La Silla revisó una a una las filtraciones de las nuevas pruebas en el caso Uribe por presuntamente torcer testigos y esto fue lo que encontró.
Las pruebas de la Fiscalía golpean a Monsalve, pero no a su versión contra Uribe
Juan Guillermo Monsalve, testigo estrella contra el expresidente Álvaro Uribe. Foto: www.semana.com
En las últimas semanas se ha filtrado, a cuenta gotas y por diferentes medios, el contenido de las pruebas que fueron usadas por la Fiscalía para pedir la preclusión del proceso por presuntamente torcer testigos contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Si esas son todas las pruebas, el balance es que lo que encontró la Fiscalía golpea más la imagen pública de los testigos, y en particular de Juan Guillermo Monsalve, que los testimonios y pruebas que tienen enredado a Uribe por los presuntos delitos de fraude procesal y soborno.
La Silla revisó una a una las filtraciones de las nuevas pruebas en el caso Uribe y esto fue lo que encontró.
El contenido del computador de Monsalve ratifica que es un delincuente, pero no desmiente su testimonio
Una de las pruebas sobre las que había más expectativa dentro del paquete de pruebas solicitado por la Fiscalía era el contenido de las siete sim cards, el celular y el computador que el Inpec le incautó a Monsalve, que es uno de los testigos centrales contra Uribe.
Aunque esos dispositivos habían sido decomisados desde finales de 2019, cuando el Inpec ordenó varios operativos de allanamientos en todo el país, la Corte Suprema no había evaluado su contenido para acusar al expresidente Uribe.
Dado que el operativo de allanamiento fue sorpresivo, la información que se extrajera podía revelar elementos del caso en el que Monsalve es uno de los testigos estrella porque denunció que estaba siendo presionado para cambiar su versión contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez sobre sus presuntos vínculos con paramilitares.
Sin embargo, el peritazgo, que incluyó la orden de desencriptar información vía jueces, no halló elementos directamente relacionados con ese proceso ni en las sim cards, ni en el computador, ni en el celular de Monsalve.
“(La investigación) solo arrojó doce llamadas hechas, doce recibidas… no hay indicios de a quiénes pertenecían las líneas con las que se comunicaba Monsalve”, dice este artículo de El Espectador, que contó que la Fiscalía no había encontrado “mayor cosa” en las simcards.
La del computador y el celular fue la información que este fin de semana fue publicada por varios medios -principalmente Semana- y que revela detalles sobre los excesos en la cárcel de Monsalve y sobre sus movimientos financieros.
En el primer caso quedó claro que tenía lujos, recibía visitas de mujeres y que tenía acceso a bebidas alcohólicas, algo que debe ser investigado y eventualmente sancionado por el Inpec y que es muy común en zonas reclusión especiales, como por ejemplo, el pabellón de los parapolíticos en La Picota, donde han encontrado los mismos lujos.
En el segundo, que hay indicios de que estaría relacionado con negocios de minería ilegal en Antioquia, así como de que sí tendría vínculos directos con la finca La Veranera:
Esa propiedad aparece a nombre de su exesposa Deyanira Gómez y de su mamá, y actualmente está en un proceso de extinción de dominio porque la Fiscalía tiene dudas sobre el origen de la plata para su adquisición.
Esos hallazgos ratifican que es un delincuente (está condenado a 40 años por secuestro) y que existe corrupción en el sistema carcelario.
Sin embargo, son circunstancias que no desmontan per se la denuncia de Monsalve sobre que el expresidente Uribe, a través de terceros, supuestamente buscó que cambiara su versión a cambio de beneficios jurídicos.
Además de la versión de Monsalve, la Corte Suprema tuvo en cuenta para llevar a Uribe a juicio las grabaciones que hizo Monsalve con su reloj al abogado Diego Cadena en La Picota y a Enrique Pardo Hasche, su compañero de reclusión, cuando le hablaron de declarar a favor de Uribe y cambiar su versión.
La Corte también tuvo en cuenta los mensajes de texto y audios que Carlos López, conocido como "Caliche", le envió a Monsalve convenciéndolo de que le enviara un video con su retractación a cambio de beneficios jurídicos, como abogados y la posibilidad de entrar a la JEP. Según esos mensajes actuaba por petición de Uribe.
