Los avales ‘coco’, en su recta final

El aval de Cambio Radical para la tía del gobernador del Magdalena, Luis Miguel ‘el Mello’ Cotes, está definido. Pero es un ‘coco’ porque podría generar más ruido mediático del que hizo el de Oneida Pinto, la princesa negra de La Guajira, y al interior de la colectividad hay voces que piden pensarlo.

La aspirante a la Gobernación Rosa Cotes Vives es la esposa del exalcalde de Santa Marta José Francisco ‘Chico’ Zúñiga, que en 2009 fue condenado por haberse aliado con los paramilitares para hacerse elegir en 2004.

Como no tiene ninguna trayectoria política, Rosa es vista como la heredera de la estructura electoral de su sobrino, de su pareja y de sus hermanos Álvaro y Luis Miguel Cotes Vives, quienes aparecen mencionados en el “computador de Jorge 40” como presuntos autores de una extorsión por un contrato en la Alcaldía de Zúñiga.

Una fuente que se mueve entre las directivas de ese partido nos dijo que la preocupación de algunos allí es porque “el marido fue condenado y confesó. Es decir, no fue vencido en juicio, sino que aceptó la alianza con los paras”.

Un congresista de esa colectividad, por aparte, nos dijo que la inquietud la tienen incluso los mismos promotores de la candidatura: los Char. “Imagínate si a Oneida casi la crucifican por haber hecho campaña con Kiko (Gómez, detenido exgobernador guajiro, acusado de homicidio), qué irán a decir los medios de Rosa y su esposo parapolítico confeso”, dijo el legislador.

Las dos fuentes coincidieron sin embargo en que por deseos del vicepresidente Germán Vargas, jefe natural de Cambio, Rosa será avalada. Pero todos esperarán entonces el aguacero de críticas.

El dilema de Cambio Radical frente al aval de Rosa Cotes a la Gobernación del Magdalena se extiende a la pelea por la Alcaldía de Santa Marta. Allí en esa contienda está la concejal de Cambio Ana María Muelle, quien pidió el aval pero no se lo han concretado porque éste enreda los acercamientos del Gobernador y promotor de Rosa con el Partido de La U.

Como lo contó La Silla, resulta que el grupo del mandatario Luis Miguel ‘el Mello’ Cotes se sentó a cocinar un acuerdo con el sector de La U liderado por el representante Eduardo Díaz-Granados. La idea es que esa alianza vote por Rosa a la Gobernación y por el candidato que pongan los Díaz-Granados a la Alcaldía.

Si Cambio avala a Muelle a la Alcaldía, se entorpece esa unión. Pero a ese partido no le queda fácil decirle que no a la Concejal. No sólo porque va de primera en intención de voto, es decir, porque la colectividad estaría perdiendo una opción real de poder, sino porque el padrino de Muelle es un peso pesado. Se trata del exsenador Miguel Pinedo, condenado por parapolítica, uno de los mejores amigos del vicepresidente y jefe natural de Cambio Germán Vargas.

Este respaldo también se tendrá que definir entre esta semana y la próxima. El secretario general y cofundador de Cambio, Antonio Álvarez Lleras, le ratificó a La Silla el viernes que la decisión está en manos del exalcalde de Barranquilla Álex Char, encargado de los avales en el Caribe.

No pudimos hablar con Char, pero un representante y dos senadores que nos hablaron fuera de micrófonos nos dijeron que los más seguro es que se lo den a Rosa Cotes y se lo nieguen a Ana María Muelle, porque la primera es impulsada precisamente por los Char.      

Para la Alcaldía de Santa Marta, el Partido de La U llegó a tener cinco precandidatos, pero el pulso fuerte está entre el exdiputado Adolfo ‘el Chofo’ Gómez (apoyado por el senador atlanticense Miguel Amín) y el exalcalde de Barranquilla Humberto Caiafa (respaldado por el representante del Magdalena Eduardo Díaz-Granados).

La puja intentó resolverse con la idea de una encuesta, pero la semana pasada el Chofo se quejó por una supuesta falta de garantías, un malestar al que se sumaron otros aspirantes como Humberto Díaz y Elvia Mejía. Uno de estos precandidatos le explicó a La Silla que el disgusto principal tiene que ver con que el Representante Díaz-Granados esté involucrado en la escogencia de la encuestadora, siendo que tiene simpatía por Caiafa.

