Los opcionados para la terna de Fiscal

Hoy se conocieron las 113 personas de las que el presidente Juan Manuel Santos va a armar la terna para que la Corte Suprema escoja el nuevo Fiscal General. Y aunque están los tres grandes favoritos, por lo menos uno de ellos se va a quedar por fuera de la terna, porque son tres hombres y Santos tiene que incluir a mínimo una mujer.

El actual fiscal encargado, Jorge Fernando Perdomo; el ex ministro de Presidencia de Santos, Néstor Humberto Martínez; y el actual ministro de Justicia, Yesid Reyes, presentaron sus hojas de vida dentro del plazo que creó el Gobierno para que cualquier persona se inscribiera, y Santos no usó su prerrogativa de incluir nuevos nombres, por lo que hasta ahora no dio un guiño público.

Pero solo por ahora. Como la Ley de Cuotas obliga a que en la terna haya una mujer, el presidente solo puede elegir a dos de estos tres pesos pesados, y con eso va a sacar a por lo menos uno de ellos de la carrera. La pregunta es a cuál.

Los tres favoritos

Perdomo, Martínez y Reyes tienen puentes con el Gobierno y con la Corte, y por eso se ven como los candidatos fuertes.

Perdomo, quien fue vicefiscal de Eduardo Montealegre durante sus cuatro años como Fiscal General, tiene una carta de presentación importante como académico, pues tiene doctorado en la universidad de Bonn en derecho penal, y ha hecho posdoctorados en Frankfurt y Cambridge. Además, es del corazón del Externado, universidad que tradicionalmente ha tenido gran influencia en la Rama y en la que hicieron un posgrado 5 de los 23 magistrados de la Corte.

El problema con esas dos ventajas, que tradicionalmente habrían sido muy fuertes, es que son exactamente dos de las que tenía Montealegre, y éste salió con una imagen bastante negativa de la Fiscalía. Además, la carta externadista no siempre funciona con los magistrados de roscas de otras universidades, como los de la Libre, la Santo Tomás o la Gran Colombia. Y en la Corte hay 18 magistrados que no han pasado por el Externado.

En todo caso, Perdomo es muy conocido en la Corte, porque en sus cuatro años como vicefiscal manejó casos muy sonados ante ella por delegación de Montealegre. Además, como vicefiscal de éste es el único de los postulados fuertes que conoce la lógica de la reforma a la Fiscalía a la que el Gobierno le ha metido tanta plata. Y todas las fuentes coinciden en que se ha acercado a los magistrados en estas semanas.

Su aspiración también tiene una carga simbólica grande por su significado de continuidad frente a Montealegre: si Santos lo terna estaría dando una señal de aprobación a la gestión del Fiscal que salió en medio de fuertes polémicas y de acusaciones de estar politizado contra el uribismo, por lo que podría darle nueva vida a la percepción de que la Fiscalía se mueve con una agenda política.

El ministro Reyes comparte algunas de las fortalezas de Perdomo, pues también viene del Externado y tiene una trayectoria académica reconocida. A eso le suma que es reconocido como litigante penalista y que ha actuado durante años como abogado ante la Sala Penal de la Corte.

También cuenta con la ventaja de que representa la continuación del legado de su padre Alfonso Reyes Echandía, quien era presidente de la Corte Suprema al momento de la toma y retoma del Palacio de Justicia, y murió en esos hechos después de haberle pedido en vano al entonces Presidente Belisario Betancur que permitiera un cese al fuego, en una dramática llamada que fue difundida en directo por radio.

Como Ministro ha liderado el proyecto de justicia transicional de La Habana, por lo que llegaría a la Fiscalía con ese ‘muñeco’ en la cabeza, lo que sería muy útil para el Gobierno y para una eventual implementación de esa justicia transicional, lo que le da bríos a su aspiración.

Pero Reyes tiene en su contra que como Ministro ha vivido varios largos paros judiciales. A pesar de que el gobierno de la Rama es autónomo y esos problemas laborales dependen de sus cabezas (especialmente del Consejo Superior de la Judicatura), ese resultado no es positivo para un Ministro de Justicia.

El tercer favorito, Martínez, es el único que no es penalista pero tiene un perfil muy alto y tiene más trayectoria directiva que sus rivales.

En el campo público ha sido superintendente bancario de Virgilio Barco, ministro de Justicia de Ernesto Samper, de Interior de Andrés Pastrana y de Presidencia de Santos. Y en el sector privado, es la cabeza de la multinacional jurídica DLA Piper en Colombia y uno de los abogados más reputados para hacer fusiones y adquisiciones de empresas, además del principal consejero jurídico del hombre más rico del país, Luis Carlos Sarmiento Angulo, y cercano a otros superpoderosos como los hermanos Pacheco (dueños de Colpatria).

Ese último punto es motivo de preocupación, pues Martínez ha tenido tantos clientes de alto perfil que seguramente llegaría a la Fiscalía con conflictos de interés. Y, aunque los tramite, la sombra que cargó Montealegre por su pasado como abogado de SaludCoop muestra que ese tipo de pasado se puede convertir en una fuente de dolores de cabeza para el Fiscal y una menor credibilidad de la Fiscalía entre la opinión pública.