"Caliche" le dijo a la Corte y, se lo reiteró a la Fiscalía, que le dijo mentiras a Monsalve para lograr su retractación, pero en la Corte esa versión no fue tenida en cuenta porque hay una interceptación en la que le relata a un tercero la versión que concuerda con las pruebas.
El contenido de las sim cards, del celular y del computador de Monsalve filtrado a los medios no controvierte ninguno de esos elementos.
Los testimonios que repitieron (y los nuevos) no arrojaron nada revelador
Como contamos en esta historia, la Fiscalía citó a declarar a 27 testigos, de los cuales 23 eran favorables a la defensa del expresidente.
De esos 23, 16 ya habían entregado su versión a la Corte Suprema de Justicia y habían sido desestimados, ya sea porque la Corte consideró que mentían y terminaron con compulsa de copias (7 de ellos) o porque consideró que carecían de credibilidad (otros 7). Los otros dos eran los del abogado de Uribe, Diego Cadena y del representante uribista Álvaro Hernán Prada que tienen investigaciones propias por estos hechos.
Frente a los siete nuevos testimonios, había expectativa principalmente por el testimonio de Juan Carlos "el Tuso" Sierra, exparamilitar extraditado en el gobierno de Álvaro Uribe.
La defensa de Uribe y el mismo Uribe se han quejado de que la Corte no lo hubiera llamado a declarar, pese a que aportó dos cartas en las que hablaba de que en 2009 el ahora senador del Polo Iván Cepeda y la entonces senadora Piedad Córdoba le habrían ofrecido beneficios a cambio de declarar en contra de los hermanos Uribe Vélez.
En el auto de la Corte, dice que sí lo llamaron a declarar pero que "el Tuso" dijo que no podía porque tenía otro compromiso.
En todo caso, sí dio su declaración a la Fiscalía. En ella, "el Tuso" se ratificó en que había recibido la visita de Córdoba y Cepeda, que ambos le habían preguntado si tenía información sobre relaciones de Uribe con paramilitares, y que le dijeron que si él declaraba le podían dar asilo político a su familia en Suiza o Francia.
Sin embargo, el exparamilitar también aseguró en su declaración que no lo presionaron, “ni tampoco me obligaron, ni tampoco me dijeron mienta o diga cosas que no son”.
Los demás testigos también se ratificaron en lo que inicialmente le dijeron a la Corte Suprema de Justicia. Por lo que al final, sus nuevas declaraciones no arrojaron elementos reveladores sobre la investigación.
En cambio, Diego Cadena, abogado que visitaba cárceles del país para recoger versiones de exparas a favor de Uribe, terminó cometiendo varias equivocaciones dentro del interrogatorio en la Fiscalía.
Por ejemplo, inicialmente respondió que sí se había acordado la búsqueda de testigos con Uribe, pero luego se retractó ante el regaño de su abogado.
El informe que caracteriza a Monsalve y habla del Bloque Metro inicia cuestionado
Este fin de semana también se filtraron los detalles de un informe del Centro Estratégico de Valoración Probatoria (Cevap) de la Fiscalía que fue solicitado por el fiscal Gabriel Jaimes para hacer una “caracterización” de Juan Guillermo Monsalve.
Dentro de los objetivos estaba el “identificar, describir y analizar las variables sociodemográficas, políticas y psicológicas, entre otras” de ese testigo.
El Espectador y El Tiempo revelaron el documento en el que, además de un perfil psicológico de Monsalve, está una reseña del Bloque Metro de las Autodefensas, que operó en la zona en donde se encuentra la hacienda Las Guacharacas, que fue de propiedad de los Uribe Vélez.
Monsalve se crió en esta hacienda, que administraba su papá. Y su versión es que fue allí donde se convirtió en paramilitar porque en ese lugar nació y operó el Bloque Metro. Asegura que, por esa razón, fue testigo de la supuesta injerencia de los Uribe en ese grupo.
En este proceso en particular no se debaten los presuntos nexos del expresidente con paramilitares. Pero esa es la génesis del expediente que fue abierto contra Uribe por presuntamente torcer testigos, debido a que cuando el abogado Diego Cadena busca a Monsalve lo hace para que le entregue una declaración retractándose de esas afirmaciones que forman parte de otro proceso.
La prueba filtrada a los medios dice que el Bloque Metro empezó a operar en el 98 y que los Uribe vendieron la finca en el 96. También, que Monsalve es el único que ha hablado de las relaciones de los Uribe con el Bloque Metro.