El copresidente de La U, senador José David Name, le dijo a La Silla que así las cosas los tres codirectores nacionales de la colectividad, votarán el próximos miércoles para decidir entre ellos para quién será el respaldo en Santa Marta.

En una reciente encuesta, publicada por el periódico local El Informador, el Chofo va de segundo en intención de voto, Caiafa de quinto, Elvia Mejía se sexta y Humberto Díaz de octavo.

Como lo contó La Silla, el ‘todos contra Yahir’ que armó la coalición santista en Sucre para pelearle la Gobernación al cuestionado Yahir Acuña, escogió como carta al exrepresentante Eduardo Pérez Santos. El problema es que Pérez milita en el mismo partido al que entró Yahir: el viejo PIN, por lo que la disputa antes de ir a las urnas se está dando por quién se queda con el aval.

Dentro de esa colectividad, cuatro de los cinco senadores que hay apoyan a Pérez Santos. Mientras, a Yahir lo respalda el fundador del partido: el parapolítico Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil. Él es el que administra los avales en el viejo PIN.

Además, una ficha de Yahir fue delegada para entregar los avales del partido, hoy llamado Opción Ciudadana, en el Caribe. Se trata de Édison Bioscar Ruiz, otrora socio político del parapolítico Juan Carlos Martínez y hoy de la cuerda de Yahir Acuña.

Por eso, según nos aseguró una fuente conocedora, lo más seguro es que ese aval se cante esta semana para Acuña o para su esposa la exdiputada Milene Jaraba. Aunque antes habrá que esperar a ver si los cuatro senadores que no están con él hacen alguna movida a favor de Pérez Santos.

Desde hace varias semanas rueda en algunos taxis de Sincelejo publicidad con el nombre de Carlos Vergara junto a un logo con una Y y una M, que es el que identifica al exrepresentante Yahir Acuña y a su esposa Milene Jaraba. De esa pareja, uno será candidato a la Gobernación de Sucre.

Exconcejal y excandidato a la Alcaldía, Vergara milita en el Partido Conservador, pero es la carta con la que jugará Yahir a la Alcaldía de Sincelejo.

Aunque no se ha inscrito formalmente como aspirante a ese aval -como se lo aseguró a La Silla un directivo conservador -en la ciudad política todo el mundo ve como azul la campaña de la fórmula de Acuña. Los lazos entre Yahir y los godos son tan sólidos, que candidatos de él en varios pueblos van por el Partido Conservador.

En las próximas dos semanas que los azules definan sus avales en Sucre, se sabrá si sellaron la alianza con Yahir en uno de los dos cargos más importantes del departamento.  

El Partido Liberal en el Atlántico tiene en ascuas a sus militantes por el aval a la Gobernación, cargo que esa colectividad ganó hace cuatro años y quiere mantener. En las próximas dos semanas se sabrá el final de esa historia, cuyo desenlace no está cantado como en otros casos de avales enredados.

Cuando muchos daban por descontado que el exgobernador rojo Eduardo Verano tendría ese respaldo (no sólo por ir de primero en las encuestas, sino por sus credenciales liberales, que incluyen haber sonado como posible figura presidencial), emergió el nombre de Jaime Pumarejo y le enredó en camino.

Pumarejo viene respaldado por la casa Char y, aunque su padre y su abuelo fueron reconocidos liberales, no es visto como de ese partido sino más cercano a Cambio Radical.

A pesar de eso, lo apoyan los dos congresistas rojos en el departamento: el senador Álvaro Ashton y el representante Mauricio Gómez. El aval para Verano ha sido defendido por el senador Horacio Serpa, quien es amigo del exmandatario.

El asunto está tan poco claro a estas alturas, que una persona que trabaja en la campaña de Pumarejo le dijo a La Silla que Ashton le aseguró al aspirante que el aval sería para él. Mientras tanto, una fuente que trabaja en el partido en Bogotá nos informó que “lo más probable” es que éste quede en manos de Verano.

En medio de esa incertidumbre, Verano inscribió un comité promotor en la Registraduría y su movimiento comenzó hace unos días a recoger 50 mil firmas, a contrarreloj, para poder aspirar así sea sin la sombrilla roja.