Martínez y Reyes trabajaron juntos en el Gobierno Santos pero terminaron muy distanciados. Foto: periodicolacampana.com

A pesar de que su perfil es mucho menos sólido para ser Fiscal que el de sus rivales, Martínez es un candidato fuerte porque tiene mucha más trayectoria política que Perdomo y Reyes, y porque es el que tiene más experiencia moviéndose entre poderosos, lo que se sirve en Palacio, en la Corte y para manejar un cargo como el de Fiscal.

Además de esas características personales, para Santos definir la terna tiene una carga política grande. Primero, porque cualquier Fiscal General tiene un poder muy grande que va desde el manejo de una entidad con unos 30 mil funcionarios y un presupuesto de 3 billones de pesos, hasta el nada despreciable de abrirle investigaciones penales a cualquier persona.

Segundo, porque dos de los tres candidatos tienen un color político claro.

Martínez es muy cercano al vicepresidente Germán Vargas Lleras y ha sido directivo de su partido, Cambio Radical. Y Reyes representa en el gabinete al Partido Liberal. Por eso, la decisión de Santos de incluirlos en la terna o para sacarlo de ella.

Si Santos no terna a Martínez, sería recibida como una prueba de distanciamiento con el vicepresidente y potencial candidato presidencial para 2018, a menos de que se compense con otros cargos. Algo semejante ocurriría frente al Partido Liberal en caso de no ternar a Reyes.

Si los terna a los dos, pondría a competir a dos abogados que como funcionarios suyos se le llevaron muy mal, hasta el punto de que Martínez salió del Gobierno después de de un encontrón con Reyes durante el debate de la reforma de equilibrio de poderes. Y dejaría en manos de la Corte definir a qué partido le corresponde la Fiscalía y a Perdomo viendo un chispero.

Las mujeres

Lo único que hay fijo en la terna es que habrá una mujer. Y para ocupar ese puesto la que suena más fuerte es Mónica Cifuentes, la gerente jurídica del proceso con las Farc.

Cifuentes suma varias cosas. Por el lado de Santos, tiene una labor muy delicada y crucial para sacar adelante la principal apuesta política del Presidente, un encargo que muestra que goza de confianza en Palacio.

Además, es una penalista de larga trayectoria: trabajó en la Fiscalía entre 1993 y 1998 como asesora, jefe de sección y directora regional, y fue asesora penal de las empresas del Grupo Bolívar (como Davivienda).

Encima, es cercana a los magistrados de la Corte y, por ejemplo, fue invitada en la fiesta de navidad de ellos. Sin embargo, nunca ha tenido cargos directivos ni con poder político, lo que puede debilitar su aspiración.

Aparte de Cifuentes hay 20 mujeres más entre los postulados, como se ve acá.

La más visible es la ex fiscal Martha Lucía Zamora, quien actualmente es magistrada encargada de la Sala administrativa del consejo Superior de la Judicatura y viene de ser Secretaria General de Gustavo Petro.

Zamora es penalista, externadista y conoce la Fiscalía (ha sido delegada ante la Corte Suprema en dos ocasiones  y en total por 9 años, y fue Fiscal General encargada a la salida de Viviane Morales). Además, es cercana a la Corte, donde trabajó brevemente y ante la cual ha desarrollado buena parte de su carrera, como Fiscal o Procuradora Delegada.

Sin embargo, su paso por la administración Petro le quita posibilidades de ser ternada por Santos. Y las otras postuladas tienen un perfil mucho menos visible, por lo que todas las fuentes consultadas dan por hecho que Cifuentes será ternada, y que la duda está entre los hombres.

La Corte, en pausa

Como por ahora no se sabe cómo terminará integrada la terna, y cuatro favoritos tienen entrada en la Corte, seis fuentes cercanas a la Corte que consultamos coinciden en que la elección aún no está entre sus preocupaciones.

“En la Corte no le han dedicado un minuto”, resume una de ellas. Y es que, con una terna por definir entre cuatro pesos pesados, los magistrados no tienen grandes incentivos para jugársela ya por un candidato que puede terminar por fuera de la terna.

Además de esos motivos para no meterse todavía en el tema, la Corte está en plena transición.

La salida de Leonidas Bustos, de la Sala Penal y aliado clave de Montealegre (y potencialmente de Perdomo), cambió la dinámica de poder interno, como contó La Silla, y todavía está por verse cómo funcionarán esos equilibrios sin él.

Además, un tercio de los magistrados están recién nombrados, lo que quiere decir que tienen que llegar a sus despachos a conocer decenas de casos que reciben ya andando y a definir cuál será su equipo de trabajo, por lo que esta elección no es necesariamente su preocupación más urgente, por lo menos por ahora.

Aunque algunos, como Luis Antonio Hernández o Jorge Luis Quiroz, vienen de la misma Corte, su papel cambió totalmente al pasar de ser magistrados auxiliares a ser titulares. Y otros magistrados, como Fernando Castillo y José Francisco Acuña, vienen de afuera y por eso no es claro aún cómo van a actuar en la elección.

Una vez Santos defina la terna, seguramente el tema va a coger tracción en la Corte. Pero, mientras tanto, las miradas están en Palacio.