Esta prueba sí podría quitarle credibilidad al testimonio de Monsalve puesto que uno de los argumentos de la defensa es que el expresidente no tenía ninguna relación con la finca cuando se reporta la creación y operación del Bloque Metro.
Pero una vez se conoció el documento, varios medios reportaron inconsistencias sobre lo que se detallaba en él.
El portal Verdad Abierta, especializado en el cubrimiento del conflicto y particularmente del paramilitarismo, en un artículo que publicó ayer, escribió que el informe “revela una falta de rigurosidad que sorprende” porque en expedientes, que incluso están en custodia de la Fiscalía, está relatada la verdad judicial sobre las autodefensas en Antioquia.
El portal dice que el informe miente cuando dice que Monsalve es el único paramilitar que ha hablado del Bloque Metro y sus relaciones con los Uribe, debido a que hay varios que lo hicieron en el pasado.
“Esa afirmación se controvierte con sendas notas de prensa, incluidas algunas de este portal, que indican que otros exparamilitares coinciden con la versión de Monsalve. La más conocida es la dada por Pablo Hernán Sierra, alias ‘Alberto Guerrero’, quien comandó el Frente Cacique Pipintá del Bloque Central Bolívar”, señala el portal.
Además, Verdad Abierta señala que hay imprecisiones sobre la fecha que tomó ese informe para hablar de la creación del Bloque Metro (es importante porque de ahí parte la relación que podrían tener los Uribe con ese grupo); sobre quién lo fundó; sobre quiénes fueron los primeros implicados en el grupo y que terminaron condenados; entre otros.
La información sobre Monsalve no fue novedosa
Uribe siempre ha dicho que Monsalve no es paramilitar, como el testigo afirma. Y la Fiscalía decretó pruebas para investigar su trasegar delictivo.
Los resultados de las investigaciones confirmaron que Monsalve no aparece en Justicia y Paz, ni en la Agencia de Reincorporación y Normalización, ni en la oficina del Alto Comisionado para la Paz como paramilitar. Y que militó en la banda criminal de Los Rastrojos.
Más allá de si Monsalve fue o no un paramilitar, estas certificaciones per se no lo demostrarían, porque el Bloque Metro jamás se desmovilizó. Durante el proceso de desmovilización paramilitar, este grupo se declaró en disidencia en noviembre de 2002 y siguió en armas hasta que fue sometido a bala por el Bloque Cacique Nutibara de Don Berna.
Entonces, sus más de mil miembros no recibieron ningún beneficio, ni están en las listas aceptadas por el comisionado Luis Carlos Restrepo ni fueron certificados por el comité operativo para la dejación de armas, según verificó La Silla.
Que Monsalve militó en los Rastrojos se supo con certeza cuanto intentó ingresar a la JEP sin éxito y se presentó como miembro de ese grupo .
Hay dudas sobre las listas de visitas del Inpec
Dentro de las pruebas que solicitó la Fiscalía había una que prometía revelar información de fondo sobre el proceso: la relación de visitas a Monsalve en todas las cárceles en las que ha estado recluido.
Esa información podía dar detalles sobre quiénes eran las personas que tenían contacto con el preso y si alguno de sus visitantes tenía una connotación política o una relación con el caso del expresidente Uribe por presuntamente torcer testigos.
Sin embargo, el documento se filtró y el hallazgo fue que, según el Inpec, Diego Cadena había visitado a Monsalve no las veces que están reconocidas en el expediente que la Corte Suprema de Justicia le entregó a la Fiscalía, sino en 44 ocasiones desde 2011 y hasta marzo de 2020.
La veracidad de lo reportado por el Inpec fue cuestionada tanto por el abogado Iván Cancino, defensa de Diego Cadena, como de Miguel Ángel del Río, abogado de Juan Guillermo Monsalve.
Ambos dijeron que la información debía ser errónea porque ambas partes coinciden en que Cadena y Monsalve se vieron por primera vez el 22 de febrero de 2018 (día en que Monsalve grabó a Cadena con un reloj). Y todas las demás pruebas que existen respaldan esa versión.
Los dos abogados le pidieron al Inpec que explicara por qué había entregado esa información que no correspondería a la realidad, pero ese instituto aún no ha respondido.