe (con quien no se veía hacía más de tres años) ocurrió el miércoles de la semana pasada en el Club de banqueros del centro de Bogotá, en compañía del representante Edward Rodríguez.

Y aunque el representante le dijo a Caracol que él creía que Angelino podría ser otra de las cartas uribistas para 2018, el ex vicepresidente nos lo negó.

Angelino nos dijo que la reunión no fue para buscar un puesto en el partido, porque no quiere participar en ninguna consulta de ningún partido político, sino para insistir en que haya una coalición entre sectores de izquierda y derecha que dejen atrás la polarización.

Aunque ya tiene vínculos con el partido (su hija, Ángela, es concejal uribista en Bogotá), quiere tender puentes para que, con otros partidos, a 2018 llegue “un gobierno de reconciliación nacional”.  

“Creo que hay mucha polarización. Pero solo los de izquierda y los de derecha van a ganar la Presidencia si trabajan en acuerdos de mínimos para que ellos se unan. Hay que buscar la unidad en la diferencia”, nos dijo Angelino.

Él cree además que ningún candidato a la presidencia logrará la victoria si no hace alianzas con Uribe, como él lo hizo. “Juan Manuel Santos presidente en 2010 y yo vicepresidente fue porque Uribe nos apoyó”, dijo.

 
4

Rafael Nieto entra al abanico de precandidatos y faltan más

En la convención del sábado los precandidatos presidenciales uribistas darán un discurso ante las bases y firmarán un compromiso para definir entre ellos la forma de elegir al candidato del partido en un plazo de 3 a 5 meses.

La novedad de este sábado será la llegada oficial del ex viceministro de Uribe, Rafael Nieto Loaiza, como precandidato, quien se unirá a Carlos Holmes Trujillo, Iván Duque y María del Rosario Guerra (que entró en la campaña en marzo tras la salida de Óscar Iván Zuluaga de la carrera por el caso Odebrecht).

De hecho, Zuluaga no estará en la convención.

Nieto fue viceministro de Uribe. Y el año pasado fue uno de sus delegados en la mesa de renegociación del No.

Aunque llega uno más a la carrera presidencial, no todos los candidatos uribistas estarán en la convención.

Como contamos la idea a largo plazo del partido es que haya una alianza de aspirantes que apoyaron el No en el plebiscito. El uribismo definiría un aspirante que se enfrentaría en una consulta con los aspirantes que lleguen después, como los del partido conservador afines a Uribe.

“El candidato uribista no está aún. Faltan por entrar (a la carrera presidencial) coaliciones con gente afín a nuestras ideas”, nos dijo Pacho Santos. Entre esos se cuentan a Alejandro Ordóñez y Marta Lucía Ramírez.

Ordóñez está más inclinado a recoger firmas para luego participar en una consulta popular con otros candidatos de la derecha. Lanzó su campaña oficialmente en la marcha antisantos convocada por el uribismo a inicios de abril.

Marta Lucía (quien también estrenó slogan y logo de campaña en esa marcha) está más dedicada a recorrer el país reconectándose con sectores de su partido conservador para después definir una candidatura.   

Y falta aún en el partidor el exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos.

Todos los consultados nos dijeron que siguen esperando la definición de la Corte Suprema de Justicia en torno a su caso por parapolítica, para que absuelto ingrese a la carrera presidencial por el uribismo.

Aunque el ex gobernador insiste en que no ha definido su futuro, sí ha participado en eventos públicos, como este foro de falsos testigos en Barranquilla el miércoles en la noche y que Uribe promocionó.

La eventual llegada de Ramos y las afinidades y cercanías ideológicas con Ordóñez y Marta Lucía, encaminan al uribismo a una pronta definición de una alianza con el conservatismo, al menos con las bases más de derecha, y no con la dirección del partido, que sigue siendo de mayoría santista.

 
5

La Misión Carismática pisa fuerte

El centro de convenciones de la Misión Carismática Internacional (MCI) en Bogotá será la sede de la convención. Más allá de que el lugar sirve para albergar al uribismo (esperan al menos 10 mil personas), que este sea el escenario muestra que esa Iglesia y Uribe siguen unidos y listos para hacer alianzas.

La máxima líder de esta congregación, la pastora Claudia Rodríguez, fue una de las delegadas de Uribe en la renegociación de los acuerdos con el Gobierno, y según dijo una persona cercana a ella a La Silla Vacía, la idea es que MCI tenga más presencia en la lista del uribismo al Congreso.

“Eso se resuelve abriendo las listas. Si las abrimos ellos nos pueden traer votos al partido y tener más representación en el Congreso”, nos dijo Pacho Santos.

Aunque actualmente tienen solo dos congresistas en el Centro Democrático (el senador Orlando Castañeda y la representante Esperanza Pinzón), su influencia dentro del partido es visible. Solo esta semana contamos que por solicitud de estos parlamentarios, los uribistas preguntaron a los candidatos a la Corte Constitucional sus creencias sobre la familia y el origen de la vida.

Además dentro de la Iglesia esperan la decisión que tome la pastora Rodríguez sobre si lanza su nombre a la Presidencia dentro del uribismo o como una aspirante independiente con los votos de su congregación para la primera vuelta.  

 
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