Los jueces tienen la palabra tras la decisión de la Fiscalía de buscar preclusión en caso Uribe

Html

Faltan semanas, o incluso meses, para que se resuelva la solicitud del fiscal Gabriel Jaimes de no acusar a Uribe por ningún delito. Estos son los escenarios.

Este viernes el coordinador de fiscales delegados ante la Corte, Gabriel Jaimes, anunció que pedirá la preclusión en el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por manipulación de testigos. Eso significa que la Fiscalía cree que se debe dar por terminado el proceso penal sin llegar a un juicio.

En un comunicado de una página, la Fiscalía anunció la decisión y adelantó sus argumentos gruesos, que ahora debe presentar ante un juez de conocimiento para que éste determine si precluye o no. 

“El fiscal del caso estableció que varias de las conductas por las cuales se vinculó jurídicamente al excongresista no tienen la característica de delito, y otras que sí lo son, no se le puede atribuir como autor o partícipe”, dice el comunicado.

Ahora la decisión queda en manos de un juez del circuito, y eventualmente en las de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, estos son los caminos que puede transitar el expediente a partir de la decisión de hoy. 

En todos los escenarios la decisión final se puede demorar varias semanas o incluso meses, algo que inevitablemente hará que se cruce con la precampaña para el 2022. 

Estas son las dos posibles vías que puede tomar el proceso y todas sus ramificaciones.

Camino 1: El juez avala la preclusión solicitada por la Fiscalía

 

La audiencia de preclusión debe hacerse en los cinco días siguientes a la solicitud de hoy, pero se podría demorar semanas por la carga laboral de los juzgados. En esa audiencia también podrán intervenir las víctimas, como el senador Iván Cepeda o el exfiscal Eduaro Montealegre, o la Procuraduría, si quieren oponerse a la petición de la Fiscalía.

Montealegre ya dijo que lo hará.

Entre las siete razones por las que se puede pedir que un proceso precluya, Jaimes menciona dos: que la investigación no arroja pruebas de que Uribe haya cometido algunos delitos, y que en otros no hay indicios de que Uribe haya sido “autor o partícipe”. Es decir, que no hay pruebas de que se hayan cometido unos delitos, y de los otros hay del hecho, pero no de que Uribe haya participado en ellos.

El fiscal Jaimes tendrá que argumentar su decisión ante el juez. Esto es muy importante, porque como su tesis es opuesta a la de la Corte Suprema de Justicia, que consideró que había pruebas suficientes para detener a Uribe. 

Después de escuchar su exposición y las de las partes que se opongan, el juez puede avalar la petición en la misma audiencia o decretar un receso de varios días para estudiar todos los argumentos. Es probable que eso pase, debido a la complejidad del caso.

En todo caso, esa decisión no es definitiva porque cualquiera de las partes puede apelarla.

Eso llevaría a que el caso quede en manos de una sala de tres magistrados de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, que decide por mayoría de dos.

La ley no establece cuánto tiempo pueden tomarse, pero por la congestión de la rama es posible que transcurran varias semanas o incluso meses.

Si confirma la preclusión el proceso hará trámite a cosa juzgada porque es una segunda instancia. Y con eso se entenderá que no hay razón para investigar al expresidente y que, en esa medida, manfiene su presuneción de inocencia.

Si la Sala Penal considera que la decisión de primera instancia estuvo mal tomada, la pelota vovlería al fiscal Jaimes.

Tendría dos caminos.

Uno es radicar un nuevo escrito de preclusión con nuevos argumentos, que tendría que conocer un juez diferente y también podría tener segunda instancia con otros magistrados. Es decir, reiniciar el trámite de la preclusión desde cero.

El segundo es que reconsiderara su decisión de precluir. Tendría que citar a una audiencia para radicar un escrito de acusación contra Uribe, para llevarlo a juicio.

 

Camino 2: El juez niega la preclusión solicitada por la Fiscalía

 

El juez puede negar la petición de preclusión de la Fiscalía si considera que la argumentación está mal sustentada jurídicamente o si, tras escuchar a las partes, concluye que las pruebas muestran que hay posibilidad de que Uribe hubiera cometido algún delito. 

La determinación puede tomarla en la misma audiencia o decretar un receso de varios días para estudiar todos los argumentos. Como contamos en el camino 1, es probable que eso pase debido a la complejidad del caso.

Si ese escenario se presenta, la Fiscalía tendría dos caminos. 

El primero sería intentar la preclusión presentando otro escrito que debería tener argumentos más elaborados, nuevas razones para pedir la preclusión e incluso una argumentación jurídica más profunda.

El nuevo escrito lo conocería un juez diferente al que negó el primero, con el mismo procedimiento actual; es decir, reiniciaría el camino 1 o este.

El segundo sería apelar ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá y argumentar por qué considera que el juez de primera instancia cometió un error al negarla. Esa apelación podría acompañarla la defensa de Uribe. 

Si los magistrados consideran que la Fiscalía tiene la razón, revocarán la decisión de primera instancia. 

Por ser una decisión de segunda instancia, el proceso contra Uribe hará trámite a cosa juzgada. Es decir, se entenderá que no hay razón para investigar al expresidente y en esa medida que es inocente.

Si el por el contrario, la Sala Penal confirma la primera instancia, Jaimes debería citar a una audiencia para acusar y llevar a juicio a Uribe, o presentar un nuevo escrito de preclusión ante otro juez con nuevos argumentos. 

Compartir
0